“USTEDES VAN A DARLE A COLOMBIA LA SEGUNDA
INDEPENDENCIA, LA DEL TERRORISMO”: URIBE
Bogotá, 3 dic (SNE). El presidente Álvaro Uribe
Vélez instó a todos los integrantes de la Fuerza
Pública a redoblar sus esfuerzos para derrotar al terrorismo
y darle al país una segunda Independencia, que permita
a las nuevas generaciones vivir felices en Colombia.
“Ustedes van a darle a Colombia la segunda Independencia,
la del segundo centenario, van a liberar a Colombia del terrorismo,
y esa Independencia sí que será importante”,
expresó el Mandatario.
Las siguientes fueron las palabras
del Jefe de Estado, durante la ceremonia de ascensos a subtenientes,
realizada en la Escuela
Militar José María Córdova.
“Hace
un año, en este lugar mítico de la
Patria, graduábamos una excelente promoción de
subtenientes, encabezada por el subteniente Barrero.
Con cuánta emoción de Patria asistimos padres
de familia, altos oficiales, comandantes, Ministro y yo a esa
ceremonia. Con cuánto entusiasmo se graduó ese
grupo de subtenientes. Con cuánta devoción emprendieron
su tarea en los campos de Colombia.
Hace
pocos meses recibimos la infausta noticia del asesinato por
parte de las Farc del subteniente
Diego Alejandro Barrero. Lo asesinó el terrorismo alevemente.
Un esfuerzo grande del Ejército para retomar el control
institucional del Nudo de Paramillo, abandonado por décadas,
entregado a la guerrilla y después a que lo compartieran
guerrilla y paramilitares, por el descuido del Estado.
Emprendimos
de Tierralta la tarea de recuperarlo. Estuvimos en Urrá despidiendo
esa Brigada Móvil que emprendía
el ascenso a Paramillo, para clavar allí la bandera de
Colombia, a fin de que ondeara triunfante en señal de
recuperación institucional, y a los pocos días
recibimos la noticia del asesinato del subteniente Barrero.
Honra a él, a su valor, honra a los centenares de soldados,
de policías, de integrantes de las fuerzas institucionales
de la Patria, de los organismos de seguridad, asesinados por
el terrorismo.
Eso nos ha dejado el terrorismo.
El asesinato de nuestros jóvenes,
el desempleo de buena parte de la población, la desolación
en los campos de Colombia. Pero sé que esos actos de heroísmo
que duelen profundamente en el alma de sus familias, son actos
que inspiran a la Patria a superar permanentemente esta pesadilla.
Ahora, cuando saludaba a Doña Amparo, su madre, y a sus
hermanos, venían a mi memoria todos los soldados y policías
acribillados por el terrorismo.
Ayer no más dos infantes de marina fueron asesinados
por minas quiebrapatas de las Farc en el área de los Montes
de María, entre Sucre y Bolívar.
Por eso, para superar esta tragedia,
hay que derrotar el terrorismo. La promoción que hoy graduamos nos da toda la ilusión
de que vamos a derrotar el terrorismo.
Jóvenes subtenientes, ustedes tienen que tener el valor
de quienes le dieron la Independencia a Colombia hace 200 años,
guiados por Bolívar y Santander, y la preparación
de dos siglos más de avance de la tecnología.
La generación de ustedes, por su franqueza, por su espontaneidad,
por su valor, es la generación llamada a darle a Colombia
el punto de quiebre para superar definitivamente la pesadilla
del terrorismo.
Ahora que ustedes van a empezar
a ejercer en el campo de batalla, para que sus compatriotas
sientan el bien de la seguridad, que
es un valor democrático y una fuente de inversión,
de empleo, de erradicación de pobreza, de construcción
de unidad de la Nación, procedan con todos los valores.
Hace dos años, en este mismo campo emblemático
de la Patria, nos referimos a unos principios. Hace un año
a otros. Déjenme hoy repetir lo que hace pocos días
asomé acá, a lo cual me referí ayer en la
Policía, y volveré a referirme esta tarde en la
Escuela de Aviación Marco Fidel Suárez de Cali
y en la Escuela Almirante Padilla de la Armada en Cartagena.
Tenemos que proceder con voluntad
política, con agresividad
en la iniciativa, con transparencia, con don de mando y con relaciones
humanas. Voluntad política, esa fuerza interior, expresada
en todas las actitudes y en todos los momentos, con un norte,
con un objetivo irrenunciable: la derrota del terrorismo, sin
una sola claudicación, sin solo palidecimiento, con toda
la energía.
Muchas veces ha faltado voluntad
política en el Gobierno
y eso ha desmotivado a las fuerzas institucionales de la Patria.
Vengo a decirle hoy a mis compatriotas,
y especialmente al oído
de los papás y mamás que acuden a la ceremonia
de graduación de sus hijos, que hay toda la voluntad política,
inquebrantable en el Gobierno, para derrotar el terrorismo.
Nosotros no confundimos la civilidad
con la debilidad. Colombia por débil estaba claudicando la civilidad. La civilidad
se defiende con fortaleza, el respeto a la Constitución
y a la Ley. La convivencia civilizada del pueblo no se defiende
de manera pusilánime frente al terrorismo, se defiende
con fortaleza y con la decisión de derrotar el terrorismo.
Y ustedes, formados en esta Escuela,
en sus hogares, conscientes de lo que espera la Nación de su esfuerzo, de su exposición
al sacrificio y al riesgo, van a proceder con agresividad y van
a proceder con transparencia.
Cuando los gobiernos no tienen voluntad
política, no
hay motivación para la agresividad y la iniciativa en
la Fuerza Pública. Y cuando el Gobierno tiene voluntad
política y no hay agresividad en la Fuerza Pública,
esa voluntad política es ineficaz, esa voluntad política
no se torna en resultados concretos para el pueblo.
Cuando hay iniciativa, agresividad, pero no hay transparencia,
entonces lo turbio afecta el resultado. El pueblo no piensa en
la bondad de los resultados, sino que se incomoda y sufre por
lo turbio del procedimiento. Por eso necesitamos la voluntad
en la iniciativa, la agresividad y la transparencia. Hay que
combinar ambas cosas.
Los derechos humanos son para unir
a la Nación, para
honrar a la institución armada. Los derechos humanos son
para cumplir con la Constitución. Los derechos humanos
son para defender al pueblo, para construir confianza. Pero los
derechos humanos se honran con una Fuerza Pública agresiva
contra el terrorismo, con una Fuerza Pública eficaz contra
la delincuencia.
El cumplimiento de los derechos
humanos no es para que la Fuerza Pública se quede quieta y pierda la iniciativa en la agresividad.
Si así sucediere, entonces el resultado es que los terroristas
avanzan más en su violación de los derechos humanos.
Nosotros con transparencia cumplimos
los derechos humanos como fuerza institucional del Estado.
Y con eficacia y con agresividad
tenemos que derrotar al terrorismo para que ellos no sigan violando
los derechos humanos, como a diario los violan en contra de la
ciudadanía y de la institución armada de la Patria.
Y vamos a proceder con don de mando
y con relaciones humanas. Don de mando connatural de la esencia
de la institución
jerarquizada, de la esencia de la disciplina que les ha infundido
esta Escuela a ustedes, de la disciplina que los tiene que acompañar
en esa brillante carrera que hoy tiene un ascenso para bien de
la Patria. Pero siempre con relaciones humanas. Relaciones humanas
en la jerarquía y relaciones humanas en el tratamiento
horizontal.
El mando no puede expresarse apabullando
al subalterno. El mando tiene que ejercerse con pedagogía, con persuasión,
con comprensión humana, con trato humano al subalterno.
Y el mando, en nombre de las relaciones humanas, tiene que abrir
espacios para escuchar al subalterno.
Es bien importante la comunicación
para que se coordinen el mando y las relaciones humanas.
Ustedes no van a ser solamente subtenientes
o tenientes, o mañana
generales de la República. Ustedes tienen que ser líderes.
Colombia requiere que el ejercicio de ustedes, más que
un ejercicio de la institución armada, sea un ejercicio
de liderazgo. Y ese ejercicio de liderazgo necesita definir el
horizonte, mostrar el camino para conquistarlo y cautivar al
pueblo a seguir ese camino con relaciones humanas.
Como líderes, ustedes tendrán que dedicar muy
buena parte de su tiempo a las comunicaciones. Pero el líder,
que requiere ser excelente comunicador, tiene que dedicar la
mayor parte del tiempo de las comunicaciones a escuchar.
El comandante para ser buen comandante,
tiene que ser buen líder.
Y para ser buen líder hay que ser buen comunicador. Y
para ser buen comunicador hay que ser buen escucha. A escuchar
dentro de la jerarquía militar y a escuchar al pueblo.
El pueblo colombiano está jarto de los terroristas, ávido
de la presencia de la Fuerza Pública en toda la Patria.
Esta mañana me comunicaban que ya los mal llamados paramilitares
del Catatumbo empezaron a llegar al sitio de desmovilización,
y me pedían alcaldes y concejales de esa atormentada región
de la Patria que lo que quiere toda la comunidad es la presencia
efectiva de la Fuerza Pública, en una Patria que no quiere
más ser humillada por la guerrilla y el narcotráfico,
que no quiere ser cofinanciada por la ilicitud y que no quiere
tener la humillación de ser supuestamente defendida por
el paramilitarismo.
En una Patria que lo que quiere
es la presencia eficaz y transparente de su institución armada. Esa Patria los llama en todas
las regiones, como hoy los llama en el Catatumbo. Y la expresión
de esa Patria en el campesino, en el labriego, en el trabajador
urbano, en el concejal, en el alcalde, en el diputado, en el
parlamentario, en el industrial, en el microempresario, en el
sindicalista, en el líder gremial, la expresión
de esa Patria aspira siempre poder confiar en su institución
armada.
Gánense donde estén el corazón y la adhesión
del compatriota, que sea su casual o su permanente interlocutor.
Que por obra de ustedes, de su liderazgo, apreciados subtenientes,
los campesinos, los trabajadores urbanos, los empresarios, los
microempresarios, todos tengan más motivos para querer
más a las fuerzas institucionales de esta gran Patria
colombiana.
Y vamos a trabajar para que la nueva
generación pueda
vivir feliz en Colombia. La generación de sus padres y
la mía no ha podido vivir un momento de pleno reposo en
esta Nación. Los años de sus padres y los míos
han sido unos años de permanente desasosiego por el fantasma
de la violencia.
En la mente de sus padres y en la
mía reposa una ilusión:
la ilusión de que las nuevas generaciones de colombianos
puedan vivir felices en esta Patria. Y en la mente de sus padres
y en la mía reposa una segunda ilusión: que por
el valor civil de ustedes, subtenientes, por su liderazgo, las
nuevas generaciones de colombianos puedan vivir plenamente felices
en esta Patria.
Ejerzan siempre el mando dando ejemplo.
El líder para
poder llegar a ejercer bien el mando tiene que agotar tres etapas
previas. Primero, observar el problema, la materia sobre la cual
se va a ejercer el mando. Segundo, indagar para despejar dudas
sobre esa materia. Tercero, dar ejemplo. Y cuarto, dar órdenes.
La noche en que fui informado del
asesinato del subteniente Barrero Guinán, mi primera reacción fue: estaba
dando ejemplo, él no estaba por allá en una retaguardia,
no estaba escondido, iba adelante dando ejemplo. Adelante estuvo
cuando recibió en la José María Córdova
el diploma, la Orden Francisco José de Caldas que lo distinguía
como el más sobresaliente de su promoción y adelante
estuvo en Paramillo, guiando a todos los soldados de la Patria
para recuperar la tranquilidad en nombre de la bandera de Colombia.
Siempre hay que dar ejemplo. Y para
dar ejemplo hay que vencer el cansancio, para dar ejemplo hay
que sobreponerse a la fatiga,
para dar ejemplo hay que desafiar el desafío, para dar
ejemplo, jóvenes subtenientes, hay que saber a toda hora
que nosotros, los que tenemos responsabilidades públicas,
y ustedes las asumen hoy en mayor grado, tenemos que ir adelante
en el camino difícil de la derrota del terrorismo y exponernos
a todos los riesgos que la Patria merece. Porque la Patria merece
que nosotros nos expongamos a ellos para el bien y la tranquilidad
de la Patria.
Dentro de pocos años, Colombia celebrará dos siglos
de Independencia. Ojalá los podamos celebrar con la nueva
Independencia, que es la derrota del terrorismo, para que esta
Nación sea una Nación fraterna, democrática
y de opciones de pensamiento, sí, pero fraterna, sin exclusiones
y sin odios. Una Nación en permanente progreso, una Nación
justa, una Nación democrática, una Nación
cristiana.
Ustedes van a darle a Colombia la
segunda Independencia, la del segundo centenario, van a liberar
a Colombia del terrorismo,
y esa Independencia sí que será importante.
Empecemos, con miras a estos 200
años, a recabar más
en el recuerdo de los héroes. Ustedes hoy empuñan
las espadas de la virtud de Colombia, ustedes empuñan
la fuerza que conduce a la virtud. Bellamente El Libertador,
en aquel mensaje a la Convención de Ocaña, relacionó la
fuerza con la virtud. La fuerza transparente, la fuerza democrática,
la fuerza institucional del Estado, es la que garantiza la virtud
y la virtud es lo único que garantiza la permanencia de
la Nación.
La espada de ustedes, jóvenes subtenientes, tiene un
llamamiento y una vocación, en las palabras del Libertador:
defender al débil, ser la salvaguarda del débil
y aterrar al delincuente. Recuerden: defender al débil,
constituirse en la salvaguarda del débil y aterrar al
delincuente.
Que con la espada de ustedes, el
débil se pueda sentir
fuerte. Y que gracias a la espada de ustedes el delincuente se
aterre y se le disuada y se le derrote para bien de Colombia.
Mil gracias a sus papás, a sus mamás, a todos
los integrantes de sus queridas familias. Estas familias que
hoy nos acompañan para presenciar la graduación
de sus hijos queridos, de sus queridos allegados, son familias
que representan las mejores virtudes colombianas.
Y una más, familias que dan ejemplo de amor a Colombia,
porque han traído a sus hijos a prestar una tarea que
honra a la Patria, pero que los expone a muchos sacrificios,
a muchas limitaciones y a muchos riesgos.
Queridas familias, la inmensa gratitud, la infinita gratitud
de todos los colombianos.
Subtenientes: ni un paso atrás, como dijera el General
Córdova. La felicidad de las nuevas generaciones y la
suerte de la Patria quedan hoy en mejores manos, las manos de
ustedes, que han ascendido a este grado y que es garantía
del porvenir de esta gran Nación.
¡Que viva Colombia! Y que ustedes tengan muchos éxitos
por esta Patria”.