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CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 27
Temático - Educación
Abril 26 de 2003 ( Cartagena - Bolívar)


Querida comunidad:

Recordemos los tres temas fundamentales de este Gobierno: la seguridad, la derrota de la corrupción y la transparencia en la política y la reactivación económica y social.

Un esquema de Gobierno: el Estado Comunitario.

No podemos seguir en la contradicción, que se ha antagonizado tanto y que es más teórica que real, entre esa versión del estatismo que se ha llamado Social Democracia –y que en muchas partes, como en nuestro medio, ha querido degenerar en burocratismo- y en neoliberalismo que abandona lo social.

Por eso nosotros hemos insistido mucho en un Estado Comunitario, cuyo objetivo sea la comunidad, el bienestar comunitario, para lo cual se necesita una gran participación de la comunidad en la toma de decisiones del Estado, en la ejecución de esas decisiones y en la vigilancia, para que haya transparencia, eso es de gran importancia.

Con ese Estado Comunitario en marcha, por ejemplo, con experiencias como ésta, tenemos que lograr mayor credibilidad de la ciudadanía en las instituciones democráticas, legitimidad. Pero va depender mucho de nosotros.

Le decía a la Ministra (de Educación, Cecilia María Vélez) que este ejercicio de comprometernos todo un día, como el de ayer, en salud y seguridad social, hoy en educación, en una región tan importante de la Patria como el Caribe y con muchos colombianos de todas las regiones, pendientes de este ejercicio a través de la televisión, implica que es un Gobierno de cara a la ciudadanía, ejercido con la ciudadanía y eso crea mayores responsabilidades.

Pensemos en dos responsabilidades: uno vigilado por la ciudadanía, haciendo las cosas públicas en público, como tiene que ser, no tiene espacio para mentir, eso es muy importante y tampoco tiene espacio para distraerse.

Cuando uno se desconecta de la ciudadanía, uno se distrae, no tiene angustia por cumplir. Este ejercicio obliga a ser muy objetivo, muy veraz y muy piloso y a estar conectado a tierra.

Las políticas de este Gobierno, para cumplir esos tres temas son: la política de Seguridad Democrática, la disminución de costos del Estado. El Estado tiene que definir en qué se gasta la platica, si en clientelismo, burocracia, auxilios parlamentarios o en inversión social y física.

De la esencia del Estado Comunitario, es la correcta orientación de los recursos. Además, lo enseña la ecuación básica de la economía, que es la ecuación del producto: el Estado puede gastar o invertir.

El gasto de funcionamiento en su versión degenerativa, como el clientelismo y el burocratismo, no crea valor, no tiene multiplicador en el empleo. La buena inversión sí.

Colombia ha tenido por épocas el mayor clientelismo y el mayor desempleo, eso demuestra que el clientelismo no es mecanismo de creación de empleo. Para que el Estado ayude a que la sociedad crezca y construya equidad, tiene que saber hacer buena inversión. Por eso hay que reducir los gastos de funcionamiento.

El propósito: reducir funcionamiento, derrotar clientelismo, corregir lo fiscal y poder invertir más.

Lo otro, es aumentar los ingresos del Estado, en lo cual estamos. El Congreso de la República aprobó, con mucha abnegación la reforma tributaria, que no es fácil.

Está la reforma a la administración en el nivel nacional, en la que alcaldes y gobernadores han tenido que aplicar la Ley 617. Esta reforma administrativa que dirige nuestro director de Planeación, Santiago Montenegro, es la versión de la ley 617 en el Gobierno Nacional.

El referendo, de gran importancia para la educación. Me voy a referir a tres puntos del Referendo que ayudan a la educación.

Eliminación de las Contralorías: recursos para educación.

Eliminación de Personerías: recursos para educación.

Y 56 por ciento de regalías, para educación.

Ayer en salud hicimos un ejercicio muy importante de cómo el país ha gastado las regalías. Hice una pregunta: ¿las habremos gastado bien?, ¿qué me contestó el auditorio?, después de examinar eso, la respuesta fue unánime: habrá excepciones honrosas, pero la percepción colombiana –que se ratifica con las cifras-, es que nos hemos equivocado en la aplicación de regalías y eso hay que reorientarlo.

Está la política de reactivación económica y la política de reactivación social.

En la política de reactivación social hay Siete herramientas de equidad: la Revolución Educativa, la Protección Social, la Economía Solidaria –que es transversal a todas-. Por ejemplo: qué importante avanzar con el gran género de economía solidaria para ampliar cobertura, contratos con los sindicatos de educadores que nos permitan pasar del sindicalismo reivindicativo al participativo, contratar cobertura con entidades asociativas, con entidades religiosas, con entidades comunitarias sin ánimo de lucro. El tema de Economía Solidaria es transversal en todo nuestro concepto de Estado.

El Manejo Social de los Servicios Públicos, el Manejo Social del Campo, la construcción del País de Propietarios. ¡Qué tema tan importante para la educación!

Colombia tiene la más fuerte estructura de pequeña empresa del Continente, la mayor posibilidad.

El espíritu del pueblo colombiano es muchos más un espíritu empresarial que subalterno. Y cuando ustedes, los líderes de la educación, piensen en las competencias laborales de nuestros compatriotas para estimularlas, es muy importante considerar eso.

Hay una aptitud de los colombianos, una gran inclinación al empresarismo que, bien estimulada por el aparato educativo y apoyada –por supuesto- con todo el manejo económico como el microcrédito, tiene que conducirnos a tener un país mucho más equitativo en la propiedad, mucho más dinámico en la empresa, el País de Propietarios.

Y la Calidad de Vida Urbana. Cartagena es una de las ciudades colombianas que verá, en no muchos meses, empezar un Transmilenio. Los congresistas nos aprobaron una propuesta para elevar del 16 al 20 por ciento el impuesto a la telefonía móvil, la Nación captará el 75 por ciento de esos recaudos y se aplica a deporte. Los gobernadores y las gobernadoras, el 25 por ciento, lo aplican a cultura y deporte.

Cartagena va a ser muy importante porque vamos a aplicar los recursos para construir la unidad deportiva para los Juegos Centroamericanos del 2006 y las vías de acceso, que es prácticamente la vía perimetral de la Ciénaga de la Virgen, lo que tiene que ayudar a darle calidad de vida urbana a esta área de mucha concentración tugurial, donde la gente además de vivir muy pobre vive muy hacinada, sin calidad de vida urbana, donde viven 350 mil personas pobres.

La educación, tiene cinco componentes que tenemos que trabajar: cobertura, calidad, pertinencia, capacitación técnica y ciencia y tecnología.

Cobertura: este Gobierno tiene que lograr la meta, con la ayuda de Dios y con el esfuerzo de todos, de 1.5 millones de cupos. No será suficiente.

Ministra, si logramos esa meta ¿cuántos niños pueden quedar todavía sin cupo, cuando este Gobierno termine?

Cecilia María Vélez White. Ministra de Educación: Pueden quedar aún 500 mil niños desescolarizados en lo básico, aún, si logramos ese cupo.

Presidente de la República: Miren qué difícil: 1.5 millones de cupos es un gran reto y no va a ser suficiente. Como lo veremos en el día, gracias a la coordinación de los gobernadores, los alcaldes y las autoridades educativas con la señora Ministra y los funcionarios del Ministerio, el país va a recibir buena noticia de avance en cobertura, creo que se van a poner por encima en el primer año de 450 mil nuevos cupos.

Vienen otros esfuerzos y viene la aplicación de los recursos de regalías y debemos sacar adelante en el referendo para aumentar cobertura.

Y por supuesto, nos queda un esfuerzo para el presupuesto nacional que hay que hacerlo en los próximos años, para eso los tenemos que sanear rápidamente y aplicar esos recursos adicionales con criterio de equidad regional.

Alguien me preguntaba: ‘¿cómo va a ser la matriz regional?’ Seguramente, científicamente, el Ministerio la está definiendo.

¿Cómo me la he imaginado en grandes líneas? Pensemos en el departamento del César –en un supuesto-: ya hizo la racionalización de maestros –la que se está haciendo ahora-, ya ganó cobertura por ese aspecto, está haciendo un esfuerzo fiscal mayor, tiene regalías, ya está aplicando lo que le corresponde, ya se aprobó el referendo (esto es hipotético pero tenemos que lograr que así sea), ya está aplicando los recursos de personerías y contralorías a educación.

Entonces, en ese momento, todavía le queda al país un faltante de cobertura de un millón de estudiantes y al Cesar le faltan 100 mil, en este ejemplo, entonces contra presupuesto, vamos a crear 500 mil cupos.

O sea, vamos a resolver la mitad del faltante que quedaría en ese momento. Le debería corresponder al Cesar, más o menos, unos 50 mil cupos, en esa proporción, si vamos a resolver el 50 por ciento, después de todos los esfuerzos de racionalización y todos los esfuerzos locales.

O sea que esa matriz de regionalización hay que definirla con mucha equidad.

Yo sugiero lo siguiente: nosotros tenemos que apoyar a los maestros del Estado, pero también impulsar las formas asociativas y no permitir que haya contradicción entre lo uno y lo otro. Les sugiero que, utilizado en su máximo potencial el recurso de profesores del Estado, nos apliquemos a aumentar cobertura a través de la contratación con entidades asociativas.

Y ahí juega el contrato sindical. Ayer nos acompañó Julio Roberto Gómez, he procurado dialogar periódicamente –y lo vamos a seguir haciendo- con las centrales obreras y les he dicho: hay acuerdos o desacuerdos, hay que dialogar periódicamente. Esta Patria la tenemos que construir entre todos.

Antenoche hubo una reunión en Cartagena bien importante con las centrales obreras y el sector hotelero y estamos en un cuento, que es hacer el tránsito del sindicalismo tradicional reivindicalista al sindicalismo de participación.

¡Qué bueno que se lograra, para la ampliación de cobertura, contratos sindicales, contratos de servicios con organizaciones sindicales para que ayuden a ampliar cobertura! Hacerlo con cooperativas, hacerlo con entidades asociativas, hacerlo con organizaciones religiosas en sus diferentes modalidades. Colombia ha desarrollado modalidades muy importantes: la Escuela Nueva.

Lo otro es el SAT (Sistema de Aprendizaje Tutorial). El SAT es fundamental para la Colombia rural, creo –Ministra- que el SAT puede ser objeto a la televisión.

Nosotros trabajamos en Antioquia con mucha devoción en el SAT, nuestra Secretaria de Educación era la doctora Marta Lucía, hoy muy diligente directora del Icetex. Creo que con esa experiencia y lo que se va a hacer en televisión, veo muy posible llevar parte del SAT a la televisión.

La televisión, tenemos dificultades todavía en asignación de canales, pero en esta revolución educativa, la educación a través de la televisión es fundamental.

Cuando vimos el niño de Cartagena en el video, con esa espontaneidad, decir que el inglés es muy importante porque esta es una ciudad turística, ¡qué bueno que podamos estudiar muy bien el español y lograr que un creciente porcentaje de compatriotas hable la segunda lengua!

¡Qué bueno que esta ciudad, rápidamente, fuera una ciudad con, además de su buen manejo del español que ha caracterizado a Cartagena, con un alto porcentaje de la población hablando inglés! Para eso sí que es fundamental la televisión.

La parte de universidad, muy respetuosamente sugiero, que no vayamos a incurrir en la contradicción ideológica entre universidad pública y privada. Necesitamos de ambas, yo soy hijo de la universidad pública. Lo que requerimos es que la universidad pública sea muy eficiente. Desde Cartagena le queremos repetir hoy a todo el país: este Gobierno no tiene sesgos contra la universidad pública, la apoya. Eso sí, hay que exigir.

Porque cuando la universidad pública es derrochona y cuando a uno le muestran que en universidades públicas, en algunas, vale mucho más un estudiante que en la privada, entonces lo dejan a uno sin armas para defender a la universidad pública. Lo dejan sin armas y vuelve a preguntarse uno: ¿y qué es lo que le interesa a la gente, que el Estado gaste en la universidad pública o que la universidad pública tenga mucha cobertura y mucha calidad?

Si el presupuesto no se traduce en cobertura y en calidad, se le hace daño al fisco y no se le hace bien a la comunidad. Entonces la universidad pública tiene que hacer un esfuerzo muy grande.

Quiero retar a la universidad pública para que sea tan eficiente como las mejores universidades del sector privado.

Y ahí viene otro tema, la administración anterior propuso un debate, en mi concepto muy saludable: la Universidad Nacional del Caribe. Nosotros tenemos que hacer algo de integración, lo que más convenga. No creo que pueda haber una macro-universidad, pero sí tiene que haber por lo menos una alianza estratégica en la modalidad que permita la mayor eficiencia.

¿Por aquí está el rector de la universidad del Magdalena? Usted me lo decía un día, siendo candidato presidencial, que ustedes no estaban en condiciones de tener en cada universidad un doctorado en ciencias del mar, un doctorado en matemáticas, etcétera, que tenían que avanzar por cualquiera de las modalidades hacia el concepto de Universidad Nacional del Caribe, para poder con la suma de esfuerzos, dotarse todos de ese recurso humano de superiorísima calidad.

Entonces, los quiero invitar a que encontremos cómo vamos desarrollando el concepto de Universidad Nacional del Caribe. No es una imposición, pero no frenemos el cambio, ese cambio es necesario, encuentren la mejor modalidad, pero háganlo. No nos dejemos sumergir en una discusión para no avanzar, avancemos, que es una necesidad.

Y viene otro tema: la universidad pública tiene que tercerizar muchas actividades. No entiendo por qué la universidad pública tiene que tener unos sindicatos de trabajadores costosísimos, en actividades que se pueden tercerizar. Aseo, se puede contratar. Tantas cosas se pueden contratar.

No entiendo por qué la universidad pública tiene que tener fondos de salud costosísimos. Una de las cosas que me preocupan es que todavía hay universidades públicas que no están en la Ley 100 y siguen con unos fondos de salud costosísimos.

No entiendo que se haya invocado la autonomía constitucional de la universidad, para que la universidad pública se excluya de aportar al fondo de solidaridad en salud.

Recuerdo mis años de universidad, a mí me tocó esa batalla del movimiento estudiantil en los años 70 en la Universidad Antioquia y uno salió con la idea (era por supuesto disidente) de que lo que primaba en la mentalidad universitaria era la solidaridad.

Y me ha dado muy duro constatar que décadas después, la universidad se excluye de la solidaridad e invoca una autonomía constitucional. Yo si los invito a que corrijan todos los costos, a que aquello que no sea del corazón de la enseñanza, lo tercericen. Los invito a que todos den ejemplo, a que todas contribuyan al fondo de solidaridad en salud.

Alguna universidad, de las presentes, me decía: ‘lo que pasa es que si nosotros cerramos nuestros servicios de salud y nuestros docentes y nuestro personal no docente se afilia a las EPS o al Seguro Social, se desmejora la calidad’.

Yo les di este ejemplo: nosotros encontramos en la Gobernación de Antioquia, en 1995, un sistema de salud muy costoso y a mí me tocó pagar un costo político muy alto porque lo cerramos y todo el mundo se afilió a EPS.

¿Qué hicimos?: contratamos con las mismas EPS un plan complementario y nombramos una persona para cumplir la tarea de recibir quejas y hacer reclamos. Yo me reunía todos los lunes, con una u otra sección de trabajadores del departamento.

Primeras semanas: incendiado. ¡Qué nos engañó, que el servicio de salud del departamento era de lujo, que las EPS son muy malas! Empezamos con un 35 por ciento de reclamos, pero empezamos a transmitir eso a las EPS y a reclamar y a exigir y a hacer veedurías sobre ellas. Cuando terminó la Gobernación, los reclamos se habían bajado al 3 por ciento.

Ese es un paso de racionalización de costos, absolutamente necesario en la universidad pública. Como también, lograr que toda la fuerza laboral de la universidad pública esté en Ley 50. Todavía quedan muchos sectores laborales de la universidad pública con el viejo esquema de cesantías, es impagable. Hay que hacer ese esfuerzo de racionalización de costos, se los pido muy encarecidamente.

Oigan el reclamo que me hacen muchos colombianos, me dicen: ‘¿por qué hay universidades públicas que tienen edificios muy buenos y a las 6 de la tarde están cerrados y no abren los sábados?’

Y me decía un hombre práctico, en estos días: ‘un profesor de una universidad pública, que quien le dé clases a 25 le puede dar a 35 o a 40’. ¿Y por qué no tienen esos edificios abiertos con otro turno hasta las 12 de la noche?, ¿y por qué los tienen que abrir a las 7 de la mañana?, que los abran desde las 4, desde las 5.

A mí me parece que en un país con tanta pobreza, con tan baja cobertura universitaria, tener cerrados edificios de universidades públicas temprano, es una vergüenza. Ahí es la revolución al servicio de la pereza.

Nosotros tenemos que dar ejemplo y estrujarnos, la universidad pública tiene que pellizcarse y tener esos edificios abiertos muy temprano y cerrarlos muy tarde en la noche y tenerlos funcionando sábado y domingo.

Es que seguimos muy mal en cobertura, es muy triste constatar que la cobertura universitaria de Chile está en el 35 por ciento, la nuestra está en 20.

Lo difícil es lograr la meta de 400 mil cupos en este período. Y si la logramos, todavía quedamos muy bajitos. Eso demuestra el gran esfuerzo que hay que hacer.

Yo quiero mucho la universidad pública y este Gobierno no tiene sesgos contra ella. La única manera de defenderla históricamente es que sea muy eficiente. Llega un momento en que habrá un cansancio tal de la ciudadanía, que se puede generalizar lo de subsidios de demanda y acabar con la universidad pública.

Hay que buscar muchos mecanismos para financiar la universidad pública. Me parece muy importante que todas crezcan en venta de servicios.

Yo tuve esta experiencia en una universidad pública: un municipio pidió cofinanciación para un sistema de alcantarillado, muy difícil, porque el casco urbano de ese municipio está por debajo del nivel del mar.

Yo le dije: bueno, lo cofinanciamos, pero me contrata la consultoría con tal universidad pública. El alcalde dijo: ‘no’, ¿por qué?, ‘es que no le tenemos confianza’. Empezamos a discutir y logramos, después de una larga discusión, que aceptara el alcalde contratar con esa universidad pública, pero con esta condición: para garantizar la calidad de la consultoría, que la universidad también gerenciara la ejecución del proyecto, contratar servicios es necesario y es muy difícil y hay que estar muy bien acreditado.

Me pasó una cosa muy dolorosa con la Universidad Nacional esta semana. Le cotizó al Ipse, que es el instituto que da energía en zonas no interconectadas, para hacerle un estudio de consultoría para la energía de Bojayá: ¡900 millones de pesos!

Llamé al Ministro de Minas y le dije: no vayan a hacer eso, yo no tengo idea de energía, pero para darle energía a cinco mil personas, yo le hago ese estudio de consultoría y no le cobro un peso.

A mi me parece un mal ejemplo que esa cotización de 900 millones venga de la Universidad Nacional. Después me dijeron que poner una planta de energía a un pueblito como Bojayá, en la selva, donde hay mucha agua y donde hay una montañita cerquita, que vale 15 mil millones.

Les dije: ¡hombre! si allá están todas las condiciones para que funcione una pelton barata, moderna y eficiente. Nos tiene que ayudar la universidad pública con servicios. Es una manera de que la universidad pública se integre con la sociedad colombiana y mejore sus ingresos. Es una manera de crear confianza.

Yo he notado en Colombia, en la universidad pública un relativo resentimiento con el sector privado y en el sector privado una gran desconfianza con la universidad pública. En algunas partes ha cedido en los últimos años y eso hay que superarlo totalmente y una de las maneras de superarlo es con una universidad pública eficiente en materia de ventas de servicio.

Y hay que buscar otros mecanismos de financiación. La señora Directora del Icetex hoy tendrá la oportunidad de examinar y hablar con ustedes para dónde va el Icetex. Ya he discutido muchos con la señora Ministra esto: todos los que hayamos egresados de la universidad pública y los que egresen, en nuestra condición de profesionales, deberemos pagar lo que la universidad pública nos subsidió.

Un joven que estudie en una universidad pública y que pague 100 mil pesos al mes y que costó 500 mil, le subsidiaron 400 mil pesos, que estudie 10 semestres, le subsidiaron cuatro millones, que los pague durante su vida profesional, con el tiempo que se requiera, denle todo el plazo, pero que los pague, para ayudar a financiar la universidad pública y ampliar cobertura.

Con el Sena el trabajo es de gran importancia. Hoy –también- tendremos oportunidad de examinarlo.

Estamos empeñados en esto: derrotar la politiquería en el Sena. Pasar de ocho millones de horas de enseñanza, a 16 millones al año. Es duplicar las horas electivas del Sena, con mejor pertinencia laboral. Y de cada 100 pesos del presupuesto de funcionamiento, se va a bajar a 60.

Miren la importancia del Estado Comunitario: crecer lo que le interesa a la gente –horas lectivas- y reducir lo que derrocha –gastos de funcionamiento-.

Y además pertinencia: darle en el centro a lo que necesita el país y echarse en la espalda otras grandes responsabilidades como Jóvenes en Acción para recuperar nuestra juventud.

Yo he insistido mucho en un reto: que todo bachiller colombiano, como requisito de grado, se le exija que haya participado en un semestre de estímulo de competencias laborales o de inducción a una formación técnica.

¡Qué bueno que nosotros pudiéramos, en algún momento, lograr que el bachiller colombiano cuando termine, cumpla lo que se le propone al muchacho de Jóvenes en Acción: estar listo para la universidad o para el trabajo!

Eso necesita una creciente integración del Sena con todo el aparato educativo formal del país.

Hay un recurso que creó la reforma tributaria que no lo podemos ignorar. La reforma tributaria dijo: le mantenemos la exención a las cooperativas, si invierten sus excedentes en educación formal. Porque venían gozando de una exención y se gastaban la plata en cursos de cooperativismo.

Hay que buscar rápidamente cómo las cooperativas aporten ese dinero para educación formal, porque es una necesidad.

En ciencia y tecnología vamos mal. Tengo que reconocerle al país que este Gobierno no ha podido mejorarle la financiación a Conciencias, pero es un compromiso que tenemos que cumplir, ojalá para el próximo presupuesto podamos mejorar un poquito.

Ha habido dos avances: por un lado, la exención tributaria a la creación de software y medicamentos en el país, con un alto valor agregado de investigación. Ahí puede jugar un gran papel la universidad. Y por otro lado, el mayor compromiso del Sena con los programas de investigación.

¡Qué bueno trabajar en esa área los Centros de Desarrollo Tecnológico, para ver cómo avanzamos en eso!

En eso ha habido una equivocación, yo la viví. Cuando se piensa en un Centro de Desarrollo Tecnológico, lo primero que se piensa es en hacer un edificio y es lo que menos se necesita hoy. En esta época de revolución de las comunicaciones, es lo que menos se necesita y sobre todo cuando puede haber acuerdos con el sector privado para utilizar los laboratorios o equipos.

La universidad tiene que jalonar un papel de liderazgo para unirse con el sector privado a investigar.

Hubo unas décadas en las cuales en el Japón toda la investigación la hacía el sector privado y la universidad iba rezagada, gravísimo.

Y en los Estados Unidos ocurría lo contrario: toda la investigación la hacía la universidad, pero desconectada del sector privado. Entonces muchos profesores universitarios que tuvieron éxitos en resultados investigativos, le vendieron sus resultados a las transnacionales no norteamericanas y causó un rezago allí y eso lo han estado corrigiendo. Se necesita una gran integración en investigación entre el sector privado y la comunidad académica.

La educación y la distribución del ingreso. Hay estudios del Banco Mundial elocuentes, contundentes. Hay casos de países en los cuales la revolución educativa ha producido mejor resultado para construir equidad en la redistribución del ingreso, que reformas agrarias o reformas tributarias.

Uno no puede hablar con criterio de dogma ni con normas absolutas, pero el gran esfuerzo que tiene que hacer Colombia –integral- para corregir la inequidad en la distribución del ingreso, tiene un aspecto jalonador que es la educación.

Y la educación puede producir este encadenamiento: mayor y mejor educación, mayor productividad de la sociedad en su conjunto.

Una sociedad con mayor productividad es una sociedad más competitiva y una sociedad más competitiva, es una sociedad con mejor nivel de ingresos. Y la competitividad sólo es sostenible en la medida en que ese nivel de ingresos tenga una distribución crecientemente equitativa.

Entonces, la base para construir el edificio de la productividad, de la competitividad, del ingreso y de la equidad, es la educación. Por eso este gran reto.

Muchas gracias a todos porque la educación no puede ser un tema de discurso de campaña y de olvido de Gobierno.

Queremos rendirle nuestro homenaje al representante a la Cámara, Eloy Segundo Hernández, de La Guajira, quien falleció en el día de ayer, con un minuto de silencio.

 
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