90
AÑOS MINISTERIO DE AGRICULTURA
Agosto
6 de 2003 ( Bogotá– Cundinamarca)
Compatriotas:
La presencia esta noche de nuevo en el
recinto de Confería
en el marco de Agroexpo, es para saludar muy afectuosamente a todo
ese magnifico grupo de colombianos que ha hecho el Ministerio de
Agricultura que hoy cumple 90 años.
Para hacerle sentir nuestra gratitud a
los ex Ministros aquí presentes,
a la ex ministra María del Rosario Síntes, a los
presentes y a los ausentes, a los que ya nos acompañan desde
las colinas de la historia. A todos los funcionarios que les han
tocado unas épocas tan difíciles, de tantos retos,
el desafió permanente de hacer agro en nuestra patria colombiana.
Ya lo recordaba el mensaje de Vecol y las
palabras del Ministro (Carlos Gustavo Cano), como fue el general
Rafael Uribe Uribe quien
presentó el proyecto de ley.
El año pasado se cumplió el primer centenario de
la finalización de la Guerra de los Mil Días. Recuerdo
que fuimos a Chinácota y además todos hicimos el
repaso de lo que cuenta la historia sobre aquellos episodios del
buque Wisconsin y de la hacienda Neerlandia del Magdalena. Bastante
acongojado quedó el espíritu nacional, pobre la economía
y todo fue conduciendo al centenario que habremos de celebrar el
próximo 3 y 4 de noviembre: la independencia de Panamá.
Pero después de esa tragedia, el país empezó a
trabajar con armonía, los antiguos contendientes se unieron,
el general Rafael Uribe Uribe apoyó al gobierno de Reyes,
dijo bellamente que había renunciado a ser un revolucionario
con las armas, pero que no renunciaría a ser un revolucionario
con las ideas y la verdad es que dedicó lo mejor de sus
energías a servir al campo colombiano, a traer variedades
de café y de pastos.
Algunos colombianos, agudos observadores
del campo, dicen que la historia de los pastos ha tenido dos
o tres momentos este estelares,
cuando vino la yaraguá del Brasil –que en muchas regiones
conocen con el nombre de puntero y que en muchas partes conocemos
con el nombre de Yaraguá Uribe, que la trajo el General
Uribe- que sustituyó sabanas naturales y aumentó la
productividad ganadera. Y en las últimas décadas,
con la introducción del anglinton y de la braquiarias.
Y (el General) presentó en 1911 aquel proyecto de ley que
se convirtió en norma en 1913 y que fundó el ministerio
de Agricultura.
Nuestra Patria tiene una especial dependencia del campo. Los censos
poblacionales hay que leerlos cuidadosamente porque muchos poblados
de la Patria aparecen dentro del Censo urbano, pero sus habitantes
dependen totalmente del campo.
Y cuando uno mira qué puede ser la canasta que ofrezca
el país a la comunidad internacional a futuro, el campo
ofrece las mejores posibilidades. El campo colombiano con su riqueza
en biodiversidad, con la circunstancia de que el nuestro es uno
de los países primeros en disponibilidad de agua dulce,
es el futuro de la Patria.
La semana anterior tuvimos un foro bien
importante con ustedes acá, en Corferias. Me contaba el Ministro que en lugar de
haberse resuelto el problema tributario de la semilla del algodón,
se agravó porque ahora dijeron que se lo van a cobrar a
la fibra para que en ese momento tengan oportunidad de descontar
lo de la semilla, yo creo que si ese no es el camino, busquemos
una aclaración en la ley. Tenemos que seguir trabajando
el tema de la leche, en fin producto por producto.
Ahora me da el doctor Cesar Pardo (presidente
de FINAGRO) la grata noticia de que se ha movido muchísimo la línea de
crédito para maquinaria en esta feria, que ya esta llegando
a 40 mil millones (de pesos) y que ya los bancos comerciales, distintos
al Banco Agrario, aceptaron entrar a colocar esa línea.
Allí cuando me bajé del carro, vi un hombre con un
sombrero grande montado con un tractor ‘Jhon Dir’,
me saludó muy amable y le dije: ¿cómo te ha
ido en ventas?, y me dijo: ‘bien, bien’. El hombre
no me dijo ‘regular’ ni ‘ahí vamos’,
sino ‘bien, bien’, con optimismo.
La verdad es que yo veo razones para estar
optimistas en el campo colombiano. Me dice Luís Arango que ya tienen prácticamente
desarrollada una variedad de un maíz de verdad enano, de
más fortaleza radicular y en el tallo, para poder defender
a los cordobeses de los vientos que tanto daño han hecho
y que en esta cosecha nos van a cobrar 36 mil toneladas, que traducidas
en pesitos, bastante falta le hacen al campesinado de aquella región
de la Patria.
Ojalá en las próximas semanas le podamos decir al
país que el Cesar, sumada la región de Aguachica,
el centro y el norte, sembró 10 mil hectáreas de
algodón y que Córdoba sembró 30 mil, no 25
mil, sino que se suban a 30 mil y que en otros departamentos también
mejoró la siembra. Y ojalá pueda llegar al Tolima
y darle la mano a unos agricultores sonrientes, con una platica
en el bolsillo, derivada de esta cosecha de algodón que
ahora están recogiendo. Es lo que deseamos.
El país tiene muchos líos, pero de vez en cuando
hay que hablar de las cosas buenas. Es muy grato llegar a la llanura
y ver lo que vimos hace 15 días: 5 mil hectáreas
de maíz, uno ya bien maduro, ya seco el capacho, a punto
de empezar recolección, con muy buena productividad y grandes
expectativas.
Ahí, en un circulito de ese domingo que se nos convirtió casi
en un consejo comunitario del agro, se juntaron tres o cuatro avicultores
y entre los tres o cuatro nos prometieron 15 mil hectáreas
para el año entrante y tenemos fe y vamos a trabajar para
que tengamos sembradas 50 mil hectáreas de maíz tecnificado
en la altillanura en el año 2005. Hoy Colombia tiene 100
mil hectáreas de maíz tecnificado, lo que ha pasado
en la zona cafetera con la combinación con el maíz
es muy, pero muy bueno.
Y le llegó el momento al Llano: 3 millones de hectáreas
sin rastrojo, sin monte, sin piedra y planas o con leves ondulaciones.
Una cosa es tener que recoger piedra antes
de empezar a sembrar, otra cosa es encontrar la tierra del Llano.
Una cosa es tener que
ir en la etapa de la protección ecológica a derribar
selva para empezar a sembrar, en el Llano es sabana. Otra cosa
es domar ciertos rastrojos –que no los tiene el Llano- para
hacer agricultura y además con un régimen formidable
de lluvias. Ahí le cuentan a uno sus moradores que caen
2.200, 2.300 milímetros de agua al año, bien repartidos
en 9 meses y las deficiencias del suelo, con gran talento las están
corrigiendo los empresarios del campo.
Cada que veo a James Mesa le pregunto:
bueno, ¿cuantas
hectáreas nos va a sembrar este año? Primero me decía
que 11 mil, después cuando sancionamos la ley de exenciones
me dijo que 20 mil. ¿Vamos a contar 20 mil el 30 de diciembre,
doctor James?, no le digo que el 31 porque el 31 me comprometí a
ir a instalar la interconexión de energía eléctrica
a Puerto Carreño, pero si quisiera con usted –Ministro
apunte esto en la agenda- que hiciéramos un recorridito
en el país, por unos sitios, el 30 de diciembre, para que
le diga a los Colombianos: ‘aquí hay 20 mil hectáreas
nuevas de palma africana modelo 2003, en buena parte estimuladas
por la exención tributaria’. Porque nosotros tenemos
que justificar esas exenciones, no crea que son fáciles.
Y, ahora que hemos estado en las discusiones
del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, que
tendrá una reunión
bien definitiva, de pronto la reunión de pasado mañana
es la reunión más importante que ha tenido este Gobierno
desde su inicio. Hoy recibimos una carta de la SAC muy constructiva
y vamos en la vía de construir un gran consenso nacional
para que eso nos salga bien, para que nuestra agricultura tenga
todas, todas las oportunidades. Sabemos que son temas muy delicados,
que esos saltos hay que darlos con una norma que se llama “equidad” y
con la ayuda de Dios salimos adelante.
Yo no se, yo veo la gente con mucha gana
de trabajar en el campo colombiano y esta feria lo indica. Me
decía el doctor Restrepo
el día que la instalamos: ‘creció en un 20
por ciento el numero de expositores’.
Bueno, sigan ustedes mirando a ver cómo
desarrollamos el campo colombiano.
Las dificultades son muchas, no hay los
suficientes recursos para dar los subsidios que deberíamos
dar, todo es como gota a gota, pero Colombia tiene una formidable
clase empresarial del
campo, que hay que cuidarla.
Yo suelo recordar una experiencia en la
Universidad de Harvard –tal
vez en el verano del año 91 ó 92- que estaba Gorbachov
en plena ‘perestorika’. Una de sus decisiones fue entregarle
las empresas estatales del campo al campesinado soviético
y no lo encontró.
Los profesores que analizaron esa situación se remontaron
a principios de Siglo, a la revolución Bolchevique, consideraron
que en esa etapa de la Revolución Soviética se había
tenido buen cuidado de no destruir la clase empresarial del campo,
finalmente la destruyó Stalin y cuando la fueron a necesitar,
ya no la encontraron.
No es fácil hacer clase empresarial del campo, se destruye
muy fácil. Hacerla es muy difícil. Yo no sé Colombia,
después de tantas adversidades para su campo, cómo
tiene clase empresarial del campo. Hay que cuidarla, hay que protegerla,
hay que estimularla.
No sé qué vamos a hacer para que la nueva generación
se estimule a hacer empresa en el campo. Por ejemplo, la violencia
nos ha hecho que la nueva generación no pueda ni conocer
el campo, manejan el campo por internet o por radioteléfono.
El país va atener que pensar mucho en cuidar ese activo
que se ha venido menguando, que no tiene renovación generacional
y que hay que obtenerla, que es su clase empresarial del campo.
Y de parte de la Fuerza Pública de la Patria y de la Ministra
(de Defensa, Marta Lucía Ramírez), nosotros seguiremos
empeñados en devolverle la paz al campo, necesitamos la
ayuda de ustedes. Toda finca tiene que tener un teléfono
o un radio teléfono conectado con la Fuerza Pública,
tienen que apoyar los Soldados Campesinos, tener los celadores
institucionales, conectados con la Fuerza Pública en todas
las empresas del campo.
La seguridad es de todos. Ustedes han hecho
un gran esfuerzo con el impuesto de Seguridad Democrática, pero hay que hacer
un esfuerzo de todos los días.
Esto en seguridad apenas empieza y a una
culebra tan grande como es la violencia colombiana, uno no le
puede aflojar la presión.
Esa culebra la vamos a tener que tener sin oxigeno muchos, muchos
años, a ver si la derrotamos. Y ustedes, los empresarios
del campo, son aliados esénciales para poder regresar la
seguridad.
Muchas felicitaciones Ministro. Quiero
destacar su tarea patriótica,
honrada –con la honradez que usted suele acometer todas las
tareas de su vida-, saludar a todos sus colaboradores. En estos
años de internacionalización de la economía
todos los días hay controversia, pero la controversia bien
asimilada nos ayuda a construir caminos.
Y quiero felicitar, saludar y estimular a todos quienes trabajan
en las diferentes dependencias del Ministerio de Agricultura y
saludar a todos los empresarios del sector agrario de mi Patria.
A todos muchas gracias.
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