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CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 43
Temático - Sector Cooperativo

Octubre 09 de 2003 (Bogotá - Cundinamarca)

Compatriotas:

Déjenme decir a ustedes que si hay alguna organización social indicada para superar las agudas contradicciones colombianas es este gran género que constituye la Economía Solidaria.

Colombia se dividió durante años en una concepción bipolar: economía privada, actividad pública, y la realidad fue creando el tercer sector que se vino a constitucionalizar mucho después de que se le veía gran fortaleza. Apenas la Constitución del 91 lo incluyó expresamente en el texto y cuanto había avanzando ya en ese momento el sector.

Tiene todos los atributos para proceder en la búsqueda del ánimo colectivo y del interés colectivo que corresponde fundamentalmente al sector público, pero con la diferencia de que el sector puede proceder con mucha mayor agilidad, sin trabas de burocratismo y totalmente ajeno a la politiquería. Puede buscar la eficiencia, la necesita, pero sin ánimo individual de lucro, pone la dinámica de la empresa privada al servicio de la comunidad en general.

Al examinar todos los requerimientos de la Patria aparece la gran necesidad del sector solidario. Este Gobierno ha buscado recuperar la confianza -ese es nuestro norte-. Confianza para que los colombianos puedan invertir en el país, trabajar en el país, para que los jóvenes recuperen su ilusión de vivir en Colombia. Confianza para participar en Colombia en el debate democrático. Confianza para la plena realización de la existencia en esta Patria colombiana.

Y en procura de esa confianza se trabajan tres ejes: el de la Seguridad Democrática, el eje de la lucha contra la corrupción y la politiquería y el eje de la reactivación económica y social. En la reactivación social aparecen Siete Herramientas de Equidad y en todas se requiere la economía solidaria.

La primera: la revolución educativa. La verdad es que a pesar de los 500 mil cupos creados en educación básica este año, necesitamos millón y medio adicionales. Este Gobierno se había comprometido a millón y medio, es posible que al final de este Gobierno todavía quede un esfuerzo de cobertura muy grande.

No creo que el millón y medio de cupos que hoy se requieren pueda ser creado por los mecanismos convencionales. Me parece que tiene que jugar la economía solidaria, en sus diferentes expresiones, un papel esencial para poder completar lo que se requiere de cobertura educativa en Colombia, que alcaldes y gobernadores tienen que realizar convenios con la economía solidaria y que en el evento que los colombianos aprueben el referendo, el punto 13, el relativo a la reorientación del Fondo Nacional de Regalías, al aplicar el 56 por ciento de esos recursos en educación, en mi concepto buena parte se tiene que aplicar a través de la economía solidaria.

El concepto de universidad cooperativa en Colombia hay que mirarlo de nuevo. Colombia necesita universidad solidaria y necesita muchas expresiones de universidad solidaria y sería muy importante que pudiéramos llegar a algo que todavía no se ve, que es la posibilidad de que el Estado le contribuya con una cuota presupuestal por estudiante a la universidad solidaria y que pudiéramos llegar a una mayor presencia del ICETEX en la universidad solidaria.

La meta de este Gobierno es crear 400 mil cupos universitarios, si sumamos el primero y segundo semestre, se puede llegar este año a 60, 65 mil. Aún en el evento de que podamos cumplir la meta de los 400 mil, todavía quedaremos con una cobertura universitaria muy baja, incluso en comparación con América Latina. Mi invitación es que trabajemos las formas solidarias de educación.

Veamos el tema de la capacitación técnica. El SENA está haciendo un gran esfuerzo, diría que en el SENA se está conjugando buena parte de la política de este Gobierno: derrotar politiquería y mejorar servicios sociales. Allí se eliminaron 3 mil contratos clientelistas y hay que eliminar todo el clientelismo que subsistiere, pero el propósito del SENA es pasar de un millón 100 mil estudiantes del año pasado, a más de 4 millones en el 2006. Con la ayuda de Dios, este año va a llegar a los 2 millones.

Eso no lo puede hacer el SENA como único operador, tiene que crecer a través de la tercerización y en esa tercerización, para la capacitación técnica, tiene que jugar un papel muy importante la economía solidaria.

Me parece trascendental que la economía solidaria y el SENA afiancen más sus vínculos para que la economía solidaria, a través de convenios con el SENA, participe en ese crecimiento de capacitación en Colombia.

Al SENA le ha sido asignado el programa Jóvenes en Acción que emprendió la anterior administración presidencial. Ese programa sólo tiene recursos de crédito externo para una convocatoria parcial adicional, el compromiso del SENA es asumirlo con su presupuesto. Y en ese programa el SENA es el gran coordinador, es el convocante pero no es el operador, lo hace a través de capacitadoras y allí necesitamos una gran presencia de la economía solidaria.

En la segunda herramienta de equidad: la protección social. Nosotros en la Ley 100 del 93 -y aquí me acompañan algunos de los que trabajamos esa norma- le abrimos un gran espacio a la economía solidaria, pero ese espacio hay que aprovecharlo mejor y fortalecerlo.

Pienso -y así ha quedado definido en el Plan de Desarrollo-, que esa característica esencial que es la economía solidaria, que es la ausencia de lucro individual, tiene que ser la característica de las administradoras de régimen subsidiado de salud.

En adelante no se pueden aprobar administradoras de régimen subsidiado de salud con ánimo de lucro, queremos darle todo el espacio a la economía solidaria, pero la economía solidaria allí tiene que fortalecerse mucho. Déjenme expresar algunas preocupaciones.

Por ejemplo, cuando creamos las empresas solidarias de salud con la ayuda, con el entusiasmo del entonces ministro -q.e.p.d.- Juan Luis Londoño, lo hicimos con qué entusiasmo y a la vuelta de los años en muchos de los directorios políticos de Colombia había una solidaria de salud, grave de formación. En buena hora la anterior administración presidencial elevó muchísimos los requisitos, para el bien de esas instituciones. Pienso que es hora de revisar la presencia de la economía solidaria allí.

Y me preocupa que el espacio que se le abrió a las cajas de compensación familiar -que tenemos que entender que es una figura muy importante de este género solidario, como tal las he entendido yo-, no se ha aprovechado suficientemente bien. Es la hora de buscar asociaciones con las cajas de compensación, es la hora de buscar cómo en el régimen subsidiado de salud, tiene mejor y más presencia la economía solidaria y por supuesto, no nos podemos equivocar con el régimen contributivo.

Hoy en el régimen contributivo la mayor presencia la empiezan a tener las cooperativas, las EPS de naturaleza cooperativa. Allí no nos podemos equivocar, apreciados amigos de la economía solidaria. Una equivocación sería funesta para el país.

Y vienen retos muy grandes. Yo asumí el pasado lunes en Barranquilla un compromiso y estoy seguro que los congresistas me van a apoyar: revisar una ley que cursa en el Congreso, para aprobarla, en el sentido de facilitar que los trabajadores independientes de la Patria se puedan afiliar a los beneficios de la seguridad social en salud y en riesgos profesionales, con una base de cotización igual a un salario mínimo, para poder bosquejar, para poder abrir de una vez por todas, el camino a la afiliación masiva.

Eso necesita dos objetivos: poner la mira de frente a la tarea de universalizar la afiliación, pero sin crear expectativas demagógicas que conduzcan a la ruina. Eso tiene que ser muy ambicioso y muy equilibrado.

Entonces, propusimos en Barranquilla revisar, con los distinguidos congresistas, el proyecto de ley que ellos están tramitando y garantizar lo siguiente, en ese proyecto de ley: que esa afiliación masiva no se pueda hacer sino a través del gran género de economía solidaria, fundaciones, asociaciones, mutuales, cooperativas.

Segundo requisito, que se exija muchísimo en número de afiliados, para buscar que al tener un número de afiliados suficientemente grande, se disminuya el riesgo, se distribuya el riesgo y se modere el impacto de los pagos que deban efectuar a los trabajadores independientes de un salario mínimo.

Tercer requisito, que haya alguna flexibilidad en copagos, para que en aquellos eventos que se esté creando riesgo a la entidad que los afilie y a la entidad que los asocie, con los copagos se pueda tener un seguro.

Vamos a hacerlo, pues, concertadamente con ustedes, con el Congreso de la Republica, vamos a hacerlo con toda la aspiración de que contribuya a universalizar la afiliación en Colombia y con todo el cuidado, a través de normas equilibradas, para no crear riesgos de que se nos arruinen las entidades de economía solidaria que agrupen a los trabajadores independientes o las entidades que finalmente los afilien para la seguridad social. Vengo a invitarlos también a ese reto.

En el tema del manejo social del campo tenemos que trabajar con economía solidaria, no hay más camino. Me parece que hemos avanzado y no hemos avanzado. Me parece que hemos avanzado en algunas regiones en otras no. Que hay cooperativas del sector agropecuario que siguen muy débiles, que hemos avanzado en bancos de maquinaria agrícola de economía solidaria, pero no en todas las regiones. Yo creo que tenemos que hacer esfuerzos adicionales.

Los recursos de Banco Agrario, los recursos de Finagro, los apoyos del Fondo Agropecuario de Garantías, tienen la instrucción del Gobierno de favorecer los esfuerzos solidarios.

En el manejo social de los servicios públicos, el tema es muy difícil. Por ejemplo, en la Costa Caribe Colombiana, en toda reunión se escucha la queja de los usuarios por las tarifas, por los cortes. El país tuvo en el pasado allí, empresas públicas ineficientes y clientelistas, se privatizó y todavía no se ha superado la tensión, que genera muchas veces antagonismos, entre los proveedores de servicios y los usuarios.

Colombia necesita al sector público y al sector privado en servicios públicos y necesita abrirle un gran espacio a la economía solidaria. Estamos pensando, en la Costa Caribe en organizar empresas locales de distribución de energía, que compren energía en bloque. Esas empresas deberían tener la naturaleza de energías solidarias, muy importante doctor Alfredo (director de DANSOCIAL) que se maneje ese tema con el ministro de Minas y Energía (Luis Ernesto Mejía), para que esas empresas que se constituyan, se ajusten a la configuración de cualquiera de las formas de economía solidaria.

La salvación de empresas como EMCALI, como lo que tenemos que hacer con el acueducto de Cúcuta, etcétera, tienen un elemento: crear los fondos de capitalización social. Es uno de los puntos acordados en EMCALI para que todos los usuarios sean socios de ese fondo, que parte de la tarifa vaya a ese fondo y que cada usuario sea afiliado, aportante o socio de ese fondo.

Esos fondos en el caso de EMCALI, por ejemplo, ayudará a darle independencia financiera a la empresa, será el gran apalancador de la expansión de la empresa, al mismo tiempo tendrá un contrato de buena administración con la empresa, que le permitirá a los usuarios a través de la participación de ese fondo, garantizar la transparencia y la eficiencia de EMCALI.

Ese fondo va a tener algún atractivo económico para todo usuario, les rogaría a los directivos de la economía solidaria, que con la Superintendente y con el doctor Alfredo no ayude con el doctor José Roberto Arango (Alto Consejero Presidencial), se haga un gran debate sobre la configuración, la definición de la naturaleza jurídica de ese fondo en EMCALI que habrá de servir de modelo en el resto del país.

Creo que debemos avanzar hacia el capitalismo social en los servicios públicos. La meta debe ser que todos los usuarios sean socios directos o indirectos de las empresas de servicios públicos, sean estas privadas o públicas.

Y si logramos dos o tres ejemplos que se consoliden en este Gobierno como el Fondo de Capitalización de EMCALI y la nueva Empresa de Acueducto de Cúcuta con Fondo de Capitalización Social, esos dos o tres ejemplos pueden iluminar el camino para un avance mucho más acelerado.

En el tema de construcción del País de Propietarios sí que necesitamos la economía solidaria. Yo no anticipo competitividad de la pequeña empresa, si la pequeña empresa no se asocia en instrumentos solidarios para el mercadeo de los servicios, para el acceso a la tecnología y también para el mercadeo de su producto final.

Estas negociaciones de comercio que se avecinan, nos tienen que llevar a nosotros a ser muy cuidadosos porque hay que buscarle a los productos colombianos acceso en los mercados, pero con total equidad.

Va a depender no solamente, el éxito de la buena negociación, sino de la buena preparación de la economía colombiana.

Y un elemento clave en esa preparación de la economía colombiana, es que la pequeña empresa se asocie solidariamente para ser más competitiva. Recuerdo cuando tramitábamos la Ley 79, que conocimos experiencias muy importantes como la de cooperativas de impresores. No sé que tal haya sido su suerte, pero el modelo que por aquella época conocimos es de los modelos que hoy se requieren: asociarse solidariamente, la pequeña empresa, para ser más competitiva en términos de acceso a insumos, a tecnología y de llegada a los mercados con sus productos finales.

Y allí si que necesitamos la economía solidaria para la financiación.

De agosto del año pasado a la fecha, el microcrédito ha crecido en un 50 por ciento, casi 600 mil colombianos se han beneficiado del microcrédito, en eso hemos avanzado bien pero le digo a los funcionarios del Gobierno: 600 mil que se han beneficiado, no es lo que tiene que ver el Gobierno, el Gobierno lo que tiene que ver es a los millones que aún no se han beneficiado, que no han podido acceder.

¿Qué encontramos?: hay unas fundaciones excelencia en Colombia y otras que no. Y las fundaciones excelencia no están en todo el territorio, entonces la asignación de estos recursos es muy desequilibrada en materia territorial, porque en unas partes se ha logrado avanzar velozmente, gracias a la presencia de la economía solidaria que nos ha ayudado, pero en otras partes, donde no hay esa presencia de la economía solidaria, se dificulta muchísimo.

Cuando veo las fundaciones de microcrédito me pregunto: ¿y por qué no están participando de las agremiaciones de economía solidaria?, como también me pregunto de las cajas de compensación. Yo creo que las agremiaciones de economía solidaria tienen que ser más incluyentes y vincular este tipo de entidades.

Hemos tomado decisiones recientes, una decisión es que Findeter fondee programas de vivienda de organizaciones solidarias para crédito, pero tiene que ser con mucho cuidado. Ustedes saben lo ocurrido en el pasado reciente, cómo se golpeó la confianza en el movimiento solidario de Colombia, por los fiascos que estallaron, donde hubo casos de corrupción.

Entonces tenemos que ir con sumo cuidado en la entrega de esos recursos, porque un fondo tan importante como Findeter, el Gobierno no lo puede poner a riesgo. Yo vengo a invitarlos a que hagamos un gran esfuerzo para participar más en el microcrédito productivo y en el microcrédito de vivienda.

Con la actual situación fiscal, es imposible pensar en el mediano plazo que el país pueda resolver el problema de vivienda social, basado exclusivamente en subsidios. Nos tenemos que orientar a la facilitación del microcrédito de vivienda y por eso necesitamos la participación de ustedes. Y aspiramos que esa participación gane en un escalón muy importante en las próximas semanas, cuando se empiece a concretar esta nueva línea de crédito de Findeter.

Necesitamos que ustedes participen mucho en actividades que tienen hoy estímulo tributario, por ejemplo el turismo ecológico, los nuevos hoteles. El país tiene que aprovechar sus ventajas competitivas en turismo, volver eso una realidad de generación de empleo, de desarrollo.

En el sector agropecuario, en el tema de palma africana, donde hemos visto unos buenos esfuerzos solidarios en algunas partes del país, en el tema de caucho, en el tema de cultivos de tardío rendimiento en general, en el tema de cacao.

Necesitamos que ustedes nos ayuden a pensar cómo desarrollar en las zonas cañicultoras, las destilerías del alcohol carburante. En el Valle del Cauca no va a haber problema, el sector privado lo va a hacer, pero tenemos problemas en la ladera cundinamarquesa porque allí no hay capacidad empresarial de financiar esas plantas. Tenemos problemas en Vélez y Barbosa, tenemos problemas en Nariño. Allí hay una gran posibilidad.

El país tiene que prepararse para empezar en el segundo semestre del 2005 a mezclar en las grandes ciudades, por lo menos, un 10 por ciento de alcohol combustible a los combustibles fósiles.

Y vemos una gran oportunidad en la palma africana, de llegar a través del aceite de palma al biodiesel. Un país con declinación de combustibles fósiles tiene que prepararse con combustibles biológicos y están suficientemente incentivados gracias a las disposiciones tributarias de este Gobierno y necesitamos allí una gran participación de la economía solidaria.

Bueno, yo quería hablar de posibilidades y les cedo entonces, la palabra a todos ustedes. Muchas gracias.

 
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