PALABRAS
DEL PRESIDENTE ÁLVARO URIBE VÉLEZ, CON OCASIÓN
DE LA CELEBRACIÓN DE LOS 111 AÑOS DE FUNDACIÓN
DE LA POLICÍA NACIONAL
Noviembre 5 de 2002 (Bogotá,
Cundinamarca)
Compatriotas:
Venimos a celebrar los 111 años de fundación de
la Policía Nacional, en medio de circunstancias difíciles
y también de grandes esperanzas de la Patria.
La Policía Nacional es estimada y respetada por los colombianos.
Se demanda su presencia por todos. Quienes cuentan con ella,
desean que sus efectivos se incrementen. Quienes la han visto
retirarse de sus poblados por fuerza de las circunstancias, claman
para que regrese.
Después de décadas de difusión de cierta
ideología anarquista, que predicaba el debilitamiento
y marchitamiento de la fuerza del Estado, la sociedad colombiana
está hoy más convencida que nunca, de que la libertad
sólo es posible por la vía de restablecer el orden.
Que la vida, sin la fuerza del Estado es –como predica
la teoría política-, solitaria, triste, sórdida,
bestial y breve.
Recuerdo un diálogo durante la campaña electoral,
con una compatriota maestra de Barranquilla. Me pedía: ‘no
más plata en policías y soldados, dediquemos ese
dinero a la educación’
Los hechos demuestran que un prerrequisito, para la existencia
de condiciones de trabajo, salud, educación, recreación
y empleo, para que haya bienestar, es la presencia general, activa,
eficaz, inteligente, de la Fuerza Pública en todos los
rincones de la Patria.
Tenemos muchas dificultades pero estamos en la tarea de mejorar.
Contamos con un policía por cada 556 habitantes, incluyendo
a cada policía como si hiciera presencia las 24 horas,
como si no descansara. Para 2002, apenas tenemos 1.73 policías
por cada mil habitantes.
¡
Qué contraste con el estándar del Banco Interamericano
de Desarrollo que establece como número ideal para un
país con criminalidad y alta existencia de contravenciones,
pero sin turbación del orden público, 4.2 policías
por cada mil habitantes!
Aunque insistimos sobre la grave dimensión del déficit
fiscal del país, uno de los mayores esfuerzos para incrementar
la inversión del Estado, es en Seguridad Democrática.
Necesitamos la activa colaboración de los ciudadanos para
el buen desempeño de la autoridad. El Estado tiene que
garantizar recursos. Los integrantes de la Fuerza Pública
tienen que hacer todos los sacrificios posibles, pero la ciudadanía
debe otorgar a la Policía un acompañamiento transparente,
permanente, organizado.
Vivir en Colombia con libertad y alegría, parte del presupuesto
de que haya seguridad. Para que la Policía y en general
la Fuerza Pública, pueda disponer de más hombres
para contener a los violentos, para proteger a los ciudadanos,
requerimos integrar todos los esfuerzos.
Que la Policía pueda coordinar las empresas privadas de
vigilancia –hacia allá tenemos que avanzar-, para
que éstas no solamente cuiden los espacios particulares
a su cargo, sino también las áreas públicas
adyacentes.
Necesitamos grupos comunitarios de vigilancia que ayuden a proteger
los sitios donde se desarrollan actividades sociales, recreativas,
culturales, deportivas. Que las redes civiles de cooperantes
permitan que la Fuerza Pública acuda con prontitud a evitar
y neutralizar acciones criminales como los retenes, los secuestros
y las voladuras de infraestructura.
Las necesidades son inmensas. Para llenarlas, todos vamos a poner
nuestro grano de arena. El Gobierno, cumpliendo la tarea necesaria,
para adelgazar el gasto burocrático, para derrotar la
corrupción y el derroche. Los ciudadanos pudientes, con
su contribución de impuestos. Toda la ciudadanía
cumpliendo con la Fuerza Pública. Los oficiales, los suboficiales,
los patrulleros haciendo rendir al máximo la inversión,
mostrando toda su voluntad y produciendo los mejores resultados.
Tenemos que reinstalar el servicio de Policía en casi
170 municipios donde no está, llevarlo a muchos corregimientos
que son urbes de gran importancia, fortalecerlo en muchos sitios
de la Patria, conformar 100 nuevos Escuadrones Móviles
de Carabineros, ampliar la planta de oficiales y las Estaciones
Rurales.
Tenemos que fortalecer la Policía Judicial, los Gaula,
reactivar los CAI, fortalecer la Dirección Central de Inteligencia,
la Policía Antinarcóticos, la Fiscal y Aduanera.
En fin, fortalecer la vigilancia urbana.
El incremento de la Policía tiene que ser mucho. Es tarea
prioritaria en estos meses que vienen, en estos años que
nos esperan.
Saludo los esfuerzos que en ese sentido
han venido haciendo los entes territoriales: Cundinamarca ha
venido incrementando sustancialmente
los Frentes de Seguridad Ciudadana, los Grupos de Reacción
y la labor del señor Gobernador (Álvaro Cruz) es
ejemplar, ciudadano comprometido con el orden público.
Bogotá se ha comprometido a crecer en un 50 por ciento
los Frentes Locales de Seguridad en los próximos meses
y empieza a cofinanciar la Policía. Aplaudimos la labor
del señor Alcalde (Antanas Mockus), quien además
es un ejemplo para guiar la ciudadanía, para despertar
la solidaridad y el civismo, presupuestos requeridos para la
seguridad.
Medellín, además del esfuerzo de Metroseguridad,
del gran aporte de todas sus empresas con el impuesto patrimonial,
empresas todas del Estado, se apresta a cofinanciar el incremento
de Policía. El señor Alcalde (Luis Pérez)
ha sido un gran aporte para el trabajo de la Fuerza Pública,
en el propósito de restablecer la seguridad para los habitantes
de las comunas populares.
El trabajo de la Fuerza Pública requiere mucha paciencia,
modestia, más eficacia, que aquello de generar expectativas.
Ustedes tienen por delante una tarea muy
grande que cumplir, una tarea inmensa tenemos que desarrollar.
Pero, hay cifras que indican
que esos esfuerzos vale la pena hacerlos, cifras en recuperación
de tránsito, en vías troncales que teníamos
abandonadas, en recaudos de peajes, para tener mejores posibilidades
de reparar las carreteras.
La economía se tiene que mejorar si los empresarios pueden
transitar las mercancías con menores riesgos y por supuesto,
eso tiene que ayudar a la generación de empleo.
¡
Qué bueno, cuando los colombianos de diferentes ciudades
pueden disfrutar nuestra Patria desplazándose por las
carreteras! El turismo interno, en una Patria con 44 millones
de ciudadanos, con esta belleza de regiones, con esta diversidad
de climas, de paisajes, es una gran posibilidad.
Y finalmente, si creamos unas condiciones
para el crecimiento sostenido del turismo, será un gran factor de generación
de empleo.
¡
Qué bueno observar cómo en las últimas semanas,
muchos colombianos han podido devengar de nuevo su sustento del
trabajo en los restaurantes de las carreteras! En las estaciones
de servicios, muchos montallantas han recuperado su fuente de
empleo. Muchos compatriotas han podido volver a trabajar lavando
vehículos en las carreteras.
¡Qué bueno que se ocupen nuevamente los hospedajes,
que se reactiven las ventas de frutas, de artesanías y mil
actividades en nuestras carreteras!
Ese gran esfuerzo hay que incrementarlo todos los días.
Allí la Policía, como todos los integrantes de
las diferentes fuerzas, tienen que seguir haciendo creciente
sacrificio.
¡
Qué bueno que lentamente estemos reinstalando familias
desplazadas! La primera tarea es buscar que con seguridad no
haya nuevos desplazamientos. La segunda, es reinstalar desplazados.
Saludo el afán de la Policía de ayudar a crear
las Redes de Cooperantes. Los invito a hacerlo cada día
con más entusiasmo.
¡Cada uno de ustedes tiene que ser un pedagogo para convencer
al ciudadano que ayude a su Fuerza Pública! Y si se convence
al ciudadano que ayude a la Fuerza Pública y después
ese ciudadano ayuda y la reacción de la Fuerza Pública
es eficaz y transparente, ese ciudadano se anima a apoyar a la
Fuerza Pública de manera permanente.
Ustedes están haciendo un esfuerzo para capturar terroristas.
El próximo lunes la señora Ministra (de Defensa,
Marta Lucía Ramírez) y el señor General
Teodoro Campo, director de la Policía, entregarán
unas recompensas en Arauca, en Barranquilla y aquí en
Bogotá a ciudadanos que han ayudado y que con su información,
han permitido capturas muy importantes.
Todos los días la Policía avanza en la práctica
de las buenas maneras, en el sentido pedagógico y en la
manera de relacionarse con la comunidad. Eso recupera la confianza,
es una manera de sembrar confianza.
Confiamos en que también podamos mejorar las comunicaciones,
porque sabemos que la tarea de ustedes en muchas partes se trunca
por falta de comunicaciones. Nada empobrece más al pueblo
que la violencia.
La Policía, con su presencia tanto preventiva como reactiva,
unida a la comunidad, es garantía para que esa violencia
cese y Colombia rescate la tranquilidad.
Los colombianos tuvieron en muchos sitios del país un
fin de semana alegre. En todos esos sitios estaba presente la
Policía, mientras muchos colombianos pudieron desplazarse
con sus familias por las carreteras y disfrutar la Patria, también
muchos policías ofrendaron sacrificios.
En San Andrés de Cuerquia, en una carretera departamental
de mi comarca, varios policías fueron asesinados por un
retén de terroristas. Esos policías lo que hicieron
fue reaccionar con prontitud, en condiciones de inferioridad,
en una vía terciaria para proteger a la comunidad, y ofrendaron
su vida.
Agradezco a ustedes que han venido difundiendo los valores que
ha concebido este Gobierno y que están incluidos en un
pequeño documento titulado ‘Seis líneas de
trabajo’, a fin de que con la aplicación de esos
valores recuperemos el orden. Cada policía de la Patria
debe ser un practicante y un difusor de esos valores.
Este acto está lleno de sentimientos encontrados. Por
un lado la graduación, por otro lado la distinción
al más destacado de la promoción y también
la presencia acá, solidaria con la Patria, de aquellos
que han sabido sobreponerse al dolor para mantenerse integrados
a esta comunidad.
La presencia de los familiares de quienes
murieron defendiendo la población de Belalcázar (Cauca), los familiares
del Intendente Diego Guerrero Navia, del Subintendente Ángel
Andrés Caicedo Leal, del patrullero José Antonio
Durán Velasco y del agente Rubén Girón Alvarado.
Aquí han llegado hoy, abatidos por el dolor pero con el
corazón henchido de patriotismo.
Los familiares del patrullero Nelson Cristóbal Lizcano
Cárdenas y de la patrullera Mónica del Pilar Murcia
Otálvaro, ofrendaron su vida al intentar desactivar un explosivo
que había sido colocado en la zona urbana de Arauca. El
relato que recibí fue muy triste. Estaban en el aeropuerto
esperando nuestra llegada, los informaron de que había un
vehículo sospechoso en una de las calles de Arauca. Se trasladaron
allí, comprobaron que era un carrobomba, se dieron a la
tarea de desactivar los explosivos y murieron. Son héroes
de la Patria.
La Policía ha ofrendado muchos de sus hijos desactivando
artefactos terroristas. Hoy ha llegado a este sitio, con el alma
sobrecogida pero con el corazón comprometido con la Patria,
la familia del agente Carlos Martínez Muñoz, quien
murió al intentar desactivar un explosivo en Cartagena.
Y ha llegado a este sitio la madre de 6 hijos, uno de ellos muerto,
de 16 años, asesinado con todos los agravantes en Belalcázar,
porque en el momento en que la guerrilla estaba torturando a
los policías, ese joven, Jefferson Embuz Pardo, salió con
una bandera blanca a pedir clemencia, a pedir que no torturaran
a los policías y fue asesinado por la Farc. Ese joven
es héroe de la Patria, que nos acompaña desde el
cielo y habrá de darnos fuerzas para devolverle a esta
Nación la paz y la tranquilidad.
Pido a todos ustedes, para la madre y los hermanos de Jefferson
Embuz, para los familiares de los héroes de Belalcázar,
para los familiares de los héroes de Arauca y para los
familiares de nuestro héroe de Cartagena, un aplauso muy
grande desde el fondo de nuestro corazón.
Ahora, en el curso de la ceremonia, tuve un diálogo con
varias mujeres pero destaco dos cortos diálogos. Uno con
la madre de Jefferson Embuz. Me pidió que conversáramos
unas palabritas y voy a conversar con ella. La Policía
Nacional no la va a abandonar.
Señor General Teodoro: haremos todos los esfuerzos para
que Jefferson Embuz, desde el cielo, esté contento mirando
que la Policía Nacional no abandona a su madre, que ha hecho
este sacrificio tan grande por la Patria.
Ese otro diálogo, con la señora Ministra de la
Defensa, quien combina toda la energía con todo el afecto
de su sentido maternal. Y me decía que ella se va a apersonar
de proteger a estas familias y se va a apersonar que ayudemos
a la madre de Jefferson Embuz.
Al señor General Teodoro Campo, a todos los altos oficiales
de la Policía de la Patria, a los suboficiales, a los
patrulleros, a los agentes, a los graduados, a los condecorados,
a toda esta gran familia, unas felicitaciones muy especiales.
En mis recorridos por la Patria encuentro
la mejor señal
del prestigio de la Policía. Se me arriman muchos muchachos,
inteligentes y capaces y me dicen: ‘queremos entrar a la
Policía’.
La Policía está haciendo algo muy importante: conectándose
con las vibraciones y las esperanzas de los nuevos colombianos,
que no solamente quieren que la Policía les dé seguridad,
sino que quieren participar en la Policía para dar seguridad
a todos sus compatriotas.
Muchas gracias a todos ustedes. |