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CENTENARIO DE LA SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE COLOMBIA
Agosto 20 de 2003 ( Bogotá– Cundinamarca)

Compatriotas:

Borges imaginó un imperio en el que el arte de la cartografía lograra tal perfección, que el mapa de una provincia ocupara toda una ciudad y el mapa del imperio toda una provincia. Seguramente su imaginación poética estaba describiendo un atlas, una gran enciclopedia geográfica, compendio de todo lo importante que debe saberse sobre el territorio.

No es concebible una Nación sin los mapas que dibujan su entidad geofísica y cultural. Un mapa, un haz de mapas, son referentes visuales de la Patria. La geografía alimenta el sentido de identidad y de pertinencia, indispensables en construcción de la Nación.

Me alegra participar en esta conmemoración de los 100 años de la creación de la Sociedad Geográfica de Colombia y, recibo, gustoso, el diploma que me acredita como su Presidente Honorario y que aumenta mis compromisos con la Patria, con el amor a nuestro territorio y con la idea de que la geografía es un gran instrumento, imprescindible para avivar la participación democrática.

En la carta de invitación, el presidente Alberto Mendoza Morales, me califica como persona interesada en fomentar entre la población colombiana el conocimiento del país y promover el estudio de la Geografía. Mil gracias por esas expresiones, particularmente si vienen del más activo difusor del conocimiento geográfico de Colombia.

Lo que yo hago es simplemente, al cumplir con mi deber, buscar que mis compatriotas superen la desconfianza y el temor, por el amor al territorio. Lo que usted hizo, en las publicaciones del Espectador, aquellas periódicas apariciones de las regiones de la Patria, con sus mapas, su colorido y todas sus características, permanece intacto en la mente de miles de colombianos que por aquella época las seguimos con devoción. Fueron esas publicaciones fuente infinita de popularización y masificación del conocimiento del país.

Tenemos que amar a Colombia, conocer cada uno de sus accidentes geográficos, las características poblacionales, las localidades, los edificios emblemáticos, su infraestructura, sus obras de desarrollo, cada cordillera, cada valle, cada río, son hábitat de algún grupo de conciudadanos y merece por tanto la atención de los estudiosos y a eso tiene que contribuir este ánimo por la geografía.

He tenido el gran privilegio de visitar un buen porcentaje del territorio de la Patria y mantengo la angustia de conocerlo en sus detalles. Este Gobierno está comprometido para que millones de colombianos puedan desplazarse por nuestras carreteras a caminos y ríos, sin temor a la agresión del terrorismo.

Este paraje de la geografía universal, tan bello, tan variado en paisajes, tan rico en flora y fauna, abundante en aguas, poblado de bosques y selvas, es un patrimonio de la humanidad que tenemos que rescatar mediante el persistente avance de la política de Seguridad Democrática.

Me alegra que ustedes lancen hoy el año de la Geografía, que la Ministra de Educación (Cecilia María Vélez) haga el lanzamiento del Concurso Nacional de Geografía y que se entregue el mapa de regionalización de Colombia.

Tres avances que saludamos con alborozo, porque se que entusiasmarán a los docentes de nuestros colegios y universidades y sobre todo a los jóvenes colombianos que se van a sentir incentivados a conocer mejor a esta tierra colombiana.

Esta mañana visité el Observatorio Astronómico, esa idea genial de nuestro gran hombre de ciencia, José Celestino Mutis. Humboldt y Bonpland quienes venían de una azarosa expedición, en la que descubrieron un canal de comunicación entre el Orinoco y el Amazonas, motivaron a Mutis con diseños y comentarios creativos para sacar adelante la idea. Francisco José de Caldas aceptó ser su primer director, ahora en la tarde vengo a la Sociedad Geográfica.

Tantos nombres ilustres que vienen a la memoria en ambos actos, la Patria debe hacer un gran esfuerzo para mejorar los contenidos educativos, particularmente en historia y geografía. Que los niños y jóvenes crezcan conociendo y admirando la obra magnífica de quienes nos antecedieron e incrementando su interés y su amor por el territorio.

La aventura inconmensurable de la expedición corográfica y el nombre de Agustín Codazzi –por ejemplo-, debieron estar en la mente y en el corazón de cada estudiante colombiano. Como olvidar a ese militar, geógrafo y luchador por la libertad, italiano de nacimiento, bautizado colombiano por su voluntad y su amor a esta tierra. Como olvidar a don Manuel Ancizar, el intelectual periodista que recorrió los caminos de la Patria haciendo las veces se secretario de la Expedición.

Codazzi y los intelectuales del Siglo XIX, con sus trabajos lograron descifrar el bello y misterioso territorio de Colombia, escribir la memoria descriptiva, levantar los primeros mapas de la República.

No hicieron un simple trabajo de dibujantes, su trabajo supuso reunir todos los conocimientos humanos, basta leer lo escrito por la Comisión para saber los alcances y propósitos. Tener noticias cabales acerca de las producciones naturales y manufacturas de cada localidad, su población, estadística militar, comercio, ganadería, plantas apreciables, terrenos baldíos, su calidad de animales silvestres, minería, climas, estaciones y demás particularidades que sean dignas de notarse.

Explorar, medir y deslindar, esa era la consigna de Codazzi que ustedes como Sociedad Geográfica de Colombia siguen enarbolando. Queremos que todas las escuelas de Colombia, en la Capital de la República o en el lugar más remoto, por ejemplo, en Pizarro en medio de la selva chocoana, tengan a disposición de los niños un ejemplar de la Constitución, la historia extensa de Colombia, la posibilidad del acceso a internet, un mapa gigante como el de Borges que cubra toda la pared y el atlas publicado por el instituto que lleva el nombre del director de la expedición corográfica.

Es la manera de formar colombianos universales, pacíficos progresistas. Es la manera de hacer que todos ellos trabajen para que no venga el ataque a la especie al cual alude con razones, el doctor Alberto Mendoza. Es sembrar el sentido de Nación en la imaginación colectiva como lo hacen el himno y la bandera.

Todos debemos trabajar para que al finalizar este mandato, la Sociedad Geográfica de Colombia esté obligada a reeditar el mapa, que tenga que trazar en sus líneas imaginarias miles de kilómetros de carreteras mejorados, nuevos puertos activos, reservas naturales más respetadas y más queridas, nuevas zonas de desarrollo social en salud, cobertura educativa, presencia de pequeña empresa rural y urbana. Todo ello, en armonía con el ambiente, que solo es posible a partir del afecto por el territorio.

Quiero destacar la importancia de lo que hemos escuchado esta tarde, de la introducción que nos hizo el presidente de la Academia Colombiana de la Lengua, Jaime Posada; de cómo la Ministra de Educación, al lanzar este concurso lo insertó en la acción de la calidad educativa. No puede haber calidad educativa sin afecto por la Patria y por la ciencia y ese afecto lo inspira, ese afecto lo fertiliza, la vocación de conocer el territorio.

Y quiero destacar el magnífico ensayo que acabamos de escuchar a Alberto Mendoza Morales sobre la geografía y la globalización.

La palabras que he querido dirigirles, solamente confirman el ánimo del Gobierno para que los colombianos nos metamos los accidentes geográficos de la Nación en la corriente de nuestras venas. Yo, animo por el momento, ustedes han hecho un trabajo fecundo durante un siglo y apenas empiezan a hacerlo en esta nueva alborada que Colombia recibe con júbilo.

Me alegra mucho esta coincidencia entre ustedes y la Ministra y este concurso que va a poner a los colombianos a querer más al territorio de la Patria para poder incentivar el sentido de pertenencia.

A todos, mil y mil gracias.

 
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