PREMIOS PORTAFOLIO
EMPRESARIAL 2002
Noviembre 19 de 2002 (Bogotá,
Cundinamarca)
En 1997, como gobernador de Antioquia, tuve el
inmenso de honor de participar en esta ceremonia en la compañía
de don Hernando y don Enrique Santos, que desde le cielo nos
ayuden a que esta Patria salga adelante.
Formar clase empresarial toma tiempo y
supone esfuerzo intelectual. Crear cultura empresarial es cultivar
valores, actitudes, hábitos
de disciplina, mística, rigor. La existencia de clase empresarial
requiere construir lenguaje técnico, conocimientos científicos,
principios éticos.
Sólo la existencia de una dirigencia empresarial, permite
conquistar altos niveles de satisfacción de las necesidades
colectivas. Un empresariado dinámico es elemento esencial
del capital social de un país.
Construir clase empresarial exige labor paciente. Destruirla
es fácil. Instituciones como PORTAFOLIO, que contribuyen
a crean un espacio de opinión económica calificada,
afianzan nuestra clase empresarial.
Los premios PORTAFOLIO en las categorías de servicio al
cliente, innovación, esfuerzo exportador, generación
de empleo, mejor estudiante universitario de economía, administración
de empresas o ingeniería, mejor profesor universitario en
esas materias, aporte a la comunidad, protección del medio
ambiente y mejor líder empresarial de Colombia, son un acto
de fe en nuestra Nación y en su futuro. Son un estímulo
a seguir trabajando.
Cada uno de estos galardones exalta excepcionales
virtudes de nuestra dirigencia empresarial. Hacer empresa es,
en sí mismo,
un acto encomiable en cualquier sociedad bien ordenada. Hacerla
en medio de nuestros problemas, entraña méritos superlativos
dignos de ser mostrados como ejemplo.
Tenemos la fortuna de contar con una clase empresarial fundida
y templada en el crisol de las dificultades cotidianas que conlleva
el estar en un contexto adverso. A los riesgos propios de toda
inversión y a las desventajosas condiciones de economías
débiles, se suma el tener que afrontar graves peligros
en su seguridad personal, familiar y patrimonial, en un escenario
de violencia, asolado por todo género de organizaciones
delictivas.
Cualquier observador extranjero se maravillaría al ver
cómo nuestra empresa privada resiste, se sobrepone y marcha
adelante en un contexto de violencia capaz de arrasar cualquier
economía sólida. La explicación no es otra
que la existencia de mística, entusiasmo por la Patria
y fe en el país.
Pero hay otro mérito, no menos relevante, en nuestra clase
empresarial: haber tomado conciencia de su papel social y su
sentido de solidaridad como factor de bienestar para todo el
pueblo. Un ejemplo, la actitud de colaboración hacia la
política de Seguridad Democrática en el pago del
tributo extraordinario sobre la riqueza.
Los gremios que agrupan a nuestros empresarios,
mucho más
allá que defender intereses particulares, son abanderados
de los más nobles intereses generales de la Nación.
Colombia debe respetar y querer a su clase empresarial. No se la
puede demoler con críticas injustas ni con políticas
de desestímulo. PORTAFOLIO apuesta a la difusión
de esa cultura empresarial, genera el debate productivo entre actores
económicos y la academia.
Los periódicos económicos suministran a los actores
productivos una valiosa información sobre indicadores
y predicciones. Pero además, se erigen en foros permanentes
para el diálogo entre expertos y en escuela de iniciación
para los legos.
La prensa económica, como los medios en general, tiene
deberes frente a la opinión pública que los obligan
a su independencia en relación con los gobiernos. Además,
en el escenario de dificultades de la economía colombiana,
la crítica constructiva ayuda al Gobierno a evitar y corregir
equivocaciones.
Vivimos un momento de enormes dificultades económicas
y no existe la Biblia infalible que aporte las soluciones perfectas.
Por eso, la crítica constructiva, acompañada de
indicación de alternativas, es esencial para el acierto
de las determinaciones oficiales.
Hoy, todas las escuelas económicas están revaluadas
y entre todos, tenemos que construir las mejores alternativas.
El Gobierno quiere hacer el esfuerzo de escuchar, acometer; escuchar,
ajustar, rectificar. Es una dialéctica útil. Ante
la complejidad de los problemas, es preferible ajustar y rectificar
después de escuchar, que dejarse seducir por la soberbia
de la terquedad. Nos mantendremos en el esfuerzo de proceder
por argumentos y de rectificar por razones.
El rescate de la confianza inversionista requiere seguridad,
estabilidad macroeconómica y transparencia en las reglas
de juego.
La estabilidad macroeconómica está seriamente amenazada
por el agudo déficit fiscal, el alto endeudamiento, el
cierre de los mercados y el contexto internacional. Este difícil
marco se constituye en un obstáculo para la reactivación
económica. Por eso nos hemos propuesto un programa de
ajuste, acompañado de medidas para la recuperación
productiva y del empleo y de acciones sociales contra la miseria
y la inequidad.
El programa estratégico de ajuste, reactivación
y equidad, cuenta con 5 proyectos que son: la reducción
de gastos del Estado, el incremento de los ingresos, la transparencia
y eficiencia de la administración, el estímulo
a la producción y el empleo y las acciones sociales puntuales.
La reducción de gastos. Está encabezada por el
Referendo, que incluye normas pedagógicas, de disminución
sustancial de egresos y alivios estructurales.
El congelamiento por 4 años de altos salarios y pensiones
del Estado, es una medida pedagógica, llamada a dar ejemplo
y a legitimar este tipo de iniciativas.
La congelación por 2 años de los gastos de funcionamiento,
permitirá reorientar recursos del burocratismo a la inversión.
El tope para las pensiones, empezando por
las del Presidente y de los altos servidores públicos, la adopción de
un régimen único, con excepción de la fuerza
pública, que impere sobre las convenciones colectivas, es
un alivio de fondo para el grave problema pensional, que se complementa
con la ley sobre la materia.
La reforma tributaria para aumentar los ingresos. Ha sido sometida
a ajustes y rectificaciones y se mejorará a lo largo del
debate durante las semanas que faltan para su aprobación.
Estamos empeñados en una profunda reforma por la transparencia
y la austeridad del Estado. Fue expedido el decreto 2170, paso
importante contra la corrupción, referido a la obligatoriedad
de las veedurías comunitarias, las audiencias públicas,
la restricción de las asociaciones contratantes de bolsillo.
Se complementará con la reforma a la ley 80.
Cumpliremos la regla de suprimir las vacantes
por jubilación
y la disminución significativa de la nómina oficial,
con un programa social de bonificaciones y readaptación.
Recordemos: el empleo burocrático no genera empleo. El avance
del Gobierno en Línea es vital para la transparencia y la
eficiencia.
Una reflexión: si queremos mantener
empresas estatales, ello requiere que sean sostenibles por su
eficiencia y resultados
sociales.
El impulso a la recuperación productiva incluye: la permanente
búsqueda de una tasa de cambio competitiva.
El Gobierno hará todos los esfuerzos para no distorsionar
el mecanismo de flotación tutelado por el Banco Central,
a fin de que la tasa de cambio –sin sustituir la productividad-
contribuya a la competitividad y al crecimiento del ingreso.
Sabemos que se requiere inmensa prudencia
en las monetizaciones para evitar períodos revaluacionistas que tanto daño
hacen.
Una tasa de interés que permita que los recursos de crédito
agreguen valor y no quiebren al Estado, la sociedad y las empresas.
Los mercados tienen que entender que Colombia necesita y requiere
una tasa de interés más baja. Nuestro pueblo no
entendería que, aprobadas las reformas, las tasas de interés
no bajen lo suficiente para animar la producción y financiar
lo social.
Colombia ha sido cumplida con sus obligaciones
financieras y ahora realiza un nuevo sacrificio con las reformas,
en consecuencia,
merece tasas de interés sustancialmente menores, especialmente
en las contrataciones internacionales.
La reforma laboral, con normas sobre el contrato de trabajo,
competencias para el subsidio al empleo y modificaciones a las
cajas de compensación para extender el período
de protección al trabajador que pierde el empleo y participar
activamente en el microcrédito.
La política de vivienda, con subsidios financiados con
vigencias futuras del presupuesto, créditos a tasa fija
asegurada por Fogafín, adquisiciones de cartera y un marco
normativo de agilidad en juicios hipotecarios, flexibilización
de arrendamientos y leasing financiero de vivienda, que contribuya
a remediar la morosidad en la cartera y el drama de miles de
deudores.
La política agropecuaria, para proteger la producción
en un ambiente de concertación internacional. Un ejemplo
de empeños específicos, es la política cafetera
ya estimulada por la reciente decisión de la Cámara
de los Estados Unidos. ¡Que toda la cadena agropecuaria
se beneficie! Si los industriales primero absorben la cosecha
nacional de maíz, a buen precio y evitan el maltrato del
intermediario al campesino, que importen el resto con el menor
arancel o con cero arancel.
El estímulo al reequipamiento productivo. Ya fue expedido
el decreto que elimina los aranceles para la importación
de maquinaria no producida en la Comunidad Andina. La reforma
tributaria consagra la devolución del IVA a la maquinaria.
Beneficios tributarios a actividades específicas como
el turismo, la industria forestal y la producción con
agregado científico nacional.
El programa de infraestructura para avanzar en los transmilenios,
la pavimentación de vías secundarias, la recuperación
del río Magdalena y los distritos de riego.
El despacho de los primeros contenedores con mercancías
que empiezan a recibir el beneficio del ATPA, es una esperanza
para el empleo. Hemos producido, una a una, las medidas necesarias
para que opere este sistema de preferencias. Su duración
es corta y debemos sustituirlo con el ALCA o con un acuerdo bilateral
de comercio con los Estados Unidos. Con este país, debemos
examinar un marco de protección al agro cuya debilidad
es igual a más coca, más amapola y más violencia.
Somos conscientes de que el incremento
del ingreso depende de que exportemos más y más. Para el acceso a los mercados
buscamos adelantar los acuerdos de protección de inversiones,
los convenios de comercio y más dinamismo de Proexport.
Persistiremos, durante el cuatrienio, en la política de
seguridad en las carreteras, que le disminuye costos a la producción,
le devuelve viabilidad a las concesiones de obras, realiza el
potencial de un turismo interno con todas las posibilidades y
construye confianza en lo nuestro. Se reactiva la tiendita del
camino, el hotel, el almacén de artesanías y el
alma de la Patria.
En fin, no ahorraremos esfuerzos para reactivar la economía.
Estamos buscando todos los instrumentos para financiar las Siete
herramientas de equidad que empiezan con la revolución
educativa, que, de aprobarse el Referendo, contará con
recursos nuevos y frescos. En los próximos días
se concretará la primera ampliación del programa
de cupos de nutrición infantil.
El programa de financiación del microcrédito, que
involucra bancos, fundaciones privadas, cooperación internacional,
esfuerzos del IFI, FINAGRO y BANCOLDEX, es un punto de encuentro
de la reactivación económica con la política
social, en su propósito de hacer de nuestra Patria un
País de propietarios.
Confiamos en el talento de los bancos y mercados internacionales.
Esperamos que comprendan la importancia de apoyar a Colombia,
de premiar sus sacrificios, su tradición de cumplimiento
y sus nuevos esfuerzos.
Aceptamos que la economía no se puede manejar con populismo
ni con fundamentalismo de mercado. Sabemos que el Estado tiene
que actuar para contrarrestar el ciclo de bajo crecimiento, falta
de confianza y miseria. Esa intervención del Estado demanda
el apoyo del Banco Central. Confiamos que ese apoyo será creciente,
oportuno y correcto.
Cuando digo oportuno, quiero expresar que primero se requieren
las reformas. La ayuda del Banco de la República, en ausencia
de las reformas, puede ser desastrosa como señal a los
mercados, con efectos nocivos en tasa de interés, inflación
y mayor drenaje de capitales.
Comprendo que la complejidad de nuestra economía requiere
una amplia discusión y un permanente debate para las soluciones.
Por eso, recibimos con respeto las contribuciones de los diferentes
analistas, muchos de los cuales se expresan en las serias páginas
de Portafolio.
Que no quepan dudas: vamos a salir adelante. Para que Colombia
tenga éxito, no puede haber marcha atrás en materia
de seguridad y en lo económico, estaremos ajustando el
derrotero sin renunciar al objetivo.
Distinguidos empresarios: propongo a ustedes –en el marco
de este acto de PORTAFOLIO-, que una vez el Congreso apruebe
las reformas, se defina públicamente un compromiso de
creación de empleo y se cumpla con las metas, para bien
de nuestro sistema de empresa privada.
Al congratularme con los empresarios y académicos distinguidos
por PORTAFOLIO, reciban, aquellos y éste, mi voz de apoyo
por devolver el clima de confianza que necesitamos para que Colombia
sea una Patria amable, con bienestar y oportunidades para todos. |