ENCUENTRO NACIONAL DE MUNICIPIOS
Agosto
26 de 2003 (
Bucaramanga - Santander)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy afectuosamente y
agradecer a ustedes la oportunidad de deliberar por unos minutos
sobre temas de tanta
importancia para el país, como los que acaba de presentar
el Presidente de la Federación de Municipios, el Alcalde
de Medellín (Luis Pérez).
Quisiera dividir esto en tres etapas: primero,
dar unas respuestas puntuales a los temas que ha planteado el
Alcalde. Segundo, abrir
un diálogo con ustedes sobre las preguntas, los temas que
quieran plantear. Y finalmente, que me dieran la oportunidad de
hacer una presentación sobre el referendo.
Quiero saludar también muy afectuosamente al Alcalde anfitrión,
Frank Giovanni González Mejía, alcalde de Floridablanca.
Déjenme hacer un paréntesis para decir que para
mí ha sido muy grato, muy edificante durante este año
de Gobierno, tener una comunicación permanente con ustedes,
en estas reuniones, en los Consejos Comunitarios, en las reuniones
periódicas en las diferentes regiones de la Patria. Creo
que ha sido un diálogo activo, de gran importancia. Hace
parte de la construcción del Estado Comunitario.
SEGURIDAD ALCALDES
Nos queda mucho trabajo que hacer por la seguridad de los alcaldes
y de los ex alcaldes.
Tenemos hoy 450 municipios con la seguridad
bastante reforzada. Cuando empezó este Gobierno había
416 alcaldes amenazados y por fuera de los municipios. Hoy hay
entre 56 y 80 por fuera
de los municipios.
Habido una reducción fundamental. Se nota que ha producido
efecto la política de Seguridad Democrática, pero
nos falta. Nos falta y vamos a seguir trabajando con ustedes para
lograrlo, para que todos los alcaldes puedan despachar tranquilamente
en sus ciudades y municipios.
Esta mañana me decía uno los Generales de la República
(tuve una reunión bastante importante con ellos de 7 a 9
de la mañana), que en algunos municipios donde se ha restablecido
la seguridad, todavía el alcalde no se ha hecho presente
y que hace mucha falta, porque su presencia es el principal motivo
de confianza para la ciudadanía.
Los alcaldes son muy vulnerables, corren
muchos riesgos. Uno no puede forzar esa presencia, ni producir
un desafío público
para que los alcaldes amenazados hagan presencia. Pero yo sí les
ruego –creo que este diálogo que he sostenido con
ustedes a lo largo de este año ha sido franco, constructivo,
amistoso-, que aquellos donde su municipio se ha podido ir, mejorando
en materia de seguridad, hagan un examen nuevamente de la seguridad,
a ver si pueden atender desde el municipio.
Comparto la preocupación de ustedes: ¿qué va
a pasar con algunos después del primero de enero? Entonces
le ruego el favor a la Federación Colombiana de Municipios,
que con el Viceministro del Interior (Juan Carlos Vives), que examinemos
esos casos, busquemos toda la protección, incluso la ubicación
en el extranjero por un tiempo. No me vayan a decir dentro de un
año que yo les prometí ubicarlos en el extranjero
y que no lo he logrado. Vamos a buscar, vamos a buscar con toda
la paciencia pero con toda la insistencia.
Ninguno de los problemas colombianos se
resuelve de media noche para el día. El liderazgo para
resolver los grandes problemas exige tenacidad, lucha constante,
no perder ni un minuto.
Es tan grave irse al extremo de decir: ‘como nada se resuelve,
olvidémonos, dejemos que estos problemas nos arrasen’.
Como desestimularse porque en medio del afán y la angustia,
tampoco aparecen soluciones. No. Aquí hay que estar trabajando
a toda hora, con la seguridad de que las cosas no se resuelven
rápidamente. Pero si persistimos, ahí las vamos resolviendo.
Lo importante es no dar pausa en la lucha para ir resolviendo los
problemas.
Vamos a buscar, con tenacidad, con mucha
dedicación, cómo
ayudamos a resolver el problema de los alcaldes que terminan su
período el primero de enero. Entonces, coordinados con la
Federación, con el Viceministerio del Interior, con la Cancillería
y con los embajadores de los diferentes países, cuyas misiones
diplomáticas están acreditadas en Colombia.
ANTICORRUPCIÓN
Quiero agradecerles a ustedes su comprensión
del Decreto 2170, ha ayudado bastante.
Todos los días aumenta el número de colombianos
interesados en conocer los prepliegos. Un gran paso que se dio
fue ese: exigir que antes de convertir un pliego de una licitación
en definitivo, que se publicara el prepliego, para que se tenga
que atender los reclamos ciudadanos y evitar esas licitaciones
que desde los pliegos se confeccionan como anillo al dedo para
adjudicársela a alguien que está corruptamente predefinido
como beneficiario de la licitación.
También es importante la audiencia pública para
la adjudicación de los contratos, también es muy
importante el estímulo a las veedurías comunitarias.
¿Qué nos falta? Nos falta la reforma a la ley de
contratación, hoy en el Congreso de Colombia. Vamos a reformar
la ley de contratación porque ahí nos falta también
lo siguiente: no obstante el Decreto 2170 ha exigido la selección
objetiva en todos los casos de contratación, no encontramos
a través de un decreto reglamentario la posibilidad de cerrar
totalmente el espacio a asociaciones y a cooperativas de bolsillo.
Yo impulsé como congresista, de muy buena fe, la contratación
directa con las cooperativas de administración pública
y eso después se convirtió en una corruptela. Sí que
lo viví de cerca en la Gobernación de mi departamento,
los problemas de contratación directa de esas cooperativas.
Se han utilizado, en buena parte de los casos, para eludir la selección
objetiva, para eludir la licitación y para defraudar a la
gente.
Hace pocos días alguien me dijo que lo eximiéramos
de una licitación que porque tenía que ir de afán.
Y le dije: no, hay que dar ejemplo. Hagamos el proceso rápido
pero transparente.
Pienso que ese paso en la nueva ley de
contratación es
fundamental y pienso que es muy importante que todos los municipios
de Colombia, a través de la Federación, se pongan
un plazo para tener todas sus compras y todos sus contratos en
el SICE, en el Sistema Nacional de Informática sobre compras
del Estado y sobre contratos del Estado. Eso ayuda a crear confianza.
La palabra clave de este Gobierno se llama
confianza. Recuperar la confianza de los colombianos en Colombia.
Por eso hemos propuesto
trabajar tres ejes: el eje de la seguridad, el eje de la derrota
de la politiquería y la corrupción y el eje de la
reactivación económica y de la reactivación
social.
¡Qué bueno que ustedes ahora, en el empalme con quienes
habrán de sucederlos, de acuerdo con las elecciones del
26 de octubre, puedan insistir mucho en que los municipios que
no han llegado al Sistema Nacional de Control a través de
la informática, lo puedan hacer en breve plazo! Allí está un
gran reto para recuperar confianza en nuestra ciudadanía.
Vamos a seguir examinando el tema de la
Oficina Nacional Anticorrupción. ¿Por
qué? Porque la Constitución distribuye funciones,
le asigna unas tareas investigativas a la Procuraduría,
otras a la Contraloría. Esos son, todos, órganos
de control independientes del Ejecutivo, lo único que puede
hacer el Ejecutivo es recibir las quejas y tramitarlas ante estas
entidades. Y también es independiente la Fiscalía
y del sistema judicial.
Vamos a mirar tranquilamente cómo se maneja el tema de
esta entidad para que sea más eficaz.
Para mí lo más importante de esa entidad no es que
entre a sustituir a los órganos de control, a los fiscales
y a los jueces, sino que viva creando permanentemente un clima
de opinión favorable, resuelto, definitivo en contra de
la corrupción.
En Colombia hay que crear climas de opinión para las grandes
causas que requiere la sociedad, y alimentar permanentemente esos
climas de opinión.
Ha sido muy difícil manejar la situación fiscal,
enormemente difícil. A mí me da pena quejarme y la
instrucción que he dado en el Consejo de Ministros es: ‘con
los gobiernos anteriores, decencia’. Pero la situación
fiscal de la Nación es bastante difícil –la
vamos a enderezar, que no quepa la menor duda-. ¿Por qué?
Porque yo recibo la Presidencia y me dicen unos: el déficit
fiscal es del 3.6 (por ciento del PIB), otros del 4.2 por ciento.
Si lo desagregamos, ¿cuánto es en el sector central?:
el 6 por ciento.
“Ah, pero Presidente, no se preocupe que vienen las utilidades
de Telecom, las utilidades del Seguro Social, las utilidades de
Ecopetrol, de tales y tales entidades”. La única con
utilidades es Ecopetrol, las otras, todas, estaban causando pérdidas.
Al Seguro Social le tuvimos que trasladar en diciembre 500 mil
millones de pesos, ¿cuánto más útil
habría sido dárselos a ustedes para ampliar el régimen
subsidiado de salud o para resolver problemas de hospitales locales?
Entonces la situación deficitaria nuestra ha sido muy,
muy difícil. Yo creo que la tenemos que resolver, pero no
se resuelve rápidamente. Es muy difícil. Reconozco
muchos logros en las entidades departamentales y municipales.
Cuando he propuesto la gran reforma administrativa
de la Nación,
he puesto de ejemplo la Ley 617 y he dicho: departamentos y municipios
hicieron, por mandato de la ley, una gran reforma administrativa.
La Nación no la ha hecho.
Cuando he propuesto el recorte del Congreso,
como está en
el referendo, he dicho: ¡ah!, le exigen recortes a los municipios
y a los departamentos y las altas burocracias no se recortan. Lo
mismo cuando propusimos el cierre –ya efectuado- de gran
cantidad de embajadas y consulados. Y cuando hemos enfrentado esta
tarea de reducir sustancialmente la burocracia nacional, reconozco
el esfuerzo de ustedes allí.
Déjenme hablar de lo bueno y también
de lo malo.
Pero Planeación Nacional, en un estudio juicioso, también
ha demostrado que en algunas partes de Colombia hay buen manejo
de las transferencias y en otras, mal manejo.
Las cifras que mostró el Alcalde de Medellín, cuando
se desagregan, no muestran homogeneidad en el país. En algunas
ciudades y municipios, las transferencias guardan proporción
con el mejoramiento de la educación, de la salud y de los
servicios públicos, en otras no. A mí me preocupa
enormemente el reclamo de mis compatriotas por acueductos, alcantarillados
y programas de saneamiento básico. La Nación tiene
para este año 37 mil millones de pesos, prácticamente
con eso tenemos que pagar compromisos anteriores.
¿Cuánto vale la transferencia para acueductos y
alcantarillados a las entidades descentralizadas este año?
689 mil millones de pesos de transferencia, contra 37 mil millones
de pesos de la Nación.
El solo caso de los acueductos y de los
alcantarillados me ha producido mucha preocupación porque no se ve en el país
un mejoramiento de los sistemas, proporcional al esfuerzo que se
ha hecho para aumentar esa transferencia. ¿Se trata de echar
para atrás la descentralización?: no.
Leamos bien este artículo: “el presupuesto de rentas
deberá garantizar la estabilidad macroeconómica y
la solvencia fiscal de la Nación y corresponder al Plan
Nacional de Desarrollo. Para ello, en la misma ley, se podrán
modificar y reorientar rentas cedidas o asignadas y modificar leyes
que decreten gasto público”.
Primero, quiero muy respetuosamente hacerles
esta observación:
el Gobierno no está pretendiendo quitar la facultad del
Congreso. Cualquiera de estas modificaciones tendría que
tramitarse en la ley.
Pasemos al siguiente texto –hay que estudiar los dos textos
en armonía, en concordancia-: “No habrá renta
de destinación específica. Se exceptúan las
participaciones previstas en la Constitución a favor de
los departamentos, distritos y municipios, las destinadas a educación,
seguridad social, agua potable, saneamiento ambiental y deportes.
El Gobierno Nacional podrá suspender el pago de las participaciones
a las entidades territoriales o intervenir su manejo en caso de
mal uso o aplicación ineficiente de estas”.
Separemos lo social del resto. El grueso
de lo social está en
educación, seguridad social, agua potable, saneamiento ambiental
y deporte. Y la seguridad incluye allí la salud, por supuesto,
finalmente todas inversiones son sociales, pero remitámonos
al grueso.
¿Cuál es la comprensión que yo tengo de los
artículos?: lo que es la transferencia cedida para estos
rubros, no se puede tocar. Se podría tocar lo demás.
Si este artículo no es suficientemente claro en su concordancia
con el primero, no tengo inconveniente en sentarnos con ustedes
y con los ponentes en el Congreso para que eso quede suficientemente
claro, que lo que es la transferencia a lo social sea intocable.
Eso sí, dejemos un espacio en la Constitución que
propone los últimos renglones: cuando haya mal manejo, que
el Gobierno las pueda intervenir.
Porque los esfuerzos son muy grandes. El
alcalde Luis Pérez
mostraba cómo en las últimas normas tributarias no
habido participación de las regiones, pero finalmente esas
inversiones han ido a las regiones.
Con el impuesto patrimonial, lo que hemos
hecho es financiar todo este programa de Seguridad Democrática
para todas las regiones.
Yo no vengo con actitudes dogmáticas. Todos esos temas
hay que estudiarlos. Si algo ha caracterizado la relación
entre ustedes y este Gobierno Nacional, es estar en permanente
diálogo. Les propongo a ustedes una reflexión: redactemos
estos dos artículos de tal manera que el grueso de lo social
quede a salvo, pero que el Gobierno tenga flexibilidad a través
de la ley para el manejo de los otros rubros exentas de rentas
cedidas y que el Gobierno tenga la posibilidad de intervenir allí donde
haya mal uso de las transferencias.
Pensemos en esta opción, si aparecen otras, las estudiamos.
Entonces yo le rogaría a Juan Carlos Vives, Viceministro
del Interior y de Justicia, que se siente con quienes designen
en la Federación de Municipios –con su Presidente,
con su Director Ejecutivo y con quienes ustedes designen- a concertar
un texto para presentárselo a los ponentes. Mi propuesta
es que en el artículo primero quede claro lo que se propone
en el artículo segundo. Si uno le traslada el texto del
artículo segundo al primero, el espíritu brota claramente:
que se le devuelva al Gobierno a través de la ley una flexibilidad,
sin que pueda tocar el grueso de lo social. Esa sería mi
proposición.
Porque yo los comprendo a ustedes, he hecho
buena parte de mi vida pública en los municipios, en los departamentos, de
allá viene mi carrera pública. Los comprendo a ustedes,
pero ustedes no saben lo difícil que es manejar el Presupuesto
Nacional con estas inflexibilidades y con esta escasez crítica
de recursos.
Frente a ustedes estoy bregando a defender
las rentas nacionales y frente a los funcionarios de Hacienda
y Planeación, parezco
el abogado de ustedes: a toda hora peleando. Es una tarea muy complicada.
Antes de ayer estábamos en Barranquilla en unos seminarios
que estamos haciendo en las principales capitales, sobre cómo
mejoramos la respuesta del Estado para la creación de empleo
y entonces pregunté, en presencia del Ministro del Comercio
(Jorge Humberto Botero): ¿quiénes de los aquí presentes
se han beneficiado de microcréditos?, ¿quiénes
no?, la inmensa mayoría.
Y me dice el Ministro: ‘¿cómo así,
Presidente? si hemos completado un billón de pesos en microcréditos,
ha crecido el microcrédito en el último año
en un 48 por ciento’. Le dije al Ministro: Es que los problemas
de pobreza del país son tan agudos, tan severos, que uno
no puede conformarse con las cifras oficiales.
Para nosotros crecer un 48 por ciento,
asignar un billón
de pesos de recursos de microcrédito en un año, es
mucho, pero para las necesidades del pueblo colombiano es muy poco.
Comprendo que se ha agravado tanto el problema
social y de pobreza en Colombia, que las cifras oficiales son
totalmente insuficientes.
Vamos a buscar una concertación sobre este tema, para que
a ustedes no se les afecte lo social y para que la Nación
tenga alguna flexibilidad en el manejo presupuestal.
A mí siempre me preocupan algunos temas. Por ejemplo, con
el Gobernador de Santander veíamos que si bien la gráfica
de burocracia en las entidades territoriales venía mostrando
una disminución, ahora aparece con una leve recuperación.
Póngale total cuidado a eso, no permitamos que se invierta
esa tendencia, el Estado no se puede gastar la platica en burocracia.
Si el clientelismo generara empleo, en Colombia no habría
desempleo. Nosotros hemos tenido un país, infortunadamente,
clientelista y un desempleo altísimo, explosivo.
Ahora me decía Prensa de la Presidencia que se confirma
que en julio se redujo el desempleo dos puntos. Eso es muy poquito
frente a las necesidades del país. La ecuación básica
de la economía, la del producto, permite hacer esta inferencia:
el Estado tiene dos opciones para aplicar recursos, funcionamiento
e inversión.
El funcionamiento no agrega valor, no trae
multiplicador. La inversión
sí. Por eso he sido partidario no de eliminar el Estado,
sino su expresión clientelista: derrotar el Estado clientelista,
poner el Estado a ahorrar para que el Estado pueda aumentar su
inversión.
Y me preocupan otros temas burocráticos. Por ejemplo, en
los hospitales, en los últimos años parte de la lucha
burocrática se trasladó de los municipios a los hospitales.
Muchos de ustedes me han dicho: como tengo la nómina congelada,
como tengo que aplicar Ley 617, pues ya no me extorsionan por puestos,
pero ya la pelea se da en el hospital.
La salvación de los hospitales públicos nos va a
exigir una gran tarea de desburocratización y en esas corporaciones
del medio ambiente. Las corporaciones del medio ambiente se han
convertido, muchas, en una rebatiña burocrática en
las regiones. Nosotros produjimos un decreto de disminución
de gastos de funcionamiento en esas corporaciones, pero ustedes
nos tienen que ayudar a ver cómo sacamos una buena ley y
derrotamos la politiquería allí.
Incluso en la campaña, yo estuve tentado a que acabaran
eso y a que las platas las manejaran ustedes y los gobernadores
a través de unas fiducias bien manejadas, pero en esto hay
que concertar. Hay unos sectores ambientalistas en el país
que quieren la autonomía de las corporaciones. Ayúdennos
a que encontremos el texto acertado en la ley, para que esas corporaciones
cumplan su función, sigan siendo autónomas y ustedes
tengan una participación. Pero que no haya esa rebatiña
politiquera de hoy.
Les reconozco unos grandes avances en ahorros, en unos rubros,
como Ley 617, pero nos quedan unos problemas.
Tres: lo que muestra la curva donde se
puede revertir la tendencia. Ya hay una señal, lo que ocurre en muchos hospitales públicos,
lo de las corporaciones.
Con ustedes he hablado muchísimo el tema de la privatización.
Yo creo que este Gobierno ha dado plenas pruebas de que quiere
la eficiencia más no la privatización. Le he dicho
al sindicato de Ecopetrol: ese es un recurso natural estratégico,
nosotros no tenemos interés en privatizar Ecopetrol sino
en hacer sostenible la empresa, en darle viabilidad en el largo
plazo.
El problema que tenemos en Ecopetrol no es para privatizarlo.
Es para hacerla sostenible en el largo plazo.
Telecom. Se iba a morir, la sustituimos por una empresa estatal,
sostenible en el largo plazo.
O sea que aquí ha habido un cambio de tesis, un cambio
de doctrina. Aquí no estamos nosotros empeñados en
arrasar el Estado, estamos empeñados en hacerlo viable,
en legitimarlo ante la ciudadanía.
¿Al campesino qué le interesa?: una Telecom que
le tenga su teléfono, no una Telecom que se gaste su plata
en burocracia. Hay que ver, por ejemplo, cómo venía
esa telefonía rural, de mal en peor. Ustedes la han sufrido
en muchas partes. No hay teléfonos en muchas partes. ¿Entonces
para qué la empresa estatal así?
Nosotros en la teoría diciendo: la empresa Telecom, la
empresa estatal. Y el campesino riéndose apenas escucha
eso por radio, ¿cuál empresa?, ¿cuál
telefonía si no la tengo?
Entonces ahí hay un cambio muy importante, aquí no
hay un buldózer privatizador. Aquí hay un gran empeño
para devolverle viabilidad al Estado.
DESCENTRALIZACIÓN
Vemos que funciona mejor, dimos un gran
paso descentralista. En medio de esta aguda crisis fiscal, recuerden
la reforma tributaria
de diciembre, le implica a las entidades descentralizadas recursos
frescos del orden de 400 mil millones. Hubo una nueva sobretasa
a los combustibles, una cesión a los departamentos del IVA
de los licores extranjeros, una reclasificación de los licores
para aumentar esos ingresos y además, el crecimiento del
impuesto a la telefonía móvil, que debe ir a infraestructura
deportiva, se le cede parte a las regiones.
Creo que la preocupación de ustedes son esas dos propuestas
de artículos constitucionales y creo que tenemos ahí un
buen campo para concertar.
REFERENDO
Quiero agradecerles a ustedes su compromiso.
Lo que ha dicho su Presidente de la Federación pone muy en alto el pundonor
democrático de las alcaldesas y de los alcaldes.
La Corte Constitucional estuvo en contra
de nuestra tesis de que ustedes debían tener por lo menos un año de prórroga
de período, a criterio del pueblo. Independientemente de
que compartamos o no el fallo, lo tenemos que acatar, es el mandato
del Estado de Derecho.
Hoy sería muy fácil para ustedes decir en esta asamblea:
si el fallo de la Corte Constitucional hubiera sido favorable,
estamos con el referendo. Muchos colombianos dirían: eso
no es gracia, si les van a prorrogar el período. Pero hoy,
después de que la Corte declaró inexequible ese artículo,
después de que se frustró la posibilidad de esa extensión
por un año, que los alcaldes de Colombia en la víspera
de que sean elegidos sus sucesores, sin la posibilidad de esa extensión
del período, digan ante las cámaras de televisión
y teniendo a todo el pueblo como testigo, que apoyan el referendo,
demuestra su gran pundonor, su compromiso democrático. Demuestra
que, cuando querían la prórroga, era por superiores
intereses y no por mezquinas aspiraciones de poder.
Muchas gracias por ese gesto democrático
que enaltece a la democracia y que enaltece su base.
El referendo no es un referendo por candidatos,
aquí no
estamos eligiendo, aquí estamos tomando unas decisiones
de contenido material por el país. Todo colombiano tiene
derecho a pronunciarse sobre esas decisiones, a expresar públicamente
si las considera convenientes o inconvenientes.
Por ejemplo, esta mañana la dirección del oficialismo
Liberal por 8 votos contra 2, decretó abstención
activa al referendo. Entonces, sí hay que respetarlos, el
Gobierno va hacer una tarea de profundo respeto. Pero entonces,
si los que están por la abstención activa pueden
hacer campaña y nosotros que propusimos eso y ustedes que
coadyuvaron no podemos explicárselo a los colombianos –que
ese nuestra campaña-, las cargas serían muy desiguales.
La Presidencia de la República no va a gastar plata en
campaña, ustedes (alcaldes) no van a gastar plata en campaña,
pero sí podemos dar nuestra opinión.
Además sería ilógico, que un Ejecutivo, que
lo propuso al pueblo colombiano y que lo propuso al Congreso porque
lo había ofrecido en la campaña y que lo hizo para
cumplir con un mandato electoral, no pudiera ahora defenderlo.
Yo confío en la comprensión del Procurador (General
de la Nación, Edgardo Maya).
Ahora, ¿cuál es la tónica del Gobierno? La
tónica del Gobierno es una campaña pedagógica,
sin politiquería, totalmente cívica, de argumentos,
que siente precedentes para los referendos del futuro. Que, en
lugar de polarizar a los colombianos, los una. Que todas las voces
discrepantes se sientan respetadas.
Creo que una campaña así adelantada, puede ser un
gran ejemplo de fortalecimiento democrático de la Nación
y que antes que hacer daño, hace bien. Tengo confianza que
la campaña, en esos términos, la podemos adelantar.
No basta con decir: apoyamos el referendo. Hay que explicarlo,
el pueblo colombiano no lo va a votar a ciegas, el pueblo colombiano
necesita conocerlo.
Frente al tema de congelación de salarios, déjenme
hacer esta explicación.
¿Por qué la congelación
de salarios? Porque
con un déficit del 6 por ciento nosotros tenemos que combinar
una serie de herramientas para poder resolverlo.
Cuando yo llegué a la Presidencia me dijeron: ‘usted
tiene la solución’. Y dije: ¿Cuál? ‘Ponga
un IVA del 16 por ciento a todo, entonces IVA del 16 a educación,
IVA del 16 a salud, IVA del 16 a servicios públicos’.
Eso no se aceptó.
Hay un IVA que va a gravarlo todo pero
con una tarifa descendente, escalonada y lo más sensible, sólo
se va a gravar con el 2 por ciento.
El Gobierno Nacional está haciendo la reforma de la administración
central. El Gobierno Nacional ha hecho un gran esfuerzo para controlar
evasión y viene un esfuerzo adicional. Todo eso es insuficiente,
necesitamos también estos alivios fiscales. Esa es la razón.
¿Para quién es eso?: se ha venido diciendo que es
congelación para todo el mundo. Eso no es así, es
solamente para el sector público. Esa congelación
no afecta al sector privado. Para el sector público tampoco
es para todo el mundo. Es para los que ganan por encima de dos
salarios mínimos.
El 71 por ciento de los empleados y trabajadores
del sector público
no sufrirá la congelación, porque sus ingresos son
inferiores a dos salarios mínimos. Esa congelación
afectará al 29 por ciento y lo afecta de dos maneras: cuando
el salario es entre dos y 25, afecta durante dos años. Ahí está el
grueso de ese 29 que queda afectado.
Cuando el salario está por encima de 25 salarios mínimos,
me refiero al Congreso, a los magistrados de las altas Cortes,
al Presidente de la República, la congelación es
por cuatro años.
Maestros. Hay que explicarle a los maestros
lo siguiente: nosotros hemos tenido dos consideraciones con el
magisterio de gran importancia.
Primero, el referendo. El desmonte de los regímenes privilegiados
de pensiones es gradual, va hasta el año 2007, eso permite
no afectar expectativas de maestros próximos a jubilarse.
Lo nuevo sería para maestros nuevos.
Segundo, nosotros tramitamos en el Plan
de Desarrollo una reforma totalmente equitativa al régimen pensional de los maestros,
con lo cual se salvó el fondo prestacional del Magisterio.
Tercero, los ahorros derivados por esas congelaciones en departamentos
y en municipios, van a fortalecer el fondo de pensiones del Magisterio
y el fondo de pensiones del sector salud.
En general, hay dos atenuantes más para la congelación
de salarios. Si la inflación llegare a ser mayor a 6.9,
la diferencia se descongela, y como hay aumento de salario mínimo
cada año, los que con ese aumento queden dentro del techo
de los dos salarios mínimos, no sufren la congelación.
Pensiones. Primero las grandes cifras:
Colombia tiene un millón
de pensionados. El número de pensionados está creciendo
al siete por ciento al año.
Guarden esta comparación en su mente: a ustedes y a los
departamentos se les transferirá el año entrante
14 billones. El cheque de la Nación para pagar pensiones
valdrá 9 billones 800 mil millones. Establezcan la proporción.
Y ese cheque de la Nación no incluye
lo que se paga con cargo a cotizaciones del Seguro Social, lo
que paga las entidades
descentralizadas, lo que paga el sector privado.
Estamos frente a una bomba pensional inmanejable.
Entonces por eso hay una congelación parcial de pensiones, sin afectar
las que están hasta dos salarios mínimos.
El 86 por ciento de los pensionados del
Seguro Social está por
debajo de los dos salarios mínimos. A ellos no se les afecta.
Regímenes privilegiados de pensiones, se desmontan. Es
que en Colombia hay mucha pensión de 14 millones, de 16
millones, de 11 millones, de 9 millones, y no hay manera de pagarle
a los pensionados de base.
Al Seguro Social se le venía cantando: ‘Se acaban
las reservas’, y no hacíamos caso. Pues se acaban
en agosto del año entrante. La Nación tendrá que
transferirle al Seguro Social por épocas un billón
de pesos al año, por épocas tres billones. Por eso
vamos a desmontar los regímenes privilegiados de pensiones.
En adelante no podrá haber pensiones sino hasta de 25 salarios
mínimos. Eso tiene un proceso gradual hasta el año
2007. Salvo en el caso de los ex presidentes de la República:
el desmonte del régimen privilegiado operará de inmediato.
Si yo me jubilara con el régimen de los ex presidentes
de hoy, terminaría mi período de 54 años,
con una pensión que para ese entonces podría ser
de 16, 17 millones. Al eliminarse ese régimen privilegiado,
debo esperar hasta los 62 años, completar el período
de cotizaciones, y máximo me podré jubilar con una
pensión de 25 salarios mínimos.
Colombia lo que necesita es buscar cómo le vamos a pagar
a nuestros pensionados, y no es fácil.
Otros temas del referendo. Voto público. Se me dice: ¿Y
por qué tiene que ir a referendo? Porque el Congreso nunca
lo aprobó. Es de gran importancia para controlar, por parte
del elector, cómo vota su diputado, su concejal y su senador
y su representante.
Este referendo, en la lucha para cambiar
la política, no
se quedó en el Congreso. También está involucrando
asambleas y concejos. No creo que en adelante el Congreso sea capaz
de echar para atrás el voto público, cuando fue aprobado
por el pueblo, si lo aprueba el pueblo en octubre.
Delitos contra la corrupción, contra el patrimonio público.
Sus autores no pueden volver al Estado, ni por nombramiento, ni
por elección, ni por contrato.
Contralorías departamentales, municipales y distritales
se eliminan. El dinero para educación, salvo el año
entrante que seguramente lo tendrán que gastar en indemnizaciones.
El tamaño del Congreso. Me preguntaba yo en campaña: ¿Por
qué los municipios y departamentos han hecho la Ley 617
y la Nación no? Nosotros hemos dado mal ejemplo en el nivel
nacional. La Presidencia de la República al final de mi
Gobierno habrá reducido costos en un 37 por ciento, pero
todos tenemos que reducir costos.
La reducción del Congreso no será tan profunda como
la propuse como candidato. Lo reconozco. Yo propuse que fuera un
Congreso unicameral de 160 congresistas. Eso no me lo aceptaron,
pero el paso que aceptamos y que aceptó el Congreso que
se dé, es importante.
Hoy hay 268 congresistas. Pero de acuerdo
con el número
de habitantes de 1985, estamos ante el riesgo de que en cualquier
momento el Consejo de Estado diga: aplíquese el censo poblacional
actual. Y tendríamos que elevar el Congreso automáticamente
a 320 personas. El referendo propone un Congreso de 218, número
congelado. Ya no seguirá creciendo, en proporción
de la población.
Auxilios parlamentarios. Se eliminan en
el Congreso, en las asambleas y en los concejos. La violación, además de las consecuencias
penales, se eleva a causal de pérdida de investidura.
No hay pérdida de investidura solamente para congresistas.
También la habrá para concejales y diputados, con
un elemento bien importante: se adopta el sistema de audiencias
públicas.
Esto es: los dos artículos del referendo hay que mirarlos
en su conjunto, porque se dice: ‘Vea usted, señor Álvaro
Uribe: como Presidente no puede sentarse a negociar con un congresista
un auxilio. Eso es sancionable. Usted lo que está obligado
es a formular audiencias públicas para examinar el presupuesto’.
Bastante difícil y dispendioso, pero necesario para la democracia.
Esas audiencias públicas, como ahora se están haciendo
para el Plan de Desarrollo, ayudan a que haya claridad sobre la
limitación de recursos, sobre la disponibilidad de recursos,
y buen debate sobre las prioridades.
Creo que es un gran paso a la claridad
popular sobre las finanzas públicas y va a facilitar que al pueblo no se le pueda seguir
engañando con promesas.
Tema de partidos. Ahí hay una identidad de textos entre
la reforma política y el referendo. Hay solamente una diferencia.
La reforma política exige que cada partido tenga una sola
lista. El referendo permite un número prudente y plural,
sin que vayamos al extremo de la operación avispa.
El umbral. El umbral se adoptó teniendo en cuenta que es
grave lo que hay hoy y que sería muy grave afectar los derechos
de las minorías.
Por eso se propuso un umbral para el Senado del 2 por ciento.
Lista que quiera competir tiene que sacar por lo menos el 2 por
ciento de los votos totales depositados.
Para la Cámara, asambleas y concejos,
se crea un umbral que es equivalente a la mitad del residuo,
a la mitad del cuociente.
Lista que quiera competir, tiene que sacar por lo menos la mitad
del cuociente.
¿Cómo entiendo yo la cifra repartidora? Es un residuo
más exigente. No se afecta esa institución que es
importante para las minorías pero se evita la dispersión.
El tema Cormagdalena no se menciona allí sino para mantenerle
los recursos. El referendo reitera los recursos que se mantienen
para el Fondo de Pensiones Territoriales para Cormagdalena, destina
un 56 por ciento a educación, un 34 a saneamiento básico
y un punto al río Cauca.
Hay un intangible del referendo. El referendo,
más que
en su efecto concreto, puede tener un gran efecto en la cultura
política de los colombianos. Es la movilización de
los colombianos para un voto racional, para el análisis
de un contenido, para un propósito de la transparencia y
la reforma de la política, para un propósito de participación.
El referendo es más importante por eso que por su propio
contenido. La verdad, el referendo tampoco es la panacea, pero
es un paso en la dirección correcta.
Uno no le puede decir al pueblo colombiano:
con el referendo lo vamos a resolver todo. No. Pero el referendo
puede ser un paso
en la dirección correcta.
Muchas gracias”. |