CONSEJO
COMUNAL DE GOBIERNO # 22
Marzo
15 de 2003 (Montería – Córdoba)
Querida comunidad:
Estamos muy contentos de poder realizar
este Consejo Comunitario hoy, en la ciudad de Montería.
Si nos situamos en el extremo de manejar
el Gobierno por teoría,
podríamos decir que estamos en el extremo macro, donde se
plantean unas tesis con lógica, con profundidad, pero eso
no da la garantía que esas tesis se traduzcan en hechos
constructivos, positivos, de progreso para la comunidad.
Si nos situamos en otro extremo, encontramos
una circunstancia que ha prevalecido mucho en la política y en la administración
colombiana, que es la ausencia de lo macro, la ausencia de visiones
de largo plazo y la sola circunstancia de que se trabaja en un
cambio de votos por soluciones individuales: ‘tu me das esto
y yo voto por ti’.
Ambos extremos son dañinos al país. La visión
macro, hay que hacer que se convierta en hechos de progreso para
la comunidad y la solución de relación individual – clientelista ‘te
doy esto, me das el voto’ desgasta la política, frustra
la administración y no permite que afloren las soluciones
generales.
Por eso queremos tener una visión de país que trascienda
al cuatrienio del Plan de Desarrollo, poder aprobar con el Congreso
de la República un Plan de Desarrollo que sea un punto equilibrado
entre la ambición que se necesita por los problemas del
país y el realismo por las limitaciones y también
queremos un ejercicio permanente con la comunidad para garantizar
que las visiones y las políticas macro lleguen a la comunidad,
para estar aplicando correctivos permanentemente.
Y ahí vamos llegando a lo que hemos llamado el Estado Comunitario
que tiene características diferentes del Estado burocrático
tradicional y el modelo neoliberal que descuida el interés
por la comunidad y va poniendo más peso, creciente peso,
en las fuerzas del mercado.
El Estado Comunitario tiene un objetivo:
que todo recurso del Estado sirva al interés de la comunidad. Y tiene un medio:
que la comunidad participe ampliamente en la toma de decisiones
del Estado, en la ejecución de esas decisiones y en la supervisión
de esas decisiones.
Una comunidad deliberando, ayudando a tomar
decisiones, una comunidad contribuyendo a la ejecución de esas decisiones y una comunidad
supervisando la ejecución para garantizar la transparencia.
En esos tres puntos tenemos que trabajar:
en la deliberación,
en la ejecución y en la supervisión.
Por supuesto que este diálogo tiene limitaciones, este
diálogo hay que hacerlo con paciencia, con cariño
y con realismo. Hay que hacerlo con paciencia y con un espíritu
abierto porque uno no puede asumir la actitud de ‘no se puede,
no me corresponde, no lo hago, no hay recursos’. Hay que
buscar opciones e innovaciones. Hay que hacerlo con mucho cariño,
con un gran esfuerzo. La comunidad colombiana es muy consciente
de las limitaciones que tenemos.
Este Gobierno empezó con un déficit del 4.2 (por
ciento). Mi contacto permanente con mi compatriotas me indica,
que nuestros compatriotas no están pidiendo que el Gobierno
llegue con unas alforjas repletas de dinero a resolver de una vez
por todas las carencias, pero si esta exigiendo que el Gobierno
acuda con cariño, con transparencia, con compromiso a buscar
opciones para la comunidad.
Y hay que hacer este diálogo con realismo. Así como
hay que buscar opciones, también hay que tener en cuenta
las limitaciones. Este diálogo tiene varios objetivos: aclimatar
el Gobierno comunitario, mejorar la relación entre los alcaldes,
el gobierno departamental, el Gobierno Nacional, mirar como va
la descentralización, estudiar en la práctica cómo
se le corrige, como se le profundiza y también, cuál
debe ser el papel que juegue el Gobierno Nacional, que en nombre
de la descentralización no se puede refugiar.
Es un error pensar que la descentralización es suficiente,
a la descentralización le falta mucho. Hay veces que los
recursos de educación alcanzan escasamente para pagar la
nómina existente de maestros.
Es un error pensar que no hay que profundizar
la descentralización,
hay que profundizarla.
Y es un error pensar que porque el país esta en el camino
de la descentralización, el Gobierno Nacional debe replegarse,
simplemente a hacer una coordinación monárquica,
encerrado en unas oficinas.
El Gobierno Nacional, en un esquema de
descentralización,
tiene que jugar un rol muy activo para ayudar a que esa descentralización
funcione, para mirar como la corrige, como la profundiza, como
la complementa.
La descentralización no puede recibirse como excusa para
tener un Gobierno Nacional monárquico, encerrado en unas
oficinas. En el medio de la descentralización se necesita
un Gobierno Nacional de carne y hueso, allí en el barro
de la tragedia popular, mirando a ver como se ayuda a resolver
problemas.
Estos Consejos Comunitarios también tienen el objetivo
de ayudarnos a clarificar la participación de cada región
en el Plan de Desarrollo. No son milagrosos, no podemos esperar
que se van a resolver todos los problemas con un Consejo Comunitario.
El Gobierno no le puede decir a todo que sí, pero yo creo
que nos ayudan a mirar más de cerca los problemas y a buscar
soluciones.
En muchas regiones de la Patria hemos encontrado
extraordinarios esfuerzos departamentales y municipales. Un gran
mejoramiento de
departamentos y municipios que no lo ha hecho la Nación,
por eso la Nación ahora esta en algo muy difícil
que es la reforma administrativa.
En otras regiones de la Patria hemos encontrado
muy mala aplicación
de los recursos de descentralización. En ocasiones, los
funcionarios locales solicitan del Gobierno Nacional, como que
no tuviera participación la región en las finanzas
nacionales. Y en ocasiones el Gobierno Nacional asume una actitud
olímpica, que parte de suponer que las transferencias son
suficientes para que las regiones resuelvan la totalidad de sus
problemas.
Hay que ser concientes de todos esos extremos
y buscar los puntos de equilibrio para el bien de la Nación. El Gobierno Nacional
tiene que pensar en mayores esfuerzos y las regiones, por supuesto,
tienen una gran responsabilidad en esta etapa de descentralización.
Hay que pedir y dar cuentas. Yo creo que
es clave esa regla: demandar y dar cuentas, porque encontramos
una región con unos problemas
críticos de servicios públicos y se levanta la mano
para decir que todo le corresponde al Gobierno Nacional, pero no
se da cuentas para informar cómo se estaban aplicando los
recursos locales.
Las transferencias vienen ocupando un porcentaje
creciente de los recaudos de la Nación y esto nos obliga a que cada gobernador,
a que cada alcalde en la medida que demande más apoyo del
Gobierno Nacional también de mejores cuentas sobre el manejo
de las transferencias.
Quiero pues agradecerles que podamos estar
hoy con todos ustedes en esta tierra tan querida de la Patria.
Ese vídeo que acabamos
de ver muestra lo emocionante que es este departamento, todo el
presente, el futuro que tiene.
Muchas gracias. |