PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN INAUGURACIÓN DE LA BIBLIOTECA
DEL CONGRESO "LUIS CARLOS GALÁN SARMIENTO"
Bogotá, 19 jul. (SNE).- A continuación las palabras
del presidente Álvaro Uribe Vélez, con ocasión
de la inauguración de la Biblioteca del Congreso de la República,
Luis Carlos Galán Sarmiento.
La inauguración de la Biblioteca del Congreso, es la mejor
demostración del buen camino que quieren recorrer las instituciones
de la Patria.
El Congreso
colombiano ha sido uno de los foros intelectuales más elevados del continente. Desde Cúcuta, en 1820,
cuando inauguraron sus sesiones Bolívar, Nariño y
Sucre, y pronunció el discurso de clausura Santander en
1821, hemos tenido abierto y deliberante un elevado foro de la
democracia, sólo interrumpido en muy escasas y cortas ocasiones.
La labor congresional
es, ante todo, una función intelectual
y técnica. Poner a disposición del Congreso, de los
asesores la biblioteca, con sus extraordinarias colecciones, y
extensa gama de títulos, es un gran paso en el propósito
de la representación popular.
Las vicisitudes
por las que ha atravesado la biblioteca, son expresión
de las que ha sufrido el conjunto de la sociedad. Hubo el impulso
creador inicial que le dieron los legisladores de 1973: se rescataron
del olvido los textos originales de las actas y de la Constitución
de Cúcuta; los censos generales de 1835 y 1843; las Actas
y el texto íntegro de la Constitución de 1863, entre
muchas otras joyas de la historia de Colombia. Con la biblioteca
se generó un espíritu de investigación y de
rescate de nuestro legado histórico, que llegó a
su clímax con la creación del fondo de publicaciones
que dirigieron ad honorem dos de los grandes congresistas del siglo
XX: los doctores Jorge Mario Eastman y Abelardo Forero Benavides.
Así, paralela a la recuperación del archivo, fue
naciendo una excelente colección de libros del Congreso,
que contiene el más extraordinario acervo de pensamiento
político colombiano. La vida de la biblioteca era promisoria:
el Congreso se reconoció como el custodio de uno de los
más amplios archivos de la Nación, y su carácter
de depósito legal de libros le permitió contar con
todas las publicaciones que se producían en el país.
En 1979 se
tomó la acertada decisión de adquirir
la colección Juan Lozano y Lozano. Claire de Holguín,
experta del Banco de la República, no duda en calificarla
como una de las primeras del continente americano, equiparable
con las mejores de Francia, Italia e Inglaterra y, según
ella, supera, muy a menudo, la del Congreso de los Estados Unidos
por la cantidad de ejemplares, únicos en el mundo.
Pero lo que
nació tan auspiciosamente, se convirtió en
uno de los mayores lastres de la cultura colombiana, tal como tituló una
crónica de Andrés Mompotes publicada en El Tiempo,
en 1998, los libros del Congreso agonizaron.
Un editorial
de El Espectador publicado de febrero de 2001 la describió como un "monumento a la desidia y al descuido,
con históricos documentos llenos de hongos, ratones y humedad".
Debemos premiar
con el reconocimiento y la gratitud, la esforzada labor de quienes,
en medio de las mayores incomprensiones y dificultades,
lograron sacar adelante el largo sueño de darle una casa
honorable a uno de nuestros mayores tesoros culturales. Por obra
y gracia de un esforzado equipo de la Universidad de Antioquia
y de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, están
reunidas en esta casona las colecciones que resumen la vida de
trabajo, lectura e investigación de tres de nuestros más
grandes intelectuales: Luis Eduardo Nieto Caballero, la evocación
de María Isabel esta noche, nos ha hecho vibrar el más
profundo sentimiento de Patria; Juan Lozano y Lozano y Eduardo
Nieto Calderón.
Muchas gracias,
amigos de la Universidad y de la Biblioteca Pública
Piloto. La Patria premiará ese esfuerzo agotador de tantos
años, con la cualificación del trabajo legislativo,
con la elevación del debate público, con la formación
de estudiosos de la ciencia política, con el acceso de los
investigadores a estos anaqueles venerables que rezuman ciencia
y sabiduría.
Doctor Germán Vargas Lleras, Presidente del Senado de la
República; doctor Alonso Acosta Osío, Presidente
de la Cámara de Representantes, muy distinguidos Vicepresidentes:
Ustedes, con las altas miras que signan toda su actuación
como líderes del legislativo, supieron redondear una tarea
que la Patria necesitaba ver llegar al final que es el principio.
Muchas gracias por este gran esfuerzo.
Este recinto
exalta la memoria de Luis Carlos Galán, uno
de los parlamentarios más consagrados al estudio y a la
reflexión sobre los problemas nacionales. En este universo,
como define Borges a las bibliotecas, los congresistas de hoy y
de mañana, iluminados por el ejemplo de Galán, cumbre
de la transparencia, acrecentarán su ilustración
y le darán forma a las grandes propuestas para mejorar la
vida de los colombianos. Todos ustedes, los forjadores de la Biblioteca
del Congreso, deben sentirse orgullosos de haber unido su nombre
al del epónimo Luis Carlos Galán.
Qué bueno, señor doctor Germán Vargas Lleras,
esa lista ilustre de colombianos que ustedes los directivos del
Congreso han definido para ser vigías de este logro: Otto
Morales Benítez, Patricia Castaño de Castaño,
Juan Lozano Ramírez, Emilse González de Cancino,
Fernando Hinostroza Forero, Rafael Santos Calderón, Fidel
Cano Correa, María Isabel Nieto Jaramillo, Jorge Orlando
Melo González, Alberto Dangond Uribe, son desde hoy, por
designación del Congreso de Colombia, representantes de
todo el pueblo de la Patria, para ser vigías de esta gran
obra.
Mañana termina el periodo de Ustedes en las presidencias
del Senado y de la Cámara. Particulamente, fructífero
para la Patria. En el informe que habrán de dar, y en el
que me corresponden en nombre del Ejecutivo, habrá muchas
cosas para decir, otras para proyectar, pero quizá en los
renglones de lo que unos y otros leamos se habrán de perder
logros tan importantes como esta biblioteca.
Es más oportuno hoy, que lo que será mañana,
expresar a ustedes toda la gratitud por este logro, la gratitud
por su gestión. Que bueno que culminan una tarea en el Senado
y en la Cámara de debates, una tarea de logros legislativos
de gran importancia, una tarea de profundo control político
al Ejecutivo, una tarea austera y transparente en la administración
de los recursos, una tarea responsable con la historia de la Patria,
una tarea de legado a quienes habrá de sucederlos.
Muchas gracias
doctor Germán Varga Lleras, presidente del
Senado, muchas gracias doctor Alonso Acosta Osío, presidente
de la Cámara, muchas gracias distinguidos vicepresidente,
que esta biblioteca por la cual siempre los colombianos estaremos
de ustedes agradecidos, sea un faro para la construcción
de una nación sin exclusiones, también sin odios,
para la construcción de una Nación en permanente
debate, en debate democrático, pero en debate fraterno,
en debate sin acidez, en debate constructivo, en debate sin antagonismos
insuperables. Que bueno este logro para la democracia de la Patria.
Mil felicitaciones.
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