CONSEJO
COMUNAL DE GOBIERNO # 46
Alcaldes salientes y entrantes del oriente antioqueño
Noviembre 22 de 2003 (Rionegro – Antioquia)
Compatriotas:
Me complace mucho que podamos tener esta
reunión. Después
de las elecciones, nos hemos dado a la tarea de orientar unos Consejos
Comunitarios de integración con alcaldes y gobernadores
que salen, con aquellos que entran, con el Gobierno Nacional, con
el parlamento, con las asambleas, con los concejos, a ver cómo
podemos trabajar armoniosamente y producir mejores resultados.
Quiero agradecer inmensamente al Gobernador
de Antioquia, a los alcaldes, por toda esa manera como han facilitado
la integración
con el Gobierno Nacional. Ha sido grato para nosotros este trabajo
y confiamos en que podamos hacer un trabajo muy eficiente para
la Patria, con quienes han resultado elegidos.
Quiero mencionarles cuatro puntos, base
de ese entendimiento. Primer punto: el Gobierno Nacional respeta
totalmente la autonomía
de los gobernadores y de los alcaldes, en los términos de
la Constitución.
Segundo: el Gobierno Nacional quiere trabajar
con ellos sin considerar filiación política. Queremos trabajar con todos los
alcaldes, alcaldesas, gobernadores y gobernadoras de la Patria,
sin considerar filiación política.
Tercero: lo único que pedimos es honradez y capacidad de
gestión.
Y cuarto: comprensión a las limitaciones presupuestales
del Gobierno Nacional, que le ha tocado una situación muy,
muy difícil.
Las puertas están abiertas –esto mismo lo diré mañana
a los alcaldes y gobernadores del Caribe colombiano, con quienes
haremos un igual ejercicio en la ciudad de Cartagena-. Yo no quiero
tomar mucho tiempo de ustedes, pero debo referirme a dos cositas.
Primero, el orden público. No es tema de estos consejos,
pero antes de entrar a la reunión fui abordado por varios
de los alcaldes, me han abordado también los congresistas
y si bien en unas zonas de Antioquia hemos mejorado sustancialmente,
en otras, no. Me toca hacer esta denuncia.
En el norte, la guerrilla sigue como ‘Pedro por su casa’,
maltratando a la comunidad. Allá tenemos que hacer un esfuerzo
adicional, General Montoya, usted sabe que la consigna nuestra
con el terrorismo es: a las buenas o a las malas. Y los paramilitares,
como ‘Pedro por la casa’.
Un municipio. Me dice el Alcalde, me dice
la ciudadanía: ‘vea,
la Policía no sale al pueblo y allá está la
guerrilla y la Policía se queda en el pueblo tomando whisky
con los paramilitares. Nosotros no podemos permitir eso y yo no
puedo poner a los alcaldes a que se lo digan al país porque
ellos son muy vulnerables y corren muchos riesgos, pero yo sí se
lo tengo que decir al país con toda claridad y decírselo
a la Fuerza Pública con toda claridad.
Esta semana hicimos unos cambios sustanciales,
no solamente en la Policía Nacional, sino también en la Policía
de Antioquia. La Fuerza Pública, lo único que tiene
que hacer es cumplir con la Constitución, cumplir con la
ley y defender a la comunidad. La Fuerza Pública no puede
entrar en colusión ni con paramilitares ni con guerrilleros.
Entonces, la Policía de todos esos municipios se tiene que
dedicar a proteger la ciudadanía. Cada comandante de la
Policía, cada agente de la Policía, tiene que ser
un comandante antisubversivo.
Hagamos todo el esfuerzo, General y coroneles,
para que estas quejas no se repitan. Que no le vuelvan a decir
a uno: ‘allá hay
100 policías y no salen del casco urbano y esas guerrillas
en las goteras haciendo daño y los que se quedan en el casco
urbano pasan tomando whisky con los paramilitares. Y en los ojos
de la Policía, los paramilitares cobrándole vacuna
a los comerciantes del casco urbano’. Eso no puede seguir
y de eso tenemos que tener absoluta claridad.
Ustedes saben que este Gobierno, con la
misma decisión
con que ha enfrentado a los violentos, ha defendido a la democracia.
Colombia acaba de tener un certamen democrático que la enaltece.
Aquí los grupos, llámense alternativos, llámense
de izquierda, llámense oposición, nunca habían
tenido las garantías efectivas que tuvieron. Eso honra la
democracia.
El Gobierno se expuso a un referendo con
unos puntos bien controversiales y todo el mundo tuvo plenas
garantías democráticas.
Incluso, en los programas oficiales, pudieron participar, incluso
con mayor espacio, los opositores del referendo que los mismos
defensores. Y el Gobierno no reparó en eso ni se queja,
eso está bien para la democracia. Nos expusimos a ese referendo
cuando hay unas autoridades electorales que, además de ser
independientes, en su mayoría no coinciden con las tesis
de este Gobierno.
No es fácil en el mundo encontrar un Gobierno, supuestamente
de mano dura como es éste –o verdad ¿para qué lo
vamos a negar?- pero con un espíritu democrático
total, que se expone a estas contingencias democráticas
cuando los instrumentos electorales los controla la oposición.
Pero eso enaltece la democracia. Y si nosotros enfrentamos el terrorismo
con todo el rigor, con toda la imparcialidad y defendemos la democracia
con todo el amor, eso es inobjetable.
Anoche decía yo a los constituyentes de Antioquia: ‘confieso
que odio el terrorismo, pero también confieso que amo más
a la democracia”.
Lo que ha ocurrido ahora en Colombia es
una prueba de que aquí hay
plenas garantías democráticas y que estamos trabajando
con todo el afecto por nuestra Nación para que todos los
colombianos puedan ejercer sus garantías democráticas.
Pero eso nos fortalece la decisión y la legitimidad de luchar
contra el terrorismo. Entonces ni guerrillas ni paras. Yo creo
que queda esta recomendación de manera muy clara a la Fuerza
Pública.
Alcaldes, yo les ruego que todas esas dificultades
de orden público,
llamen la Gobernador, llamen al Secretario de Gobierno, llamen
al Ministro del Interior (Sabas Ptretelt de la Vega), al Ministro
de la Defensa (Jorge Alberto Uribe). Llámenme. Les respondo
las llamadas a los enemigos ¿no se las voy a responder a
ustedes? Llámenme, que en esa cosa de orden público,
los tenemos que proteger, sabemos lo vulnerables que son ustedes
y vamos a hacer todos los esfuerzos para que mejore la eficacia
de nuestra Fuerza Pública y para que no haya quejas de la
transparencia de la Fuerza Pública.
Entonces, que cambiemos ese cuadro. Yo
sé que con el apoyo
de los Generales y de los nuevos Coroneles que han llegado a Antioquia
no se van a repetir esas quejas. Que no haya motivos para que nos
vuelvan a decir: ‘mire, Presidente, allá hay 100 policías
y no salen del casco urbano. La guerrilla está al kilómetro
y pasan en el casco urbano tomando whisky con los paramilitares
y asistiendo al espectáculo grotesco de que los paramilitares,
en presencia de la Policía, le cobren una vacuna, una extorsión,
a los comerciantes del casco urbano’. Eso no puede ser.
Si en Colombia vamos a tener una democracia
pura, una Nación
solidaria sin terrorismo, eso no puede ser. Y ustedes saben, además,
que las puertas de la reinserción están abiertas.
Yo creo que estamos llegando esta semana a 2.800 integrantes de
grupos violentos que se han reinsertado desde agosto del año
pasado. El 70 por ciento de ellos, de las Farc. Y el Gobierno los
está tratando con toda la solidaridad.
Nosotros, lo que queremos, es construir
una Nación con
solidaridad, con democracia. Nosotros tenemos que enfrentar el
terrorismo porque eso le ha hecho mucho daño a Colombia,
en eso hay que persistir y hay que enfrentarlo con toda la determinación.
Pero ¿por qué lo enfrentamos? En nombre de la defensa
de nuestros ciudadanos. Por eso también les hemos dicho: ‘el
que quiera cesar sus acciones terroristas, regresar a vivir dentro
de la Constitución, bienvenido. Tiene todas las garantías’.
Aquí no hay arrogancias, aquí no hay ánimos
vanidosos. Esos 2.800 compatriotas están siendo tratados
con toda la solidaridad, con todo el patriotismo. Mi interés
no es mostrarlos en cárceles bajo tierra, en piyamas de
rayas, detrás de rejas. Mi interés es quitarles a
los colombianos la pesadilla del terrorismo, construir y construir
democracia pluralista y que aquellos que quieran reinsentarse a
la vida constitucional gocen de todos los derechos.
Como en esto me veo obligado por las circunstancias
de algunas regiones de Antioquia de hacer estos comentarios y
de hacerlos
públicamente y dar estas instrucciones públicamente
a la Fuerza Pública.
No es tema de estos consejos. Le rogaría a los alcaldes
que tienen alguno de estos problemas que ya denuncié públicamente
y que los he hablado en las últimas horas con los comandantes
nacionales y regionales de la Fuerza Pública, que aprovechen
y vayan teniendo aquí un conversatorio, tú a tú,
con el General Montoya, con el Coronel Carrillo –que próximamente
será General de la República-.
Mi coronel García, que es el nuevo comandante de la Policía
de Antioquia, está advertido: ni paras ni guerrilla en Antioquia.
Hemos sufrido mucho nosotros estas plagas para que no seamos capaces
de quitárnoslas de encima. Hable con los alcaldes, ayúdeles
y dígale a todos los policías que ninguno se puede
quedar en el casco urbano por ahí ni con el pecado venial
de quedarse coqueteándole a muchachas bonitas ni con el
pecado mortal de quedarse con los paramilitares. Que es a combatir
el terrorismo con toda. Una Policía transparente y una Policía
eficaz honra a las instituciones.
El otro tema es el de la politiquería. Nosotros tenemos
que recuperar la confianza en Colombia. Para recuperar la confianza
en Colombia hay que derrotar el terrorismo, hay que derrotar la
politiquería, la corrupción, hay que recuperar el
crecimiento de la economía, hay que mejorar la equidad social.
La derrota de la politiquería exige esfuerzos y esfuerzos.
Aspiro llegar, con las mayorías del Congreso, a un acuerdo
para insistir en unos puntos que se necesitan en el ordenamiento
jurídico y presentarlos el 16 de marzo, nuevamente. En eso
de la lucha contra la corrupción y la politiquería
no puede haber desmayo. Vamos a ver quién se cansa primero,
si los que quieren que esto no cambie o la persistencia nuestra,
que es lo que le pedimos a Dios, persistencia.
Pero a uno en la vida le dan muy poquitas
oportunidades de demostrar lo que predica. Ahora nos están dando la oportunidad de
mostrar nuestra predica contra la politiquería. Es la elección
de los nuevos directores de las corporaciones del medio ambiente.
Mucha queja en toda la Patria. Mucha queja en toda la Patria.
Amigos míos del Congreso, de un departamento u otro, pasan
por la Presidencia y entre ellos mismos hay versiones diferentes
sobre la manera de apreciar la marcha de las corporaciones, aspiraciones
diferentes. Las corporaciones creadas con el mejor espíritu
para desarrollar la Constitución del 91 y construir un país
amable en el medio ambiente, muchas se han vuelto politiqueras.
Y esa politiquería cómo se expresa en las vísperas
de elegir los directores.
Por eso, antes de ayer, la Ministra de
Vivienda y Medio Ambiente (Sandra Suárez Pérez), coterránea de ustedes,
expidió un decreto interpretando la Constitución.
Ese decreto fundamentalmente dice tres cosas: primero, cada corporación
tiene que hacer una convocatoria pública y general de aspirantes
a ser directores y hay que extender ese período. El decreto
ordena que el período se extienda porque algunos me dijeron
que ya se cerró. No. El decreto ordena que se extienda.
Segundo: tiene que haber un concurso de
méritos a través
de una entidad competente e independiente al cual se sometan todos
los aspirantes a ser directores de las corporaciones.
Tercero: la elección del director se debe hacer como lo
manda la ley, el decreto no puede violar la ley, antes del 31 de
diciembre. Pero como el Gobierno tiene que velar también
para que no se agote, no se deteriore la descentralización,
para que no se deteriore la autonomía y hay que velar para
cumplir los principios constitucionales como transparencia, equidad,
igualdad, solidaridad.
Entonces el Gobierno ha dicho: nosotros
respetamos la autonomía,
pero la autonomía tiene que respetar la Constitución.
Y creemos que una manera de exigirle respeto a la Constitución
es exigir, como ese decreto exige, que la elección de los
directores de las corporaciones deba recaer sobre alguien de aquellos
que aprobó el concurso.
Entonces, el concurso no lo hace la corporación subjetivamente.
El concurso lo convoca la corporación y las pruebas las
hace una entidad independiente, pública o privada, especializada
en el tema, una universidad, etcétera. Será responsabilidad
de la corporación mostrarle al departamento y al país
que ha cumplido cabalmente con la Constitución y que ha
hecho un concurso transparente.
Y el punto tercero: al momento de elegir
al director, se debe convocar una audiencia pública. El consejo directivo de
la corporación, en audiencia pública, debe realizar
la elección del director, para que la ciudadanía
se pueda pronunciar sobre el concurso, sobre los candidatos. Para
que esta democracia prospere y tenga legitimidad, los que aspiremos
a cualquier cargo nos tenemos que dejar revisar de la ciudadanía
totalmente. Entonces, nos parece de la mayor importancia esa audiencia
pública.
Ayúdennos. Yo creo que esto es bueno, es bueno para el
país, que insistamos en ese proceso de meritocracia. Le
decía al Gobernador anoche: usted que preside los consejos
directivos de las tres corporaciones, apersónese, Gobernador,
para que se cumpla este decreto. Pienso que es un buen paso para
la Patria.
Bueno, yo quería hacerles esos dos comentarios. Fueron
tres. Las cuatro condiciones de integración gobiernos municipales,
departamentales y nacional, el tema de orden público –que
no es tema ordinario de estos consejos- y este tema de las corporaciones,
que nos da una gran oportunidad de avanzar en la lucha contra la
politiquería.
Les agradezco mucho a todos.
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