PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE ANTE CONGRESO CAFETERO
Bogotá, 1 dic (SNE). Las siguientes son
las palabras del presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, durante el Congreso Nacional de Cafeteros,
realizado en Bogotá.
“Si algo se necesita para recuperar la
credibilidad en las instituciones de la Patria, es un contacto
permanente y dinámico de quienes tenemos responsabilidades
públicas con los ciudadanos.
Hace
parte del concepto de Estado Comunitario. Un Estado en el que
los ciudadanos participen más en la
toma de decisiones, en la ejecución de decisiones y en la
vigilancia de cómo se ejecutan esas decisiones, para que
halla recuperación de credibilidad.
Ese contacto permanente con los ciudadanos apremia
a los funcionarios, muestra las duras limitaciones, las dificultades
de tantos de nuestros compatriotas, y ayuda a encontrar soluciones.
Finalmente,
es lo grato, lo inmensamente grato, desde la tarea pública. Y de lo inmensamente grato de ese
contacto con los ciudadanos, está el contacto con los compatriotas
cafeteros.
Es
muy estimulante, llega al alma, poder trabajar con ustedes en
las diferentes actividades en que
nos hemos empeñado
y que generosamente las relataba el doctor Suárez Moreno,
presidente de este Congreso Nacional.
Muy
grato trabajar con el doctor Gabriel Silva, con todos los ejecutivos
de la Federación, con los comités
departamentales, con el comité nacional, presidido ahora
por el ilustre ex ministro y coterráneo, el doctor Juan
Camilo Restrepo Salazar, y con todos los compatriotas cafeteros.
Doctor
Suárez: ayudar a los cafeteros
no es difícil. El país los quiere enormemente. La
Patria fraterna, la Patria democrática, la Patria laboriosa,
la Patria transparente se ha expresado siempre en la caficultura.
Este
Gobierno ha tenido dificultades fiscales complicadas y de endeudamiento,
pero no han sido óbice
para encontrar en todas partes una gran voluntad de trabajar
con los
cafeteros.
El
ex ministro Juan Manuel Santos, en buena hora, en medio de dificultades
enormes, que a él también
le tocó manejar, definió el AGC.
Cuando
empezó este Gobierno, nosotros
encontramos que ese era un camino correcto. Una caficultura que
tanto le había aportado a la Patria en momentos de dificultades,
debía tener una reciprocidad del presupuesto de la Nación.
Y
el ministro Junguito, quien siempre ha estado presto para servir
a la Patria, en los momentos
más difíciles
de su economía y en los momentos de convulsiones sociales,
miró con muchísimo agrado que hiciéramos todos
los esfuerzos para continuar en esa tarea.
Estamos
dispuestos a continuarla y a manejar esos presupuestos con la
flexibilidad que lo requieran
las exigencias
del momento. En cuanto no se necesiten para precio, fortalecer
investigación, fortalecer renovación, tema en el
cual ha tenido tanto interés el señor Ministro de
Agricultura.
Creo
que una tarea esencial, más que hablar
de renovación, es la tarea de reconversión. En el
propósito de entregarles un producto orgánico a los
consumidores mundiales de café, tenemos que acelerar la
tarea de reconversión. Hay que conocer la historia, pero
el que se dedica a juzgarla no la hace.
Hoy
preocupa muchísimo ver que todavía
tenemos unas extensiones enormes, en mucha ladera, con café descubierto,
con un enorme impacto en los nacimientos de agua, con un enorme
impacto en la erosión de los suelos, con unas exigencias
inmensas, muy difíciles de atender en materia de fertilización
química.
Deberíamos hacer un gran esfuerzo, si
el precio lo permite, para orientar recursos del AGC a la reconversión,
dentro del programa de renovación. Proponernos unas metas
muy exigentes de café orgánico, de café con
sombrío.
Quiero
respetuosamente invitarlos a ello. Y que, rápidamente, el Ministerio de Agricultura, la Federación,
si ustedes lo tienen a bien, fijen unas metas para que el país
las vaya cumpliendo en materia de café con sombrío.
Creo que eso va a tener el apoyo de todo el mundo y además
de toda la institucionalidad ambiental.
Nos
ha afectado la revaluación, no hay
duda. Parte de este incremento de los precios internacionales ha
sido devorado por la revaluación. El primero en protestar
por esa revaluación es el Gobierno. Se ha hecho un buen
esfuerzo de parte de la Junta del Banco de la República,
del propio Gobierno, para comprar dólares, con el buen cuidado
de no ir a desatar presiones inflacionarias inmanejables.
Se
va a continuar en esos esfuerzos. Confiamos que el Banco de la
República pueda encontrar mecanismos
innovadores que nos permitan, dentro del sendero de construir confianza,
defendernos de esta revaluación.
Creo
que ha tomado medidas muy importantes en materia de control del
flujo de divisas en efectivo,
que de no
haberse tomado las cosas estarían mucho más difíciles.
Comparto
con ustedes la preocupación sobre
la revaluación. La cifra es elocuente. Mientras el AGC vale
94 mil millones, la revaluación les ha quitado 138 mil millones.
Entonces
el aporte del Gobierno no alcanza a compensarles lo que ha quitado
la revaluación. Por eso tenemos
que seguir en la tarea de buscar una tasa de cambio estable, sí,
pero en un nivel competitivo.
Sin
embargo, hay otros frentes importantes de la economía de la Patria. En estos 28 meses el sector privado
colombiano ha creado millón 700 mil empleos. Eso es muy
importante. Un millón 300 mil colombianos más están
hoy afiliados al régimen contributivo de salud, consolidando
EPS y Seguro Social.
Setecientos
mil colombianos más están
hoy afiliados al sistema de riesgos profesionales. Un número
superior a 830 mil están hoy como nuevos cotizantes activos
del sistema pensional. Las cajas de compensación, solamente
este año, han crecido en afiliaciones en un 18 por ciento.
Se
está recuperando la senda del empleo
y la senda del empleo con seguridad social. Y además coincide
con la tendencia sostenida de disminución del desempleo,
que muestran las cifras. Ayer se conoció una nueva del 12,4.
Y la tendencia sostenida de reducción del subempleo. En
esa tarea tenemos que trabajar.
Por
supuesto, hay un fenómeno de retención,
que ha venido produciendo un fenómeno no muy entendido,
al hacer el primer examen de las cifras, pero que es bien sano.
Una retención que ha disminuido el crecimiento de la población
colombiana que busca empleo.
Un
fenómeno de retención derivado
de los esfuerzos en microcrédito y especialmente de la Revolución
Educativa.
En
este Gobierno la cartera de microcrédito
ha pasado de un saldo de 707 mil millones, que tenía el
30 de julio de 2002, a un saldo de 1 billón 650 mil millones
a 30 de octubre de este año.
Un
millón 330 mil microempresarios se
han favorecido con desembolsos que superan dos billones y medio
de pesos. Si algo resuelve el problema del intervalo entre la activación
de la oferta y la activación de la demanda, es el microcrédito.
Casi
que con el microcrédito, oferta y
demanda se activan simultáneamente. Y eso ha incidido para
que en las estadísticas aparezca una mayor población
ocupada, un menor desempleo y también una menor tasa de
personas buscando empleo.
La
Revolución Educativa viene ayudando
a frenar la prematura e inconveniente inserción de los colombianos
en el mercado del trabajo. Hemos creado 750 mil nuevos cupos escolares,
y es muy importante, porque es el neto. Nada ganaríamos
si hubiera continuado el fenómeno de que el Estado crea
cupos y se presenta una disminución en el sector privado.
Por
ejemplo, en el campo universitario estamos todavía lejos de la meta que nos propusimos, pero ya vamos
en unos 113 mil nuevos cupos. Y lo importante es que las universidades
estatales nos han respondido y las universidades privadas frenaron
la tendencia de disminución de matrícula. Se estabilizaron
y ya algunas empiezan mostrar unos aumentos muy importantes de
matrícula.
Estamos
apoyando esa escolarización con
programas muy importantes. Por ejemplo, la administración
Pastrana concibió el programa Familias en Acción.
Este Gobierno lo acogió con todo entusiasmo y hemos hecho
un esfuerzo fiscal para pagarles oportunamente a 340 mil familias,
que están recibiendo 37 mil millones cada dos meses.
Eso
ha ayudado a que cerca de 900 mil niñitos
tengan mejor asistencia nutricional y mejores posibilidades de
atender al aparato escolar. Eso es retención, vía
escolaridad. Soporta la Revolución Educativa.
Hemos
reorientado el programa Jóvenes
en Acción. Va bien. Dentro de nuestra reforma en la administración
pública para reducir costos en la Presidencia y aumentar
productividad del Sena, lo eliminamos en la Presidencia, se lo
trasladamos al Sena y le impusimos al Sena la obligación
de manejarlo con su personal y con sus recursos, para aumentar
productividad en aplicación de recursos y productividad
en tareas administrativas.
Y
se creó el nuevo programa, Jóvenes
Rurales. Hoy tenemos en ese programa, en muchos municipios de la
Patria, 80 mil muchachos, bachilleres campesinos, muy pobres, que
no habían ingresado a la universidad y no habían
estimulado sus competencias laborales básicas. Son 80 mil
muchachos que hoy no aparecen en las cifras de quienes están
reclamando empleo. Tenemos que acrecentar ese programa.
Este
Gobierno ha avanzado en una reforma administrativa importante.
Hemos reformado a la fecha
143 entidades del Estado.
La última es Inravisión. Hemos liquidado 38, pero
nos falta mucho. Si les hablara solamente de dos, nos falta toda
la reforma de la red pública hospitalaria y la reforma de
las clínicas del Seguro Social, que cuesta mucho y que necesita
de decisiones políticas muy valerosas.
La
reforma del Sena nos ayudado mucho en esta materia, porque el
Sena ha pasado de tener un millón 100
mil estudiantes en el 2002, a tener este año dos millones
600. Y la proyección es que tenga cuatro millones en el
2006. Ha pasado de cinco millones de horas de enseñanza
al año, a diez millones. Está hoy en todos los municipios
de la Patria.
Pudimos
verlo en la evaluación de nuestra
política social conjunta en Ciudad Bolívar: un buen
informe del Sena de presencia en todos los municipios cafeteros.
Y ha mejorado la empleabilidad de los egresados del Sena.
Nosotros
hemos atado el proceso de la Revolución
Educativa también al crecimiento económico a largo
plazo. El país tiene que resolver positivamente dilemas
que se habían presentado.
Por
ejemplo, el dilema entre el crecimiento e inflación. Creo que está, por los resultados, positivamente
superado. Está disminuyendo la inflación y aumentando
el crecimiento. Y el país empieza a entender que la única
manera de tener crédito social de largo plazo y baja tasa
de interés, es con seguridad en el control inflacionario.
El
otro dilema que empieza a resolver el país,
es el dilema entre crecimiento de corto plazo y crecimiento de
largo plazo. La Revolución Educativa es fundamental para
poder garantizar un crecimiento sostenido de largo plazo.
Y
el otro dilema es entre crecimiento sustentado solamente en exportaciones
y crecimiento sustentado
en ampliación
de la demanda agregada interna.
Un
país con un 55 por ciento de pobreza,
tiene que hacer un esfuerzo en ambos frentes. Hacer un gran esfuerzo
exportador y hacer un gran esfuerzo de inclusión de ciudadanía
para ampliar también la demanda agregada interna.
De
ahí la importancia de programas como
el de microcrédito, de ahí la importancia de programas
como el programa del Sena, y de la importancia de programas como
el programa agrícola en general.
Creo
que hay unas muestras de confianza importantes en la Patria.
El sector agrícola en estos dos años
ha recuperado 332 mil hectáreas. Eso es importante.
La
Andi expresa que sus afiliados este año
crecen en inversiones en un 30 por ciento. Acopi, el gremio que
tenía la mayor postración en sus afiliados, ha expresado
que sus afiliados este año crecen en inversiones en un 17
por ciento. Acoplásticos crece en un 26 por ciento. Las
importaciones de bienes de capital en el período enero-agosto
crecieron en un 23 por ciento.
Diría que estamos en un proceso de crecimiento
importante de capacidad instalada, que se tiene que traducir en
los años que vienen en mayor empleo, mayor producción,
mayor contribución a la seguridad social y, por supuesto,
mayores aportes vía tributación al fisco de la Nación.
Tenemos
temas muy difíciles, como el tema
de las pensiones y el tema de petróleo.
Al
amanecer de ayer, la honorable Comisión
Primera del Senado de la República nos aprobó ya,
en tercer debate, el proyecto de reforma constitucional de pensiones.
Este
Gobierno ha hecho unos esfuerzos, unos exitosos, otros fallidos.
Se aprobó en diciembre de 2002 un proyecto
en el que avanzamos en pensiones. Fallamos en el esfuerzo en el
referendo. Hemos avanzado bien para desmontar privilegios de regímenes
pensionales en todas estas entidades reformadas del Estado, empezando
por Ecopetrol, la antigua Telecom, etcétera.
Y
viene ahora este otro esfuerzo, que es la reforma constitucional,
que está en trámite en el Congreso
de la República. Eso tiene que ayudarnos bastante en el
tema pensional.
En
el tema de petróleo, si uno mira la
política energética en general, ve que el país
tiene un horizonte de buen abastecimiento energético. Pero
cuando ya se detiene en la situación petrolera, le preocupa
mucho por la declinación y por la altísima dependencia
que tiene el presupuesto nacional de Ecopetrol.
Pero
lo bueno es que el país ha recuperado
un ritmo de sísmica. Cuando estábamos haciendo sísmica
en mil kilómetros, este año hacemos sísmica
en 6.500.
El
país va recuperando el ritmo de exploración.
En el año 92 se exploraron en Colombia 28 pozos. Diez años
después, diez. El año pasado exploramos 28. Este
año unos 28. Pero los contratos con posibilidad de eficacia
han crecido enormemente. Necesitamos llegar a una exploración
anual de 57. Confiamos que en el 2006 estemos en esa exploración
anual de 57, que es la que nos da las mayores probabilidades de
hallazgo.
Los
hallazgos en gas han sido buenos. Ahí tenemos
dos motivos de preocupación: pensiones y petróleo.
Si no tuviéramos esta dificultad de pensiones, no tendríamos
el déficit actual, que sigue siendo muy alto. Y si no tuviéramos
esa declinación de petróleo, no tendríamos
tanta preocupación por el mediano y largo plazo en asuntos
fiscales.
Pero
con la ayuda de Dios y la buena voluntad de todos los colombianos,
ahí le vamos encontrando salida.
Sin embargo, la confianza en el crecimiento de inversión
en Colombia halaga, acompaña a trabajar.
Por eso quiero darles a ustedes un mensaje de
optimismo, queridos cafeteros.
El
precio internacional ha mejorado. Uno creería,
por lo que dicen los expertos, que no es de tan corto plazo, si
nos hacemos esa ilusión. Sin embargo, lo tenemos que manejar
con mucha prudencia.
Antes
había unos medios para generar prudencia:
la retención, impuestos, etcétera. Las nuevas políticas
han llevado a que el cafetero colombiano reciba el 92 por ciento
del precio externo. Lo cual es muy bueno.
¿Cuánto recibía hace dos
años? Se ha pasado del 83 al 92. ¿Cuánto reciben
en Centroamérica y en Brasil? Brasil 65 y Centroamérica
72.
Entonces
diría que la prudencia tiene
que darse ahora a través de… Diría que no es
el momento de crecer producción sino de reconvertir producción.
A cada momento menos café expuesto al sol, más café orgánico.
Diría que es el momento de cuidar un activo
que ha tenido Colombia, que es el buen manejo del grano. Cuidarlo
más y explicárselo más al mundo de los consumidores.
Que es el momento de integrar ese café orgánico,
buen cuidado del grano, empaque, lo que va conformando un producto,
el más apetecido hoy por el mercado y las tiendas.
No
hay que juzgar la historia, pero los jóvenes
estudiosos de economía le preguntan a uno: ¿el país
por qué permitió que se consolidara la distribución
mundial de alimentos en grandes empresas y no entró con
sus instituciones cafeteras a ser socio de esas grandes empresas
distribuidoras de alimentos?
Y
es una pregunta difícil de responderle
a las nuevas generaciones. La oportunidad que no podemos perder
ahora es la de ese nuevo canal de comercialización que el
mundo ha abierto, que son tiendas para llegarles con ciertos productos
directamente a los consumidores. Por eso el paso dado es bueno,
pero hay que acelerarlo.
Don
Gabriel: usted que ha hecho tantas cosas buenas en la compañía de este Comité… En
un país con tantas necesidades, el que hace una cosita buena,
en lugar de agradecerle se acredita para que le pidan más.
Déjeme pedirle una cosita, yo que he sido
un tósigo en eso de las tiendas: no abra lo de las concesiones
en junio, anticípelo, a ver si terminamos el año
entrante con gran cantidad de tiendas.
Bregue
a ver, y estoy seguro que usted es capaz. Porque es que la gente
ya ha visto una muestrica
de las tiendas
y la gente está entusiasmada en todas partes. Además
usted tiene cuatro millones de socios, que son cuatro millones
de colombianos que viven por fuera de las fronteras, y cada uno
de ellos quiere ser concesionario de una tienda.
Quería proponerles allí dos acciones
específicas. Detalles, pero soy un convencido… Los
profesores de administración han analizado qué pasó en
el mundo después de la Segunda Guerra Mundial en las empresas.
Entonces
el gerente norteamericano llegaba en un Cadillac a una empresa,
no se bajaba de ese Cadillac,
miraba
la empresa a través del vidrio, llevaba aquí un portacervezas
e iba tomando cerveza. Pasaba a 80 kilómetros por hora.
El tipo miraba y nos quedábamos sin saber si veía.
El
japonesito, asfixiado por la crisis, recorría
a la empresa a pie, con un dulceabrigo, ¿cómo le
llaman aquí en Bogotá? Balletilla. Con un alicate,
con un destornilladorcito, con una lupa, mirando el detalle. Tenía
una visión macro, pero sabía que no la cumplía
si no se ocupaba de los detalles.
En
la Patria hay que preocuparnos por los detalles para poder llegar
a convertir en realidad la
visión macro.
Déjenme abusar de ustedes y proponerles
allí unos detalles.
¿Cuántas fincas tenemos certificadas
en Colombia para producción de café orgánico?
1.500. ¿Por qué no nos ponemos unas metas ambiciosas
en eso y las vamos cumpliendo? Pero no nos quedemos sólo
ahí, avancemos en un programa.
Le
preguntaba ahora por los sellos de reconocimiento que tiene,
por ejemplo, lo de Oswaldo Acevedo
en Bucaramanga, en
la Meseta de los Santos. Y usted tiene una memoración de
todos esos certificados, que son muy atractivos al consumidor mundial
y que finalmente tienen una prima. ¿Por qué no hacemos
un gran esfuerzo para que masifiquemos las fincas que puedan cumplir
con esos certificados? Esto dentro de la idea de que, más
que renovar, hay que reconvertir. Creo que para allá va
el mundo.
De
pronto en el futuro, cuando eso esté masificado,
ese café no tendrá una gran prima. Pero el problema
va a ser que el que no reúne esos requisitos no se va a
vender. Casi que dar ese paso, es un paso necesario para mantener
la demanda del producto, que me ha sorprendido la última
cifra: se habla de un crecimiento del consumo mundial este año
entre millón 700 y dos millones de sacos. Que parecería
bueno. Cuando ha habido tanto escepticismo frente al crecimiento
de consumo, esto daría como algún respiro.
Otra
idea de las tiendas: el doctor Juan Camilo me decía hace pocos días lo que representó para
el café colombiano la apertura de la Tienda Juan Valdez,
cuando se le midió todas las noticias que se dieron, se
valoraron y se hizo la suposición de que eso hubiera sido
publicidad pagada. La sola noticia de la apertura significó un
valor de 8 millones de dólares de publicidad.
Si
alguna lógica tienen esas tiendas es
para hacer una publicidad vendiendo. ¿Por qué no
se aprovechan esas tiendas para pasar unos videos colombianos y
de las regiones caficultoras? Que el que vaya a tomarse, a comprar
un cafecito, en alguna parte, ustedes se lo inventan, esté viendo
un video del país. ¿No le parece?
Creo
que ha sido bien importante el ingreso de los Estados Unidos
a la Organización, no por el significado
económico inmediato sino porque denota un compromiso político
con la caficultura y con la razón social de ser de la caficultura.
Vamos
a seguir trabajando con ustedes en toda la política social,
en todo este programa de buscarle complementos a los ingresos
de los caficultores.
Les
tengo algunas buenas noticias. Hemos logrado financiar más el tema de seguridad alimentaria. Vamos a
terminar el año con un millón de campesinos apoyados
en eso. El gran socio es la Federación, sus comités.
Les
tengo la buena noticia que ayer la junta directiva de la CAF
nos aprobó la garantía para poder
abrir ya definitivamente la licitación del Plan de 2.500
kilómetros de vías pavimentadas. Los comités
van a participar activamente.
Por
ejemplo, en la licitación no están
las vías de Caldas, porque el Gobierno hace un convenio
con la Gobernación y con el Comité de Caldas para
ejecutar lo que le corresponde a ese departamento.
Déjenme hablar del Banco. ¡Qué vamos
a repetir! El doctor Suárez fue generoso ahora en los esfuerzos
que se han podido hacer por el Pran. Eso está dicho. Uno
reclama, uno siente hoy en todo el país, en los pequeños
municipios, este país tiene 1.100 municipios, un gran reclamo
por presencia de bancos.
El
proceso de reestructuración
de la banca privada ha llevado a que los bancos privados se retiren
de muchas
regiones de la Patria. No nos queda sino, en muchas partes, el
Banco Agrario y el Banco Cafetero.
Yo
muchas veces he llamado al doctor Castellanos, un sábado por ahí de un Consejo Comunitario, a decirle: ‘que
van a cerrar el Banco aquí, que qué pasó con
el banco aquí’.
A
mí me parece que el trabajo que se está haciendo
para sacar adelante el Banco es muy bueno y muy eficiente. Faltan
sacrificios. Hay que hacer un sacrifico ahí de pagar unas
indemnizaciones laborales. Eso tiene un costo político,
económico. Afortunadamente la caja del Banco se está preparando
para eso.
Lo
que he sugerido respetuosamente es: hombre, miremos lo que pasa
en todos los municipios, en las
regiones de
la Patria. Me parece muy difícil que el Banco Agrario, con
el mejoramiento que todos los días demuestra, sea capaz
de atender toda esa demanda.
Entonces lo que se va a hacer con Banco Cafetero
y Granahorrar, que lo tienen muy bien concebido, yo se los aplaudo,
desemboque en tener un banco eficiente, que preserve el Estado,
para apoyar las regiones de la Patria, la ruralidad colombiana.
Hacía esta cuenta: por lo que se puede
vender, el Banco con utilidades es capaz de recuperar eso en tres
o cuatro años. Le decía al doctor Castellanos: ‘si
usted es capaz de sacar este proceso de reestructuración,
no me vaya a decir que no es capaz de comprometerse con el Ministro
Carrasquilla a entregarle en cuatro años en utilidades lo
que él haría por la venta del Banco’.
Y
titularicen esas utilidades. ¿Castellanos,
es capaz? Mejor dicho, lo que usted está pensando que va
valer el Banco, divídalo entre cuatro. Dígale al
ministro Carrasquilla que usted le entrega eso en cuatro años
y que lo puede titularizar.
Y
para que mantenido ese esquema que surja de Granahorrar-Banco
Cafetero como institución oficial, no
haya peligros de clientelismo de mal manejo, ahí tenemos
un ejemplo: el ejemplo del doctor Juan Camilo y del doctor Jorge
Restrepo con el Banco Agrario. Hay unas previsiones estatutarias
que garantizan la eficiencia y la transparencia. Lo mismo podemos
hace en este nuevo ente. Si se quiere ir más allá,
contratar con terceros la operación.
Esa
es mi sugerencia, que quería proponer
hoy aquí porque sé la gran preocupación de
ustedes por el Banco y en general de la ruralidad colombiana. Creo
que no alcanzamos solamente con el Banco Agrario a atender las
exigencias de la ruralidad de la Patria.
Quiero
saludarlos muy afectuosamente, distinguidos cafeteros de mi Patria”. |