CELEBRACIÓN
DE LOS 180 AÑOS DE LA ARMADA NACIONAL
Julio
24 de 2003 (Cartagena – Bolívar)
Compatriotas:
Nos reunimos hoy para celebrar un nuevo
aniversario de la creación
de nuestra Armada. Justo coincide con el 24 de julio, día
del nacimiento del Libertador.
La Armada de la Patria, con una historia
larga, llena de importancia, nacida en virtud de decreto del
17 de septiembre de 1810 por la
Junta Suprema de Cartagena. El hijo del Virrey Eslava, el capitán
de Navío Juan Nepomuceno fue su primer comandante.
1811, 1813, fechas de gran importancia.
Aparecieron las primeras escuelas de formación: la náutica y de matemáticas,
la de dibujo, pilotaje y matemáticas. El grito de Independencia
de Cartagena las fue desatando a todas.
En 1822, el General Santander crea la Escuela
Náutica,
sus oficiales iniciales son graduados en 1824 y 1825.
En 1907 el General Reyes crea la Escuela
Naval, se gradúan
en las primeras promociones en 1909. El General Ramón González
Valencia la clausura en 1909.
El conflicto con el Perú en 1932 hace reaparecer la marina,
se adquieren buques, se vuelven a fundar los centros de formación,
la Escuela de Grumetes en 1934 y la Escuela de Cadetes en 1935.
Quiero rendir, en nombre de todos los compatriotas,
un homenaje sentido a la Armada, a los cadetes, a los infantes,
a los suboficiales,
a los oficiales, a todo este conjunto de colombianos que sirve
bien a la Patria, que viene atendiendo el clamor nacional de poner
mejor cuidado en los mares y en los ríos en está Nación
privilegiada por cantidades de ríos que corren en diferentes
vertientes y por los dos océanos. Privilegiada por su situación
territorial.
Quiero rendir un homenaje al comandante
de la Armada, al almirante Mauricio Soto Gómez. Comandante ejemplo de transparencia,
ejemplo de trabajo con abnegación, laboriosidad, sencillez
y espíritu de servicio y de eficacia.
Quiero rendir un homenaje a todos los condecorados
hoy con la medalla Antonio Nariño: los capitanes de Navío, Antonio
Faccini Duarte, Roberto García Márquez. De Fragata,
Manuel Alvarado Ruíz, Jaime Durán López, Héctor
Medina Torres. Al capitán de Corbeta, Ricardo Perico Pinto,
a los Jefes Técnicos, José Tobias Arias y Luis Quiroga
y al vicealmirante Alonso Navarro Dalos.
A quienes han recibido la condecoración Almirante Padilla:
al comandante de la Policía, general Teodoro Ocampo Gómez;
a los Brigadieres Generales, Eduardo Bhear Benítez, Mario
Enrique Correa Zambrano, Paucelino Latorre Gamboa; al contralmirante,
Luis Fernando Yance Villamil; al ministro del Transporte, Andrés
Uriel Gallego y al ministro de la Presidencia, José Roberto
Arango.
A los coroneles Flavio Ulloa Echeverry
y Luis Alberto Moore, a los capitanes de Navío Rodolfo Amaya Kerquelen, Fernando
Alonso Tabares, al coronel del Ejército, Jorge Enrique Luque
Suárez; a la capitana de Fragata, Martha Lucía Chávez
Páez. A los distinguidos mayores de la Misión Naval
Americana Christopher Schaefer y Steven Wayne Berger; al capitán
del Ejército, Edgar Alberto Rico Pulido; al teniente de
Navío de la Reserva Naval de Antioquia, Néstor Viola
Guzmán; a la senadora Piedad Zuccardi; los representantes
Gina Parody, Juan Hurtado, Elías Raad y a la honorable magistrada,
Leonor Perdomo Perdomo.
Al teniente de Fragata, Jairo Eligio Orobio
Sánchez; a
los suboficiales Jefes, Francisco de Jesús Rojas Arenas,
Julio Polo Herrera y a los suboficiales primero y segundo, Jaime
Carvajal Cuero y Uriel Lozano Salazar y al Infante de Marina voluntario,
José Luis Ortega Cardozo.
A todos ellos, a sus familias, nuestra profunda gratitud por su
abnegada tarea a favor de Colombia.
Esta semana, en un ejercicio de mirar el
plan de acción
de cada una de las Fuerzas, con los Comandantes y con la Ministra
(de Defensa, Marta Lucía Ramírez) veíamos
los logros de la Armada. Su política de austeridad, su tarea
de productividad, su compromiso para que el astillero –con
cuya creación y funcionamiento ha habido tanta duda en la
Patria- sea un ejemplo de productividad y de transparencia en desarrollo
de tareas de lo público.
Las cifras son elocuentes, los ahorros
en el mantenimiento, en el tiempo, para hacer las mejorar y operar
los mantenimientos rigurosamente
y dentro de los límites, los ahorros en dinero. Todo eso
hay que aplaudirlo de la Armada. Hay que aplaudir su creciente
celo por proteger los mares de la Patria, los ríos de la
Patria. Hay que aplaudir la manera como viene creciendo no en burocracia,
no en personal de oficinas, sino en la parte operativa.
Pero queda una inmensa tarea por hacer.
Los colombianos que viven en las cercanías de los ríos de la Patria piden más
y más eficacia de la Armada. Los colombianos que viven en
aquellos ríos de frontera nos piden que la Armada capture
a todos aquellos que entran armas o sacan droga.
A pesar del esfuerzo y de los resultados que el mundo entero aplaude
de nuestra Armada en el decomiso de la droga, hay que cumplir un
objetivo: decomisarla toda, no un porcentaje, sino decomisarla
toda.
Hay que abrir más los ojos para que ningún río,
ninguna de las rutas oceánicas sirva para que sigan entrando
armas para apoyar los grupos violentos en Colombia y sacando droga
para financiar el terrorismo.
La muy buena tarea cumplida por la Armada
tiene que legitimarse todos los días, tiene que robustecerse cada mañana
con más y mejores resultados. Por ejemplo, aquellos colombianos
que viven en los Montes de María quieren que la Armada elimine
de una vez por todas, lo que allí queda de secuestradores,
de narcotráfico, de guerrilla. Que no se conviva con esa
situación, que no se le de largas, que aceleremos la concepción
del tiempo y que produzcamos de una vez por todas, todos los resultados
para liberar de la pesadilla de la violencia, estos territorios
de la Patria.
En el último año, se ha hecho
un gran esfuerzo para ampliar las brigadas de la Armada, se ha
hecho un gran esfuerzo
para vincular los Infantes campesinos.
Mañana se tomará juramento a un número considerable
de ellos, que habrán de incorporarse a servir en municipios
de la Costa Caribe colombiana que requieren más y más
presencia, pero presencia con eficacia de nuestra Armada para derrotar
el terrorismo.
La Armada ha venido agregando valor en
la construcción
de buques, en la dotación tecnológica de los mismos.
La Armada ha venido contribuyendo eficazmente a recuperar la navegabilidad
en el río Magdalena y ha venido contribuyendo eficazmente
a aplicar y a mejorar adelantos científicos y tecnológicos
a fin de mejorar los servicios de los guardacostas. Colombia puede
estar tranquila y orgullosa de su Armada.
Compatriotas: esta mañana en la Sociedad Bolivariana, narraba
que la oficina que ocupo transitoriamente –por generosa determinación
de mis conciudadanos- está enmarcada por cuatro retratos:
El Libertador, el General Santander, Nariño y el General
Rafael Uribe Uribe.
He meditado mucho para explicar a los visitantes
que entran a esa oficina, porqué está enmarcada
por los cuatro.
El Libertador concibió que la libertad solamente era posible
a partir del orden. El Libertador nos dijo que la energía
y la eficacia de la Fuerza Pública se requieren para proteger
al débil, para salvar a la sociedad de la injusticia, que
la energía de la Fuerza Pública es lo único
que detiene, que disuade, al criminal.
El General Santander, nos expresó cómo esa energía
de la Fuerza Pública para que sea legítima, cuente
con todo el respaldo popular y de manera permanente, tiene que
expresarse con contundencia a través del marco de la ley.
Nariño, nos ha inspirado el concepto democrático
de seguridad. La seguridad para todos con criterio democrático.
Por eso nos duele que se siga asesinando sindicalistas.
Llamo a la Fuerza Pública e invito a la administración
de justicia a capturar no solamente a los autores materiales del
asesinato cometido ayer en Barranquilla contra un sindicalista,
sino a los autores intelectuales. Que el país sea capaz,
rápidamente, de darle cuenta a nuestra comunidad democrática
y a la comunidad democrática internacional, que se ha desmantelado
esa banda de criminales que sigue asesinando sindicalistas en el
suelo de la Patria.
La seguridad tiene que ser democrática, tiene que ser para
todos. Nosotros no podemos hablar de Seguridad Democrática
si simultáneamente no ponemos toda nuestra fuerza al servicio
de proteger los sindicalistas.
Para orgullo de la Fuerza Pública colombiana el cumplimiento
de los derechos humanos siguiendo la consigna del Precursor, nos
permite mirar al mundo con la frente en alto y decir al mundo:
en Colombia, el delito nunca será campeón, en Colombia,
el imperio del crimen nunca triunfará, en Colombia se impondrá siempre
el orden que tiene como protector a la Fuerza Pública.
Y la virtud. Por eso en esa oficina está también
el retrato de alguien que encarnó la virtud en sus carnes
y en sus huesos, en su mente y en su ideología, en su alma,
en sus reflexiones interiores y en su verbo, en el estudio y en
el trabajo, con la espada y con las leyes: Rafael Uribe Uribe.
El orden como fuente de las libertades,
la ley como marco para aplicar eficazmente y con toda la energía el peso de la
autoridad. Los Derechos Humanos como guía para que la seguridad
sea democrática y transparente y la virtud, en cada uno
de los hombres de nuestra Fuerza Pública, son imperativos
para que el pueblo quiera a nuestra Fuerza Pública.
Eficacia con virtud, es el llamado de la
hora. Cuando nuestro pueblo ve ejemplo en quienes portan las
armas de la República,
nuestro pueblo acompaña la Seguridad Democrática.
¡Felicitaciones a la Armada de la
Patria!
Colombia ha tomado la decisión de
derrotar el terrorismo, la Armada tiene que ser campeona en esa
tarea.
Estamos dispuestos a la reconciliación,
pero no a partir de que se prolongue el terrorismo.
Estamos dispuestos a la reconciliación, pero no a partir
de que se derrote al Estado democrático.
Estamos dispuestos a la reconciliación pero no a partir
de darle espacios al terrorismo. El terrorismo siempre hay que
vencerlo, el Estado democrático transparente siempre es
invencible, es el camino, es la fuente de la reconciliación
para que en Colombia crezca la economía y se genere empleo.
Oficiales y suboficiales, infantes y cadetes,
marinos de la Patria: hoy, más que nunca, en la eficacia y en la virtud de ustedes,
reposa la esperanza, se centran las miradas de millares de compatriotas
que quieren orden para disfrutar las libertades, que necesitan
que ustedes derroten el terrorismo para que prospere la inversión
y se expanda el empleo.
Muchas felicitaciones en este 24 de julio.
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