CONDECORACIÓN
AL INDUSTRIAL CARLOS MANUEL ECHAVARRÍA
Abril
11 de 2003 ( Itagüí – Antioquia)
Doctor Echavarría:
Pocos como usted, han hecho tan bien la
tarea de servir a Colombia, doctor Carlos Manuel, pertenecer
a la clase dirigente antioqueña
implica un evidente compromiso histórico.
Hubo en esta tierra, una afortunada simbiosis
de gente de negocios y hombres públicos, que desde el siglo XIX supieron remontar
las diferencias partidistas para encumbrarse a conquistar la noción
de lo público con sagaces y pragmáticas formulas
de bienestar colectivo.
El paradigma del honrado gestor, de empresa
privada logró,
con el ejemplo, que los servidores públicos asumieran, entusiastas,
la aplicación de las cualidades éticas y profesionales
de quienes dieron pujanza a nuestra industria nacional.
Héctor Abad Gómez desarrolla la siguiente idea en
su manual de tolerancia: “cuando en el siglo XIX Colombia
se sumió en las guerras civiles para intentar dirimir la
supremacía de un color banderizo, Antioquia fue refugio
de quienes se mantuvieron al margen de las confrontaciones. Las últimas
décadas del siglo XIX encontraron a una Colombia inmersa
en las guerras, pero Antioquia se negó a involucrase, prefirió construir
el ferrocarril, trazar caminos, emprender aventuras industriales,
ampliar el sistema educativo para integrar a la mayor cantidad
de niños y jóvenes. La tolerancia se elevó a
la categoría de virtud individual y social”, escribió Héctor
Abad Gómez.
La Orden de Boyacá el grado de Gran Cruz, queda hoy en
el pecho de un hombre que luce –individualmente- las virtudes
que hicieron notable a todo el pueblo antioqueño. En esa
medida, esta condecoración no es un gesto protocolario,
sino ocasión para revitalizar para expandir el buen ejemplo,
el de la inteligencia y el estudio, del trabajo honrado, la capacidad
inventiva, el desarrollo tecnológico, de la filantropía
y la generosidad, del desprendimiento y el interés por crear
puestos de trabajo y bienestar para los compatriotas.
¡Cuántos colombianos trabajan o han trabajado en
las empresas que creo su imaginación emprendedora!, ¡cuántos
niños deben su formación académica al hecho
de que hay centenares de aulas creadas por usted!
Empresarios como Carlos Manuel Echavarría redimen la vida
cotidiana de miles de familias y hacen que los colombianos eleven
su autoestima. Por ejemplo, estuvo en el centro del esfuerzo para
que 150 niños músicos habitantes de los barrios populares
de Medellín estén de gira por Italia, sus caras risueñas,
sus movimientos rítmicos, la melodía de nuestras
composiciones alegran en este momento a muchos europeos, hasta
el Santo Padre gozó ayer escuchando el concierto armonioso
que ellos le interpretaron.
Pero –también- sus aportes, su buena voluntad, garantizan
que los estudiantes de las escuelas eucarísticas tengan
mejor opción educativa, porque los beneficiarios de los
programas de presencia Colombo – Suiza del salto de la vida
callejera disipada a la de la laboriosidad.
Al imponer hoy la Orden de Boyacá en el pecho de Carlos
Manuel Echavarría, cruza por la mente una ráfaga
de reflexiones antioqueñas. Si alguien ha dicho, atrevidamente,
que esta montaña enclaustra, recorta la visión y
apega a nimiedad de la parroquia, usted es el antioqueño
que muestra todo lo contrario: visión sin fronteras y universalidad
sin límites.
Si alguien ha dicho, atrevidamente, que
esta montaña estimula
un regionalismo excluyente, usted es el antioqueño que muestra
todo lo contrario: sensibilidad con todas las regiones de la Patria
que lo han visto integrado, sirviendo bien y con afecto, a los
artesanos del litoral Caribe o a los campesinos cultivadores de
seda en Risaralda.
Pero también, usted es el antioqueño de la dura
cerviz. Ni el secuestro y asesinato de su padre ni las amenazas
y riesgos sufridos por su familia, han logrado doblegar su voluntad
de laborar sin pausa por el terruño y la Patria grande.
Usted concibe el gran proyecto, engendra
la concepción
macro y no cree cumplida ahí su tarea, a continuación
se pone al frente del seguimiento y de la ejecución del
detalle para garantizar que el sueño acariciado se convierta
en realidad. Una gran enseñanza para la administración
pública y privada.
Quienes han trabajando a su lado y bajo
su dirección y
las comunidades que han progresado con su presencia, perciben lo
que no necesita ser registrado en el discurso porque es notorio
en los hechos: su percepción cristiana y democrática
de la iniciativa privada como función social.
Quienes como yo, en la vida pública, hemos tenido la fortuna
de su apoyo y consejo, señalábamos ante los colombianos –todos-
que usted es un ejemplo de emprendedor privado, que a cada hora
se ha ocupado del bienestar de la Nación.
Y cómo ha trascendido las fronteras para incorporar la
tecnología, exportar y lo fundamental, para crear confianza
en el inversionista extranjero que surge cuando conoce al empresario
como usted.
Esta orden, creada por el Libertador para
honrar a los triunfadores del bien público, la confiero a usted, un triunfador del
bien público, en la cálida presencia de su familia,
heredera de discreción, tenacidad y sentir humano, en la
compañía de sus amigos que lo admiran y reconocen
como ejemplo y en el aplauso sonoro y silencioso de miles de colombianos
que quieren que existan muchos como usted. |