MENSAJE
DEL PRESIDENTE A INDUSTRIALES
Febrero
18 de 2003 (Bogotá – Cundinamarca)
Alegra el corazón de los colombianos el que sus empresarios,
como los que se reúnen en la Asociación Colombiana
de Industriales del Calzado, el Cuero y sus manufacturas, mantengan
tal espíritu de trabajo y la iniciativa, como se requieren
para realizar esta nueva versión del Internacional Footwear & Leather
Show.
El trabajo abnegado es una respuesta directa
a ese minúsculo
grupo de terroristas que trata de detener el rumbo que nos hemos
impuesto: recuperar la tranquilidad. Ese rumbo ha tenido expresiones
muy importantes como la temporada de turismo que permitió el
desplazamiento por las carreteras de millones de ciudadanos, con
su impacto benéfico en la generación de empleo; el
considerable aumento del consumo de energía, la reactivación
de la siembras en el campo, el recaudo de peajes en las carreteras
y el aprovechamiento de la capacidad instalada de las industria.
Nuestro rumbo de recuperar la tranquilidad
es irrenunciable. Nada ni nadie moverá el firme designio del pueblo de derrotar
la violencia y el terrorismo, y el Gobierno, a pesar de los reveces,
no será inferior al clamor de la comunidad.
Ayer conocí la encuesta realizada por Opinómetro
que anuncia que los empresarios inician el año con ánimo
de hacer nuevos negocios, que hay una notable reactivación
en los proyectos de inversión y que hay el porcentaje de
iniciativas más alto de los últimos años,
porque uno de cada tres empresarios consultado expresó su
intención de iniciar proyectos productivos en el siguiente
trimestre.
También informaba la encuesta sobre la reactivación
en los negocios, que coincide con el buen comportamiento que registra
la utilización de capacidad instalada, la que también
alcanzó niveles históricos muy por encima de lo presupuestado.
El clima de inversión y de generación de empleo
ha venido mejorando, y al convertir la tristeza que nos producen
los ataques terroristas, en energía, tenemos que recuperarlo
plenamente. Decaer es dar el triunfo a los terroristas. En Enero,
el consumo de energía creció en un 4.5%, cifra record
en mucho tiempo. Tenemos que seguir por esa senda.
Llamo a la unidad nacional contra la violencia
y el terrorismo, no obstante las diferencias sobre la economía o la política.
Esta administración se casa con las buenas ideas, no con
las escuelas y los dogmas. Nuestra política tiene como norte
la equidad social, a cuyo servicio trabajó sin descanso
el Ministro de Protección Social, Juan Luis Londoño.
Nos la jugaremos toda por el empleo, particularmente el que crean
los pequeños y medianos propietarios.
Cuando ustedes los industriales y comerciantes
dan empleo, abren negocios en el exterior, innovan en diseño y tecnología,
están haciendo un aporte directo a la política de
Seguridad Democrática y a la creación de un Estado
Comunitario, que es el Estado promotor para darle vía al
esfuerzo privado, gestor de las grandes obras, coordinador y planificador
del desarrollo. Los colombianos debemos dejar de pensar en el Estado
como la única fuente de empleo, que, además, generalmente
es improductivo.
Las industrias que hoy exponen en la Feria,
son creadoras de riqueza, pagan impuestos y trasladan ingentes
sumas al erario público. ¿Cómo
permitir que ese esfuerzo tributario sea derrochado por la corrupción
y la politiquería? ¿Cómo no invertir, mejor,
en la felicidad del pueblo, en sus carreteras, escuelas, en la
nutrición infantil, en el subsidio para la compra de vivienda?
Tres tareas fundamentales tenemos los colombianos:
Una, derrotar el terrorismo que creció al amparo de la debilidad de autoridad,
consentido por el discurso cómplice, la actitud débil
y el escrito arrodillado de muchos demócratas. Ello exige
una política sostenida, de largo rato y con un vigor superior
de resistencia para recuperar la paz. Si todos ayudamos, la fuerza
pública podrá desbaratar los planes de los terroristas,
como ha ocurrido muchas veces en las últimas semanas.
Dos, lograr recuperar una senda de crecimiento
económico,
que garantice a los colombianos el disfrute de la riqueza social.
Hemos logrado frenar el avance del déficit fiscal, hacer
ahorros sustanciales en los gastos del Estado, enderezar las inversiones
hacia la productividad y el bienestar social. Pilar de nuestro
futuro desarrollo son los pequeños y medianos propietarios,
para quienes estamos construyendo una estructura de crédito,
capacitación y reestructuración tecnológica
que deberá convertir a Colombia en un país de propietarios.
Ustedes son un ejemplo: han surgido con el esfuerzo directo, muchas
veces abandonados por el Estado, sin los recursos prontos de las
entidades especializadas. Pero han ido creciendo desde abajo, exportando
primero 10 mil dólares al año, incrementando en porcentajes
asombrosos, de 100 por ciento y más.
Tres, lograr un Estado eficiente y promotor
de la iniciativa privada. Pasar de la teoría a la práctica, concretar en obras
los proyectos, salir del clientelismo de la consultoría,
de las conferencias y simposios y pasar a las realidades de carne
y hueso, como esta Feria, por ejemplo.
Hay alicientes a la inversión: las reformas pensional y
laboral a las que se entregó en cuerpo y alma el inolvidable
ministro Juan Luis Londoño de la Cuesta, las ventajas tributarias
y arancelarias para la importación de maquinaria, el estímulo
a la creación de nuevos empleos, la ampliación del
ATPA y nuestro futura asociación al ALCA. Son avances que
nos permiten mirar el futuro con esperanza.
Estimados visitantes extranjeros a la Feria:
ustedes, que han venido de México, Perú, Costa rica, Venezuela, Estados
Unidos y demás países, lleven a sus compatriotas
la realidad de Colombia. No lleven sólo los folletos de
presentación y las bellas imágenes de nuestros productos,
sino la conciencia de que vinieron a realizar negocios a un país
que respeta y vive la democracia. Colombia está comprometida,
como el que más, con el respeto a los derechos humanos,
porque la nuestra es una democracia regida por el orden jurídico
y no por el capricho del gobernante.
Ayúdennos a que vuelvan los visitantes a conocer nuestras
tierras y adquirir nuestros productos. Que lleguen los inversionistas
internacionales, a quienes pido confiar en Colombia, invertir más
y no abandonar a nuestro pueblo.
Compatriotas de la industria del cuero
y del calzado: sigan enseñándole
al país el camino del trabajo, de la honradez, de la inteligencia.
Que tengan muchos éxitos en ventas, en nuevas alianzas,
en compra de tecnología en arribo de inversionistas y nuevos
socios extranjeros para nuestros empresarios. Muchas gracias
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