CELEBRACIÓN DE LOS 118 AÑOS DE
LA POLICÍA NACIONAL
Noviembre 05 de 2003 (Bogotá -
Cundinamarca)
Compatriotas:
Nos reunimos hoy para celebrar un nuevo
aniversario de la Policía
de la Patria.
En el marco de esta celebración,
hemos condecorado a insigne servidores. Unos han recibido directamente
las condecoraciones,
otros las presencian desde el cielo y las han recibido por intermedio
de sus familias.
Quiero agradecer a la Policía de la Patria todos los esfuerzos
realizados para devolver el imperio institucional a la Nación.
Quiero felicitarlos a todos, al General
Teodoro Campo, comandante de la Institución y al más recientemente egresado
de los estudiantes. Nuestra voz de solidaridad y de gratitud a
quienes han sido condecorados hoy. A los coroneles Jesús
Antonio Gómez Mendez, José Roberto León Riaño,
José Vicente Perdomo Galindo, Carlos Arturo Millán
Heano, Jorge Iván Flores Cárdenas, Carlos Arturo
Narváez Martínez, Alejandro Callejas Camacho y el
mayor Germán Perdomo Vargas.
Quiero rendir un homenaje especial, desde
el fondo del alma, honrar la memoria de quienes hoy nos han traído a este campo de
parada de la escuela General Santander, el recuerdo del sacrificio
de la Policía de todos los días. Al subteniente Romel
Sabeiro, quien nos acompaña desde el cielo; al agente Edwin
Gilmar Bravo Frías, también allá; que ofrendaron
su vida por la Institución y la Patria, enfrentando las
tomas terroristas del pasado 6 de junio en Linares, Nariño.
Cuando saludo a la Subintendente, esposa
del subintendente Romel Sabeiro y me cuenta que tiene dos gemelitas
y cuando saludamos
a la esposa del agente Edwin Gilmar Bravo, acompañada de
sus tres niñitos, tenemos que reafirmar nuestra determinación:
vamos a salvar la vida de todos los colombianos y a salvar la vida
de quienes trabajan en la Policía de Colombia.
Nosotros hoy venimos a esta conmemoración a ratificar nuestra
energía y nuestra devoción para derrotar el terrorismo,
a las buenas o a las malas. Ahí vemos la herencia que el
terrorismo le deja a esta Patria: viudas y huérfanos, corazones
deshechos, hogares enlutecidos.
¡Con el terrorismo no hay sino un camino: el camino de la
determinación sin esguinces, sin politiquería, sin
vacilaciones! Dejando atrás toda esa vieja teoría
que tanto daño le hizo a Colombia y que expusieron los débiles
que en tantos momentos quisieron abrirle espacio y darle justificaciones
al terrorismo. Esta viudas, estos niñitos, nos tienen que
comprometer no solamente a entregar una medalla, sino a quitarle
a Colombia esa amargura, a quitarle a Colombia esa pesadilla.
Y quiero felicitar también al General Lesmes Abad y al
Vicealmirante Mauricio Soto, comandantes de la Fuerza Aérea
y de la Armada -respectivamente- por la condecoración Orden
Estrella de la Policía que han recibido hoy. Esto indica
que coordinadamente todas las Fuerzas, que con mejor compenetración,
con creciente sentido de equipo, los resultados son mejores para
Colombia.
Y felicito a quienes han recibido la Orden
Estrella de la Policía,
en la categoría de Comendador, coroneles Álvaro Enrique
Miranda, Flavio Buitrago, Luis Alfonso Novoa y Efraín Guillermo
Romero.
Y quiero felicitar por la Medalla 30 años, al mayor Humberto
Aparicio Navia, institución de la institución, ejemplo
de la devoción a la institución.
A quienes han recibido la medalla por sus
25 años, coroneles
José Arnulfo Oliveros Córdoba, Luis Eduardo Cely
Vega, Juan Nepomuceno Jaramillo y la mayor Aurora Celina Ayala
Mendoza.
Qué bueno registrar esta copiosa presencia de las mujeres
de mi Patria en la Policía Nacional. Las mujeres de mi Patria
han sido siempre ejemplo de abnegación para servir el bien
común, de pureza y de delicadeza para manejar los asuntos
generales, de devoción para no afectar en lo más
mínimo su tarea de servir bien a Colombia.
Que esta condecoración a la mayor Aurora Ayala Mendoza
la reciban todas las mujeres de Colombia que participan en la institución
policiva y que anime a muchas más a ingresar a la institución.
Y quiero felicitar a quienes han recibido
la medalla en los 20 año, los coroneles José Rodrigo Palacio, Jaime Alberto
Suárez, José Angel Mendoza, Carlos Augusto Aljure,
Pedro Angelo Franco, José Vicente Segura. A los mayores
José Yesid Moreno y Aurelio Pimienta. Y a los capitanes
Anderson García y Luis Denis Salgado.
Quiero felicitar a todos quienes están vinculados a las
direcciones que hoy condecoramos, de la Policía Judicial
e Investigación, de Antinarcóticos, de Inteligencia,
de Antisecuestro y Extorsión.
Y quiero felicitar a todos los que están vinculados a las
escuelas que tanto requiere Colombia para preparar a quienes habrán
de llevar la representación institucional para recuperar
el imperio de la Ley. Escuelas que hoy han sido distinguidas con
las Medallas de Servicio por Primera Vez.
Y quiero extender mi saludo a todos los
familiares de quienes han sido condecorados. Sus esposas, sus
esposos, sus hijos, sus
hermanos, sus padres, han convertido su vida en una estimulante
retaguardia para que aquellos que ofrendan el servicio de la Policía
Nacional, lo cumplan mejor, siempre con el patrocinio espiritual
y con el soporte material de sus hogares.
Y quiero agradecer inmensamente la presencia
en este acto de la señora Karen P. Tandy, directora de la oficina Ferderal
Antidrogas de los Estados Unidos y expresarle nuestra gratitud
por su cooperación, por sus compromisos y por sus palabras.
Colombia, para derrotar el compromiso, tiene que derrotar la droga
y en eso tampoco hay vacilación.
Este año la Policía ha hecho un inmenso sacrificio,
centenares de policías asesinados, otros mutilados. El Gobierno
ha avanzado en materia de seguridad social.
Hace un año eran muchísimo más difíciles
las condiciones para acceder a la pensión de sobreviviencía
por parte de los familiares de alguien abatido por el terrorismo.
Hoy, esas condiciones son un poco más humanas.
Hace un año era muy difícil que el policía
o el soldado herido con una incapacidad laboral, pudiera acceder
a una pensión de incapacidad. Hoy es más humano el
reglamento para acceder a la pensión de incapacidad.
Hace un año, 170 municipios de mi Patria carecían
de Policía, habían sido abandonados, la gente tenía
que vivir esclava de la guerrilla o de los paramilitares. Este
año terminaremos con presencia policiva en todos esos municipios.
Los colombianos han hecho un inmenso esfuerzo
para financiar la expansión, la modernización de la Policía.
Las escuelas han hecho un inmenso esfuerzos, los oficiales, los
suboficiales y los jóvenes han confiado en la Patria a través
de su ingreso a la institución. Pero ese esfuerzo continúa,
en esta hora de dificultades, tengo que decirle a la Policía
de mi Patria y a todos mis compatriotas, que no podemos dejar a
mitad el camino para recuperar el imperio institucional de la Nación.
Aquí en el pasado se hicieron esfuerzos a medias y rugía
algún defensor del terrorismo y entonces esos esfuerzos
se frustraban. Con la ayuda de Dios, con el temple de la institución
armada, de la mano de la Constitución y con apoyo del pueblo,
este camino que emprendimos el 7 de agosto del año pasado
para derrotar el terrorismo, seguirá en cada nueva hora
con mayor brío y con mayor determinación y a eso
vengo, a invitar a los policías de mi Patria.
Que allá, en el rincón de la Nación donde
haya llegado la Policía, que allá donde en la ciudad
donde haya estado la Policía, cada policía de la
Patria sea un guardián de la Constitución, un centinela
de la convivencia y también un combatiente contra el terrorismo. ¡Tenemos
que lograrlo!
Los terroristas piensan que en Colombia
seguirá su ‘luna
de miel’, aquí pasamos de los gozosos del terrorismo
que fueron los sollozos de la Nación, a un periodo de lucha
infatigable para que vengan los sollozos del terrorismo y los gozosos
para siempre a favor de la nación colombiana.
¿Qué es esto que mientras el terrorismo ha vivido
de pláceme y en gozosos, la nación colombiana ha
vivido en dolorosos? Eso hay que invertirlo. Nuestra lucha es para
que los colombianos del presente y especialmente las nuevas generaciones,
puedan vivir en una Patria amable, puedan vivir felizmente en Colombia,
puedan hacer valer sus ideas, su voto, su expresión política,
puedan invertir, encontrar empleo, hallar la seguridad social,
todas la posibilidades de la equidad. Y para eso, tenemos que derrotar
el terrorismo.
Compatriotas: el terrorismo cobardemente
se esconde pero lo vamos a derrotar. Los golpes de las últimas semanas demuestran
que vamos por buen camino, no nos confortamos con la disminución
del secuestro ni con la disminución del homicidio. Luchamos
para que Colombia llegue a tener cero resultados en esos crímenes.
No nos conformamos con lo logrado.
El terrorismo piensa que el Gobierno de
Uribe se acaba rápidamente,
que puede venir gobiernos débiles, gobiernos de apaciguamiento,
gobiernos de lisonja con el terrorismo y que ellos volverán
a aparecer y a cobrar fuerza.
El terrorismo piensa que el presupuesto
de la nación esta
quebrado y que no hay recursos para enfrentarlos.
Veamos lo segundo. Las reuniones que ha
tenido con el Congreso en estos días, me demuestran que ahí hay una mayoría
dispuesta a persistir en el buen camino, a la cual se están
sumando muchos que quieren rectificar. A acompañarnos en
la tarea de derrotar la politiquería y de derrotar la corrupción
y de financiar debidamente la equidad y la seguridad.
Vamos a hacer un esfuerzo, apoyado por
todo el pueblo colombiano y que con toda seguridad aprobará el Congreso, para superar
estas inmensas dificultades. Y vamos a financiar debidamente a
nuestra Fuerza Pública porque el camino no va a quedar a
la mitad.
El pueblo colombiano es superior a este
desafío del terrorismo.
El pueblo colombiano prefiere su dignidad a la riqueza. El pueblo
colombiano está dispuesto a hacer cualquier sacrificio por
su dignidad y es conciente que esa dignidad está vinculada
a la recuperación del imperio institucional.
Quitemos a los colombianos la esclavitud
a la cual lo han sometido el terrorismo y los delincuentes de
todos los orígenes.
Y en cuanto al tiempo de Gobierno que nos
queda, lo aprovecharemos de día y de noche. Son casi seis años, sumando los
tres de día y los tres de noche. Invito a la Policía
a que me acompañe en un desafío: ¡que se preparen
los terroristas, a ver quienes tenemos más capacidad de
aguante, si ellos persistir en sus actividades delincuenciales
o nosotros para recuperar el imperio institucional!
La Policía de Colombia ha demostrado
toda su capacidad de sacrificio y esa capacidad de sacrificio
es ilimitada.
Invito a los policías de mi Patria,
a que no dejemos dormido el terrorismo, a que los derrotemos.
Invito a los policías de mi Patria, a que le propongamos
este desafío al terrorismo. Que el terrorismo se prepare
porque nosotros tenemos más capacidad de dormir menos que
los terroristas.
Nosotros con nuestra motivación, de ser vigías y
hacedores de la recuperación institucional de la Nación,
no tenemos inconveniente en vencer el sueño y en aportar
todos los sacrificios.
¡Que se preparen los terroristas,
que con persistencia los vamos a derrotar!
Ese es el nuevo llamado, policía de mi Patria. Ni un milímetro
de retroceso. Ni una unidad de energía de ahorro. Para delante,
para construir una Nación en paz, una Nación con
pluralismo democrático, una Nación con derechos humanos,
una Nación sin droga, una Nación sin politiquería,
una Nación sin corrupción, una Nación sin
gobernantes y sin politiqueros al servicio agachado del terrorismo.
¡Que viva Colombia!
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