CONSEJO
COMUNAL DE GOBIERNO # 27
Temático - Educación
Abril
26 de 2003 ( Cartagena - Bolívar)
Querida comunidad:
Recordemos los tres temas fundamentales
de este Gobierno: la seguridad, la derrota de la corrupción y la transparencia en la política
y la reactivación económica y social.
Un esquema de Gobierno: el Estado Comunitario.
No podemos seguir en la contradicción, que se ha antagonizado
tanto y que es más teórica que real, entre esa versión
del estatismo que se ha llamado Social Democracia –y que
en muchas partes, como en nuestro medio, ha querido degenerar en
burocratismo- y en neoliberalismo que abandona lo social.
Por eso nosotros hemos insistido mucho
en un Estado Comunitario, cuyo objetivo sea la comunidad, el
bienestar comunitario, para
lo cual se necesita una gran participación de la comunidad
en la toma de decisiones del Estado, en la ejecución de
esas decisiones y en la vigilancia, para que haya transparencia,
eso es de gran importancia.
Con ese Estado Comunitario en marcha, por
ejemplo, con experiencias como ésta, tenemos que lograr mayor credibilidad de la ciudadanía
en las instituciones democráticas, legitimidad. Pero va
depender mucho de nosotros.
Le decía a la Ministra (de Educación, Cecilia María
Vélez) que este ejercicio de comprometernos todo un día,
como el de ayer, en salud y seguridad social, hoy en educación,
en una región tan importante de la Patria como el Caribe
y con muchos colombianos de todas las regiones, pendientes de este
ejercicio a través de la televisión, implica que
es un Gobierno de cara a la ciudadanía, ejercido con la
ciudadanía y eso crea mayores responsabilidades.
Pensemos en dos responsabilidades: uno
vigilado por la ciudadanía,
haciendo las cosas públicas en público, como tiene
que ser, no tiene espacio para mentir, eso es muy importante y
tampoco tiene espacio para distraerse.
Cuando uno se desconecta de la ciudadanía,
uno se distrae, no tiene angustia por cumplir. Este ejercicio
obliga a ser muy
objetivo, muy veraz y muy piloso y a estar conectado a tierra.
Las políticas de este Gobierno, para cumplir esos tres
temas son: la política de Seguridad Democrática,
la disminución de costos del Estado. El Estado tiene que
definir en qué se gasta la platica, si en clientelismo,
burocracia, auxilios parlamentarios o en inversión social
y física.
De la esencia del Estado Comunitario, es
la correcta orientación
de los recursos. Además, lo enseña la ecuación
básica de la economía, que es la ecuación
del producto: el Estado puede gastar o invertir.
El gasto de funcionamiento en su versión degenerativa,
como el clientelismo y el burocratismo, no crea valor, no tiene
multiplicador en el empleo. La buena inversión sí.
Colombia ha tenido por épocas el mayor clientelismo y el
mayor desempleo, eso demuestra que el clientelismo no es mecanismo
de creación de empleo. Para que el Estado ayude a que la
sociedad crezca y construya equidad, tiene que saber hacer buena
inversión. Por eso hay que reducir los gastos de funcionamiento.
El propósito: reducir funcionamiento, derrotar clientelismo,
corregir lo fiscal y poder invertir más.
Lo otro, es aumentar los ingresos del Estado,
en lo cual estamos. El Congreso de la República aprobó, con mucha abnegación
la reforma tributaria, que no es fácil.
Está la reforma a la administración en el nivel
nacional, en la que alcaldes y gobernadores han tenido que aplicar
la Ley 617. Esta reforma administrativa que dirige nuestro director
de Planeación, Santiago Montenegro, es la versión
de la ley 617 en el Gobierno Nacional.
El referendo, de gran importancia para
la educación. Me
voy a referir a tres puntos del Referendo que ayudan a la educación.
Eliminación de las Contralorías: recursos para educación.
Eliminación de Personerías: recursos para educación.
Y 56 por ciento de regalías, para educación.
Ayer en salud hicimos un ejercicio muy
importante de cómo
el país ha gastado las regalías. Hice una pregunta: ¿las
habremos gastado bien?, ¿qué me contestó el
auditorio?, después de examinar eso, la respuesta fue unánime:
habrá excepciones honrosas, pero la percepción colombiana –que
se ratifica con las cifras-, es que nos hemos equivocado en la
aplicación de regalías y eso hay que reorientarlo.
Está la política de reactivación económica
y la política de reactivación social.
En la política de reactivación social hay Siete
herramientas de equidad: la Revolución Educativa, la Protección
Social, la Economía Solidaria –que es transversal
a todas-. Por ejemplo: qué importante avanzar con el gran
género de economía solidaria para ampliar cobertura,
contratos con los sindicatos de educadores que nos permitan pasar
del sindicalismo reivindicativo al participativo, contratar cobertura
con entidades asociativas, con entidades religiosas, con entidades
comunitarias sin ánimo de lucro. El tema de Economía
Solidaria es transversal en todo nuestro concepto de Estado.
El Manejo Social de los Servicios Públicos, el Manejo Social
del Campo, la construcción del País de Propietarios. ¡Qué tema
tan importante para la educación!
Colombia tiene la más fuerte estructura de pequeña
empresa del Continente, la mayor posibilidad.
El espíritu del pueblo colombiano es muchos más
un espíritu empresarial que subalterno. Y cuando ustedes,
los líderes de la educación, piensen en las competencias
laborales de nuestros compatriotas para estimularlas, es muy importante
considerar eso.
Hay una aptitud de los colombianos, una
gran inclinación
al empresarismo que, bien estimulada por el aparato educativo y
apoyada –por supuesto- con todo el manejo económico
como el microcrédito, tiene que conducirnos a tener un país
mucho más equitativo en la propiedad, mucho más dinámico
en la empresa, el País de Propietarios.
Y la Calidad de Vida Urbana. Cartagena
es una de las ciudades colombianas que verá, en no muchos meses, empezar un Transmilenio.
Los congresistas nos aprobaron una propuesta para elevar del 16
al 20 por ciento el impuesto a la telefonía móvil,
la Nación captará el 75 por ciento de esos recaudos
y se aplica a deporte. Los gobernadores y las gobernadoras, el
25 por ciento, lo aplican a cultura y deporte.
Cartagena va a ser muy importante porque
vamos a aplicar los recursos para construir la unidad deportiva
para los Juegos Centroamericanos
del 2006 y las vías de acceso, que es prácticamente
la vía perimetral de la Ciénaga de la Virgen, lo
que tiene que ayudar a darle calidad de vida urbana a esta área
de mucha concentración tugurial, donde la gente además
de vivir muy pobre vive muy hacinada, sin calidad de vida urbana,
donde viven 350 mil personas pobres.
La educación, tiene cinco componentes que tenemos que trabajar:
cobertura, calidad, pertinencia, capacitación técnica
y ciencia y tecnología.
Cobertura: este Gobierno tiene que lograr
la meta, con la ayuda de Dios y con el esfuerzo de todos, de
1.5 millones de cupos. No
será suficiente.
Ministra, si logramos esa meta ¿cuántos niños
pueden quedar todavía sin cupo, cuando este Gobierno termine?
Cecilia María Vélez White. Ministra de Educación:
Pueden quedar aún 500 mil niños desescolarizados
en lo básico, aún, si logramos ese cupo.
Presidente de la República: Miren qué difícil:
1.5 millones de cupos es un gran reto y no va a ser suficiente.
Como lo veremos en el día, gracias a la coordinación
de los gobernadores, los alcaldes y las autoridades educativas
con la señora Ministra y los funcionarios del Ministerio,
el país va a recibir buena noticia de avance en cobertura,
creo que se van a poner por encima en el primer año de 450
mil nuevos cupos.
Vienen otros esfuerzos y viene la aplicación de los recursos
de regalías y debemos sacar adelante en el referendo para
aumentar cobertura.
Y por supuesto, nos queda un esfuerzo para
el presupuesto nacional que hay que hacerlo en los próximos años, para eso
los tenemos que sanear rápidamente y aplicar esos recursos
adicionales con criterio de equidad regional.
Alguien me preguntaba: ‘¿cómo va a ser la
matriz regional?’ Seguramente, científicamente, el
Ministerio la está definiendo.
¿Cómo me la he imaginado en grandes líneas?
Pensemos en el departamento del César –en un supuesto-:
ya hizo la racionalización de maestros –la que se
está haciendo ahora-, ya ganó cobertura por ese aspecto,
está haciendo un esfuerzo fiscal mayor, tiene regalías,
ya está aplicando lo que le corresponde, ya se aprobó el
referendo (esto es hipotético pero tenemos que lograr que
así sea), ya está aplicando los recursos de personerías
y contralorías a educación.
Entonces, en ese momento, todavía le queda al país
un faltante de cobertura de un millón de estudiantes y al
Cesar le faltan 100 mil, en este ejemplo, entonces contra presupuesto,
vamos a crear 500 mil cupos.
O sea, vamos a resolver la mitad del faltante
que quedaría
en ese momento. Le debería corresponder al Cesar, más
o menos, unos 50 mil cupos, en esa proporción, si vamos
a resolver el 50 por ciento, después de todos los esfuerzos
de racionalización y todos los esfuerzos locales.
O sea que esa matriz de regionalización
hay que definirla con mucha equidad.
Yo sugiero lo siguiente: nosotros tenemos
que apoyar a los maestros del Estado, pero también impulsar las formas asociativas
y no permitir que haya contradicción entre lo uno y lo otro.
Les sugiero que, utilizado en su máximo potencial el recurso
de profesores del Estado, nos apliquemos a aumentar cobertura a
través de la contratación con entidades asociativas.
Y ahí juega el contrato sindical. Ayer nos acompañó Julio
Roberto Gómez, he procurado dialogar periódicamente –y
lo vamos a seguir haciendo- con las centrales obreras y les he
dicho: hay acuerdos o desacuerdos, hay que dialogar periódicamente.
Esta Patria la tenemos que construir entre todos.
Antenoche hubo una reunión en Cartagena bien importante
con las centrales obreras y el sector hotelero y estamos en un
cuento, que es hacer el tránsito del sindicalismo tradicional
reivindicalista al sindicalismo de participación.
¡Qué bueno que se lograra, para la ampliación
de cobertura, contratos sindicales, contratos de servicios con
organizaciones sindicales para que ayuden a ampliar cobertura!
Hacerlo con cooperativas, hacerlo con entidades asociativas, hacerlo
con organizaciones religiosas en sus diferentes modalidades. Colombia
ha desarrollado modalidades muy importantes: la Escuela Nueva.
Lo otro es el SAT (Sistema de Aprendizaje
Tutorial). El SAT es fundamental para la Colombia rural, creo –Ministra- que el
SAT puede ser objeto a la televisión.
Nosotros trabajamos en Antioquia con mucha
devoción en
el SAT, nuestra Secretaria de Educación era la doctora Marta
Lucía, hoy muy diligente directora del Icetex. Creo que
con esa experiencia y lo que se va a hacer en televisión,
veo muy posible llevar parte del SAT a la televisión.
La televisión, tenemos dificultades todavía en asignación
de canales, pero en esta revolución educativa, la educación
a través de la televisión es fundamental.
Cuando vimos el niño de Cartagena en el video, con esa
espontaneidad, decir que el inglés es muy importante porque
esta es una ciudad turística, ¡qué bueno que
podamos estudiar muy bien el español y lograr que un creciente
porcentaje de compatriotas hable la segunda lengua!
¡Qué bueno que esta ciudad, rápidamente, fuera
una ciudad con, además de su buen manejo del español
que ha caracterizado a Cartagena, con un alto porcentaje de la
población hablando inglés! Para eso sí que
es fundamental la televisión.
La parte de universidad, muy respetuosamente
sugiero, que no vayamos a incurrir en la contradicción ideológica entre universidad
pública y privada. Necesitamos de ambas, yo soy hijo de
la universidad pública. Lo que requerimos es que la universidad
pública sea muy eficiente. Desde Cartagena le queremos repetir
hoy a todo el país: este Gobierno no tiene sesgos contra
la universidad pública, la apoya. Eso sí, hay que
exigir.
Porque cuando la universidad pública es derrochona y cuando
a uno le muestran que en universidades públicas, en algunas,
vale mucho más un estudiante que en la privada, entonces
lo dejan a uno sin armas para defender a la universidad pública.
Lo dejan sin armas y vuelve a preguntarse uno: ¿y qué es
lo que le interesa a la gente, que el Estado gaste en la universidad
pública o que la universidad pública tenga mucha
cobertura y mucha calidad?
Si el presupuesto no se traduce en cobertura
y en calidad, se le hace daño al fisco y no se le hace bien a la comunidad.
Entonces la universidad pública tiene que hacer un esfuerzo
muy grande.
Quiero retar a la universidad pública
para que sea tan eficiente como las mejores universidades del
sector privado.
Y ahí viene otro tema, la administración anterior
propuso un debate, en mi concepto muy saludable: la Universidad
Nacional del Caribe. Nosotros tenemos que hacer algo de integración,
lo que más convenga. No creo que pueda haber una macro-universidad,
pero sí tiene que haber por lo menos una alianza estratégica
en la modalidad que permita la mayor eficiencia.
¿Por aquí está el rector de la universidad
del Magdalena? Usted me lo decía un día, siendo candidato
presidencial, que ustedes no estaban en condiciones de tener en
cada universidad un doctorado en ciencias del mar, un doctorado
en matemáticas, etcétera, que tenían que avanzar
por cualquiera de las modalidades hacia el concepto de Universidad
Nacional del Caribe, para poder con la suma de esfuerzos, dotarse
todos de ese recurso humano de superiorísima calidad.
Entonces, los quiero invitar a que encontremos
cómo vamos
desarrollando el concepto de Universidad Nacional del Caribe. No
es una imposición, pero no frenemos el cambio, ese cambio
es necesario, encuentren la mejor modalidad, pero háganlo.
No nos dejemos sumergir en una discusión para no avanzar,
avancemos, que es una necesidad.
Y viene otro tema: la universidad pública tiene que tercerizar
muchas actividades. No entiendo por qué la universidad pública
tiene que tener unos sindicatos de trabajadores costosísimos,
en actividades que se pueden tercerizar. Aseo, se puede contratar.
Tantas cosas se pueden contratar.
No entiendo por qué la universidad pública tiene
que tener fondos de salud costosísimos. Una de las cosas
que me preocupan es que todavía hay universidades públicas
que no están en la Ley 100 y siguen con unos fondos de salud
costosísimos.
No entiendo que se haya invocado la autonomía constitucional
de la universidad, para que la universidad pública se excluya
de aportar al fondo de solidaridad en salud.
Recuerdo mis años de universidad, a mí me tocó esa
batalla del movimiento estudiantil en los años 70 en la
Universidad Antioquia y uno salió con la idea (era por supuesto
disidente) de que lo que primaba en la mentalidad universitaria
era la solidaridad.
Y me ha dado muy duro constatar que décadas después,
la universidad se excluye de la solidaridad e invoca una autonomía
constitucional. Yo si los invito a que corrijan todos los costos,
a que aquello que no sea del corazón de la enseñanza,
lo tercericen. Los invito a que todos den ejemplo, a que todas
contribuyan al fondo de solidaridad en salud.
Alguna universidad, de las presentes, me
decía: ‘lo
que pasa es que si nosotros cerramos nuestros servicios de salud
y nuestros docentes y nuestro personal no docente se afilia a las
EPS o al Seguro Social, se desmejora la calidad’.
Yo les di este ejemplo: nosotros encontramos
en la Gobernación
de Antioquia, en 1995, un sistema de salud muy costoso y a mí me
tocó pagar un costo político muy alto porque lo cerramos
y todo el mundo se afilió a EPS.
¿Qué hicimos?: contratamos con las mismas EPS un
plan complementario y nombramos una persona para cumplir la tarea
de recibir quejas y hacer reclamos. Yo me reunía todos los
lunes, con una u otra sección de trabajadores del departamento.
Primeras semanas: incendiado. ¡Qué nos engañó,
que el servicio de salud del departamento era de lujo, que las
EPS son muy malas! Empezamos con un 35 por ciento de reclamos,
pero empezamos a transmitir eso a las EPS y a reclamar y a exigir
y a hacer veedurías sobre ellas. Cuando terminó la
Gobernación, los reclamos se habían bajado al 3 por
ciento.
Ese es un paso de racionalización de costos, absolutamente
necesario en la universidad pública. Como también,
lograr que toda la fuerza laboral de la universidad pública
esté en Ley 50. Todavía quedan muchos sectores laborales
de la universidad pública con el viejo esquema de cesantías,
es impagable. Hay que hacer ese esfuerzo de racionalización
de costos, se los pido muy encarecidamente.
Oigan el reclamo que me hacen muchos colombianos,
me dicen: ‘¿por
qué hay universidades públicas que tienen edificios
muy buenos y a las 6 de la tarde están cerrados y no abren
los sábados?’
Y me decía un hombre práctico, en estos días: ‘un
profesor de una universidad pública, que quien le dé clases
a 25 le puede dar a 35 o a 40’. ¿Y por qué no
tienen esos edificios abiertos con otro turno hasta las 12 de la
noche?, ¿y por qué los tienen que abrir a las 7 de
la mañana?, que los abran desde las 4, desde las 5.
A mí me parece que en un país con tanta pobreza,
con tan baja cobertura universitaria, tener cerrados edificios
de universidades públicas temprano, es una vergüenza.
Ahí es la revolución al servicio de la pereza.
Nosotros tenemos que dar ejemplo y estrujarnos,
la universidad pública tiene que pellizcarse y tener esos edificios abiertos
muy temprano y cerrarlos muy tarde en la noche y tenerlos funcionando
sábado y domingo.
Es que seguimos muy mal en cobertura, es
muy triste constatar que la cobertura universitaria de Chile
está en el 35 por
ciento, la nuestra está en 20.
Lo difícil es lograr la meta de 400 mil cupos en este período.
Y si la logramos, todavía quedamos muy bajitos. Eso demuestra
el gran esfuerzo que hay que hacer.
Yo quiero mucho la universidad pública y este Gobierno
no tiene sesgos contra ella. La única manera de defenderla
históricamente es que sea muy eficiente. Llega un momento
en que habrá un cansancio tal de la ciudadanía, que
se puede generalizar lo de subsidios de demanda y acabar con la
universidad pública.
Hay que buscar muchos mecanismos para financiar
la universidad pública. Me parece muy importante que todas
crezcan en venta de servicios.
Yo tuve esta experiencia en una universidad
pública: un
municipio pidió cofinanciación para un sistema de
alcantarillado, muy difícil, porque el casco urbano de ese
municipio está por debajo del nivel del mar.
Yo le dije: bueno, lo cofinanciamos, pero
me contrata la consultoría
con tal universidad pública. El alcalde dijo: ‘no’, ¿por
qué?, ‘es que no le tenemos confianza’. Empezamos
a discutir y logramos, después de una larga discusión,
que aceptara el alcalde contratar con esa universidad pública,
pero con esta condición: para garantizar la calidad de la
consultoría, que la universidad también gerenciara
la ejecución del proyecto, contratar servicios es necesario
y es muy difícil y hay que estar muy bien acreditado.
Me pasó una cosa muy dolorosa con la Universidad Nacional
esta semana. Le cotizó al Ipse, que es el instituto que
da energía en zonas no interconectadas, para hacerle un
estudio de consultoría para la energía de Bojayá: ¡900
millones de pesos!
Llamé al Ministro de Minas y le dije: no vayan a hacer
eso, yo no tengo idea de energía, pero para darle energía
a cinco mil personas, yo le hago ese estudio de consultoría
y no le cobro un peso.
A mi me parece un mal ejemplo que esa cotización de 900
millones venga de la Universidad Nacional. Después me dijeron
que poner una planta de energía a un pueblito como Bojayá,
en la selva, donde hay mucha agua y donde hay una montañita
cerquita, que vale 15 mil millones.
Les dije: ¡hombre! si allá están todas las
condiciones para que funcione una pelton barata, moderna y eficiente.
Nos tiene que ayudar la universidad pública con servicios.
Es una manera de que la universidad pública se integre con
la sociedad colombiana y mejore sus ingresos. Es una manera de
crear confianza.
Yo he notado en Colombia, en la universidad
pública un
relativo resentimiento con el sector privado y en el sector privado
una gran desconfianza con la universidad pública. En algunas
partes ha cedido en los últimos años y eso hay que
superarlo totalmente y una de las maneras de superarlo es con una
universidad pública eficiente en materia de ventas de servicio.
Y hay que buscar otros mecanismos de financiación. La señora
Directora del Icetex hoy tendrá la oportunidad de examinar
y hablar con ustedes para dónde va el Icetex. Ya he discutido
muchos con la señora Ministra esto: todos los que hayamos
egresados de la universidad pública y los que egresen, en
nuestra condición de profesionales, deberemos pagar lo que
la universidad pública nos subsidió.
Un joven que estudie en una universidad
pública y que pague
100 mil pesos al mes y que costó 500 mil, le subsidiaron
400 mil pesos, que estudie 10 semestres, le subsidiaron cuatro
millones, que los pague durante su vida profesional, con el tiempo
que se requiera, denle todo el plazo, pero que los pague, para
ayudar a financiar la universidad pública y ampliar cobertura.
Con el Sena el trabajo es de gran importancia.
Hoy –también-
tendremos oportunidad de examinarlo.
Estamos empeñados en esto: derrotar la politiquería
en el Sena. Pasar de ocho millones de horas de enseñanza,
a 16 millones al año. Es duplicar las horas electivas del
Sena, con mejor pertinencia laboral. Y de cada 100 pesos del presupuesto
de funcionamiento, se va a bajar a 60.
Miren la importancia del Estado Comunitario:
crecer lo que le interesa a la gente –horas lectivas- y reducir lo que derrocha –gastos
de funcionamiento-.
Y además pertinencia: darle en el centro a lo que necesita
el país y echarse en la espalda otras grandes responsabilidades
como Jóvenes en Acción para recuperar nuestra juventud.
Yo he insistido mucho en un reto: que todo
bachiller colombiano, como requisito de grado, se le exija que
haya participado en un
semestre de estímulo de competencias laborales o de inducción
a una formación técnica.
¡Qué bueno que nosotros pudiéramos, en algún
momento, lograr que el bachiller colombiano cuando termine, cumpla
lo que se le propone al muchacho de Jóvenes en Acción:
estar listo para la universidad o para el trabajo!
Eso necesita una creciente integración del Sena con todo
el aparato educativo formal del país.
Hay un recurso que creó la reforma tributaria que no lo
podemos ignorar. La reforma tributaria dijo: le mantenemos la exención
a las cooperativas, si invierten sus excedentes en educación
formal. Porque venían gozando de una exención y se
gastaban la plata en cursos de cooperativismo.
Hay que buscar rápidamente cómo las cooperativas
aporten ese dinero para educación formal, porque es una
necesidad.
En ciencia y tecnología vamos mal. Tengo que reconocerle
al país que este Gobierno no ha podido mejorarle la financiación
a Conciencias, pero es un compromiso que tenemos que cumplir, ojalá para
el próximo presupuesto podamos mejorar un poquito.
Ha habido dos avances: por un lado, la
exención tributaria
a la creación de software y medicamentos en el país,
con un alto valor agregado de investigación. Ahí puede
jugar un gran papel la universidad. Y por otro lado, el mayor compromiso
del Sena con los programas de investigación.
¡Qué bueno trabajar en esa área los Centros
de Desarrollo Tecnológico, para ver cómo avanzamos
en eso!
En eso ha habido una equivocación, yo la viví. Cuando
se piensa en un Centro de Desarrollo Tecnológico, lo primero
que se piensa es en hacer un edificio y es lo que menos se necesita
hoy. En esta época de revolución de las comunicaciones,
es lo que menos se necesita y sobre todo cuando puede haber acuerdos
con el sector privado para utilizar los laboratorios o equipos.
La universidad tiene que jalonar un papel de liderazgo para unirse
con el sector privado a investigar.
Hubo unas décadas en las cuales en el Japón toda
la investigación la hacía el sector privado y la
universidad iba rezagada, gravísimo.
Y en los Estados Unidos ocurría lo contrario: toda la investigación
la hacía la universidad, pero desconectada del sector privado.
Entonces muchos profesores universitarios que tuvieron éxitos
en resultados investigativos, le vendieron sus resultados a las
transnacionales no norteamericanas y causó un rezago allí y
eso lo han estado corrigiendo. Se necesita una gran integración
en investigación entre el sector privado y la comunidad
académica.
La educación y la distribución del ingreso. Hay
estudios del Banco Mundial elocuentes, contundentes. Hay casos
de países en los cuales la revolución educativa ha
producido mejor resultado para construir equidad en la redistribución
del ingreso, que reformas agrarias o reformas tributarias.
Uno no puede hablar con criterio de dogma
ni con normas absolutas, pero el gran esfuerzo que tiene que
hacer Colombia –integral-
para corregir la inequidad en la distribución del ingreso,
tiene un aspecto jalonador que es la educación.
Y la educación puede producir este encadenamiento: mayor
y mejor educación, mayor productividad de la sociedad en
su conjunto.
Una sociedad con mayor productividad es
una sociedad más
competitiva y una sociedad más competitiva, es una sociedad
con mejor nivel de ingresos. Y la competitividad sólo es
sostenible en la medida en que ese nivel de ingresos tenga una
distribución crecientemente equitativa.
Entonces, la base para construir el edificio
de la productividad, de la competitividad, del ingreso y de la
equidad, es la educación.
Por eso este gran reto.
Muchas gracias a todos porque la educación no puede ser
un tema de discurso de campaña y de olvido de Gobierno.
Queremos rendirle nuestro homenaje al representante
a la Cámara,
Eloy Segundo Hernández, de La Guajira, quien falleció en
el día de ayer, con un minuto de silencio. |