PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CUMBRE DE GOBERNADORES DE LA REGIÓN
CARIBE
Santa
Marta, 12 may. (SNE).- Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, pronunciadas
en la Cumbre de Gobernadores de la Región Caribe:
"Esta reunión es importante, grata.
Genera puntos de reflexión sobre el país y sobre
este eslabón de la Patria tan importante, que es el Caribe.
Veo
una gran coincidencia entre El Libertador y esta tierra Caribe.
Un buen historiador del Caribe hace poco
publicaba un ensayo sobre el Presidente Núñez, que
tituló: "100 años después". Me refiero
a Eduardo Posada Carbó. Y en él destaca la contribución
del Caribe Colombiano al orden y a las libertades. En él
destaca que el Caribe Colombiano es una reserva contra la violencia.
Es un conglomerado que reacciona rápidamente contra el desorden.
Es un hijo de los valores fundamentales del Libertador. Del orden
para poder disfrutar las libertades.
Y
quiero destacar también del Caribe:
esto que ha dicho el historiador Posada Carbó, hace parte
del acervo histórico, presente, y de lo que podamos proyectar
del Caribe. Pero también, como lo acabamos de escuchar en
las palabras de los muy ilustres gobernadores Carlos Rodado y Trino
Luna, el Caribe es un gran potencial de productividad, de contribución
a la economía colombiana.
En
una tesis doctoral de Eduardo Posada, "El
Caribe 100 años después, 100 años de historia",
destaca bien las condiciones de trabajo del hombre caribe. Demuestra
cómo entre 1850 y 1950 la agricultura fue azotada por plagas,
por sequías y por inundaciones. Se hicieron inmensos esfuerzos
industriales que se frustraron por razones diferentes a la disciplina
emprendedora del hombre caribe.
Se
refiere él a la Barranquilla de 1915,
con telares bajo techo de zinc que carecían de extractores
de aire acondicionado, de ventiladores, que producían para
los mercados de exportación, mercados que la guerra cerró,
y no encontraron esos esfuerzos industriales un mercado interno,
por la incomunicación del Caribe con la Colombia del interior,
con la Colombia Andina.
Pues
bien, todo esto hay que entenderlo para reconocer que aquí hay un gran potencial. Debemos trabajar
en ese norte. Comparto plenamente las preocupaciones que han expresado
los dos Gobernadores y quisiera dar lugar a que pasemos a los temas
específicos, para hacer un mejor aprovechamiento del tiempo.
Quisiera simplemente recordar tres cosas:
Primero,
la palabra clave para la recuperación
del país. Segundo, los supuestos claves para lograrla. Y
tercero, el enunciado de las Siete Herramientas de Equidad.
La palabra clave es confianza. Confianza en los
inversionistas, confianza en los trabajadores, confianza en las
nuevas generaciones de colombianos.
Cuando
actuaba yo como candidato a la Presidencia de la República, solía preguntar a los muchachos
en las universidades si ellos en algún momento habían
pensado abandonar Colombia definitivamente. Y una buena mayoría
de ellos, en ocasiones avasalladora, levantaban la mano.
Eso
es muy triste. Preguntaba yo, en encuestas bien formuladas a
los padres de familia, si la circunstancia de
poder proveer a los hijos de una educación y un principio
patrimonial, les daba tranquilidad para mantenerlos en Colombia.
Y la respuesta era no.
Recuperar
confianza en Colombia es una gran necesidad. Esta ciudad tan
bella, este Caribe tan bello. Y escuchábamos
de los señores gobernadores la poca participación
que tenemos en el turismo que se mueve en este gran Mar Caribe,
por falta de confianza en Colombia.
Para
recuperar confianza en Colombia necesitamos tres supuestos: Seguridad
Democrática, transparencia y uno
tercero igualmente importante: reactivación económica
y reactivación social.
Quiero
recordar las Siete Herramientas de Equidad, porque ahí podemos
enmarcar todas estas aspiraciones:
--
La Revolución Educativa, con cinco
elementos: cobertura, calidad, pertinencia, capacitación
técnica y el tema de la investigación y de la ciencia.
--
La Protección Social, en lo cual creo
que este año es un año de buenos avances. El tema
se ha tratado bastante con ustedes. Creo por ejemplo que en régimen
subsidiado, en Familias en Acción, en bienestar familiar,
a pesar de inmensas limitaciones, vamos a lograr unos avances.
También en el tema del subsidio al adulto mayor.
--
El Manejo Social de los Servicios Públicos,
donde enmarca la muy sentida petición que ustedes han hecho
de un plan especial de agua potable, de saneamiento básico
para el Caribe.
-- El Manejo Social de la Agricultura, del campo
colombiano.
--
El Impulso a la Economía Solidaria.
--
La Construcción del País de
Propietarios.
-- La Calidad de Vida Urbana.
Cuando
se está en el Gobierno, rodeado
por las limitaciones, uno tiene que hacer un gran esfuerzo para
que el escepticismo no mate el entusiasmo. Y las limitaciones son
muchas, no para echarnos a morir pero sí para ser concientes
que el trabajo es muy exigente para poder superarlas.
Durante
años aquí creció mucho
más la población y la pobreza que el sector privado.
Y se equivocaron los sociólogos de la universidades europeas
y norteamericanas, que asignaban al sector privado la razón
de la inequidad colombiana.
Cuando
yo veo, por ejemplo, los impuestos que paga el sector privado
organizado, sus parafiscales, la manera
como, a diferencia de otros países, aquí las contribuciones
a la seguridad social no las paga el trabajador exclusivamente,
sino que la mayor parte las paga el empleador, me hago esta reflexión:
en Colombia el problema de inequidad no es imputable al sector
privado sino a la falta del sector privado.
Si
hubiéramos tenido una economía
privada dinámica que hubiera crecido en las últimas
décadas al ritmo de los requerimientos colombianos, la situación
de miseria tendría que estar bastante superada.
Mire:
uno hace esta comparación en Cartagena,
en Bogotá, entre el ingreso de un trabajador informal que
ha llegado allí expulsado del campo por las circunstancias
de todos conocidas y el trabajador de salario mínimo de
una empresa formal organizada. El segundo percibe un ingreso hasta
de tres y tres veces y media superior al trabajador informal de
la misma ciudad.
Allí hemos
tenido, pues, en esa falta de condiciones para el sector privado,
una gran dificultad.
Y
hemos tenido innumerables dificultades en el marco macroeconómico. Y es difícil atender de la
noche a la mañana las necesidades del país en materia
de seguridad, inversión social, infraestructura productiva,
con un déficit que cuando empezó este Gobierno estaba
en el 4.2. Terminó diciembre en el 2.8. Pero el nacional,
que es el que importa para la Caja del Gobierno Central, estaba
en 6.3. Y se situó en diciembre todavía en un porcentaje
muy alto, en el 5.3.
El
déficit solo no es problema. Es problema
cuando va acompañado de muy severas restricciones para financiarlo.
Con un endeudamiento del 54 por ciento del PIB y un servicio de
deuda que estaba alcanzando el 40 por ciento del presupuesto, no
se alarma solamente el Fondo Monetario, sino cualquier responsable
administrador de las finanzas públicas. En esas condiciones
es muy difícil manejar el déficit.
Entonces por eso el Gobierno, en medio del entusiasmo,
tiene que ser prudente.
En
materia de descentralización, creo
que subsiste un problema: de un lado, las regiones perciben que
las transferencias son insuficientes, y de otro lado, analistas
y algunos funcionarios desechan peticiones regionales, con la excusa
de que el país está descentralizado y que esas inversiones
se deben atender con los recursos descentralizados.
Caso
del agua potable: la transferencia a las regiones cuesta alrededor
de 700 mil millones al año. Pero
lo que vemos es que es insuficiente. Por supuesto hay temas de
mal manejo y temas de insuficiencia de recursos. Ahí tenemos
que hacer un trabajo conjunto.
Es
importante que a esta petición le responda
ahora el Viceministro Bonilla. Nosotros nos hemos dedicado a atender
unos compromisos de cofinanciación de acueductos y alcantarillados
que encontramos, que venían de atrás, como seguramente
nuestros sucesores en el Gobierno Nacional tendrán que atender
en el futuro compromisos adquiridos por nosotros.
Pero
vamos a hacer un esfuerzo adicional en la contratación de recursos externos para poder cofinanciarles
a la regiones una solución más acelerada en materia
de acueductos y de alcantarillados.
Ahí debemos construir una buena matriz.
Una matriz equitativa. Y esa matriz necesita también recoger
el concepto de diferencia económica entre regiones, que
mencionaban los señores gobernadores. Y de diferencias económicas
entre departamentos de una misma región.
Hay
unos que pueden aportar más que otros.
Yo veo dos departamentos promisorios que pueden constituir una
gran revolución en Colombia, por sus recursos de carbón,
que son el Cesar y La Guajira. Creo que ahí hay la posibilidad
de presentarle a Colombia una gran revolución, y en ese
tema del agua, tanto potable como productiva.
Entonces
estamos dispuestos a seguir en la gestión
de esos recursos de crédito externo, a buscar cómo
complementamos la financiación que se da a través
de las transferencias. Y ustedes nos tienen que ayudar depurando
los sistemas de manejo y entendiendo también que la cofinanciación
tiene que ser para aquellos que por carecer de recursos propios,
no puedan hacer esos desarrollos.
Se
necesita también esquemas de manejo.
Hemos encontrado muy mal los esquemas de manejo. Y se requiere
también buscar que el sector privado invierta en estos servicios.
Que invierta más. La Costa Caribe desmontó el prejuicio
de que el sector privado no podía invertir en acueductos
y alcantarillados. Ustedes lo hicieron con gran pragmatismo, le
mostraron al país que sí. Qué tal que no tuviéramos
la triple A, qué tal que no tuviéramos Aguas de Cartagena.
Yo
veo en la región andina colombiana
un sesgo ideológico, que se erigía en barrera para
el ingreso del sector privado a estos servicios y por fortuna esa
barrera se derribó en la Costa Caribe.
En
mi primera reunión con la comunidad
de La Guajira, creo que en las dos iniciales semanas del Gobierno,
cuando emprendimos la tarea de suavizar la contradicción
entre los proveedores del servicio de energía y la comunidad
de usuarios, expresé: Esta contradicción no se puede
agudizar, hay que ir suavizándola, porque el país
necesita en servicios públicos tanto el capital oficial
como el capital privado, con transparencia y sin abusos.
Y
creo que en ese campo de la energía,
faltando mucho, con la ayuda de ustedes ahí se vienen dando
unos pasos. Llamo la atención para que hagamos mayores esfuerzos
en el tema del agua, y para que aprovechemos en el tema del agua
los incentivos tributarios. Que, entiendo, ustedes ya están
bastante bien orientados en algunas partes.
La
reforma tributaria, primera que se aprobó en
este Gobierno, daba un estímulo tributario a las empresas
de servicios públicos que inviertan en soluciones regionales.
Entonces si la Empresa de Acueducto de Barranquilla invierte en
municipios del Atlántico o de otra región, tiene
ese estímulo. Ayuda muchísimo. Lo mismo cualquiera
de las otras empresas.
Y
llamo la atención para crear mecanismos
de participación ciudadana. Yo soy partidario que todo el
sistema de servicios públicos tenga participación
ciudadana. Vamos a empezar con Emcali. Ha dado mucha dificultad,
pero creo que estamos en las puertas de lograrlo.
El
acuerdo de rescate de Emcali prevé la
creación de un Fondo de Capitalización Social. Cada
usuario le va a sumar a la tarifa un dos por ciento que se le devuelve
en acciones del Fondo. El Fondo va a cumplir tres objetivos: el
primero, eliminar la contradicción entre el proveedor y
el usuario del servicio. El segundo, ayudar a apalancar financieramente
la expansión del servicio.
Alguna
proyección con intuición
me dice que en 20 años, si instalamos bien ese Fondo de
Capitalización de Emcali, ese Fondo se convertirá en
el gran banco de desarrollo de servicios públicos del Valle
del Cauca y evitará acudir a otras fuentes de financiamiento.
Y
el tercer objetivo, garantizar un plan de manejo suscrito entre
la administración municipal de Cali y el
Fondo de Capitalización, para garantizarle eficiencia a
Emcali.
Entonces
ahí están participando
usuarios en financiación. Están participando como
codueños, no de Emcali sino del Fondo de Capitalización,
y están participando en una tarea administrativa.
Yo
sugiero, señores gobernadores, señor
Viceministro Juan Pablo Bonilla, que todos los esfuerzos que hagamos
en el tema de agua potable en la Costa Caribe Colombiana, tengan
el Fondo de Capitalización.
La
primera financiación que me tocó iniciado
el Gobierno fue para el acueducto de Sincelejo. Y como está bastante
adelante el proceso administrativo, no hubo oportunidad de exigir
el Fondo de Capitalización. Pero hicieron conmigo el compromiso
de que lo instalarían en el curso de los siguientes meses.
No sé si eso ya se dio.
Ese
es un punto bien importante. Yo les rogaría
que ustedes incorporaran eso en la agenda de hoy: la vinculación
de los usuarios a las empresas prestadoras de los servicios. Además
hace parte de una visión política de Patria. Esta
Nación tiene que ser una Nación sin exclusiones y
sin odios. Tiene que ser una Nación con solidaridad. Y eso
hay que irlo construyendo en cada caso en el cual haya oportunidad.
El
agua productiva. Comprendo plenamente la necesidad. El Tratado
de Libre Comercio nos obligará a que
durante todo ese período de transición, desde la
firma hasta que concluya la fase de desgravación de productos,
le mejoremos la competitividad al campo colombiano.
Tenemos
que hacer un gran esfuerzo en investigación,
un gran esfuerzo en semillas. Concentrémonos al tema. En
distritos de riego. Me parece bien importante que examinemos ahora,
con el señor Ministro y con el señor director del
Incoder, en qué vamos. Hay unos esfuerzos. Pero lo que falta
es muchísimo más.
Vamos
a hacer esfuerzos presupuestales hasta donde se pueda en los
próximos años.
Con
demandas inmensas en el país (empecemos
por las demandas de la Costa Caribe, sigamos por las demandas del
Tolima, del Huila, de los Llanos Orientales, de pequeños
distritos en Boyacá, en los Santanderes , en Nariño,
etcétera), hacer eso exclusivamente con aportes del presupuesto,
es imposible.
Por
eso, a comienzos del mes de junio, el señor
Ministro va a anunciar una línea de crédito, de plazo
extenso y de baja tasa de interés, para financiarles a los
particulares y a los grupos asociativos la construcción
de distritos de riesgo, y sumarle a eso las concesiones al sector
privado.
La
infraestructura del sector agropecuario, su desarrollo, se había estancado. Y de cara a la generación
de empleo y al mejoramiento de la productividad, nos toca enfrentar
esos desafíos.
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