FORO
INTERNACIONAL CRISIS ECONÓMICA
Y DESARROLLO SOSTENIDO EN AMÉRICA LATINA
Enero
31 de 2003 (Cartagena – Bolívar)
Señoras y señores:
Quiero saludarlos muy respetuosamente.
Creo que para el equipo gubernamental ha
sido de la mayor importancia poder compartir con ustedes estos
dos días, el señor
Ministro Junguito (de Hacienda, Roberto) me ha informado que los
diferentes ministros y el Director de Planeación han tenido
oportunidad de hablarse sobre las principales políticas
y acciones de Gobierno.
Nosotros nos propusimos tres temas básicos: el tema de
la seguridad, el tema del cambio de la política, de la transparencia,
de la derrota de la corrupción –en un segundo capítulo
que debe tener gran efecto fiscal- y por supuesto el tema de la
reactivación económica y de la reactivación
social.
El tema lo hemos orientado, en su conjunto,
a rescatar confianza. Confianza de inversionistas, confianza
de trabajadores. El rescate
de confianza lo asociamos a la posibilidad de crecer capital social,
crecer solidaridad, construir ciudadanía.
Y, la construcción de confianza dirigida a la inversión
y al crecimiento ha tenido el soporte en tres ideas: la estabilidad
macroeconómica, la transparencia en la adopción y
la estabilidad de las reglas de juego adoptadas y por supuesto
el tema de seguridad.
Al definir las políticas para implementar todos estos postulados,
las hemos desagregado para el trabajo del Plan de Desarrollo en
seis: seguridad, reducción de costos de funcionamiento del
Estado, aumento de ingresos del Estado, la reforma administrativa
que consideramos tema cardinal –la hemos identificado como
una de esas seis políticas, la reactivación económica
y la reactivación social.
A manera de ejemplo: la reforma del Estado, ¿cuáles
son las concepciones generales?
Primero, Colombia tiene un Estado muy costoso
en lo burocrático,
muy grande en lo burocrático y muy pequeño en lo
social.
Segundo, es un Estado derrochador de recursos
que no está agregando
valor.
Ahí hay otro punto: nosotros no creemos que se deba proponer
el debate entre mucha agresividad privatizadora o el mantenimiento
del predominio de lo público en áreas donde ha predominado.
Creemos que el debate fundamental es la provisión de bueno
y asequibles servicios a la ciudadanía y en el caso de empresas
del Estado, su sostenibilidad. Nos parece que es lo fundamental.
Por ejemplo, al sindicato de Ecopetrol
le hemos dicho: les aceptamos un punto político, es una empresa que maneja un recurso
natural estratégico, les vamos a aceptar el punto político
de que esa empresa siga como empresa estatal, pero ¿cómo
la vamos a hacer sostenible?
Entonces ahí viene la disputa por el cómo, donde
nos obliga a introducir todos los elementos de transparencia, de
reducción de costos, etcétera.
En esa reforma del Estado hay también la aspiración
de avanzar hacia una creciente participación de la comunidad
en la toma de decisiones. Participación de la comunidad
en la ejecución de decisiones.
Los outsourcing en educación deben
ser con entidades comunitarias, preferencialmente.
En la vigilancia sobre la ejecución de las tareas públicas,
dictamos un decreto que nos parece bien importante en esa dirección,
que obliga a que todos los contratos del Estado tengan veeduría
comunitaria.
Entonces creemos que eso debe conducir
a que el gran beneficiario de la acción del Estado sea la comunidad a través
de su propia participación en la toma de decisiones, en
la ejecución de políticas y en la vigilancia de esas
políticas.
Tengo preocupaciones que quiero expresar
a ustedes, algunas de ellas: este Gobierno empieza con un déficit fiscal del 4.2
por ciento, con un endeudamiento del 48, 51 por ciento, sobre el
PIB que no le preocupa a uno cuando hace el primer vistazo en razón
de la magnitud sobre el PIB, sino en razón de su efecto
sobre la capacidad de pago porque compromete el 42 por ciento del
presupuesto.
Coincide ese inicio con los mercados cerrados,
con un desempleo –que
ustedes conocen- en los niveles en que está en Colombia,
con una tasa privada de inversión prácticamente desaparecida,
sumamente baja, con el agravamiento de dos situaciones sociales:
el número de colombianos en miseria y de las condiciones
de desigualdad.
Entonces uno propone un plan de ajuste
donde está la reducción
de gastos del Estado, el incremento de ingresos, el aumento de
las tarifas de servicios públicos, el aumento de los costos
de los combustibles. Y viene una crítica económica:
así va a ser imposible la reactivación, así va
a ser imposible la recuperación.
Lo que van a hacer es restarle, todavía, de manera más
crítica capacidad adquisitiva al pueblo colombiano, no se
la van a devolver y no se va a hacer posible el camino de la reactivación.
Nosotros emprendimos ese camino de las
reformas porque estábamos
convencidos, dijimos: aquí no hay alternativa distinta,
esto es duro, pero si no se hace será peor. Mi preocupación
es que necesitamos unas herramientas contracíclicas, que
produzcan lo que en el lenguaje de los políticos se llama “las
ventajas de corto plazo”, las victorias de corto plazo que
convenzan a la ciudadanía que el sacrificio vale la pena.
Porque un pueblo pobre y con estas dificultades,
que se somete a más sacrificios no se le puede hablar simplemente de ganancias
de corto plazo –de lo cual le han hablado permanentemente
y no llegan.
A mi me parece de gran importancia poder mostrar unos resultados
de corto plazo que acrediten la posibilidad de que se va a obtener
el conjunto de resultados de largo plazo.
Entonces, yo tengo convicción de que las reformas que hemos
impulsado van por el camino correcto. Ustedes han tenido oportunidad
de conocerlas, creo que nos van a ayudar en el largo plazo, pero
tengo una gran preocupación por el corto plazo.
Y esa gran preocupación se me agrava al examinar el contexto
latinoamericano. Independientemente de la seriedad de los gobiernos,
hay una ola popular contra la globalización, contra el libre
comercio, contra los modelos teóricos adoptados que empieza,
también, a engendrar una tendencia muy agresiva contra la
libre empresa, contra la creciente participación del sector
privado en actividades que estaban reservadas exclusivamente al
público, etcétera. Y muchos están esperando
que esa ola contagie a Colombia y eso podría crear una ruptura
con lo que ha sido la tradición de manejo de la economía
colombiana, aplaudida por muchos.
Para mí, la única manera de evitar eso, es con unos
resultados en el área social y económica de corto
plazo que demuestran que la economía va por un camino correcto
y que la recuperación social va también por un camino
correcto.
Estas son algunas de las preocupaciones.
Muchas gracias a todos.
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