DISCURSO
DEL PRESIDENTE EN LOS 50 AÑOS DE COMFAMA Medellín, 15 sep. (SNE).- El siguiente es el discurso del
presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la conmemoración de los 50 años de la caja
de compensación familiar, Comfama:
“Nos reunimos en este aniversario número 50 de Comfama,
que nos produce tantas reflexiones… Yo me pregunto, ¿qué habría
sido del país en estos 50 años sin el sistema de compensación
familiar?
Visionarios sus
creadores, nació del espíritu de solidaridad
de esta comarca. Tenemos que rendir un homenaje a quienes tuvieron
esa feliz ocurrencia, entre ellos: Cipriano Restrepo Jaramillo, Jua0n
Guillermo Restrepo Jaramillo, Diego Tobón Arbeláez –aquí representado
por doña Silvia-, José Gutiérrez Gómez –quien
nos honra hoy con su presencia-.
Hemos vivido
muchas conflagraciones en el orden continental y en el orden colombiano.
Muchas de las naciones vecinas, debido a esas
conflagraciones, fueron presas del caudillismo, de gobiernos dictatoriales,
de populismos que condujeron a más caos y a más inestabilidad.
Con los problemas
sociales de Colombia, con la violencia partidista que había, socavado profundamente en nuestras instituciones,
seguramente la estabilidad democrática habría estado
más comprometida, habría sido más difícil
de no existir el sistema del subsidio familiar.
Yo me pregunto, ¿por qué otras naciones del Continente
fueron presas de ese caudillismo, de esas dictaduras, de esos populismos
destructivos, y Colombia con idénticos problemas sociales,
Colombia con semejante crisis de partidos y de instituciones, con
semejante avance de la violencia, no lo fue?
Historiadores
se refieren al Frente Nacional, historiadores se refieren a que
los partidos se recuperaron, historiadores se refieren al papel
jugado por una institución armada sin lista, etcétera.
Yo diría, que hay que empezar a considerar en el análisis
histórico la fraternidad que el sistema de compensación
familiar inoculó en el alma colombiana.
Hay un gran impacto
histórico de esta ocurrencia antioqueña
del sistema de compensación familiar, para no hablar de cada
uno de sus programas que benefician hoy a 12.5 millones de colombianos. ¿Qué fuera
de la Patria sin ello?
Uno mira las
cifras de Comfama: en subsidio familiar, monetario, en educación, en recreación, en microcrédito.
Comfama, de acuerdo con su directora, presta más de 80 millones
de servicios sociales al año, como que por acá pasaran
al año, dos veces los colombianos. ¿Qué fuera
de la Patria sin ello?
Este subsidio
familiar ha ayudado a crear un sistema en el cual prevalece la
fraternidad, no el odio, y eso ha marcado la diferencia
con muchos fenómenos que ocurrieron en países hermanos
de América Latina.
Confianza entre empresarios y trabajadores, sentido de fraternidad
en la comunidad entera.
Este sistema
ha sido, en ocasiones, complemento y en ocasiones, sustituto del
Estado. Tiene la característica de agilidad
del sector privado y ello marca una diferencia con el burocratismo
que muchas veces hace perder tanta eficiencia al sector público.
Pero, en aras
de la fraternidad, de la solidaridad, el sistema de compensación –con esa agilidad propia del sector privado-
lleva todos sus recursos a la atención de las necesidades
sociales. Eso marca la diferencia con la empresa privada ordinaria.
Para el Estado
ha sido fundamental contar con el sistema de compensación
familiar. Cuando se necesita mejorar las políticas de vivienda,
hay que acudir a las cajas de compensación. Cuando se necesita
ampliar más rápidamente el sistema subsidiado de salud,
hay que acudir a las cajas de compensación. Cuando tenemos
que darles a los colombianos alternativas para el régimen
contributivo de salud, hay que acudir a las cajas de compensación.
Cuando necesitamos avanzar en microcrédito, hay que acudir
a las cajas de compensación. ¡Qué herramienta
tan importante para la sociedad colombiana, para la construcción
de fraternidad. Y qué herramienta tan importante para el Estado!
Muchas veces
se ha propuesto en el país, en aras del empleo,
reducirle las contribuciones a las cajas de compensación.
Se ha dicho que el Estado las mantendría, las puede mantener
el primer año, el segundo año y después quién
lo garantiza.
Y apenas se empiezan
a deteriorar, ¿qué le pasaría
a esta Colombia si se afectaran los servicios que hoy, gracias a
estas cajas, reciben 12.5 millones de colombianos?
Por eso, la política nuestra es clara: exigirles más
a las cajas y apoyarlas más, de la mano del apoyo, de la mano
de la exigencia y lo hacemos con mucha convicción. Por supuesto
que les tenemos que exigir porque no en todas partes del país
son igual de eficientes, no en todas partes del país tienen
igual reconocimiento comunitario, no en todas partes del país
se manejan con igual transparencia. Y lo que queremos es, nivelarlas
por lo alto, no permitir que se deterioren.
Y además, cuando hay cajas como Comfama, que han prestado
estos servicios, el Estado tiene que ser más exigente con
ellas porque en una sociedad con tantas necesidades, al que se acredita
hay que exigirle más. Si lo hace bien en salud, hay que exigirle
vivienda y si lo hace bien en vivienda, hay que exigirle microcrédito
productivo y microcrédito para vivienda.
Me parece que
hemos asistido esta tarde a un gran foro de lo social: la intervención del señor Alcalde, la intervención
del señor Gobernador, la intervención de la doctora
María Inés, del doctor Nanak Kakwani, nos han puesto
en primer lugar el tema social.
Déjenme decir lo siguiente: Colombia necesita llevar de la
mano la seguridad y la cohesión social, la seguridad y la
reactivación social.
El señor Alcalde hablaba de que Medellín tiene una
actitud más positiva cuando se tiene claridad de que hay que
derrotar simultáneamente el terrorismo y la miseria, se construye
esa actitud más positiva.
Por eso, para
este Gobierno la lucha contra el terrorismo y la lucha por la reactivación social se constituyen en temas de una
misma política, no de políticas diferentes.
Para nosotros
es tan importante la derrota del terrorismo como la construcción de cohesión, la reactivación
social.
El terrorismo
en todas partes trata de justificarse y cuando en nuestro medio
se ha justificado, lo único que ha hecho es
empobrecer más a la gente, frenar más la inversión,
lo único que ha hecho es aplazar las políticas sociales.
Por eso, queremos hacer una pedagogía en toda Colombia, para
llevar de la mano el tema de la Seguridad Democrática con
el tema de la reactivación social.
Y en el alma
colombiana eso se siente. Hablo con los alcaldes de mi Patria,
con los gobernadores, todos me piden más soldados,
más policías y más inversión social.
Todo el mundo reclama la inversión social en alta voz y todo
el mundo reclama seguridad, lo que pasa es que unos lo hacen en voz
alta y otros lo hacen en voz baja, pero hay el mismo reclamo –aunque
se exprese de diferentes maneras-, y el compromiso del Gobierno es
atender ambos requerimientos.
Hemos venido
trabajando la construcción de confianza empresarial.
La conferencia del profesor Kakwani es ilustrativa, crecimiento a
favor de reducir la pobreza, pero crecimiento. Aquí, si no
hay confianza empresarial, si no crecimiento, no queda qué repartir.
Para poder derrotar
la pobreza, para poder superarla, necesitamos tener un vigoroso
crecimiento económico y lo que él
nos ha dicho sobre esa relación entre el crecimiento y la
reducción de la pobreza es un llamado de atención muy
importante para que llevemos, en ese sendero, mano a mano, el crecimiento
con la reducción de la pobreza. Pero hay que tener crecimiento
económico, de lo contrario no hay con qué financiar
de manera sostenida un programa de eliminación de la pobreza;
por eso para el Gobierno es tan importante el crecimiento económico,
la confianza empresarial.
Entonces, queridos
coterráneos, para hablar de reducción
de la pobreza, no podemos perder de vista dos elementos: la Seguridad
Democrática y el crecimiento económico. Son pilares
fundamentales para poder implementar una estrategia eficaz de derrota
de la miseria, de construcción de cohesión social,
de activación social.
SIETE HERRAMIENTAS DE EQUIDAD
-
Revolución
Educativa:
El Gobierno Nacional
ha venido trabajando lo que llamamos las Siete Herramientas de
Equidad, concertadamente con las cajas de compensación,
con muchos sectores sociales, con gobernaciones y con alcaldías.
Esas Siete Herramientas
de Equidad están encabezadas por
la Revolución Educativa. ¿Por qué? Porque creemos
que la Revolución Educativa es la que finalmente crea la igualdad
de oportunidades, es la que finalmente contribuye al mejoramiento
de la distribución del ingreso, es la que finalmente abre
los canales de ascenso social en las comunidades democráticas.
Y nos hemos propuesto
trabajar allí cinco elementos: cobertura,
calidad, pertinencia, capacitación técnica y ciencia
y tecnología.
Nos propusimos
una meta de 1.500.000 de cupos escolares, vamos por 750.000. Lograr
los otros 750.000 implica un enorme esfuerzo presupuestal,
porque los 750.000 logrados se han obtenido casi con los mismos recursos,
pero con un gran incremento de productividad; medido en la carga
de estudiantes por profesor, que ha llegado –ya casi- en este
Gobierno, a 30 en Colombia.
Es bien importante
trabajar el tema de calidad, las pruebas saber y otros esfuerzos
que adelanta la señora Ministra, con alcaldes
y gobernadores, tendrán que producirle al país un mejor
resultado en calidad educativa.
Nos hemos propuesto
crear 400.000 cupos universitarios y empezamos por la universidad
pública. A la fecha se han creado unos
130.000 y el gran aporte lo ha hecho la universidad pública
que ha creado alrededor de 109.000, con los mismos recursos.
Hemos resuelto
la contradicción de quienes estaban a favor
o en contra de la universidad pública, defendiendo la universidad
pública, pero exigiéndole. Exigiéndole resultados
en coberturas, en regionalizaciones, en técnicas modernas,
en educación a distancia con ayudas virtuales, etcétera.
Y es grato saber que con los mismos recursos se ha presentado este
crecimiento en la universidad pública.
Y hay un aspecto
importante: el crecimiento de la matrícula
oficial, tanto en educación básica como en universidad,
venía siendo contrarrestado negativamente por un gran decrecimiento
en la matrícula privada, entonces el neto no era positivo.
La buena noticia
es, que a la par que se han creado 750.000 cupos, en educación básica oficial, se ha recuperado la matrícula
en educación básica privada, y las universidades privadas
que venían descendiendo en matrícula, tocaron fondo
y empiezan a recuperarse, lo cual nos facilita avanzar hacia las
metas, metas bastante exigentes pero no suficientes.
Miren lo que
nos falta: nos falta pasar de 750.000 a 1.500.000 de cupos escolares.
Si lo logramos todavía será insuficiente,
a pesar de lo difícil que es alcanzar esa meta. Todavía
habrán quedado 500.000 niños colombianos sin acceso
a la educación básica. Pero con el esfuerzo de todos,
lo vamos a lograr.
De gran importancia
es el avance del Sena. El Sena estaba capacitando 1.100.000 colombianos
por año, este año capacita 2.600.000
y aspiramos que en el año 2006 el Sena capacite 4.000.000
de estudiantes. En el cuatrienio pasaríamos de 1.100.000 a
4.000.000 de estudiantes.
Miren, con los
recursos del Sena, sin nuevos aportes del presupuesto nacional,
con un Sena desburocratizado y más moderno, poniendo
de presente el concepto de Estado Comunitario, que el Estado no es
para las burocracias, el Estado no es para que lo apropie la politiquería,
el Estado es para beneficiar a la comunidad y el caso del Sena ilustra
ese concepto.
En Antioquia,
como en todo el país, nos hemos propuesto que
el Sena trabaje en todos los municipios. Con la ayuda de Dios, en
diciembre habremos alcanzado esa meta: el Sena en todos los municipios
de la Patria.
En Antioquia,
en el año 2002, el Sena formó 143.000
personas, en el año 2003 a 253.000 y la meta este año
es llegarle a 307.000.
Con la idea de
las cuotas de aprendizaje que se introdujo en nuestra primera reforma
laboral, liderada por el ministro Juan Luis Londoño,
hemos logrado ya tener en Colombia 72.000 contratos de aprendizaje,
cuando veníamos de una cifra mínima. Y eso empieza
a dar oportunidades que se aprovechan bien en las ciudades, como
lo está haciendo el señor Alcalde de Medellín
en sus convenios locales con el Sena.
¡Pero falta mucho! Todo esto son metas muy exigentes y sus
resultados son todavía poquitos para el país. Nos toca
trabajar en una Nación que tiene un problema de terrorismo,
que no nos permite bajar la guardia en seguridad.
Yo me bajo del
avión y el señor Gobernador y el señor
Alcalde me dice. ‘hay que atender tal programa de reinsertados’,
que hace parte de la política de Seguridad, y al mismo tiempo,
tenemos que atender los programas sociales. Y el señor Gobernador
me pide que ayudemos más en el programa de alimentación
del departamento de Antioquia, pero también me pide la policía
para Altamira, la policía para Nutibara, y tiene razón.
Y eso lo tenemos
que atender en una Nación que tiene un déficit
muy alto y un endeudamiento muy alto y un desempleo muy alto. Una
Nación con un déficit del 4.2 por ciento, que va por
el 2.8 por ciento (del PIB), pero que en el nivel nacional es mucho
más alto que en el promedio. Y el nivel nacional es el que
importa, porque el Ministro de Hacienda no le puede decir a los gobernadores
y a los alcaldes: ‘denme sus superávit’. Eso le
sirve par mostrar unas cifras globales mejores, pero para financiar
las necesidades de la Nación esos superávit no le sirven
o si le sirven, le sirven para conseguir créditos porque muestra
una situación nacional más sana, pero usted necesita
es resolver el problema es en el nivel nacional.
De cada 100 pesos
del presupuesto, 37 ó 40 se llevan a pagar
deuda. O sea que es una situación bastante complicada, pero
la tenemos que superar.
-
Protección
Social:
En el tema de
la Protección Social, yo quiero referirme a
algunos puntos, por ejemplo: el año pasado en régimen
subsidiado en salud crecimos en 1.100.000 cupos. Este año,
con la ayuda de Dios, vamos a crecer en 3.000.000 de cupos, creo
que es un gran salto: 1.500.000 de subsidios totales y 1.500.000
de subsidios parciales.
Antioquia este
año, debe crecer en 150.953 subsidios totales
de salud. Ya, a la fecha de esa meta, vamos casi por la mitad en
72.280.
Medellín tiene este año 200.000 subsidios parciales,
Bello 21.000, Caldas 783, Itagüí 30.000. Son subsidios
parciales pero bastante interesantes, porque ese subsidio parcial
de salud incluye maternidad, la atención integral al niñito
durante el primer año, atención a traumas, atención
ortopédica, enfermedades de alto costo, Sida, deficiencia
renal, atención a los casos de cáncer, atención
a los casos de infarto, etcétera. Hay un gran avance en esa
materia.
Estamos reformando
la ley, ya hemos dado un buen paso. Cuando empezamos el sistema
de subsidios de salud, gastaba en administración
el 15 por ciento, ya hemos reducido los gastos administrativos al
8. Hemos sido mucho más exigentes en cantidad de usuarios
por entidad aseguradora, y confío que al aprobar la ley vamos
a dar un gran paso, porque la meta del Gobierno inicialmente era
crear 3.000.000 de subsidios, ya este año la superamos.
Ahora vamos por
otra más grande, con la reforma de la ley,
es terminar el primer semestre del año 2006 con más
de 20 millones de colombianos en el régimen subsidiado de
salud. Pasar en el cuatrienio de 13 millones a más de 20 millones
y lo vamos a lograr.
A mi me gusta
tanto incorporar soldados para derrotar el terrorismo como incorporar
cupos de salud para derrotar la pobreza y construir
una sociedad con cohesión, una sociedad con fraternidad, como
nos ha enseñado el sistema de subsidio familiar.
Hay un tema bien
importante que inició mi antecesor en la
Presidencia, el tema de Familias en Acción. Me quiero referir
a él, profesor Kakwani, porque es un esquema de subsidio que
produce muchos beneficios.
Es un subsidio
condicionado y en dinero. Estamos subsidiando 340.000 familias
en Colombia, nos cuesta 37 mil millones el programa, cada
dos meses, la condición es que tengan los niñitos estudiando.
Entonces, les entregamos un subsidio en dinero, eso mejora su capacidad
adquisitiva, tonifica la economía por la vía de la
demanda y al mismo tiempo garantiza la asistencia escolar, que es
parte fundamental de la Revolución Educativa, para producir
el resultado de una sociedad más equitativa y de una sociedad
con igualdad de oportunidades.
Las evaluaciones
recientes hechas por profesionales extraordinarios, recomendados
por el Banco Mundial, comparan estos niñitos
con los niñitos que no están en el programa y muestran
un gran mejoramiento en asistencia escolar y en nutrición,
en desarrollo integral de los niñitos. Ese es un programa
de gran impacto.
Colombia tiene
en el programa de Bienestar Familiar alrededor de cinco millones
de niños. Este Gobierno se comprometió a
expandirlo en 500.000.
El 30 de septiembre
completaremos 503.000, estamos superando en tres mil la meta. Vamos
por otros 500.000. También condicionado
el suministro de esa asistencia alimentaria a que los niñitos
vayan entrando al aparato escolar. Eso ayuda muchísimo a los
niñitos, a los hogares y a la reactivación de la economía.
Yo diría que ahí hay, no crecimiento para los pobres,
sino atención de los pobres para el crecimiento. Lo pondría
al revés de la frase sabia del profesor Kakwani, que nos dice: ‘crecimiento
para los pobres’. Aquí atendemos a los pobres, lo cual
tonifica la demanda por alimentos en el país y nos ayuda a
que haya más crecimiento. O sea que es, impulsar el crecimiento
a partir de la política social. Tenemos mucha fe en ese programa
y vamos a llegar a un millón de niñitos.
Hemos hecho un
gran esfuerzo para financiar las Familias en Acción
porque uno de los requisitos de esta política social es que
sea sostenible y creíble. Si uno lanza el programa y no les
paga, se pierde la credibilidad en el programa, entonces el esfuerzo
del Gobierno ha sido: págueles cumplidamente.
Con los ancianos ¿qué hemos hecho? Atendíamos
60.000 ancianos en el país, ahora estamos atendiendo 170.000.
Pero también la idea es, pagarles cumplidamente.
Y vamos a dedicar
parte del incremento al precio del combustible. Tema tan difícil de manejar: ¿qué hace uno en
un país que declina en producción de petróleo
y que entre el precio interno y el precio internacional tiene semejante
diferencia, eso es insostenible.
Lo que vamos a hacer es dedicar parte del incremento del alza del
combustible a no financiar 170.000 ancianos sino 570.000. 170.000
en el programa actual y otros 400.000 en un programa de un almuerzo
diario.
Ese programa
no produce el efecto que se produce en los niñitos
de su vinculación al aparato escolar, pero produce dos cosas:
estimula el compromiso solidario de una Nación con su tercera
edad, eso crea cohesión social. Y por la vía de la
política social, activa muchísimo la economía.
Atender 570.000
ancianos diariamente, frente al impacto económico,
equivale a que los 570.000 habitantes de Pereira, al efecto que ellos
producen cada vez que se sientan a una comida. Entonces allí estamos
haciendo lo mismo, una política social que nos ayuda a construir
equidad y que debe producir un impacto muy importante en el crecimiento
económico.
Es especialmente
importante en Antioquia el tema del microcrédito.
Esta región ha tenido un importante liderazgo en el país
en aquello de que la gente prefiere ser empresaria que subalterna
laboral, y el sector privado con las fundaciones ha hecho un gran
esfuerzo y lo ha hecho el Gobierno departamental, el gobierno local
y el sector financiero.
-
País
de Propietarios:
Una de nuestras
Siete Herramientas de Equidad es el microcrédito.
Más colombianos empresarios, más pequeña empresa,
mejores ingresos para los sectores pobres de la Nación.
Desde el punto
de visita económico le preguntado a los economistas
y ellos me confirmar esto: el microcrédito tiene una gran
importancia en el proceso de reactivación. ¿Por qué?
Porque prácticamente no hay intervalo entre el estímulo
a la oferta y el estímulo a la demanda, ambos estímulos
se dan de manera simultánea.
Cuando le entregamos
un crédito a un microempresario inmediatamente
compra su maquinita, mejora su proceso productivo e incrementa su
oferta de bienes y servicios. Simultáneamente mejora su ingreso,
vuelve su familia o engancha terceros en calidad de trabajadores.
Entonces, se produce también un impacto inmediato en la activación
de la demanda.
Es importante
anotar eso, que lo veíamos en el seminario
de fin de semana con el presidente del BID, Enrique Iglesias.
Colombia en estos
dos años ha duplicado el microcrédito.
Eso no es fácil. Un país con estas dificultades económicas
y ha duplicado el microcrédito gracias al esfuerzo de todos.
Hace dos años la cartera de microcrédito en Colombia
valía 707.000 millones de pesos, hoy vale casi billón
y medio de pesos. Y hemos beneficiado a más de un 1.100.000
colombianos, pero lo hemos hecho con más imaginación
que plata.
Por ejemplo,
creciendo ese Fondo Nacional de Garantías a
lo cual han ayudado alcaldes, gobernadores, comprometiendo al sector
financiero.
Yo le he dicho
al sector financiero, háganse querer de los
colombianos, quiten cualquier factor de antipatía, préstele
a los pobres, a demás eso es práctico. Aquí hay
que enamorarse de la idea de prestarle a los pobres porque son buenas
pagas y eso es práctico.
Los bancos que
se queden simplemente prestándole a los ricos
se les acaba la clientela, porque los ricos todos los días
son menos. Entonces, hay que enamorarse de la idea de prestarle a
los pobres.
Tantos fiascos
financieros que ha tenido Colombia no se le debe a los pobres que
han pagado puntualito, se los debe a la politiquería,
la corrupción; pero no los pobres que son muy cumplidos para
pagar.
Hay que seguir
haciendo ese esfuerzo y esos son esfuerzos que demandan más imaginación y trabajo concertado entre el sector
privado y el sector público y en el sector público,
entre los diferentes niveles de Gobierno.
Ese crecimiento
en microcrédito lo hemos hecho con muy poquita
plata del Gobierno, pero con una gran contribución de todo
el mundo y me da mucho gusto constatar que Comfama ha entregado esta
semana 3.000 millones de pesos de crédito de vivienda, buena
parte con nuestra nueva línea de crédito.
Estas cosas son
difíciles de que produzcan resultados. Esa
línea de crédito la lanzamos en diciembre y apenas
está empezando a desembolsar la platica. Conseguimos que el
sector financiero nos entregara 570.000 millones y lo estamos colocando
vía Findeter, a través de entidades como las cajas
de compensación para vivienda.
Me decía la doctora María Inés que esta semana
han entregado 3.000 millones y en eso les ha ayudado Findeter con
un cupo de crédito de 10.000 millones. Vamos a gastarnos,
bien gastados, esos 570.000 millones para prestarle a los pobres
de Colombia para su vivienda.
Y eso tiene un
gran significado. En la situación fiscal de
Colombia basar la política de vivienda social solamente en
subsidio es imposible. Va a ser más importante en el largo
plazo la política de crédito, que la política
de subsidio.
Lo que tiene
que hacer el país es manejar bien su macroeconomía
para que el país pueda tener más confianza en crédito
de largo plazo y baja tasa de interés. Por eso todas estas
cosas necesitan un Estado más austero, pero unos contribuyentes
más generosos.
Porque a mi me
visitan alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, congresistas,
grupos sociales y me piden y me piden cosas y les digo: ‘vamos
a hacer esto de microcrédito, sí Presidente. Vamos
a hacer esto de régimen subsidiado, sí Presidente.
Vamos a hacer estas carreteras, sí Presidente. Arreglemos
la deuda del Metro para poder financiar el Metrocable del Norte,
hagamos el sistema de transporte masivo complementario en Itaguí,
en Medellín, en Envigado, en Bello, en Pereira, Cali, Bogotá,
Bucaramanga, en Cartagena y en Barranquilla. ¡Presidente, magnífico!
Terminemos el túnel de Oriente, terminemos la doble calzada
Bello-Hatillo, emprendemos la doble calzada de las Palmas, vamos
a comprometernos con otros 400.00 ancianos. Sí Presidente.
Pero ayúdenme con un poquito de IVA’ y ahí se
ponen lívidos.
¿Qué hacemos con esta situación fiscal tan
difícil? Nosotros, tengan la seguridad, no vamos a derrochar
la platica. Hemos reformado 142 entidades del Estado, ahora tenemos
que enfrentar la reforma de la red de hospitales públicos
y de las clínicas del Seguro Social. Y la vamos a hacer.
Ustedes se imaginan ¿qué hubiera sido sin la reforma
de Telecom? El viejo Telecom estaba perdiendo medio billón
de pesos al año, esa platica se la iban a reclamar al ministro
de Hacienda, del presupuesto nacional para pagar los pensionados.
El nuevo Telecom, no lo privatizamos –miren lo importante-,
no lo privatizamos, volvimos esa empresa sostenible y además
competitiva.
El nuevo Telecom
se va a ganar este año 850.000 millones,
invierte 250, crea una reserva y le traslada al viejo Telecom para
pagarle a los pensionados 500.000 millones. Siempre es mejor tener
esa platica segura para los pensionados, que los jubilados haciendo
fila en la puerta del Ministerio de Hacienda pidiéndole al
Ministro que les pague la pensión. Y vamos a seguir haciendo
esta reforma.
La Presidencia
de la República ha ahorrado un 29 por ciento
de sus gastos porque muchos programas se los hemos trasladado al
Sena y al Bienestar Familiar, pero los hemos dicho: para que el Estado
tenga mayor productividad ustedes manejan este programa Familias
en Acción o Jóvenes en Acción, el programa de
Ancianos, el de Jóvenes Rurales sin más costos, con
los actuales costos. Eso mejora la productividad.
Porque para tener
cobertura y avance en las políticas sociales
el Estado tiene que tener muy alta productividad, si no se queda
la platica en burocracia y una manera de medir la política
social es medir cuánta le llega a la gente. No basta con decir: ‘estamos
gastando tanto en educación’, hay que decir cuánto
le llegó a la gente. No basta con decir: ‘estamos gastando
tanto en salud’, hay que decir cuánto le llegó a
la gente.
Quiero rendir
un homenaje inmenso de corazón a Comfama, decirle
a mis compatriotas ¿qué habría sido de este
país, en estos 50 años, sin el sistema del subsidio
familiar, de la compensación familiar? Decir que el sistema
de compensación nos invita a una Colombia fraterna, ese es
un esquema social que se contradice con el odio. Una Colombia fraterna
que lleve de la mano la lucha por la seguridad, la confianza para
el crecimiento económico y la reactivación social.
Una Colombia
con multiplicidad de opciones políticas, siempre
en debate pero debate sin antagonismos insuperables, un debate constructivo,
un debate que nos de opciones para que el país salga adelante.
Eso surge de
la fraternidad, cuando el debate no es fraterno sino antagónico. La gente se encasilla en sus posiciones, pierde
la creatividad y la Nación pierde la construcción de
opciones que la saquen adelante.
Para mi es muy
importante la relación fraterna y la actitud
fraterna porque ambas desatan procesos de creatividad, que no los
desata sino que los anula el odio y el fundamentalismo y esa fraternidad
nos la ha inspirado muchísimo el sistema de compensación
familiar, que nació en esta tierra.
Muchas felicitaciones
doctora María Inés, doctor Carlos
Posada, empresarios y trabajadores. Y miren, las noticias de ustedes
son buenas, se nos había estacando el sistema, ¿sabe
cuánto ha crecido la afiliación a las cajas de compensación
familiar este año? Un 18 por ciento.
Profesor Kakwani,
en Colombia necesitamos relacionar el crecimiento de la empresa
privada con la reducción de la pobreza. ¿Por
qué? Porque un trabajador afiliado a las cajas de compensación,
instalado en el sector formal, es un trabajador con gran oportunidad.
El que está en el sector informal, en la calle, sin esta posibilidad
y sin las otras posibilidades de la seguridad social, es simplemente
un factor de agudización de la pobreza.
La afiliación a las cajas como expresión de seguridad
social que combate la pobreza depende en Colombia del crecimiento
de la empresa privada, todo esto es compatible y se necesita que
se más compatible.
Seguridad, reactivación económica, confianza empresarial,
reactivación social, una Colombia segura, una Colombia reactivada
en lo social y para eso el sistema de compensación familiar
y sus expresiones como Comfama son una gran esperanza.
Han concluido
los primeros 50 años, pero apenas han sembrado
un poquito de lo que Colombia demanda de ustedes. 50 años
deben ser nada, en eso hay que pensar como los asiáticos,
como sus paisanos, profesor Kakwani.
Se encontró Bertrand Russell en 1950 con un profesor asiático
y le dijo Russell al profesor asiático: ‘¿qué piensa
de la revolución francesa?’ Y el asiático le
contestó: ‘es muy prematuro para pronunciarse’.
O sea que estos
50 años son muy buenos, pero muy prematuros
para lo que el país espera de Comfama, felicitaciones Comfama.
Muchas gracias.
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