DESCUBRIMIENTO
DE ESTATUA EN HONOR AL EX MINISTRO GILBERTO ECHEVERRI
Noviembre 22 de 2003 (Medellín – Antioquia)
Compatriotas:
Acudo a este acto con sentimientos encontrados,
con al fe en la Patria que se renueva cuando se tiene la oportunidad
de volver
sobre alguno de los mejores, con afecto profundo por la figura
ejemplar que destacamos, con admiración por los valores
que derrochó, con gratitud por la generosidad con que nos
albergó a compatriotas, coterráneos, amigos y especialmente
a mi. Con solidaridad por esta bella familia. Y con tristeza, porque
si alguien debió regresarlo sano y salvo al seno de su hogar,
ese alguien tendría que haber sido yo por la circunstancia
del cargo presidencial que desempeño.
Confieso que me es difícil pronunciar palabras sobre Gilberto,
desde que se dieron los luctuosos acontecimientos que mantendrán
en mi alma un sino de dolor por los días de mi existencia.
Nada de aquello que sobre él pueda decirse, será importante
al lado de aquello que él hizo.
Gilberto Echeverri Mejía era un patriota en la familia,
el estudio, el trabajo, el servicio público, la vida comunitaria,
en fin, en todo cuanto intervino e intervino en todo.
Era un patriota por su transparencia, sus
convicciones morales, su ética. Totalmente abierto, cognoscible, predecible. La
alegría sin malicia era su alma. Riguroso en sus convicciones
y coherente en su práctica. Actuaba en consecuencia sin
fundamentalismo en la prédica y sin alardes.
No dejó una sola herida que deba restañarse, al
contrario, quien recuerde una relación episódica
o de largo transe con él, conserva un inventario de afabilidad,
familiaridad, buen trato, consideración por la idea contraria,
búsqueda inagotable de opciones y de acuerdos.
En el hervir de su constante creatividad,
por la naturaleza arrolladora de su ser, vivió un intenso dialéctico con sus propias
ideas políticas y sociales, procedió como constructivo
generador de alternativas que expuso y defendió ardorosamente
y nunca lastimó el pensamiento ajeno.
Que cuando por este lugar pasemos las generaciones
actuales recordemos un gran ejemplo a seguir. O cuando pasen
quienes crecen o habrán
de venir, conozcan un prototipo de patriota que ayude a guiarlos
por el camino correcto.
Que los de hoy y los de mañana, sepamos que este bronce
recuerda que siempre estará vivo en el alma de la gente,
quien siempre quiso a la gente. Quien la quiso en el afecto filial,
en el trabajo, en la diferencia. Quien trató por igual al
humilde que al destacado, quien tuvo una noción pura de
la fraternidad.
Camila, que tu abuelo nos ayude desde el
cielo a querer a Colombia, para que tu generación pueda
vivir feliz en esta Patria.
Muchas gracias.
|