LXII
CONGRESO NACIONAL DE CAFETEROS
Diciembre 2 de 2002 (Bogotá,
Cundinamarca)
Distinguidos cafeteros:
Acudo, con compromiso con ustedes a este Congreso del gremio.
La caficultura colombiana ha construido y
mantenido clase media, ha afianzado la democracia, ha construido
y mantiene capital social.
Cuando la caficultura está bien, la economía en general
está bien. Cuando se debilita la caficultura se debilita toda
la economía, se debilita el tejido social de la Nación,
crecen problemas como el del orden público.
Necesitamos defender con todo nuestro vigor
la caficultura colombiana, por fortuna viene superándose el debate que en su contra se
agitó al interior del país, señalándola
de baja productividad para justificar que no se le apoyara. En buena
hora, el Presidente (Andrés) Pastrana y el ministro (de Hacienda,
Juan Manuel Santos) entendieron que la caficultura, que tanto le
había contribuido al país, necesitaba que el fisco
empezara a apoyarla.
Este Gobierno es consciente que hay que mantener
ese esfuerzo. Cuando uno mira la ladera colombiana, la estructura
minifundista de las
plantaciones de café, la necesidad de mantener un café de
alta calidad que exige recolección manual, un proceso en las
etapas de despulpe, de vinagramiento, de secamiento, sumamente cuidadoso,
encuentra que aquí no hay baja productividad, aquí lo
que hay es una tarea muy exigente para continuar produciendo café en
la ladera colombiana y café de muy buena calidad.
Algunos decían que, para alcanzar los niveles de productividad
de otros países, deberíamos trasladar nuestra caficultura
a la llanura Oriental y mecanizarla. Pues bien, eso no garantiza
la calidad que es lo que tenemos que cobrar en el mercado internacional
ni tampoco sería solución al inmenso drama social que
se vive en las zonas cafeteras, cuando se debilita esta economía.
Apoyar la caficultura implica ser conscientes
de la situación
económica que vive la Nación. El déficit de
la Nación es del 4.2 por ciento (del PIB), el endeudamiento
supera los 100 billones de pesos, supera el 50 por ciento del Producto,
el problema es ¿cómo se mantiene un déficit
en esos niveles, como se financia, con el texto internacional que
tenemos, con los mercados cerrados, con lo que ya representa el endeudamiento
en el presupuesto de la Nación?
El problema no es tanto lo que representa
ese endeudamiento en el producto, como lo que representa ese endeudamiento
frente a la capacidad
de pago de la Nación. El presupuesto aprobado para el año
2003 es de 67 billones de pesos, el servicio de deuda de 27 billones
de pesos. Hemos llegado a un momento en el cual es imposible seguir
creciendo el nivel de endeudamiento.
Para rescatar la economía en su conjunto, nosotros estamos
trabajando un marco general y unas acciones específicas. En
el marco general está el programa de Seguridad Democrática,
el segundo programa de derrota de la politiquería y de rescate
de la transparencia total y el tercer programa el de la reactivación
económica y social.
La reactivación económica y social tiene cinco aspectos.
El primero, la reducción sustancial del gasto público,
por eso el referendo propone unas medidas en la dirección
correcta:
- Que se disminuya el Congreso –para
dar ejemplo-,
- Que se eliminen los auxilios parlamentarios,
- Que los corruptos no puedan volver al Estado
ni por nombramiento ni por elección ni por contrato,
- Que los congresistas voten públicamente
para que el pueblo colombiano sepa como votan ellos en cada caso,
- Que durante 4 años se congelen los salarios de los altos
funcionarios del Estado, de los magistrados de las altas cortes,
del Fiscal, del Procurador, del Contralor, de los congresistas, del
Presidente de la República,
- Que durante esos mismos 4 años se
congelen las altas pensiones,
- Que durante 2 años se congelen todos los gastos de funcionamiento
del Estado, solamente dejando por fuera de esa congelación
lo salarios y pensiones por debajo de dos salarios mínimos,
- Que se le ponga un tope a las pensiones del Estado,
- Que se eliminen todos los regímenes especiales, empezando
por el de los ex presidentes de la República y que esa eliminación
empiece a tener vigencia, a partir de la aprobación en el
referendo, que cuando, quien hoy es Presidente sea ex Presidente,
ya se aplique el nuevo régimen de pensionamiento,
- Que no haya pensiones distintas a la ley general, autorizadas
por convenciones colectivas de trabajo.
Temas bastante difíciles. Estamos convocando al pueblo a
un referendo de mucha responsabilidad, sin populismo. Convocar al
pueblo colombiano a que elimine los privilegios pensionales, a que
por Constitución diga que no va haber pensiones sino de acuerdo
con la definición de la ley general de pensiones, que las
convenciones colectivas de trabajo no podrán aprobar beneficios
mayores ni garantías menos exigentes, es una tarea de mucha
responsabilidad política pero necesaria para la Patria.
Si no hacemos esa reforma las reservas del
Seguro Social –que
hoy ascienden a 3.6 billones de pesos- se agotarán en 3 años
y en el año 2006 el Seguro Social estará demandando,
probablemente, 1,7 billones del presupuesto nacional para cumplir
con sus obligaciones pensionales.
La tarea, pues, de reducir el gasto es una
tarea de gran importancia. El país tiene que pensar en el caso que hoy nos ocupa: o mantenemos
un Estado burocrático inmenso, derrochón o construimos
recursos para, en esta ocasión y en esta coyuntura, darle
la mano a una actividad tan importante para la vida social y económica
como es la caficultura.
Está el tema, también de la reforma tributaria, que
es el segundo aspecto de esa estrategia. Incomoda, no ha sido bueno
para este Gobierno tener que empezar con dos decisiones que incomodan.
La primera, el impuesto a la riqueza para financiar la seguridad
en el año 2002, en el año 2003 y en parte del año
2004. Y la segunda, la presentación del proyecto de reforma
tributaria donde está el punto de la contribución cafetera.
Confiamos que la tarea, enjundiosa, con tanta
devoción del
Ministro Junguito (Roberto) y del Congreso nos permita entregarle
al país una reforma tributaria, la más razonable posible.
El Gobierno tiene toda la voluntad de escuchar,
seguir escuchando, todas las voces de la Patria, sus gremios, sus
organizaciones sindicales,
todas sus gentes de trabajo. No es posible dar todas las satisfacciones
en este proceso, pero si buscar una reforma –la más
razonable- para las necesidades de la Patria.
El tercer aspecto, es el de la reforma del
Estado. El Estado colombiano es gigante en lo burocrático
y enano en lo social.
Esa reforma tiene múltiples elementos –me quiero referir
a dos-. Está bajo la responsabilidad del doctor Santiago Montenegro,
director de Planeación, un primer elemento: en el cuatrienio
que nos corresponde, se deben jubilar en la Nación 30 mil
personas, la regla será no reemplazarlos. Y además,
buscar eliminar una serie de entidades innecesarias y eliminar otros
10 mil cargos.
Hemos pedido autorizaciones al Congreso –en una ley que se
tramita- para poder indemnizar las personas que salgan. Esa reducción
burocrática tendría dos elementos sociales: el retén
social para no desvincular a la mujer cabeza de familia sin alternativa
económica, para no desvincular a quien esté próximo
a jubilarse y para no desvincular al discapacitado.
Y el segundo elemento, el de las bonificaciones.
Hemos pedido autorización
para proceder con retroactividad al primero de septiembre a pagar
una bonificación a las personas que salgan en esta reforma,
hasta por un año. Mes a mes y hasta por el ciento por ciento
de su salario en una escala gradual, para que esas personas, durante
un año, puedan estudiar y rehabilitarse laboralmente. Eso
lo pagaríamos con el presupuesto que se había aprobado
para pagarles sus salarios.
El cuarto aspecto es el de la reactivación económica,
donde es de gran importancia el tema de tasa de cambio. No obstante
la independencia del Banco Central, el Gobierno –con todo respeto-
ha traído un diálogo muy productivo con el Banco Central
para que el país tenga una tasa de cambio competitiva.
Lo que ha ocurrido en estos meses ha sido
afortunado para la caficultura, se desamarró el dólar y flotó hacia arriba,
como tenía que ser y a eso hay que perderle el miedo ¿por
qué?, porque nosotros no podíamos seguir con tendencias
revaluacionistas –que ya se habían corregido a mediados
de 199 y que estaban reapareciendo- con lo ocurrido en Brasil, lo
ocurrido en Venezuela, no nos permite seguir con esas tendencias
revaluacionistas.
Celebro lo que ha pasado en materia de tasa
de cambio en estos meses, que llegó oportuno y coincidió con la cosecha cafetera
en muchos sitios del país.
El Gobierno hará todo el esfuerzo en materia fiscal, procederá con
toda prudencia en materia de monetizaciones para facilitarle al Banco
de la República la tarea de que, por vía de flotación,
tengamos una tasa de cambio competitiva. Pero habrá que tener
los ojos puestos para corregir errores del mercado, porque en nombre
de la libre flotación del libre mercado, tampoco se puede
permitir volver a tendencias revaluacionistas cuyos estragos ustedes
han sentido en su fisonomía, apreciados cafeteros.
Está el tema de tasa de interés, están los
estímulos tributarios. La reforma tributaria, no obstante,
tantos artículos para corregir evasión, para ampliar
base de IVA, para crear una sobretasa de renta, etcétera,
tiene 7, 8 incentivos de gran importancia.
Por ejemplo, la maquinaria que se compre
o se importe en los próximos
tres años, se le regresará el IVA en su totalidad.
La industria maderera, de tanta importancia en la zona cafetera,
se propone que quede totalmente exenta en la plantación y
en la actividad industrial. -No me quiero referir a los otros temas
incluidos en la reforma porque me extendería demasiado-.
Hace 4 semanas el Gobierno expidió el decreto que elimina
del arancel a la maquinaria importada, que no se fabrique en el área
Andina. Eso tiene que ayudar enormemente al reequipamiento productivo
del país.
Y tenemos otras medidas de reactivación. El viernes pasado
suscribimos un convenio con el Alcalde de Bogotá (Antanas
Mockus) –que lo tramitamos en estos tres meses- y le entregamos
vigencias futuras presupuestales por 987 millones de dólares.
Hoy empiezan a abrir la licitación para construir en Bogotá,
con ese apoyo de la Nación, otros 34 kilómetros de
transmilenio.
Mañana, 3 de diciembre, nos reuniremos con alcaldes de varias
ciudades de Colombia, para estimular acuerdos semejantes a fin de
iniciar la construcción de estos sistemas como transmilenio
en varias ciudades con un apoyo idéntico del Gobierno Nacional,
lo que ayuda muchísimo a generar empleo en esa ciudad, mejorar
capacidad de consumo, lo que ayuda muchísimo a tonificar la
economía de manera general y finalmente, alivia los padecimientos
de los residentes urbanos.
Otro programa de reactivación es el programa de las vías
rurales, le sumaremos unos proyectos iniciados por el señor
Presidente Pastrana, para completar en este cuatrienio 5 mil kilómetros,
especialmente de vías rurales. Y aspiramos tener un gran apoyo
en los Comités Departamentales De Cafeteros.
Recojo su pedido, señor Presidente del Congreso (Germán
Vargas Lleras) para estimular acuerdos en los cuales participen los
Comités Departamentales para adelantar los programas que correspondan
a las zonas cafeteras.
El Gobierno Nacional ha definido en las grandes
obras, algunas: el Túnel de la Línea. Definimos hacer primero un tubo,
abrir la licitación el año entrante, en la seguridad
de que hecho el tubo en una dirección, después se haga
el que corresponde a la dirección contraria.
Y vamos a privilegiar el trayecto Bogotá – Buenaventura
de acuerdo con lo que tiene que ser el fomento de la vocación
exportadora del país. Tengan la certeza no le fallará a
la Nación en el compromiso de dar esos pasos esenciales en
el Túnel de la Línea.
Y estamos empeñados en la recuperación del río
Magdalena por donde fluyó hacia el exterior toda la exportación
cafetera de la Nación. Todos ustedes conocen lo que se ahorre
en materia de fletes, cuando se puede acudir a la vía fluvial.
El sábado, en el suroeste antioqueño, firmamos con
los concesionarios del ferrocarril un compromiso para extender la
recuperación del ferrocarril del Pacífico hasta Bolombolo
y tenemos la certeza que por el camino que estamos recorriendo va
a haber una conciliación total entre concesionarios y Gobierno,
transparente, clara ante la opinión pública, para que
en este cuatrienio se avance en ese proceso de recuperación
del ferrocarril.
Está la política social, que es el quinto aspecto.
La política cafetera –justamente- es un punto de enlace
de la política de reactivación y de la política
social. Todo lo que se haga por reactivación de la caficultura,
es trabajo que produce muy buenos resultados para recuperar el tejido
social de la Nación.
Le digo, en muchas ocasiones ante ese cafetero
que es el Ministro Junguito: dígale al director del Banco de la República
y a los co-directores, que no le tengan miedo ahora al dólar,
que un pesito que le llegue a los cafeteros, es un pesito que resuelve
problemas sociales. Que ellos se lo gastan, que no lo atesoran ni
especulan, que todo pesito que llega a la caficultura lo compran
en zapatos, en vestuario, en comida. Eso irriga la economía,
eso en los cafeteros no hay manos especuladoras.
Entonces, en la política cafetera se junta la política
de reactivación y la política social. Confiamos que
podamos avanzar bastante en las Siete Herramientas de Política
Social.
Quiero contarles que uno de los puntos más importantes de
política social es el avance en nutrición infantil.
Nosotros nos propusimos la meta de aumentar 500 mil cupos en nutrición
infantil, ya hemos logrado los primeros 78 mil, confiamos terminar
el año entrante con los primeros 300 mil.
Y voy a referirme a unos aspectos específicos: cultivos ilícitos
en la zona cafetera. No hay más camino que derrotarlos. No
hay más camino que fumigar, acabar con los cultivos ilícitos.
El país no puede seguir en discusión sobre la materia,
eso nos ha hecho mucho daño.
El Gobierno, del 7 de agosto a la fecha,
ha fumigado 64 mil hectáreas
y en eso se ha procedido con toda la diligencia. Aspiramos, en el
departamento del Tolima adelantar con el señor Gobernador
un proyecto para orientar unos recursos de cooperación internacional
al cuidado del bosque en las zonas donde nacen las quebradas que
alimentan la ladera tolimense cafetera y en la franja entre la zona
cafetera y los nevados, que es justamente donde se ha venido asentando
la amapola. Vamos a ver cómo avanzamos en esa tarea.
El alivio a la deuda cafetera: tendrán oportunidad de mirar
con el señor ministro (de Agricultura) Carlos Gustavo Cano,
con el Ministro de Hacienda, el tema del avance del PRAN. Hemos tenido
quejas sobre su lentitud, pero confiamos que unos acuerdos recientes
desatranquen y que se proceda con mayor agilidad.
El tema del crédito. El Banco Agrario viene haciendo un gran
esfuerzo, su crecimiento es impresionante, lo grave es que todavía
es bajito para las necesidades del país y del país
cafetero. Tenemos que estudiar diferentes alternativas: ¿será suficiente
con el Banco Agrario’, ¿qué va a pasar finalmente
con el Banco Cafetero?, ¿si habrá qué vender?, ¿existirá la
posibilidad de recuperarlo plenamente y dejarlo como un banco estatal
al servicio de los cafeteros?, si eso fuera posible yo no me opondría,
pero es muy importante estudiar serenamente estas alternativas.
El tema de la reconversión. Ustedes han traído un
programa de reconversión bien importante. Mientras en el año
97 la edad promedio a las plantaciones era de 7.5 años, en
el año 2002 es de 5.1, eso muestra el esfuerzo que se hizo
en el anterior cuatrienio en materia de renovación de la caficultura.
Pero en ese programa inicial todavía faltan unas 64 mil hectáreas.
El ministro Roberto Junguito en el acuerdo
con ustedes, en medio de las dificultades fiscales que tenemos,
logró orientar unos
recursos al precio, a la investigación, a la extensión,
no a la reconversión.
El ministro Carlos Gustavo Cano ha tenido
la idea de generalizar en el país unos experimentos que hay en Risaralda, de maíz
tecnificado y de fríjol tecnificado, en las áreas de
renovación cafetera. Nos parece de la mayor importancia. Entonces,
lo que quisiéramos es, en acuerdo con la Federación
y con los comités, que se le financie a los cultivadores esos
cultivos transitorios en el área de renovación, que
se les financie con prontitud, que la plata llegue a tiempo y con
la garantía del fondo agropecuario de garantías.
Para eso tendríamos, inicialmente, recursos del Banco Agrario,
recursos de FINAGRO y ahí viene un tercer elemento de fondeo.
Nosotros empezamos el programa de financiación del microcrédito
que tiene como meta colocar 5 billones de pesos en este cuatrienio,
en cabeza del IFI. La administración presidencial anterior
le destinó al IFI más de 600 mil millones de pesos,
pero ni con eso se salva. No hay más camino que liquidar el
IFI, la parte sana nos la vamos a llegar a Bancoldex, la otra parte
habrá que liquidarla y seguramente, darnos otro palo en el
presupuesto nacional y superar de una vez por todas, ese problema.
Y aquella parte sana que va a Bancoldex se
va a dedicar a mipymes y a microcrédito. De agosto a la fecha, no obstante las limitaciones
del IFI, hemos logrado colocar alrededor de 80 mil millones de pesos
para mipymes y microcréditos. Se va a trasladar esa parte
buena del IFI a Bancoldex y Bancoldex se ha comprometido a apoyarnos
con 500 mil millones de pesos al año en ese programa Mipymes – Microcrédito.
No le pasa nada a la institución, le ayuda porque muchas de
estas empresas son exportadoras, eso lo vamos apoyar todo con el
Fondo de Garantías que tiene cupo para multiplicarse por tres.
Y además, el Ministro Botero (Jorge Humberto, de Comercio)
con los bancos para que en una primera etapa le destine al microcrédito
300 mil millones de pesos. En un examen de la estrategia la semana
anterior, se concluyó que ya han desembolsado cerca de 60
mil millones de pesos. ¿Qué queremos hacer? Ese esfuerzo
de mipymes y microcrédito, vincularlo también a la
zona cafetera como un complemento de fondeo de recursos.
Entonces, lo que necesitamos es que actúen los bancos de
primer piso: el Cafetero, el Banco Agrario y ojalá, los bancos
comerciales particulares que puedan hacerlo. Que actúe el
Fondo de Garantías y que en lo posible, también busquemos
Ong’s que se comprometan a intervenir allí como bancos
de primer piso.
Nosotros hemos venido descontando cartera
de Ong’s y vamos
a continuar haciéndolo. Hasta ahora lo ha hecho el IFI, en
adelante lo va a hacer Bancoldex. Ong’s conocidas, con gran
trayectoria en la materia –me imagino el Banco de la Mujer
en Cali, el Minuto de Dios en Bogotá, fundaciones en diferentes
sitios del país-.
Quisiéramos contar unas Ong’s especialistas en mipymes
y en microcrédito en la zona cafetera, que nos ayuden como
banco de primer piso, en la seguridad de que les vamos a descontar
esa cartera con esfuerzos de FINAGRO, con esfuerzos de Bancoldex.
Y ese sería un gran complemento al Banco Agrario y al Banco
Cafetero.
Pero, ustedes nos tienen que ayudar. Si por
ejemplo, en las zonas rurales encontramos muy escasa presencia
de estas Ong’s, la
ciudad de Cali es formidable pero en los municipios cafeteros vallecaucanos
no las hay. El solo Banco de la mujer en Cali maneja una cartera
de 50 mil millones en microcrédito, créditos de 1.100.000,
1.200.000 pesos. La cartera morosa e mínima, es del 1.7 por
ciento.
Necesitamos extender esos modelos a los municipios.
De pronto, he estado pensando, hacerles esta propuesta: que los
Comités
de cafeteros de los diferentes departamentos, se asocien con las
Ong’s con tradición, con cultura de manejo de microcrédito
y las lleven a manejar microcrédito en los municipios cafeteros.
El compromiso sería este: ustedes identifican la Ong, la
sitúan en el respectivo municipio y el Gobierno Nacional las
fondea con recursos de FINAGRO y con recursos de Bancoldex.
No tenemos recursos en estos momentos para
decirles que les vamos a subsidiar –como se venía haciendo con mucho éxito-
la reconversión, pero sí podemos entrar en el tema
de esos cultivos transitorios –como ya lo había anunciado-
que es muy promisorio.
Porque cuando la semillas de maíz que teníamos ahora
años, eran de muy baja producción. Hoy hay un maíz
enano, que producen 115 días, que se acomoda muy bien al suelo
y a las condiciones climáticas de la zona cafetera y que,
informes que tengo de la zona de Risaralda, produce hasta 7 toneladas
por hectárea. Eso es una gran cosa, se puede convertir en
un factor de alivio muy importante durante el periodo de receso de
la producción cafetera en el área que se está renovando.
Si mantuviéramos equis hectariaje en renovación anualmente,
con maíz y con fríjol, haríamos una revolución.
Y tengan la certeza que el precio del maíz y que el precio
del fríjol lo vamos a proteger. Nosotros le vamos a devolver
una protección razonable a la agricultura colombiana.
El acuerdo que vamos a hacer con los productores
de maíz
en el Tolima y con los industriales es el siguiente: señores
industriales, ustedes nos compran este maíz a lo convenido
en la cadena, ponen los puesticos de compra de maíz –que
veamos el puesto de compra de maíz de ustedes en Espinal,
en un municipio o en el otro, que el campesino vea que es de verdad
que le están comprando el maíz a un precio razonable-
y por lo que necesiten importar, les vamos a bajar el arancel a lo
mínimo posible, ojalá a cero, si las condiciones fiscales
lo permitieran. Y así, beneficiar a todo el mundo.
A beneficiar al productor nacional con un
precio equitativo y con un sistema de absorción que evite intermediario. Y a beneficiar
al industrial, permitiéndole, ojalá, importar el faltante
con cero arancel. Y eso puede ser una señal muy importante
para el maíz que se siembre en la zona de renovación
cafetera.
Sin embargo, doctor Silva, siga conversando
con el doctor Junguito, sigan esculcando el prepuesto a ver qué encuentran para esas últimas
64 mil hectáreas de renovación.
El programa del acuerdo para el precio hay
que mantenerlo, indudablemente hay que mantenerlo. La virtud de
la caficultura colombiana es que
ha sabido sobreponerse a todas las crisis. Miren como iba Vietnam
y esta crisis cómo lo ha debilitado, ya lo volvimos a superar.
Entonces, ese acuerdo que fue muy oportuno, hay que mantenerlo.
Incentivos al consumo interno y cafés de valor agregado.
El consumo interno está en 1.5 kilos, en el Brasil en 3 kilos,
países industrializados con 7 kilos. Hay que hacer un gran
esfuerzo para aumentar el consumo interno, pero nos toca hacer enamorar
a los consumidores de la calidad del café que se consume acá.
Y eso hay que llevarlo de la mano de las
nuevas estrategias de mercadeo. Yo siempre me pregunté por qué se permitió la
consolidación monopólica de los grandes comercializadores
de alimentos, sin que participara la Federación Nacional de
Cafeteros con ellos.
Después, el mercado nos dio otra oportunidad, apareció una
nueva forma: las tiendas de venta directa al público, los
Starbucks y compañía y me he preguntado, también
con nostalgia, ¿por qué hemos dejado que eso crezca
y no hay una presencia fuerte de los cafés de Colombia? Uno
entra a esas tiendecitas de Starbucks en Nueva York, en Washington
y ve por allá un letrerito muy débil de Café Supremo
de Nariño –de pronto-.
Entonces, por eso ha surgido la idea en el
convenio entre el Gobierno y la Federación de impulsar estas
tiendas como un instrumento de mercadeo, moderno, muy eficiente.
¡Qué bueno que dentro de poco viéramos bastantes
en el extranjero y en el país! ‘Café Juan Valdez,
Café de Colombia’ y rescatar esos dos activos en los
que tanto ha invertido Colombia. ¡Cómo se los quisiera
en otros países!, nosotros que los tenemos no los podemos
dejar de aprovechar. Entonces por eso, hay que avanzar en esa estrategia
de las tiendas, inicialmente 4 en el país y una en el extranjero.
Mucha gente me pregunta: ‘eso va a ser de la Federación
o del Gobierno’. No, vamos a jugar un papel de Estado promotor
y de gremio promotor, habrá que entregársela a concesionarios
privados, etcétera. Por ahí me escriben colombianos
de Washington, de Nueva York, por el e-mail y me dicen: ‘¿cuándo
están las tiendas que queremos ser concesionarios?’ La
gente está es ávida de que las tengamos. Y vincular
eso a rescatar lo que tanto le costó al país: Café de
Colombia, Juan Valdez y darle allí un espacio muy importante
a los cafés especiales.
Celebro que en medio de esta crisis de la
caficultura, la venta de los cafés especiales, represente ya el 14 por ciento de
nuestras ventas de café. ¡Eso es una maravilla! Y en
una visión de mediano y largo plazo, eso es un gran camino,
por eso hay que perseverar y creo que les debemos dar todo el apoyo
crediticio.
Me parece que la Federación lo ha hecho bien al facilitar
que esos productores de cafés especiales los exporten, se
ha venido superando un obstáculo que muchos críticos
señalaban: el de la inflexibilidad para exportar.
Cuanto más puedan flexibilizar para que haya nuevos exportadores,
cuánto mejor. Y si so le ayuda a los exportadores de cafés
especiales, pues excelente.
La situación de orden público. Hemos vivido unas semanas
muy difíciles en la zona cafetera. Eso nos exige mayor coordinación
del Presidente de la República, el Ministerio de Defensa,
la Fuerza Pública, los cafeteros.
En Florencia llegamos tarde, llegó tarde nuestro ejército,
eso hay que corregirlo. He venido haciéndole un seguimiento
a mañana, a medio día y a tarde al tema. Anoche me
informaron que ya rescataron en Nariño (Antioquia) donde confluyen
los dos departamentos, 21 bultos de los camiones robados allá en
Florencia.
El informe que tengo es que la guerrilla
reempacó ese café,
le está entregando a los campesinos de a dos cargas y les
dice: ‘vaya venda estas dos cargas, deje la plata de una para
usted y tráigame la otra’. Entonces, necesitamos una
gran cooperación ciudadana que nos de información en
esas zonas a ver cómo podemos evitar estos robos.
También fue muy preocupante lo sucedido en Ocaña.
Allí ya ajustamos la presencia del Ejército y de la
Policía.
Y quiero ofrecerles a ustedes toda la decisión de ayudar
en el tema de orden público. Nosotros apenas estamos empezando
el crecimiento de la Policía, apenas estamos empezando el
crecimiento del Ejército, confiamos que en marzo o en junio
del año entrante la situación va a mejorar sustancialmente
porque tendremos más de 300 municipios colombianos con una
presencia muy fortalecida de Policía, de soldados regulares
y de la nueva modalidad de soldados campesinos.
Y es necesario avanzar hacia la información ciudadana. Ojalá hiciéramos
lo siguiente: medir ahora el porcentaje de fincas cafeteras que tienen
radio comunicado con la Policía y proponernos una meta a un
año, a ver cómo avanzamos en esa tarea. En el departamento
de Caldas ya tenemos una estrategia en marcha para ampliar esa cobertura.
Se que es muy difícil esa situación de orden público
pero a eso estamos dedicados, a ver cómo la vamos corrigiendo.
Muchas gracias. |