Discurso
del Presidente en Segunda Tertulia del Crecimiento Económico
GOBIERNO BUSCA EQUIDAD PARA TODOS LOS SECTORES
EN TLC
Bogotá, mar. 05 (SNE).- En América
Latina es necesario llegar a Tratados de Libre Comercio (TLC)
que sean equitativos, de lo contrario el "populismo radical",
puede causar problemas "bastante delicados a las democracias
regionales". Y en ese sentido, Colombia buscará avanzar
en una negociación con Estados Unidos.
Así lo explicó hoy el Presidente
de la República, Álvaro Uribe Vélez, al
dar inicio a la segunda Tertulia del Crecimiento Económico
que tiene como tema central la negociación de un TLC con
Estados Unidos y su importancia en la búsqueda de un crecimiento
económico superior al cinco por ciento.
A
continuación
el discurso del Jefe de Estado:
"Quiero dar a todos ustedes un saludo,
nos agrada muchísimo que podamos tener hoy la segunda
Tertulia del Crecimiento. Creo que si esto lo manejamos con disciplina,
el Gobierno lo utiliza con receptividad, nos puede ayudar muchísimo.
El Gobierno necesita dos condiciones para que
esto genere beneficio: perseverancia y receptividad.
Quiero
apartarme del tema de libre comercio para anunciar lo siguiente,
que se ha
venido discutiendo con
el Ministerio de Hacienda y con el Banco de la República.
El
año pasado el Gobierno pidió un
esfuerzo de contribuyentes, del sector financiero, del Banco
de la República, más esfuerzo en gasto público
del Gobierno. Y eso se concretó en que el Banco de la
República facilitaría 500 millones de dólares
para el servicio de deuda del Gobierno Nacional este año.
Las
circunstancias cambiarias de las últimas
semanas han llevado a hacer un replanteamiento. Encontramos que
con la congestión de dólares en nuestro mercado,
que el Banco rebaje hoy el saldo de reservas para entregarle
al Gobierno 500 millones de dólares, puede generar reacciones
negativas y no va a producir resultados positivos.
Nos
hemos puesto en el plan del exportador que va a decir, "bueno el peso revaluándose, nosotros
con dificultades en tasa de cambio y en lugar de descongestionar
este mercado, comprando unos dólares aquí, van
a tomar unos dólares del Banco de la República",
eso va a ser una señal de que al Gobierno no lo preocupa
la revaluación, va a ser un estímulo para la revaluación
y justamente por eso pensamos que es prudente, por lo pronto,
desistir de esa solicitud al Banco de la República.
Con
el Congreso Nacional, que hoy nos acompaña
una muy distinguida delegación de senadores y representantes,
hemos tenido el acuerdo para hacerle esa solicitud al Banco de
la República de disminuir el saldo de reservas y ayudar
al Gobierno a la cancelación de compromisos de deuda.
Quería decirle, muy respetuosamente
al Congreso, que en el fondo compartimos y seguimos en la misma
línea de preocupaciones, pero que creemos que en la coyuntura
debemos buscar otra alternativa.
Entonces,
me comprometí con el señor
Ministro de Hacienda, con el Gerente General y con los codirectores
del Banco de la República, a asumir la responsabilidad
política de desistir, por lo pronto, de esa solicitud
de los 500 millones de dólares, a fin de que el Banco
de la República -como lo ha anunciado al Gobierno- tenga
espacio para utilizar otras herramientas que le garanticen una
tasa de cambio competitiva a nuestros exportadores.
El
señor Ministro, está en el
camino de cumplirle al país con una serie de compromisos
que ha adquirido el Gobierno en esa materia: frenar, hasta donde
sea posible, monetizaciones de recursos externos; buscar cómo
se disminuye financiamiento en dólares contratado en mercados
internacionales, y confío que la coordinación entre
el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República,
nos va a llevar a ir encontrando alternativas a esta tendencia
revaluacionista que a todos nos preocupa.
El
Gobierno es conciente de que una de las maneras de compensar
los menores ingresos
a los exportadores
es buscar reducir costos vía mayor reducción de
la tasa de interés. El Gobierno está haciendo todos
los esfuerzos en materia de gasto público, esfuerzos en
materia de recaudo, para crear condiciones a fin de que el Banco
de la República pueda accionar en esa dirección.
Creemos
que va a ser una discusión constructiva
en los próximos días de cómo, a través
de una acción sobre recursos en el mercado y una decisión
del Banco de la República en cuanto a tasa de inversión,
todo ello confluya a tener una menor tasa de interés para
la producción en Colombia.
El
Gobierno también quiere expresar
su preocupación por el ingreso de capitales especulativos.
El tema es bastante difícil porque la evaluación
de gravámenes del pasado genera mucha controversia y porque
encontramos hoy que, esa afluencia de divisas al país,
está causada por muchísimos motivos, muchos de
ellos inmensamente positivos, otros preocupantes. Lo que sí tenemos
claro es que, una cosa es el capital productivo y otra cosa es
el capital especulativo.
Lo
que no queremos nosotros es, ir a tomar unas decisiones o pedirle
al Banco de la República que
las tome y que afecten el ingreso de capitales productivos. Pero
compartimos plenamente la preocupación del sector privado
y estamos examinando dentro del Gobierno, cómo gravar
los capitales especulativos, cómo hacerlo de la mejor
manera, de la manera más lógica.
Y
por supuesto estamos discutiendo el tema con el Banco de la
República, en el entendimiento de que
la institución es independiente, pero necesariamente la
política tiene que ser coordinada. Como ha sido la tradición
constitucional de Colombia, que al reconocer independencia de
instituciones, siempre se ha creado un mecanismo de coordinación
entre instituciones, un mecanismo de relaciones armónicas.
En
cuanto al Tratado de Libre Comercio, el Gobierno quiere adelantar
una discusión constructiva con
todos los sectores nacionales. Una pedagogía constructiva
con todos los sectores nacionales. Una pedagogía constructiva,
una construcción del mayor nivel posible de consenso.
Nosotros
no hemos asumido el tema ni con sesgos ideológicos ni con vocación de polarizar a la Nación.
Simplemente un motivo que dice claramente que no ha habido sesgos
ideológicos, no tuvimos inconveniente en acelerar el tratado
CAN - MERCOSUR.
Cuando
este Gobierno empezó había
muchísimo temor a avanzar en esa dirección, y muchos
sectores me decían: "es peligrosísimo, no
estamos en condiciones de entrar a negociar con MERCOSUR, no
encontramos beneficios en esos mercados, encontramos un inmenso
riesgo al competir con países de MERCOSUR".
Pienso
que el proceso que se adelantó el
año pasado, que nos permitió concluir el grueso
del tratado al cual le faltan unos protocolos que deben quedar
definidos en las próximas semanas, es un proceso importante
en lo político y en lo económico. En lo político
porque une bastante nuestra América del Sur, en lo político
porque le quita barreras ideológicas al ALCA, en lo político
porque nos permite a nosotros aproximarnos al tratado con los
Estados Unidos por razones prácticas, por razones de conveniencia,
sin sesgos ideológicos.
La
verdad es que cuando los países necesitan
crecimiento, empleo, ingreso, equidad, estos pasos hay que examinarlos
con la menor aprehensión ideológica, hay que examinarlos
con el mayor sentido práctico.
Nosotros
hemos venido examinando una serie de temas que habrá que cuidar con mucho esmero en esa
negociación, de sectores de industria, del sector agrícola.
Ayer repetía en los Estados Unidos que en Colombia una
agricultura débil equivale a un terrorismo fuerte, que
aquí hay que impulsar plenamente la recuperación
agrícola como una condición esencial para poder
derrotar la droga y para derrotar el terrorismo.
Nosotros
creemos que lo de Cancún no
debe ser estéril para el mundo, debe producir reflexiones,
reflexiones políticas sobre el manejo del comercio internacional,
creemos que es posible buscar en tratados bilaterales cláusulas
que antes de Cancún solo se concebía para ser introducidas
en los Acuerdos de la Organización Mundial de Comercio.
Creemos
que no hay que preocuparse solamente por los subsidios a las
exportaciones,
sino por los subsidios
a la producción que se traducen en precios injustamente
bajos en el comercio internacional de algunos productos, que
no se puede esperar que eso lo corrija un acuerdo de la Organización
Mundial de Comercio en la ronda de Doha, que hay que buscar cláusulas
que permitan correctivos en los acuerdos bilaterales.
Nosotros
creemos que después de los
períodos de desgravación, hay que tener cláusulas
excepcionales para enfrentar crisis de algunos productos. Que
uno no puede decir 'se acabó el periodo de desgravación'
si viene una crisis, pues no hay manera de resolverla, nos ahogamos
porque aquí cerramos la puerta y echamos las llaves al
mar", no.
Nosotros
creemos que hay que tener esas cláusulas
de contingencia para enfrentar dificultades que sobrevengan después
de cumplidos los períodos de desgravación.
Nosotros
creemos que hay que aprender de otras experiencias. Por ejemplo,
uno en
México oye discursos
bastante opuestos, por un lado presentan un discurso con magníficos
resultados del Nafta, por otro lado un discurso lleno de reservas,
hay unas regiones ampliamente beneficiadas, otras regiones que
se quejan de que han sido perjudicadas. Entonces en el proceso
de construcción de consenso en el país hay que
mirar también con muchísimo cuidado el tema regional,
para que este acuerdo, se adelante, se suscriba con la certeza
de que va a beneficiar a la Nación como un todo.
Tenemos
que llamar la atención también
sobre la necesidad de que en esos períodos de desgravación,
de transición hacia la desgravación, no nos descuidemos.
Por ejemplo, uno ve en el sector agropecuario un tremendo atraso
en distritos de riego y entonces uno se pregunta: '¿vamos
a construir o no la voluntad política para que si se dan
estos tratados, en ese periodo de desgravación, tengamos
esos distritos de riego, los construyamos y podamos mejorar la
competitividad de nuestros productos?, etcétera.
Yo
pediría a todos, independientemente
a lo que se piense frente al Tratado de Libre Comercio, que todos
hagamos el esfuerzo de mirarlo con un gran sentido práctico,
sin prevenciones ideológicas.
El
primero que no ha tenido prevenciones ideológicas
es el Gobierno, por eso acatamos el camino que algunos sugirieron
de darle prioridad, y en efecto se le dio prioridad en el tiempo,
a la negociación con MERCOSUR. El Ministro y el equipo
negociador va a ser constructor de consensos al interior del
Gobierno.
La
discrepancia al interior del Gobierno es necesaria. Una cosa
es el Ministro Botero buscando
que salgan
estos tratados y otra cosa el Ministro de Agricultura defendiendo
al agro, esa discrepancia lo importante es que sea creativa,
constructiva, que busque las mejores opciones para el país.
Comprendemos que hay discrepancias al interior del sector privado,
que hay discrepancias con sectores de trabajadores.
Entonces,
hay que buscar cómo se van
limando, como se van sintetizando, cómo vamos construyendo
las mejores alternativas para el país. Los ministros van
a estar en permanente contacto con el Congreso de la República
y con todas las expresiones políticas presentes en el
Legislativo, con el sector privado.
Nosotros
aspiramos a que en la puerta de enseguida de donde se estén celebrando las reuniones de negociación,
esté permanentemente una delegación del Congreso,
del sector privado, de los trabajadores y que toda decisión
crucial que deba tomar el Gobierno en la mesa de negociación
sea consultada con ellos.
A
mi me preocupa mucho cómo pasa el
tiempo de rápido, yo me pregunto qué hace el país
si se acaba el APTDEA. Nosotros pensábamos que iba a ser
muy fácil renovar el ATPA, y no fue fácil.
Cuando
lo anunciaron el 6 de agosto de 2002 quedaron faltando una
serie de materias
que debió cumplir
este Gobierno, sumamente difíciles para que lo proclamara.
Sí, lo anunciaron después de un proceso largo,
intenso difícil, que surtió la administración
del Presidente Pastrana, pero los primeros tropiezos con los
cuales nosotros nos encontramos para que lo proclamaran, fueron
tropiezos de esta magnitud: el tropiezo de los productos farmacéuticos.
Fue
muy difícil encontrar un decreto
que sigue siendo controvertido, un decreto que le dije yo al
Ministro Juan Luis Londoño, cuando lo fuimos a expedir: "con
este decreto lo que hacemos es cumplir con la norma de Santa
Teresa, la distribución equitativa de la inconformidad".
Quedaron bravos los laboratorios internacionales de productos
farmacéuticos, quedaron bravos los nacionales, todo el
mundo quedó bravo, pero pudimos salvar unos temas de gran
importancia, pudimos mostrar voluntad política del país
para respetar propiedad intelectual. Al mismo tiempo salvamos
genéricos que con retroactividad estaban en nuestro mercado,
acortamos plazos de protección y también salvamos
aquellos casos en los cuales tengamos que atender desafíos
de salud pública.
Ha
sido también muy difícil,
muy difícil, con los genéricos del sector agropecuario.
Y ese tema de propiedad intelectual será un tema bastante
sensible en la discusión de este tratado y de todos.
Y
el tema de los contenciosos con el sector privado. Otros países del área están hoy
en mayores dificultades, porque, el Primer Ministro de Canadá me
dice a mi -en el período de transición de la elección
presidencial a la toma de posesión-: 'Canadá está lista
a firmar un tratado de libre comercio en los términos
que lo hizo con Costa Rica, dejamos por fuera el azúcar',
y avanzaba el tiempo y nada y nada.
Entonces
de pronto aparece el tema de Nortel y tema de una entidad y
de otra, y enseguida
hablamos con la
Unión Europea para que nos prorrogaran el Sistema General
de Preferencias (SGP). Entonces aparece el tema de la firmas
de infraestructura de los españoles, con las cuales tenemos
muy serios contenciosos.
Y
aparece el tema de la negociación
con los Estados Unidos, e inmediatamente ellos oponen casos como
el de Nortel. Por eso el Gobierno ha dicho: vamos a resolver,
en lo posible, todos los contenciosos con el sector privado internacional
con dos condiciones: equidad y transparencia. Y la transparencia
debe tener varios fundamentos, un fundamento es la publicidad.
Por
eso le he pedido a la señora Ministra
de Comunicaciones que antes de perfeccionar los acuerdos con
los asociados de Telecom, los preacuerdos se publiquen ampliamente.
Que a la opinión no la sorprendamos diciéndole
se hizo este acuerdo, sino que la opinión conozca y los
organismos de control conozcan por anticipado el contenido de
esos acuerdos. Así lo hicimos con Ericsson, así está sucediendo
con Nortel.
El
proceso por ejemplo, en el sector de infraestructura, en el
sector de Invías, ha sido muy difícil. Se
logró ya el acuerdo con los concesionarios de la autopista
Medellín - Bogotá, un tema internacional de mucha
sensibilidad. Se manejó con el mismo criterio: equidad
y transparencia. Hoy está sometido al exequator del Tribunal
de Cundinamarca.
He
encontrado en las últimas semanas
mejor ambiente internacional. Por ejemplo, en los Estados Unidos
ayer había más tranquilidad porque han visto la
disposición del Gobierno colombiano de avanzar en estas
conciliaciones, y además los resultados económicos,
yo creo que no son malos, los acuerdos son equitativos, yo no
quiero hablar de resultados económicos, nos faltan muchos
acuerdos pero ustedes los pueden examinar en detalle.
En
fin, quería hacerles estos comentarios
y ojalá podamos construir el mayor nivel de consenso porque
muchas personas me preguntan: "bueno Presidente y ¿cuál
es el interés de este tratado?", yo cierro los ojos,
concentro la mente, eso no tiene sino un interés: más
empleo y más ingresos para los colombianos. Eso no tiene
interés distinto. Y otros colombianos me dicen: "sigamos
con el ATPDEA", le digo "hombre, quién sabe
si nos dan una prórroga".
Y
muchos inversionistas interesados en invertir en Colombia dicen: "lo que pasa es que con esas concesiones
unilaterales y de corto plazo, nosotros no sentimos en un limbo,
en total incertidumbre. Nos da miedo invertir en Colombia para
que después terminen los períodos de esas concesiones
unilaterales, que son bastante cortos, y nos quedemos sin esos
mercados".
Entonces, por eso hemos pensado que es necesario
dar un paso firme, que eso paso firme es suscribir ese tratado
en condiciones como tiene que ser cualquier acuerdo: equitativas.
Si
en América Latina nosotros no logramos
tratados de libre comercio equitativos, el populismo radical,
que es la nueva versión política del odio de clases
y es la reencarnación de la violencia con otras formas,
puede causar unos problemas bastante delicados a las democracias
regionales. Yo no veo más camino para rebajarle la tensión
ideológica a estos temas, que lograr unos tratados absolutamente
equitativos. Y ese es el interés.
Muchas
gracias."