'EL TERRORISMO SE SABE REPLEGAR, COMO LA CULEBRA SABE FINGIR LA MUERTE': URIBE

San Vicente del Caguán, mar. 20 (SNE).- Las siguientes fueron las palabras pronunciadas por el presidente Álvaro Uribe Vélez durante su primera visita a los soldados del municipio de San Vicente del Caguán, en departamento de Caquetá:

"Quiero saludarlos muy, muy afectuosamente, agradecer la inmensa tarea que ustedes están realizando para devolver a la Patria la tranquilidad. Esta tierra fue santuario del terrorismo, que todavía hace daño, que todavía tiene capacidad de causarle sufrimiento a la Nación, que todavía se siente inderrotable. La historia del mundo es clara: la ilicitud nunca ha sido campeona.

Los Estados que respetan la ley, los Estados que producen resultados con ética y con moral, son Estados que, finalmente, derrotan el terrorismo.

Vengo a agradecer todos los sacrificios de ustedes, a decirles que hay 44 millones de compatriotas de ustedes mirando con esperanza su tarea. 44 millones de colombianos que ven en ustedes un camino de construcción de paz.

Cuando hay un terrorismo rico, un terrorismo crecido como el nuestro por su desdén frente a la sangre y su arrogancia alimentada por el dinero mal habido, hay que enfrentarlo con toda decisión. En esta situación, la paz sólo es posible a partir del triunfo de la autoridad.

El triunfo de ustedes, soldados de mi Patria, es la fuente de la paz de Colombia. Quiero destacar la heroicidad de quienes han recibido esta tarde, por segunda y por primera vez, el distintivo 'Herido en Acción'. Quiero destacar a los compatriotas oficiales y soldado profesional, César Augusto Bermeo, Henry Palacios Mosquera, Anderson Cañón Sabogal; su sacrifico, su capacidad de superación, nos enorgullece a los colombianos, nos compromete. Le debemos a ellos inmensa gratitud y a sus familias.

Soldados de mi Patria, por aquí se desplazó - desafiante - el terrorismo. Que jamás vuelva. Que, por aquí, sólo ondee tranquila la bandera de Colombia. Que por aquí sólo caminen tranquilos los ciudadanos de bien que trabajan honradamente en esta bella región. Esa es la misión de ustedes, mis compatriotas, que portan las armas de la República.

El Batallón Cazadores ha tenido crisis: la crisis de su suspensión, la crisis de su reactivación, crisis de resultados, pero confiamos plenamente que empieza una nueva etapa para el Batallón Cazadores. Espero que, dentro de poco, los habitantes del Caguán puedan llamar desde las escasas cabinas telefónicas que hay en la región a la Presidencia de la República, no a decirme, como me han dicho en este año y medio, que siguen maltratados por el terrorismo, sino a decirme que aquí es campeón el Ejército de la Patria, el Batallón Cazadores y que está regresando plenamente la paz a la región.

Los colombianos han hecho inmensos esfuerzos. Uno de ellos se traduce en la Brigada Móvil número nueve. Qué misión tan delicada, tan definitiva la de esa brigada. Requiere resultados a cada segundo. Apelo al patriotismo y a la eficiencia de su comandante, el señor coronel Luis Alfonso Zapata, y al patriotismo y a la eficiencia de todos los oficiales, suboficiales, los soldados, los componentes de apoyo que la integran, y digo a ellos: 'La Nación espera informes positivos en cada momento.'

En la energía de ustedes, retoña la esperanza de Colombia. Recuerden aquella frase del Libertador, escrita en Bucaramanga y enviada al Congreso de Ocaña: 'La energía de la Fuerza Pública es la salvaguardia del débil, es lo único que frena al delincuente, es la esperanza de la sociedad.'

Que, por aquí, no se pavonee más el terrorismo. Que, por aquí, marchen sobriamente los soldados de la Patria, protegiendo a los ciudadanos de bien, que trabajan en esta región, para que devuelva esta región a Colombia plenamente la confianza en el imperio de nuestras instituciones.

Un saludo afectuoso, soldados de mi Patria, un saludo con esperanza. Nos falta mucho para el triunfo. La culebra está viva, sabe engañar. El terrorismo se sabe replegar, como la culebra sabe fingir la muerte, para después morder con más veneno.

Nos quedan unos meses estrictos para derrotarlo plenamente. En nosotros no hay duda, no hay vacilación. Aquí hay toda la fuerza de voluntad para derrotarlo. Casi todos los sábados de este Gobierno ha sido dedicados a conversar con los colombianos de bien, a construir Patria con ellos en una u otra región. Qué bueno hoy venir a saludar un estamento de la Patria tan importante como el que ustedes integran.

Las audiencias, ahora, son con las gentes de trabajo, no con los delincuentes. Mucha dirigencia de Colombia dedicó sus energías a tramitar intereses de delincuentes. Nosotros queremos, a los delincuentes, derrotarlos y, al pueblo, integrarlo. Por eso, este Gobierno no ha cesado un minuto en el diálogo franco, solidario, constructivo y permanente con el pueblo. Y eso lo ha posibilitado la acción abnegada de la Fuerza Pública.

Que nunca vuelva a haber vacilación, que los terroristas, replegados en la montaña, y el Ejército de Colombia, entusiasmado, persiguiéndolos hasta derrotar al último de ellos.

Y saludo, compatriotas, las armas que ustedes portan están llamadas a convertir la debilidad del pueblo herido en la fortaleza de una Nación que será más grande, más libre, más equitativa, más próspera en la medida en que ustedes triunfen con las armas de la República.

Muchas gracias. ¡Qué viva Colombia! Cuando hablen con sus familiares o les escriben, a todos ellos, de parte nuestra, del señor Ministro y sus comandantes, de parte mía, un saludo lleno de afecto, una expresión de gratitud."


 

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