63
ANIVERSARIO DE LA ESCUELA DE CADETES GENERAL SANTANDER
Mayo
16 de 2003 ( Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Nos reunimos hoy en este 63 aniversario
de fundación de
la Escuela de Cadetes General Santander. Importante conmemoración
para este patio de armas de la Policía de la Patria, en
esta bella ceremonia en frente de aquella bandera que nos compromete
y nos alberga en todo minuto a hacer unas reflexiones en nombre
de esta Escuela del General Santander.
Representa el General Santander el avance
del Estado de Derecho en nuestro país para que el gobernante tenga que regir su
conducta por una ley que es externa a él, que él
no puede manipular, por lo que los puristas han denominado ‘la
norma del binomio’.
Representa el General Santander un pilar
fundamental en la estructura del Estado de Derecho, aquel pilar
en que fundamentalmente el acatamiento
a la norma lo debe el gobernante para dar ejemplo, de que el gobernante,
para exigir que todos los gobernados cumplan con la Ley, él
tiene que ser el primero en obedecerla.
Representa el General Santander la espada,
el arma oficial de la Nación, al servicio y el cumplimiento
de la Ley. La fuerza coercitiva del Estado al servicio de hacer
obedecer la Ley.
Representa el General Santander la expresión, el significado
de que el cumplimiento de la Ley es lo único que garantiza
el ejercicio de las libertades.
Hemos condecorado hoy a dos ministros de
Estado, al Alto Consejero Presidencial y a la excelentísima Embajadora de los Estados
Unidos, Anne Patterson. Permítanme expresar a ella toda
la gratitud que sentimos los colombianos por ella y por el apoyo
de su país. La señora Embajadora se ha comprometido
a trabajar cada hora, a hacer esfuerzos en cada minuto, para que
Colombia pueda derrotar la droga, para que Colombia pueda derrotar
el terrorismo.
Difícil encontrar un compatriota de los que hemos nacido
en este territorio que pueda competir con ella en la abnegación
y dedicación a servir bien a Colombia.
Este país de libertades, este país de pluralismo,
este país hijo del sentido del orden del General Santander,
hijo del sentido de autoridad como supuesto del orden del General
Bolívar, este país siente profunda gratitud por la
tarea de la señora Embajadora, Anne Patterson.
Requerimos de su permanente colaboración señora
Embajadora, de la alianza permanente con esa ejemplar democracia
del norte que es su país, para que conjuntamente derrotemos
la droga y derrotemos el terrorismo en todas sus manifestaciones.
Y hemos condecorado hoy a los señores coroneles Luis Andrés
Estupiñan Chaustre y Jaime Otero Jiménez. A ellos
nuestra gratitud, la del pueblo entero de la Patria, la gratitud
a sus familias por haberlos acompañado abnegadamente con
toda la dimensión del espíritu de Sacrifico a lo
largo de sus vidas dedicadas a servir bien a la Patria, a través
de servir bien a la Policía.
Y la Policía de la Patria ha condecorado hoy las banderas
de las escuelas del Ejército y de la Fuerza Aérea
y de la Armada. Un estímulo para que continúe la
coordinación, para que esa coordinación sea más
estrecha cada día, para que haya sentido de coordinación
desde el cadete que solamente tiene unas horas de ingresado a alguna
de las escuelas y el más antiguo de los altos oficiales.
Colombia requiere afinar diariamente la
coordinación entre
las diferentes instituciones armadas, que trabajen coordinadamente
en cada minuto. Y tiene que trabajar coordinadamente entre ellas
la Fiscalía y todos los organismos de control.
Y tienen que trabajar coordinadamente todas
ellas, unidas, con los países que nos quieran ayudar como los Estados Unidos
y los países de la alianza contra el terrorismo en este
empeño de derrotar el terrorismo.
Y tenemos que trabajar con todas las instituciones
unidas en inteligencia, con todas las instituciones unidas en
operativos, con todas las
instituciones solidariamente unidas para asumir las responsabilidades
en las horas de la dificultad y del fracaso y también para
saborear unidas los momentos del triunfo porque, el triunfo de
la fuerza es el triunfo de la sociedad colombiana.
Nos reunimos hoy en este 63 aniversario
de la fundación
de la Escuela de Cadetes General Santander en un momento de tristezas
y de esperanzas de la Patria.
Cuando venimos aquí a exaltar a la Policía Nacional,
tenemos que reconocer que la Policía se ha exaltado en su
sacrificio, que la Policía se ha hecho un gran homenaje
cuando diariamente se lo hace a la Patria con la abnegación
de los sacrificios.
Casi 100 policía cobardemente asesinados en este último
año. En los últimos años, casi 700 policías
lisiados cobardemente por la acción del terrorismo.
Vengo a invitar a todos los policías de mi Patria, desde
el Comandante de la Fuerza hasta el más joven de los policías,
a que redoblemos la tarea para derrotar el terrorismo.
Que la Policía no se deje lisonjar por el cuento de que
es una Policía ajena a las dificultades, que no se deje
atraer por la tarea que algunos quisieron –equivocadamente-
llevar a la Constitución de que es un cuerpo ajeno a esta
amenaza.
La Policía en las actuales circunstancias de Colombia,
tiene una misión: comprometerse con toda la agresividad
en la derrota del terrorismo.
Ahora que se adelantan nuevas acciones
en diferentes sitios del territorio de la Patria, se requiere
toda la Policía volcada
a derrotar el terrorismo. Trabajando con el Ejército, mancomunadamente
con todas las Fuerzas, para propinar esa derrota, para ganar esa
victoria para el pueblo de Colombia.
Y se requiere que la Policía haga un esfuerzo adicional:
el de vincular a todos los colombianos de bien para que le cooperen.
Que si en Gutiérrez o en Nariño, unos terroristas
están afectando las torres de conducción de líneas
de energía eléctrica, la Policía invite a
la ciudadanía para que la ciudadanía coopere con
su información. Que si en el norte y en el oriente de Caldas,
el terrorismo insiste en el secuestro, la Policía organice
a toda la población civil con radios y con informante y
apremie también con recompensas, para que toda la población
civil le ayude a la Policía en la tarea de derrotar el terrorismo.
Tenemos instrumentos, como el Lunes de
Recompensa, que es necesario reverdecer, reeditar cada semana,
como una forma para decirle a
la ciudadanía que además de la solidaridad para aquellos
en necesidad económica, la recompensa también es
un buen incentivo a fin de que concurran a ayudar a la Fuerza Pública.
¡Agresividad para derrotar el terrorismo, determinación
para defender los derechos humanos, respeto y tolerancia a los
críticos, respeto y tolerancia y consideración a
las Ong’s, compartamos o no sus puntos de vista, son normas
fundamentales para que en esta misión de derrotar a los
violentos, Colombia pueda –a través de los ojos de
su Fuerza Pública- mirar tranquila a la frente de sus ciudadanos
y a través de los ojos de su Cancillería y de su
Presidente, mirar con orgullo y con tranquila a la gente y a la
cara y a los ojos de todos los observadores internacionales!
¡Aquí vamos a derrotar el terrorismo sin nada que
nos avergüence! Ese cumplimiento de los derechos humanos,
ese respeto a la discrepancia, esa tolerancia con la Ong crítica,
son fundamentos para la respetabilidad de nuestra acción
armada, para que podamos hablar duro en el concierto nacional y
ante la comunidad internacional. Son características de
la connotación democrática de esta política
de seguridad.
La condecoración de la señora embajadora Anne Patterson
nos recuerda una gran misión de la Policía de Colombia:
derrotar la droga, pero no se puede seguir en el equívoco
de antaño de creer que derrotar la droga era asumir una
actitud indiferente a otras expresiones de terrorismo.
Hoy todas están juntas, por eso,
al derrotar la droga hay que derrotar a los que utilizan fusiles
ilegales, a los que siembran
minas quiebrapatas, a los terroristas que a diario atentan contra
la tranquilidad de los colombianos. Y a derrotar no solo la coca
sino la amapola.
Sabemos que las cordilleras de Colombia,
que la flora colombiana facilita plantaciones de amapola y que
esas características
dificultan su erradicación, pero ante una voluntad inquebrantable
de erradicar de la Patria tanto la amapola como la coca, no hay
obstáculos que puedan tener éxito para interponerse.
El éxito será nuestro, con nuestra determinación
para derrotar esos flagelos.
Y estamos dispuestos a derrotar el terrorismo y a seguir recibiendo
con los brazos abiertos a todos aquellos que quieran desmovilizarse.
Nosotros no tenemos interés de aparecer con arrogancia
dictatorial, exhibiendo capturados en cárceles subterráneas,
con pijamas de rayas, enjaulados. Nuestro interés es darle
paz y tranquilidad al pueblo de Colombia. Nuestro interés
es darle una segunda oportunidad a todos aquellos que quieran rectificar.
¡Paz y tranquilidad a todo el pueblo de Colombia, a sus
sectores populares! Cuando registramos –el pasado 30 de abril-
el descenso del homicidio en nuestra Patria en lo acumulado del
año en un 21 por ciento y del secuestro en un 33 por ciento,
sabemos que es un avance significativo pero que cualquier asesinato
es grave.
Sin embargo, hay motivos de optimismo y
hay razones para señalar
que ese es un triunfo popular. La acción de nuestra Fuerza
Pública en las comunas populares de Medellín, ha
logrado reducir el asesinato en aquella ciudad en un 32 por ciento,
lo cual les muestra horizonte a los sectores populares.
Y esta política es popular porque si derrotamos el secuestro –como
lo tenemos que derrotar-, ese éxito le dará tranquilidad
a la inversión, motivos adicionales de confianza a los empresarios
para invertir en Colombia, para que esta economía crezca,
para que esta economía genera empleo.
Cada vez que alguien es secuestrado en
Colombia, nos están
privando de la libertad de un ciudadano, están condenando
al martirio a una familia y están negando al pueblo colombiano
inmensas oportunidades de empleo.
¡Derrotar el secuestro es crear empleo! Y hay que ni que
cumplir una acción cada día más eficaz y más
perfeccionada la Policía de la Patria.
Felicito a todos los policías de mi Patria en el aniversario
de su Escuela de formación.
Pido a la Providencia que me permita, en
este ejercicio presidencial, tener la mente, el alma, el espíritu, todas mis energías
vitales, consagradas a derrotar a los terroristas para mantener
el único motivo de tranquilidad que pido: proceder honradamente
con mi Patria y comportarme como el primer Policía y el
primer Soldado de esta Nación.
Vamos a buscar que esta Nación se anime imponiendo el orden
contra los que establecen el desorden. Vamos a buscar que esta
Nación viva en paz, derrotando a los violentos. Y vamos
a buscar que esta Nación construya equidad social con el
abnegado y continuado sacrificio de los policías de Colombia.
Policías de la Patria: ustedes, que todos los días
enfrentan sacrificios en el altar de la Nación, están
hoy rodeados de una Nación que les pide nuevos sacrificios
para que toda esa Nación pueda encontrar un camino de ilusiones
convertidas en realidades.
Muchas gracias, en nombre de toda la Nación. |