Generales
Euclides Sánchez y Carlos Ospina obtienen el más
alto rango
PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN ASCENSOS DE GENERALES
Bogotá,
21 dic (CNE).- Las siguientes son las palabras del presidente
Álvaro Uribe Vélez, en la ceremonia de ascenso de
los generales Euclides Sánchez Vargas, Comandante del Estado
Mayor Conjunto, y Carlos Alberto Ospina Ovalle, Comandante del
Ejército en la Escuela Militar de Cadetes 'José
María Cordova'.
"Esta
navidad prodiga a la Nación el privilegio de contar con
dos nuevos soldados que acceden al más alto honor y a un
elevadísimo peldaño en su carrera militar.
Dos
generales valerosos compañeros que iniciaron su carrera
el mismo día del año 1967 y se han convertido en
hermanos de armas, pues han concurrido durante 35 años
en la misma fecha y hora a cada uno de sus nueve grados y ascensos
como soldados.
Pueden
mostrar con orgullo y satisfacción a su familia, al pueblo
colombiano y al mundo, que por sus méritos y descollante
desempeño en defensa de sus conciudadanos y de la democracia
pudieron llegar a esa suprema cumbre de la vida profesional. Felicitaciones
a los generales Euclides Sánchez Vargas y Carlos Alberto
Ospina Ovalle.
El
general Ospina se ha propuesto celebrar este ascenso a General,
de tres soles, al lado de su entrañable compañero
de armas, el general Sánchez, con los soldados heridos
en combate. Dijo públicamente que invitaría a un
grupo grande de miembros de las Fuerzas Militares para hacerles
un reconocimiento y agradecerles su solidaridad y lealtad.
Tan
significativo gesto traduce una profunda concepción de
la vida, una formación humana y un talante que lo enaltecen
y lo hacen memorable para la institución militar.
Nuestros
generales, dignos de todas las consideraciones no piden el aplauso
para sí, aplauden ellos el valor de los hombres que los
acompañan en la acción. Hechos como estos dan moral
a las tropas y las alientan a seguir en la trinchera, así
se les infunde confianza disciplina y heroísmo. Virtudes
de las cuales han hecho gala cuando recuperamos, por ejemplo,
las comunas de Medellín de las garras de la barbarie, cuando
restablecemos los derechos de los ciudadanos en muchos de los
municipios de las zonas de rehabilitación y consolidación,
o cuando detienen la agresividad terrorista que ha querido ensombrecer
la navidad en Bogotá.
No
se puede formar un Gobierno estable donde falten hombres que sepan
mandar y obedecer, enseñaba con voz autorizada el Libertador.
Los soldados de Colombia son soldados que obedecen con admirable
fidelidad a la Constitución y a las leyes, al mando civil
y militar en los correspondientes órdenes de la jerarquía.
Pero
por otra parte nuestros generales saben mandar a sus tropas, estar
a la ofensiva para garantizar la vida y los bienes de los ciudadanos
en los campos y ciudades. Los grandes generales saben convivir
con sus hombres, darles ejemplo de vida. El General aconseja como
un padre, consuela como un amigo, reprende como un jefe y estimula
y arenga como un caudillo.
Queremos
celebrar también que el Ejército haya venido acrecentando
sus acciones de servicio social a la comunidad, es la aplicación
de lo que podríamos llamar un ejército comunitario
proyección del modelo de estado comunitario a la organización
y funcionamiento de las instituciones armadas de la República.
El
Ejército tiene que ser una institución estrechamente
fundida con la comunidad a la cual pertenece y sirve. Los militares
no constituyen un estamento distinto al común de los ciudadanos,
ni un segmento social divorciado de la vida cotidiana de la comunidad.
Al
lado de su roll de centinela insomne de la Patria y del Estado
Democrático de Derecho, el Estado viene ocupándose
también de tareas de beneficio social. El soldado no solo
es un profesional de la milicia, sino un ingeniero, un abogado
un técnico, un artesano, en fin un patriota que brinda
su saber y habilidad a la comunidad donde actúan.
En
este nuevo modelo de Ejército que Colombia necesita, el
general Euclides Sánchez, destacado profesional de la ingeniería,
nos ha mostrado con su ejemplo el paradigma del soldado, un servidor
de la comunidad atento a solucionar sus problemas más apremiantes.
El
soldado nos protege de los terroristas y narcotraficantes con
el ejercicio legítimo de las armas de la República,
pero también codo a codo con los campesinos. Construye
caminos, vacuna contra la malaria, enseña computadores
a los muchachos, forma equipos de fútbol con los jóvenes
del barrio y crea vínculos literarios con los ciudadanos
inquietos de la comunidad.
No
abundan antecedentes de Fuerzas Militares y de Policía
que en plena acción contra una criminalidad generalizada
sea la institución con más estimación y confianza
por parte de la población de un país. Pero en Colombia
lo estamos viviendo. Los estudios de opinión de los últimos
meses así lo evidencian.
Por
eso, nuestro pueblo ha asumido con espontaneidad el deber de cooperación
con la Fuerza Pública, ha colaborado en crear efectivas
redes de informantes, ha aceptado la formación de los empadronamientos,
ha comprendido de buen grado las limitaciones y molestias para
neutralizar a los terroristas y ponerlos a buen recaudo.
Ustedes
generales, Euclides Sánchez Vargas y Carlos Alberto Ospina
Ovalle, han contribuido a todo ello. Nos están aportando
a la formulación y puesta en práctica de la seguridad
democrática, la defensa de los derechos humanos y el estado
comunitario.
Ustedes,
insomnes, han acompañado y orientado desde sus altas posiciones
a la oficialidad y a la tropa en la labor de devolver a Colombia
la confianza y la paz. Sus esposas, Valentina de Sánchez
y Martha Lucía de Ospina; sus hijos, Liliana Constanza,
Claudia Ximena, Ana María Sánchez, Juan Carlos,
Martha Lucía, Luis Alfredo y Liliana Ospina, merecen el
agradecimiento de todos los compatriotas que los queremos.
Sus
señoras, sus hijos, han entregado sus esposos y padres
al servicio del grande pueblo de Colombia, luchador y resuelto.
Dios y la Patria pagarán este sacrificio que tantas privaciones
ha exigido a ustedes y a sus familias.
Felicitaciones
por llegar a la cúspide de su carrera, gracias por trabajar
fiel y lealmente al servicio de la Nación.
Este
acto que nos emociona, que nos permite destacar colombianos sobresalientes,
los invita a reflexionar sobre la unidad y el compromiso de la
Nación. Cuando vemos este batallón de sanidad, de
soldados heridos en el combate, a quienes los generales Sánchez
y Ospina han querido tener como testigos de primera línea
de este ascenso importante para la Nación.
Cuando
vemos estos niños de Saravena, municipio azotado por el
terrorismo sobre el cual el Gobierno tiene especial interés
de devolverle la paz plena, vemos que estos soldados heridos,
estos niños que han crecido asistiendo a que las bombas
terroristas maltraten la ilusión de su edad, nos llaman
a unir todos los esfuerzos para que Colombia pueda derrotar finalmente
la violencia.
La
Nación ve con alegría la recuperación del
prestigio de la Fuerza Pública, que bueno que el ascenso
de los generales Euclides Sánchez y Carlos Alberto Ospina
Ovalle, se de en un momento de ascenso del nivel de aceptación
de la Fuerza Pública por parte de nuestros compatriotas.
Qué
bueno para unir a la Nación entera que se sigan fortaleciendo
las instituciones democráticas. Desde acá en compañía
con los generales Euclides Sánchez Vargas y Carlos Alberto
Ospina, de los soldados heridos en combate, de los niños
de Saravena hacemos llegar nuestro saludo al senador Germán
Vargas herido por el terrorismo, quien con su heroísmo
también ha contribuido a enaltecer las instituciones, hacemos
llegar nuestro saludo a todos los soldados y policías de
Colombia heridos, a los familiares de todos aquellos que han sido
asesinados, el sacrificio de todos ellos nos invita a unir la
Nación.
Estas
circunstancias del gran reconocimiento popular a la institución
armada coincide con un principio de recuperación de la
respetabilidad popular por el Congreso. El esfuerzo que ha hecho
el Congreso en esta legislatura que queremos destacarlo ante todos
los colombianos esta mañana aquí, en presencia de
los soldados heridos y de los niños de Saravena enaltece
nuestra democracia.
Cuando
las instituciones se fortalecen, cuando las instituciones disipan
dudas, cuando las instituciones eliminan nubarrones, cuando las
instituciones quitan incógnitas de la opinión, las
instituciones fuertes son el camino para consolidar la unidad
nacional.
La
historia de los pueblos demuestra que los grandes problemas se
resuelven cuando el pueblo está unido y que las instituciones
democráticas son el punto de unión del pueblo.
Ustedes
generales, Euclides Sánchez y Carlos Ospina Ovalle, con
su sacrificio, con su gran tarea al servicio de las armas de la
democracia contribuyen a unir a la Nación.
Deseo
a todos los soldados y policías de mi Patria una feliz
navidad y un venturoso año 2003.
Podré
saludar durante estos días algunos acantonados en diferentes
sitios de la Nación. Mientras los colombianos pueden obtener
la posibilidad de una navidad más tranquila y de un fin
de año más feliz, muchos de ustedes van a estar
en las carreteras cuidando la tranquilidad de sus compatriotas.
Esa tarea los honrará para bien de muchos colombianos que
quieren conocer a su patria, disfrutar los paisajes de sus cordilleras,
de sus valles, de sus llanuras, volver a ver sus ríos.
Este
esfuerzo de ustedes policías y soldados permitirá
que muchos colombianos recuperen su empleo en las carreteras,
en las tiendas, en las bombas de gasolina, en los lavaderos de
vehículos. Permitirá que muchos colombianos vean
nuevas oportunidades de empleo en los hoteles, permitirá
que la Nación recupere la esperanza.
La
vida de los generales Euclides Sánchez y Carlos Ospina
ha sido una lucha sin tregua, cabalgando en el sacrificio por
el bien de la Nación. Así mismo, nosotros tenemos
que trabajar todos los días con más amor y pedirle
a los colombianos un poquito más de trabajo, a los que
puedan dar sacrificio un poquito más de sacrificio, a los
que puedan pagar un poquito más de impuestos un poquito
más de impuestos. A todos que contribuyamos a que la Patria
sea una Patria sin corrupción, con una gran democracia
y con una resuelta decisión de derrotar a los terroristas,
ustedes nos lideran en esa batalla con el ejemplo de sus vidas
generales Euclides Sánchez y Carlos Ospina".