CONDECORACION AL PRESIDENTE DE URUGUAY, JORGE
BATLLE
Diciembre 02 de 2003 (Bogotá – Cundinamarca)
Señor Presidente:
Esta mañana en la ceremonia de recepción y honores
militares a su Señoría, tuve la oportunidad de recordar
cómo para los latinoamericanos, Uruguay fue el paradigma
de libertad y progreso durante los primeros 50 años del
Siglo XX.
También recordé que esa obra política portentosa
fue un legado del gran Presidente don José Batlle y Ordóñez,
su tío abuelo. Usted Presidente Batlle es digno representante
de esa larga estirpe de luchadores por la libertad. Su vida es
un ejemplo.
Mientras otros predicaban y practicaban
el extremismo de la derecha o de la izquierda, mientras el pueblo
uruguayo sufría la
violencia terrorista o el despotismo, usted estuvo entre quienes
encabezaron el movimiento democrático. Fue un movimiento
heroico de quienes repudiaron la violencia por principios y por
formación ética. Usted, Presidente, nunca se amilanó ante
la persecución, la proscripción y el ostracismo.
Borges, quien se confesaba mitad argentino
y mitad oriental, exaltó de
los uruguayos la clara y heroica voluntad de diferenciarse, su
tesón de ser ellos, su alma buscadora y madrugadora. Esas
virtudes las practica usted de manera excelsa, siempre al frente
de los intereses públicos, ejerciendo liderazgo, reclamando
el favor popular en las urnas, aceptando las decisiones de su pueblo
con lealtad, sin oponer la fuerza o deslegitimar el veredicto.
Bajo su guía, Uruguay esta enfrentando con energía
e inteligencia la grave crisis económica por la que ha atravesado.
Su Gobierno ha ideado fórmulas audaces para desafiar los
graves problemas de deuda pública, balanza comercial, inflación
y desempleo. Necesitamos que siga teniendo éxito Presidente.
Usted es heredero de un pensamiento progresista con sensibilidad
social, democrático que garantiza a los pueblos el pluralismo
político. Una mezcla de equidad y pragmatismo, de garantía
a la empresa privada, de garantía a la apertura de comercio
entre los pueblos y de buen cuidado y esmero por la justicia social.
Usted ha sido un amigo de Colombia en todas
las horas, de nuestra democracia. Usted nos ha acompañado sin cálculo
y sin temores en nuestra batalla contra el terrorismo.
Me honra entregarle Presidente Batlle el
Collar por medio del cual ingresa usted a la Orden de Boyacá,
fundada por El Libertador Simón Bolívar para honrar
a quienes han servido bien a Colombia. Usted hace rato ingresó a
la excelsa nómina de los amigos de Colombia, simplemente
hoy lo reconocemos Presidente.
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