PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CONGRESO DE CAMACOL
Cartagena,
12 sep (CNE). Con las siguientes palabras introductorias, el presidente
Álvaro Uribe Vélez clausuró el Congreso Colombiano
de la Construcción 2003 de Camacol:
Me
honra muchísimo acudir esta tarde a la Asamblea de Camacol
para entregarle a este gremio la condecoración cuyos orígenes
se remontan a la época del Libertador, creada por él
para distinguir a los mejores.
Quiero
hacerle un reconocimiento a los gremios en Colombia. Los problemas
de la Patria y el espíritu de solidaridad de nuestra gente,
hicieron que desde hace rato los gremios dejaran cualquier actitud
egoísta, superaran las exclusivas preocupaciones de su
sector y se dedicaran, como en efecto dedicados están,
a servir bien los intereses generales de Colombia.
Camacol
es muestra de ello. Ustedes han pasado por terribles épocas.
A ratos se les despeja el panorama un ratico, y vuelve y se les
llena de nubes. Pensaba yo que si no fuera por su espíritu
de solidaridad y sus compromisos con el país, estarían
en otras latitudes.
Yo
veo constructores colombianos más tranquilos, construyendo
hoteles en las playas de Panamá o construyendo en Costa
Rica, y agradezco que hayan persistido en trabajar para que saquemos
adelante a Colombia.
Además,
el pacto por la vivienda prioritaria ha congregado todos los actores
sociales. Da gusto ver que a él concurren los fondos de
empleados, las cajas de compensación, la federación
de instituciones de vivienda popular, las cooperativas, los municipios.
Que los bancos también envían su aceptación.
En fin, todo el mundo.
Para
ver cómo está de unido el país, basta mirar
quiénes desfilaron a firmar ese pacto: quienes representan
instituciones del más diverso origen. Y quiero resaltar
la circunstancia de que Camacol los haya congregado con esta convocatoria
y los haya conducido a firmar algo tan práctico para el
presente y el futuro de la Nación.
Al
entregar la Cruz de Boyacá a la Cámara, tenemos
que recordar su creación en octubre de 1957 en Medellín,
cuando los industriales y empresarios del área se reunieron
en la primera convención nacional de constructores.
El
doctor Alberto Vásquez Restrepo, quien nos acompaña
esta tarde, fue artífice mayor en el movimiento en el que
participaron muchos compatriotas, como Juan Parra Pérez,
Bernardo Naranjo, Jorge Pérez Romero, José Gómez
Pinzón.
En
esa convención se aprobó por unanimidad la fundación
de Camacol, con la intervención de 105 representantes de
8 departamentos. Fue designado Jorge Sanz de Santamaría
como presidente provisional de Camacol y en esa junta intervinieron
Camilo Cuéllar Tamayo, Alfonso Dávila Ortiz, Álvaro
Goenaga y Jairo Restrepo.
También
participaron activamente Manuel Arbeláez y Alberto González,
y la tarea coordinadora fue encomendada al Doctor Vásquez
Restrepo.
El
30 de octubre de 1957 en Bogota, en la Asamblea de Fundadores,
el Doctor Vásquez Restrepo pidió a los asistentes
que formaran la Cámara de Cundinamarca para avanzar en
los intereses profesionales.
Ha
sido un largo y muy importante recorrido. Que la Cruz de Boyacá
sea un símbolo para agradecer este patriótico esfuerzo.
Ustedes, como los generales, tienen en estos símbolos el
único premio al que aspiran por el deber cumplido. No hay
mejor compensación que encontrar que la conciencia por
la ardua labor, se acomoda al espíritu de la Cruz de Boyacá.
Siento
un gran honor al entregar la Cruz de Boyacá a Camacol,
y que la reciba el doctor Eduardo Jaramillo, joven de tantas ejecutorias
y de tanto porvenir. Su inteligencia, su empuje, su ordenada mente,
su imaginación para buscar una u otra solución,
doctor Eduardo, son una garantía para la construcción,
para el desarrollo de Colombia, para que el gremio se mantenga
en la senda de hacer construcción, sí, pero fundamentalmente
de hacer Patria.
Y
quiero felicitar a los actuales integrantes de la Junta, a su
Presidente, por esta encomiable tarea, y a todos ustedes.
Los
felicito, doctor Eduardo y señora Ministra, por este pacto
por la vivienda prioritaria. Tiene todos los componentes. Yo creo
que en este primer año se ha cumplido una tarea. Una tarea
bien difícil, por las limitaciones de recursos, limitación
que no vamos a superar rápidamente, pero que tiene varios
elementos que quiero destacar.
Primero,
se continúo con la disposición que heredamos del
Doctor Eduardo Pizano. La decisión conceptual, política,
de recuperar la construcción.
Reitero
hoy ante ustedes, que la construcción no puede ser excluyente
con ningún sector para jalonar un plan de desarrollo. Si
se define el sector exportador como líder del plan de desarrollo,
la construcción lo tiene que acompañar.
Si
se define el sector de servicios en cualquier área para
liderar un plan de desarrollo, la construcción lo tiene
que acompañar. Déjenme decir que la construcción
tiene que ser un líder permanente en el plan de desarrollo.
Que jamás debe estar excluida y que debe acompañar
los sectores a los que transitoriamente se les asigne esa labor
de liderazgo.
Creo
que desde el punto de vista legislativo, se han dado espacios
importantes en los que se venía trabajando de atrás.
El nuevo Estatuto de Arrendamiento al cual se ha referido el Doctor
Jaramillo, y la simplificación del proceso ejecutivo del
proceso hipotecario.
La
verdad es que nosotros con el sistema financiero hemos tenido
una política de concentración. Pero de pronto hay
que recordar cositas para pedir cositas.
Durante
mucho tiempo se demandaba que se simplificara el proceso ejecutivo
hipotecario. Está simplificado. A mí no me parecía
fácil que el Congreso de la República aprobará
ese proyecto ni el Estatuto de Arrendamiento.
Fui
congresista ocho años y conocí las prevenciones
del Congreso frente a estos temas. Haber dado esos pasos es muy
significativo. Hoy dije: estamos haciendo unos talleres muy importantes
en algunas ciudades colombianas, para encontrar a los empresarios
de todos los tamaños con el sector público, a ver
cómo superamos trancones.
Entonces
le dije a un sector en Bucaramanga: Por favor, no me vengan hoy
a pedir más cosas, que fiscalmente no doy. Respondan a
estas cositas y después hablamos de las otras peticiones.
Yo
creo que le vamos a tener que pedir al sector financiero que nos
responda ahora un poquito más, mucho más, con vivienda
social, antes de que podamos dar nuevos pasos.
Me
parece que fue un gran paso el que dimos en el Plan de Desarrollo,
al declarar exenta la inversión en vivienda social para
dar en arrendamiento. ¿Qué nos falta para que empiece?
¿Cuándo me invitan a inaugurar las primeras?
Yo
recuerdo hace dos años en la Asamblea de Camacol, cuando
fuimos invitados todos los candidatos, yo llevé un plan,
y para esta Asamblea me puse a chequiarlo, por allá en
papeles de la época. Y nos faltaba por cumplir ese: dar
exención tributaria a la inversión en vivienda social
para dar en arrendamiento.
Creo
que fue importante lo que hizo la Reforma Tributaria. Mantuvimos
la posibilidad de dedicar los recursos de la retención
a las cuentas para vivienda.
Eso
ha sido muy controversial desde el punto de vista de la equidad
en la tributación, pero ¿con qué argumentos
lo hemos defendido? Por su impacto en la recuperación del
sector y en la generación de empleo.
Y
hay que seguir haciendo ese esfuerzo. Yo creo que debemos estar
vigilantes para evitar que se llegue a fechas y se nos agote la
figura.
Mientras
haya la posibilidad de tonificar el sector, a través de
instrumentos como éste, hay que persistir. Es más
importante la generación de empleo que se produce, el multiplicador
de impacto a la economía, que la discusión de si
es equitativo o no permitir la utilización de recursos
de retención para adquirir vivienda.
Yo
creo que fue también muy importante la exención
a la renovación urbana. Pero me preocupa que todavía
no esté mostrando resultados.
Y
allí tenemos que hacer un gran esfuerzo en cada localidad,
más tenaz, entre el gremio, alcaldes y gobernadores. A
ratos pienso que la figura no se ha entendido y no se ha difundido.
¿De dónde viene?
En
el país empezó cuando era Ministro de Desarrollo
el Doctor Gilberto Echeverri, que en paz descanse. En 1978. Unos
programas de renovación urbana. Era de la teoría
de la época que el Estado los liderara.
Alcanzaron
los recursos, en los pocos proyectos que se implementaron, simplemente
para comprar las tierras. Y allí nos estancamos.
¿Entonces
cuál fue la idea original de esta exención? Decir,
mire, el Estado no puede comprometer sus pocos recursos en la
compra de las tierras para la renovación urbana. Vamos
a crear algo atractivo para que el sector privado participe.
Entonces
el señor alcalde de una ciudad, con su concejo, oyendo
al sector privado, define un área de renovación
urbana. Debe jalonarla o una entidad como Metrovivienda en Bogotá,
o equivalentes en otras partes, bien sea para liderar el proyecto
directamente, o para delegarlo. Pero siempre manteniendo responsabilidades
de delegantes.
Y
quien finalmente lo administre, la entidad pública o el
delegatario privado, debe convocar a todos los propietarios de
inmuebles del área.
El
atractivo es: este proyecto va a mejorar el espacio publico, pero
también va a tener rentabilidad. Vamos a tumbar aquí
estas casas que subutilizan el área, un área bien
dotada de infraestructura básica y servicios públicos,
vamos a dar espacio público en la superficie y vamos a
utilizar el espacio aéreo mejor.
Entonces
aquí todo el mundo va a ganar. Va a ganar la gente con
comodidad en el espacio público, con comodidad en áreas
deportivas. Va a ganar el medio ambiente, va a ganar el embellecimiento
de la ciudad, va a ganar el Estado, que va a recaudar nuevos impuestos
en el futuro.
Y
ganan los inversionistas, que van a pasar de tener unos inmuebles
obsoletos y decadentes, a unos inmuebles rentables y muy importantes,
sobre los cuales van a gozar de exención un tiempo.
Así
me imagino yo el instrumento. He pensado mucho en él y
creo que es práctico. Pero si no sirve, lo reformamos.
Estamos listos a reformarlo. Yo sí quiero invitarlos a
que insistamos, a que insistamos con los gobiernos locales, para
jalonar ese instrumento que es de gran importancia.
Ustedes
no saben los padecimientos. Ustedes sí lo saben y el Ministro
de Hacienda y yo lo sabemos. Y la Ministra, que todos los días
pide plata y le contestan que no hay para extender acueductos
y alcantarillados en cualquier perímetro.
Entonces
uno ve las ciudades grandes y medianas, con unas áreas
básicas bien dotadas de servicios públicos y subutilizados
los espacios. Eso es lo que tenemos que mejorar y para eso es
el instrumento. Yo los invitaría a pensar muy seriamente
en ese instrumento, porque ahí tenemos un gran potencial.
El
otro esfuerzo que se hizo es el de los créditos para la
clase media con aseguramiento de UVR. Eso tiene que ayudar. Van
6.200. Me parece que hay que seguir estimulando la idea. Se han
otorgado apenas $150 mil millones aproximadamente.
Poner
en Colombia a funcionar cualquier figura de estas no es fácil.
Lo importante es persistir. Yo creo que mientras los colombianos
le adquieren plena confianza a las formas de financiación
de vivienda, estos instrumentos son necesarios.
Y
me parece que lo otro que se había pensado está
contenido, como obligaciones del Gobierno, en el programa que
acaban de firmar.
Me
parece muy útil la presencia allí de Findeter, para
capitalizar el Fondo de Garantías y para fondear el sector
de economía solidaria, a fin de que el sector de economía
solidaria pueda irrigar unos recursos que nos ayuden superar la
escasez de recursos fiscales de subsidios.
No
sé si en el pacto también nos comprometimos al otro
punto, que surgiría de la disminución de capital
de Findeter, que es a fondear transitoriamente unos subsidios.
¿Ese va a funcionar? O sea que ese queda como ñapa.
Apúntelo ahí en una postdata, que lo tenemos que
cumplir.
Ante
esta crisis fiscal, tenemos que buscar unos recursos que nos permitan
financiar subsidios. Hemos pensado en que hay un exceso de capital
en Findeter y en el Fondo Nacional del Ahorro. Hay que reducirles
capital y trasladarlo a financiar estos proyectos de vivienda.
No hay más camino.
Visiten
al Banco de ala República y ayúdenme con una tesis,
que ustedes la conocen. Lo que pasa es que si la repito ahora
aquí, estos comunicadores gozan mucho con el escándalo.
Pero visítenlo, Doctor Eduardo, visítenlo.
A
la política de seguridad hay que verle las dos caras de
la moneda: lo que se ha hecho y lo que falta, que es mucho. Pero
también es sacrificio. El sacrificio de la Fuerza Pública
es enorme. Eso hay que acompañarlo de una política
social más agresiva.
Esto
es complicado. Uno no hace política social, un gobierno
sin sensibilidad social. Y uno vive puyando a toda hora por recursos,
y dicen: el gobierno no tiene responsabilidad fiscal, le va a
dar una mala señal a los mercados internacionales, mire
lo que le está pidiendo al Banco de la República.
Esa
platica la necesitamos urgentemente y no queda mejor colocada
que en vivienda social.
Ahora,
¿por qué insisto yo en pedirla? Porque es que este
Gobierno está haciendo un gran esfuerzo contra la corrupción.
Este Gobierno está haciendo un gran esfuerzo por la austeridad.
Ahí estamos en esa batalla, a ver si no naufraga el Referendo.
Porque si naufraga el Referendo, naufraga la gobernabilidad.
Hoy
les decía yo a los colombianos, a nuestros compatriotas,
desde Bucaramanga: A mí me preocupa esta frialdad del Referendo,
que vaya a naufragar, porque naufraga la gobernabilidad. Y con
los problemas fiscales que tenemos, de pronto nos empezamos a
quedar sin alternativas.
¿Y
qué tal que a los pensionados nacionales les pase lo que
a los pensionados de la Guajira: 40 meses de atraso en el pago
de las cuotas pensionales?
¿Entonces
qué hacemos en agosto del año entrante sin plata,
para pagar al Seguro Social? ¿Qué están pensando
los candidatos a las gobernaciones y a las alcaldías? ¿Con
unos municipios quebrados van a poder cumplir sus programas de
gobierno?
El
Referendo les da unos recursos de inversión social. Por
supuesto, quebrando burocracias, que es lo que hay que hacer.
Y ya los he de ver a todos, después de la elección,
tocando las puertas de los despachos del Gobierno Nacional, pidiendo
ayuda. ¿Con qué les vamos a dar ayuda?
Entonces
ahí hay que hacer una tarea de gran importancia. Este Gobierno
ha hecho un gran esfuerzo. Por eso estamos pidiéndole a
todas las autoridades, que nos ayuden a hacer política
social.
Esa
política que le estamos pidiendo a todas las entidades
no es para derrochar, ni para hacer clientelismo, ni para comprar
congresistas. Es para hacer política social en un país
sumamente empobrecido. Sumamente empobrecido. Ojalá podamos
hacer eso.