MENSAJE
DEL PRESIDENTE URIBE CON OCASIÓN DEL 44 BANQUETE DEL MILLÓN
Bogotá, 25 nov. (SNE).- A continuación el mensaje
del presidente Álvaro Uribe Vélez con ocasión
del 44 Banquete del Millón, organizado por la Corporación
Minuto de Dios, en el Hotel Tequendama.
Colombia
conmemora hoy, con gratitud, los cincuenta años
de la llegada a Bogotá del padre Rafael García
Herreros. Fue una tromba de energía. Fue el primer predicador
que tomó la radio como púlpito para llevar la palabra
de Dios, para enseñar la teoría y la práctica
de la caridad, de la solidaridad y de la democracia.
Al padre
García le impresionaba la pobreza. Pero, al
contrario de otros que hicieron de su descripción un pretexto
para la demagogia, él buscó respuestas solidarias
y participativas. Una noche, mientras dormía –contó el
padre a uno de sus amigos-, buscó desesperadamente la
solución a la crisis económica en que se debatía
el barrio Minuto de Dios. Y dice que sintió, como si la
voz de un economista celestial le inspirara la idea de hurgar
en las conciencias y en los bolsillos de los ricos, invitándolos
al Banquete más caro y más pobre del mundo: a este
Banquete del Millón.
Esa es la
historia de cómo atrajo a miles de donantes,
que creyeron en la idea de que la suerte de un colombiano es
la suerte de todos los colombianos, y que las llagas de la pobreza,
son curadas si hay cooperación de todos.
El padre
fue el maestro de la patria. Cuando llegó la
televisión, también fue el primero en saber que
ese sería el nuevo instrumento de evangelización.
Durante más de treinta años continuos ejerció el
nuevo periodismo electrónico. Noche a noche hizo el editorial
de la fe, del amor, de la reconciliación, del perdón.
Todos consideramos
que el diálogo y la paz son grandes
ideas. ¿A quién podrían repugnarle? Pero
debemos entender que el diálogo y la paz que se predica
en el evangelio, son el diálogo y la paz dentro de la
democracia. Lo demás, por más que aparente ser
diálogo, es sólo imposición, amenaza y miedo.
El padre
García Herreros mantuvo una solución
dialogada para el progreso del prójimo. Él, que
nunca estuvo en el servicio público, fue un verdadero
servidor del pueblo. Recogía fondos entre los miembros
de la comunidad y los hacía rendir hasta el infinito.
Qué ejemplo de honradez, eficiencia y conocimiento de
las necesidades de los demás. Luego de que había
esparcido su mensaje entre oyentes y televidentes, acompañó la
palabra con la acción. El Minuto de Dios, pasó de
ser un tiempo de reflexión, a una campaña permanente
de solidaridad.
La vivienda
fue la prioridad, luego vinieron la educación,
la salud, el microcrédito y la formación y capacitación
para el trabajo.
El padre
García Herreros era como un gran estadista para
las comunidades a las que vinculó su obra. Qué bueno
que todos los alcaldes de Colombia, fueran a la Fundación
Minuto de Dios para aprender, para formarse como planeadores
y realizadores en esta escuela.
¿Qué diferencia hay entre el dinero privado o
el público en lo que respecta a la solución de
los problemas de los más necesitados?
Los políticos solemos enredarnos en el debate ideológico,
en lugar de abordar con pragmatismo los problemas del pueblo.
La falta de vivienda, acueducto y salud, no tiene color político
para quien sufra su ausencia. Así como el padre García
Herreros construyó miles de soluciones para todos los
problemas, y dejó establecida una metodología que
sigue produciendo resultados; debieran hacer alcaldes y gobernadores
con los fondos públicos provenientes de los impuestos
y las contribuciones de los ciudadanos: hacerlos rendir al máximo,
convertirlos en fuentes de bienestar y progreso para las comunidades
que les encomendaron, esperanzadas, que guiaran sus destinos.
Reverendo Padre Diego Jaramillo:
Hace
dos años hablé en este recinto sobre la necesidad
de que todo el Estado actúe con sensibilidad social. Pensaba
que, así como la Corporación, inspirada en el evangelio
y en el ejemplo de los primeros cristianos, construyó un
mundo nuevo para millares de familias y palió sus necesidades
básicas; también, los gobernantes debíamos
redimir muchas necesidades administrando bien los dineros públicos.
Hemos avanzado
mucho, padre Jaramillo, desde aquella fecha, en educación básica y media se han generado 734.413
nuevos cupos (9.308.110 matriculados), se han alfabetizado 226.600
adultos, y se han creado 103.903 nuevas oportunidades en educación
superior (1.400.148) y 3.772 con conectividad; adicionalmente
el SENA ha capacitado más de 4,5 millones de alumnos en
educación titulada y complementaria y tiene 172.005 nuevos
aprendices.
En lo que
va del Gobierno, se han entregado 160.544 subsidios de vivienda,
a través del Fondo Nacional de Vivienda,
Inurbe, Cajas de Compensación Familiar, Banco Agrario,
Caja Promotora de Vivienda Militar y Fondo Nacional de Ahorro,
por $ 1,5 billones. La meta del cuatrienio son 400.000.
En microcrédito se han desembolsado $2,9 billones, beneficiando
a 1.330.748 de compatriotas. En salud, se han afiliado 2.519.540
nuevos colombianos al régimen subsidiado, y 1.341.129
al régimen contributivo.
Colombia
escogió ya entre las dos predicaciones que se
le ofrecían: la del amor, que se fundamenta en caridad,
democracia y solidaridad; o la del odio de clase, que es envidia,
despotismo y resentimiento.
El Minuto
de Dios, es la punta de la lanza de la predicación
del amor. Ustedes, padre Jaramillo, desde la televisión
y la cadena de radio, siguen llenando de bondad el debate fraterno
entre los colombianos.
Este banquete,
reunión multitudinaria alrededor de la
fe en Cristo y de la caridad que él predicó, demuestra
que ningún problema es insuperable y que, son las palabras
acompañadas de obras, no las solas palabras, las que redimen
a los pobres de Colombia.
Demos nuevamente
gracias a Dios por la obra del Padre García
Herreros, quien desde el cielo vela por ella e inspira a sus
continuadores, encabezados por el reverendo Padre Diego Jaramillo.