CONSEJO
COMUNAL DE GOBIERNO # 28
Mayo
17 de 2003 ( Manizales – Caldas)
Querida comunidad:
Quiero saludar muy afectuosamente esta
tierra caldense, estábamos
en mora de tener acá el Consejo Comunitario.
La demora, ustedes saben a qué se le atribuye –para
empezar esta jornada, el del aeropuerto de Palestina- y la vamos
a compensar eliminando un debate, vamos a ir prudentemente, le
he dicho a la ciudadanía, al señor Alcalde, al señor
Gobernador, que en la situación fiscal de la Nación
nosotros no podemos hacer promesas, vamos a ayudar para que ese
aeropuerto se vaya haciendo, sin pretensiones de un gran aeropuerto
que por lo menos, en una etapa inicial, Manizales pueda sustituir
la Nubia.
Se que hay un gran ánimo de todos
en contribuir y el Gobierno Nacional, en medio de todas sus dificultades
lo va a hacer.
Este esquema de Consejo Comunitario hace
parte de nuestro concepto de Gobierno Comunitario, de Estado
Comunitario. Ya el honorable
Congreso aprobó el Plan de Desarrollo, ahora pasa al control
constitucional de la Corte y el Gobierno tiene que hacer el esfuerzo
para cumplir.
Los Consejos Comunitarios que logramos
hacer antes de la aprobación
del Plan de Desarrollo nos dieron luces para avanzar hacia la configuración
del Plan de Desarrollo.
Este Consejo nos tiene que ayudar para
cumplir ese Plan de Desarrollo, para crear una mejor integración entre los gobiernos municipales,
el departamental y el nacional. Para que el Gobierno Nacional conozca
más a fondo las expectativas, las dolencias, las falencias
de todas las regiones de la Patria y para que todos nuestros compatriotas
también tengan la posibilidad de conocer más a fondo
todas las limitaciones fiscales por las que estamos atravesando.
Es un ejercicio de compromiso, de responsabilidad, no de promesas.
Los periodistas me estaban esperando con
una pregunta: ¿qué opina
el Presidente de la República del concepto de la Procuraduría
General de la Nación sobre el referendo?
Lo respetamos, este es un Estado de Derecho,
pero en el himno de Caldas leí una estrofita que me ha llamado mucho la atención,
desde hace bastantes años: ‘Salve cuna de raza procera,
de Colombia parcela mas fiel’. Esta es una parcela procera,
una parcela fiel. Esta ha sido una parcela fiel al trabajo honrado.
Esta ha sido una parcela fiel a todas las luchas de la Patria.
Esta ha sido una parcela fiel a la democracia. Esta ha sido una
parcela fiel a la paz, rebelde contra la violencia.
La visité muchas veces de candidato y aquí hablamos
del referendo como un paso en la dirección correcta para
derrotar la corrupción y la politiquería.
Colombia no puede seguir justificando la
violencia, la violencia hay que derrotarla y en Caldas hemos
encontrado un gran apoyo en
el Gobernador, en el Alcalde de Manizales, en los parlamentarios
y en los alcaldes municipales –a quienes quiero aplaudir
por su valor civil, porque ellos son muy vulnerables-.
Y hemos encontrado un gran apoyo en los
medios de comunicación,
en La Patria, en la televisión local, en todas las emisoras.
Vamos a recuperar la paz que merece esta querida tierra, porque
además esta tierra con paz, sus posibilidades en turismo,
sus posibilidades de convertir la caficultura tradicional en una
caficultura orgánica, de crecer la participación
del café especial en las exportaciones de café, sus
posibilidades en madera, en industrialización, en que Manizales
y su área adyacente sea una gran ciudad universitaria, investigativa,
en lo cual ha avanzado bastante, esas posibilidades no las vamos
a frustrar.
Colombia no puede seguir aceptando disculpas
para tener actitudes condescendientes frente a la violencia.
Frente a la violencia no
hay sino decisión: derrotarla y la misma decisión
frente a la corrupción y frente a la politiquería.
Nosotros no podemos seguir haciendo transacciones
ni con el terrorismo ni con la politiquería ni con la corrupción ni con
el leguleyismo que apunta a sostenerlos a todos. El país
ha estado, en su historia, lleno de apreciaciones leguleyas para
justificar la violencia, para impedir que el Estado actúe
frente a la violencia. No falta la interpretación leguleya
para impedir que el Estado actúe contra la corrupción,
no falta la interpretación leguleya para impedir que el
Estado actúe contra la politiquería.
Hicimos un gran esfuerzo, primero en la
campaña y esta
tierra, la parcela más fiel de Colombia –como lo dice
su himno-, le dio un gran apoyo a esa propuesta.
Tengo que decir hoy en esta tierra que
hice una promesa como candidato: que si no podíamos tramitar un referendo a fondo por el
Congreso de Colombia, de acuerdo con los trámites institucionales,
saldría como Presidente a la plaza pública e inicialmente
vendría aquí a Manizales a recoger las firmas de
los ciudadanos para un referendo de origen popular.
En esto hay que vivir apegado a las promesas, a los compromisos
para legitimar la democracia, hay que honrarlos al pie de la letra.
En esta parcela fiel no se puede ser infiel.
Esta semana dimos una batalla que empieza
a ser entendida, recibida bien por el Banco central para que
no haya revaluación porque
mata el precio del café, como lo ha matado por épocas
y mata la competitividad de los productos nacionales y mata el
turismo interno. Aquí sí que entienden ese tema.
Y nos comprometimos en la campaña a eso y vamos a seguir
en la tarea de que Colombia tenga una tasa de cambio estable pero
competitiva, estable y real pero competitiva.
Y vamos a cumplir esta otra tarea, con
todo el respeto por el trámite institucional, por la independencia de los diferentes órganos,
si podemos –finalmente- presentar a los colombianos un referendo
que valga la pena, bien. Si finalmente lo que va a quedar es un
andrajo para que todo siga igual, buscaremos la manera de cancelarlo
y emprenderemos el camino del referendo popular.
Esperamos serenamente el juicio de la Corte
Constitucional, el señor Ministro del Interior (Fernando Londoño), a
través de los medios de comunicación, con total contención
verbal y retórica, con total objetividad, va a explicar
el tema de las publicaciones y si, finalmente, podemos tener un
referendo que ayude a cambiar al país, bien. Si no, aquí en
Manizales inauguraremos una nueva era, vendré a estar unas
horas en sus parques, en sus universidades, en el atrio de su catedral,
en una sillita de escuela, en un pupitre, con el formulario de
un nuevo referendo para que aquí emprendamos el camino de
la recolección de firmas para un referendo popular.
Compañeros de Caldas, déjenme terminar con esto
y desde Manizales a mis compatriotas todos: ¡no más
transacciones con la mediocridad, no más transacciones con
el leguleyismo, no más transacciones con la politiquería,
no más transacciones con la corrupción, no más
transacciones con la violencia!
¡Cuando toque apelar al pueblo, vamos a recordar a aquel
que decía: ‘El pueblo es superior a sus dirigentes’!
Muchas gracias. |