ENCUENTRO
CON JÓVENES
UNIVERSITARIOS DE CARTAGENA
Octubre 17 de 2003 (Cartagena de Indias
- Bolívar)
Compatriotas:
Me honra mucho acudir esta mañana a este claustro y a esta
universidad. Este libro escrito por Indalecio Liévano, en
sus tres últimos párrafos, dice así: “desde
que comenzó su obra así lo presintió. Las
evoluciones políticas, escribía en 1881, son siempre
peligrosas para los hombres que se encargan de realizarlas.
Y sin embargo, siguió adelante, venció todos los
obstáculos y llevó a cabo la más trascendental
obra política de nuestra historia, seguro de que un día
sus conciudadanos sabrían apreciar la singular magnitud
de su labor. En la lápida de su tumba, como una anticipación
del futuro, está esculpida su profunda frase: ‘Creo
en Dios y en el veredicto justiciero de la posteridad’.
Hoy, 50 años después de muerto Núñez,
su figura de estadista resurge revestida de sus naturales atributos
y excelencia. Vencedora de todas las conspiraciones históricas
que se han fraguado contra su memoria y el liberalismo ante la
imperiosa lógica de los acontecimientos, entra de lleno
por la ruta que desde su época Núñez le trazó con
singular maestría y previsión”.
Supremo homenaje se rinde a un hombre a
quien detractó injustamente
durante tantos años y el único a que podía
aspirar este gran vencedor de la vida que fue Núñez.
Intervención del Estado en la economía, tolerancia
religiosa, centralización política y autonomía
municipal, protección aduanera a las industrias nacionales,
derechos individuales limitados por el interés social, moneda
dirigida, premisas fundamentales del pensamiento político-económico
del injustamente llamado ‘traidor del liberalismo’.
Son hoy las doctrinas básicas del moderno liberalismo colombiano
y en cambio los derechos individuales absolutos, la persecución
religiosa, el Estado gendarme, el librecambio y federalismo, son únicamente
para ese partido recuerdos del pasado.
Y termina lndalecio Liévano: por eso cuando un historiador
lejano estudia el desarrollo del pensamiento liberal en Colombia,
no puede menos de comprender que Núñez es el mas
formidable sustentáculo de ese liberalismo que se identifica
con la noción de Patria y de Patria grande, pero no de ese
otro que implantaron en Colombia los radicales y que fue un sinónimo
de anarquía, libertinaje y destrucción.
Núñez es el precursor del liberalismo social en
Colombia. Y hoy, cuando su figura histórica triunfa sobre
el embate de las pasiones, mejor comprendemos la realidad de su
pensamiento político que él definió así,
el 20 de marzo de 1883: “hemos sido cómo somos y seremos,
convencidos ardorosos liberales y en este concepto hemos simpatizado
con todos los oprimidos y perseguidos”.
Eduardo Posada Carbó, el historiador barranquillero contemporáneo,
tesis laureada en la Universidad de Oxford, profesor muy ilustre
de la Universidad de Londres, quien ha desvirtuado tantos prejuicios
con que se ha maltratado al Caribe de la Patria, escribía
hace poco que la Costa Caribe es la reserva de orden de la Nación.
Que en el momento en que el orden estaba
amenazado por la anarquía,
la libertad negada por el desorden, emergió la figura de
Núñez para convertirse primero en Presidente del
Estado de Bolívar y después en Presidente de la Nación
entera, para restablecer el orden.
Cómo entendió Nuñez, en cuyo honor esta universidad
hace diaria pedagogía para formar colombianos, que la libertad
no es posible sin el orden. Algún autor francés decía: “hay
hombres que no son contemporáneos de su época”.
Nuñez trabajó para la posteridad y en aquellos momentos
históricos también actuaron otros a quienes no se
comprendió en su momento. Como a Nuñez lo llamaban
traidor del liberalismo y sólo lo entendieron 50 años
después de su muerte, así también señalaron
a Rafael Uribe Uribe, que por estos días de octubre se ha
cumplido un nuevo aniversario de su asesinato, sucedido en Bogotá el
9 de octubre de 1914.
La Nación se trabó en aquella guerra y aquella guerra
cuyo final se dio con los pactos de paz de Chinácota en
Norte de Santander, con otro pacto celebrado en el Buque Wisconsin
y con otro en una hacienda del Magdalena llamada Neerlandia, la
Nación quedó sumida en una profunda crisis. Y a pesar
de que los antiguos combatientes se reencontraron como hermanos,
eso no pudo sellar la hermandad total. Se nos fue Panamá.
Pero esa crisis tuvo un antecedente: la
lucha por las libertades democráticas, la lucha por la participación,
por eso, apreciados estudiantes y querida comunidad universitaria,
al pensar en el referendo, al pensar en las elecciones del 25 y
del 26 de octubre, hay que pensar en los textos y hay que pensar
en los candidatos.
Ayer me preguntaba un periodista, en Bogotá: ‘¿qué va
a hacer usted esta última semana de agitación en
procura del referendo? Y le contestaba: un diálogo amable
con mis compatriotas, que en el referendo no van a ser electores
sino constituyentes, porque van a tener la oportunidad de definir
directamente y sin intermediarios, textos fundamentales para la
Constitución de la Patria.
Y me preguntaba: ‘¿qué piensa de la elección
de alcaldes y gobernadores?’ Que hagamos, junto con las elecciones
para el referendo, una reflexión sobre la lucha de Colombia
por las libertades democráticas.
Aquella pavorosa Guerra de los Mil Días estuvo antecedida
por muchísimos debates que se proponían en nombre
de las libertades democráticas. Y cuando la Constitución
de 1863 había creado las condiciones para que los Estados
adoptaran autónomamente decisiones democráticas,
como elección de gobernadores y alcaldes, presidentes entonces
de Estados, llegó la Constitución del 86 y se aplazó indefinidamente
la decisión.
Demoramos casi un siglo para obtener un
gran consenso nacional. Yo digo que fue un siglo de lucha, un
siglo de espera por la democracia.
En los primeros años, durante principios de 1920, el congreso
ideológico del liberalismo reunido en Ibagué y presidido
por el General Benjamín Herrera, puso en el primer punto
de las reivindicaciones colombianas la ampliación democrática,
la elección popular de alcaldes.
Y después el tema germinó también en las
mentes conservadoras y fue el senador Álvaro Gómez
Hurtado, figura superior del conservatismo, quien presentó en
el gobierno del presidente Belisario Betancur el proyecto de reforma
constitucional que ha permitido que los colombianos elijamos directamente
a los alcaldes.
Se requirió la Constituyente de 1991 para poder introducir
la figura de la elección popular de gobernadores y del referendo.
Solamente en 1957 los colombianos pudieron participar directamente
en la aprobación de un texto constitucional, aquel que le
dio el reconocimiento de los derechos políticos a la mujer
y aquel que le señaló primacía a la educación.
Yo había nacido en 1952 y recorrí muchos poblados
de mi departamento de la mano de mi madre, acompañándola
en una campaña que ella adelantó, fervorosa, para
que se aprobaran los derechos políticos de la mujer. Desde
entonces contemplo la bella oportunidad de que Colombia avance
más en democracia directa, de que Colombia avance más
en el reconocimiento del derecho al pueblo como constituyente primario.
Por eso me duele que se nieguen las oportunidades
de participación.
Por eso vengo con respeto ante la nueva generación de compatriotas,
a este claustro de nuestra ciudad histórica, a pedir ustedes
una reflexión sobre la necesidad de participar en conciencia.
Este erguido pueblo de Cartagena jamás ha soportado cadenas
ni imposiciones. Pero siempre ha ejercido un liderazgo público,
a tono con los mandatos de la conciencia.
Colombia luchó más de un siglo por tener las oportunidades
democráticas. No se pueden desperdiciar. Las guerrillas
durante muchos años, inundaron de panfletos a nuestros pueblos,
tratando de justificar sus acciones violentas, en la circunstancia
de que nuestro país no permitía la elección
popular de alcaldes, de gobernadores, que se negaban procesos democráticos
como el referendo. Y hoy esos mismos terroristas que ayer reclamaban
democracia, hoy son los que matan la democracia.
Por eso aparece el señor Briceño, ordenando a los
terroristas que él comanda en las Farc, exigirles a los
candidatos que hagan acuerdos con las Farc, so pena de asesinarlos
y amenazando el referendo. A esa amenaza la Patria tiene una respuesta
diversa según el papel de cada quien, el Gobierno tiene
el deber de aumentar la seguridad para todos los candidatos, que
son 70 mil.
El Gobierno tiene el deber de pedirles
a los colombianos que voten en conciencia. Los candidatos tienen
el deber de no reunirse con
miembro alguno de grupos terroristas, pues los candidatos solamente
le deben obediencia a la Constitución, afecto y respeto
al pueblo.
Y los colombianos todos tenemos el deber
de atiborrar las urnas con nuestra participación para que la participación
democrática sea la respuesta contundente a la agresión
del terrorismo. A eso vengo a invitarlos en esta gran universidad
Rafael Núñez.
No faltaba más que siglo y medio de lucha con las libertades
democráticas que se han venido conquistando, se pueda ignorar
por las amenazas del terrorismo, que hoy obstaculiza esa participación
democrática. Y vamos a hacerlo para el orden público
y para el orden social.
Me preguntaba hace poco una niña de la edad de tantas universitarias
que aquí veo: ‘Presidente ¿por qué propuso
el referendo?’ Le contesté: porque cuando empecé la
campaña, recordé que hay una serie de puntos que
Colombia necesita, muchos elementales, por cierto, que no los ha
aprobado el Congreso.
Me preguntaba un estudiante de una universidad
pública: ‘Presidente ¿el
referendo lo resuelve todo?’ No. El referendo no es milagrero.
El referendo no lo resuelve todo, pero es un buen paso, es un paso
en la dirección correcta.
Me preguntaba un televidente que llama
a un programa de televisión
donde me siento a escuchar la voz de mis compatriotas y en responderles: ‘¿en
qué me beneficia a mí el referendo?’ Y le decía:
no me atrevo a decirte si te puede beneficiar individualmente,
porque a muchos les propone sacrificios, pero va a beneficiar a
la Patria porque Colombia tiene varios problemas. Colombia tiene
un faltante inmenso de inversión social.
Esta mañana acudía a Cartagena, con emoción,
a graduar 1.500 egresados del SENA y expresaba como crece el SENA.
En este Gobierno el SENA empezó con un millón 100
mil estudiantes, va para 4 millones en el 2006 y termina este año
con 2 millones. Gran crecimiento, pero es mucho lo que falta.
Nos ha tocado eliminar politiquería: 3 mil contratos clientelistas
innecesarios han sido eliminados. Sectores de la clase política
furiosos con el Gobierno. Nos ha tocado evitar excesos sindicales.
Sectores de los sindicatos furiosos con el Gobierno. Pero he puesto
en un lado de la balanza los intereses de la politiquería
y de los excesos sindicales y en el otro lado de la balanza los
intereses de los estudiantes, de los padres de familia y de la
base trabajadora.
Y he preguntado a mi pueblo: ¿qué intereses debemos
privilegiar, los de la politiquería, los de los excesos
sindicales o los intereses de los estudiantes, de los padres de
familia y de las bases trabajadoras? Y la respuesta consciente
y creciente de mis compatriotas es: los intereses de los estudiantes,
de los padres de familia, los intereses de la base trabajadora.
Eso es Estado Comunitario.
En Cartagena, con la ayuda de Dios, avanzaremos
en la construcción
del sistema de transporte masivo, financiado en un 70 por ciento
por el Gobierno Nacional. En la construcción de la perimetral
de la Ciénaga de la Virgen, financiada en su mayor parte
por el Gobierno Nacional. Y allí no vamos a preferir los
automotores, allí vamos a preferir a la gente, al peatón,
al ciclista, para devolverle la ciudad al ciudadano, para que ese
principio de recuperación de la zona deprimida de la Ciénaga
de la Virgen, sea en favor del pueblo.
Y ya se han abierto licitaciones para construir
los primeros escenarios deportivos, de aquellos que hacen falta,
con miras a que la ciudad
esté lista para los Centroamericanos del 2006, pero falta
mucho. Eso es nada frente a lo que necesita una ciudad de 500 mil
pobres.
Que hemos crecido en un millón 126 mil el número
de ciudadanos vinculados al régimen subsidiado de salud,
es mucho para el Gobierno, muy poco para el pueblo. Ahora en la
Base Naval me reunía con unas humildes empleadas del Hospital
Universitario, angustiadas por la caótica situación
y perjudicadas porque hace meses no reciben el pago de su salario.
Cómo nos falta para que esta Patria salga adelante.
Las cifras indican que las carreteras que
conducen a Cartagena, han aumentado enormemente el tráfico vehicular, en beneficio
del turismo en San Jacinto, para comprar artesanías. Y cuando
visité esa bella localidad de Bolívar y de la Patria,
me decían los artesanos: ‘Presidente, llevábamos
cinco años con nuestro almacén, que es la carretera,
cerrado. De nuevo estamos vendiendo artesanías’. Cómo
se necesita tener la carretera despejada, para que los colombianos
del interior del país que no pueden comprar tiquete aéreo,
lleguen a este Caribe y a esta Cartagena a generar empleo a través
del turismo. Pero nos falta mucho.
De los 45 municipios de Bolívar, 22 ya cuentan con Soldados
de mi Pueblo. El lunes visité el sur de Bolívar,
Santa Rosa del Sur, inauguramos casi 30 kilómetros de pavimento,
entre Simití, el Alto de Burgos y Santa Rosa, pero es apenas
un pequeño tramo de las necesidades viales del sur de Bolívar,
porque tenemos que aspirar a que en algún momento, por la
margen izquierda del río Magdalena, haya carretera desde
San Pablo y Cantagallo (Bolívar), más al sur Yondó (Antioquia),
en el punto exacto donde estarán los pilotes del puente
de Barranca –cuya licitación ya hemos adjudicado-
hasta Regidor, bastante en el norte del Sur de Bolívar.
Lo que se ha podido hacer es muy poco frente a lo que falta.
El país necesita dos grandes esfuerzos: un esfuerzo en
orden público y un esfuerzo en inversión social.
Si no se hace ese esfuerzo en orden público, aquí no
va a venir el turismo ni del interior ni del extranjero. Nosotros
dimos una exención tributaria para construir nuevos hoteles,
para remodelar los viejos, para impulsar el turismo ecológico.
El mundo quisiera venir a este Caribe, a esta Cartagena, aquí hay
todas las posibilidades de desarrollar a Barú y a Tierrabomba,
generar empleo. Pero si no hay paz y si no hay orden, eso no se
da.
Para poder financiar la seguridad y para
poder financiar la inversión,
el país tiene que derrotar la corrupción y la politiquería.
El referendo es un buen camino en esa dirección.
ARTÍCULO 1. Muerte civil a los
corruptos
Trae dos casos. Primero, el ciudadano que cometa un delito contra
el patrimonio del Estado, no puede regresar el Estado, queda condenado
con la pena perpetua de no poder regresar el Estado.
Y trae un segundo caso: el ciudadano que
cause un perjuicio de responsabilidad civil al Estado, así no
haya cometido delito, tiene que indemnizar al Estado o no puede
regresar el Estado.
Sobre este artículo se han creado dos confusiones: la primera, ‘que
no se necesita que esté en la Constitución’.
No es exacto. La Constitución dice que quien haya cometido
un delito no puede ir al Congreso, pero el Congreso es apenas un
parte de ese gran universo que es el Estado.
El artículo propuesto es mucho más amplio. El artículo
propuesto dice: ‘quien cometa un delito de corrupción
contra el patrimonio público, no puede volver a ninguna
parte de ese gran universo que es el Estado’. No puede ser
presidente, no puede ser ministro, no puede ser gobernador, no
puede ser secretario, no puede aspirar a la más humilde
las inspecciones de Policía de la Patria, no puede contratar
con el Estado, no puede ser elegido ni nombrado.
Y la segunda confusión que se ha lanzado sobre ese artículo,
es decir, ‘que si paga le perdonan la pena’. No es
exacto, cuando cometa el delito, no le perdonan la pena. Alguien
que se robe 500 millones de pesos de la tesorería, así los
devuelva, le queda la pena perpetua de no poder regresar el Estado.
Puede indemnizar al Estado y regresar al
Estado quien le cause perjuicios pero sin haber cometido delito.
Por ejemplo, una interventoría
que tuvo una falla, sin mala fe, sin ánimo delictual, se
cayó ese puente, esa persona tiene que indemnizar al Estado
para regresar a él.
ARTÍCULO 2. Voto nominal
Propone el voto público. Que los congresistas, que los
concejales y los diputados voten en público.
Aquí empezamos a encontrar dos características del
referendo: el referendo no se concentra exclusivamente en el Congreso,
también se irriga hacia las asambleas y hacia los concejos.
Segunda característica: el referendo busca que los elegidos
sean visibles, el referendo busca un Congreso visible y para que
tengamos un Congreso visible, los ciudadanos deben tener el derecho
de que los congresistas estén obligados a votar en público.
Qué bueno que el ciudadano sepa cómo vota su congresista,
su diputado o su concejal, para que el ciudadano pueda saber si
le están cumpliendo o incumpliendo los temas que le propusieron
en la campaña.
Y en alguna parte me decían: ‘pero es que es muy
peligroso que los congresistas tengan que votar en público
unas materias’. Yo sé que ustedes, hijos de esta ciudad,
que merecidamente la denominamos la Ciudad Heroica, comparten conmigo
esta tesis: quien aspira a que lo elijan, no tiene derecho a excusar
sus responsabilidades por temor. Quien aspire a que lo elijan,
no tiene derecho a pedir el voto secreto por temor. Quien aspire
a que lo elijan, no tiene derecho a pedir el voto secreto para
tergiversar el mensaje al pueblo. Quien aspire a que lo elijan,
tiene el deber de exponerse al riesgo derivado del cumplimiento
de sus deberes.
Las responsabilidades derivadas de la elección no son cosechas
de vanidades personales, sino conjunto de deberes con la Patria.
Aquellos que teman el deber que no se haga elegir, si les da miedo
que se queden en la casa o que cambien de oficio. Esta es la razón
del voto público.
ARTÍCULO 3. Eliminación
de los suplentes
Propone la eliminación de los suplentes. Alguien decía: ‘¿pero
por qué hay un referendo para eso? Porque el Congreso no
los eliminó. Porque en el Congreso no ha habido mayorías
históricas para estos temas. Porque la Constitución
del 91 eliminó las suplencias y el Congreso las revivió.
Y si bien algunos suplentes han procedido bien, otros han llegado
al Congreso como suplentes simplemente para estar allí 6
meses y salir con una pensión de 9, de 11 millones.
Eso es un descrédito para la Patria, esa es una manera
de afectar el patrimonio público, de defraudar al pueblo. ¿Cómo
les parece?: los pensionados del Hospital Universitario de Cartagena,
con sus pensiones y con sus salarios en el limbo y un suplente
por estar 6 meses en el Congreso con una pensión de 9 millones.
¿Y también qué ha pasado, universitarios?:
una rotación excesiva. En 1998 fueron elegidos 267 congresistas
y concurrieron 500 al Congreso en ese período, hasta el
2002.
Se pierde la identificación del Congreso, se pierde el
Congreso visible. Con toda esa intensísima rotación
el pueblo se queda sin saber finalmente quién es el congresista.
Y entonces, muchas veces entra un suplente, que no es de la misma
línea de pensamiento del principal y se afecta la identificación
del Congreso, no hay seguridad en su composición. Por eso
se eliminan los suplentes en el Congreso, en las asambleas y en
los concejos, sólo se permiten por muerte del principal
o por incapacidad absoluta, por renuncia del principal no se permite.
Les voy a decir por qué no se permite por renuncia del
principal. Porque podría darse este pacto: que el principal
se comprometa a estar dos años, a los dos años renuncia
para que en el tercer año entre un suplente, que se compromete
a renunciar para que en el cuarto año entre otro suplente.
Habría un carrusel de felicidad y en nada habría
avanzado la norma. Entonces, sí, el titular puede renunciar,
pero se pierde la curul porque no atiende el suplente.
ARTÍCULO 4. Audiencia pública
para aprobar el presupuesto
Propone que antes de que el Congreso apruebe
el presupuesto de la Nación, el de la asamblea, el del departamento, el del
concejo, el del distrito o municipio, la comunidad se pronuncie.
Ese artículo está en concordancia con el 11 que prohíbe
los auxilios parlamentarios, que prohíbe los auxilios de
asambleas y concejos. Y con el 7, que al aumentar las causales
de perdida de investidura dice que el congresista, diputado o concejal
que tramite auxilios se hace acreedor a pérdida de investidura.
Y el cuarto dice: audiencia comunitaria.
Primera objeción
al cuarto: ‘que siempre el Congreso decidirá’,
así tiene que ser. Los congresos, las asambleas y los concejos
tienen tres funciones esenciales: adoptar tributos, aprobar el
presupuesto y vigilar el Ejecutivo, ejercer control político.
A esas instituciones no se les puede derogar la esencial función
de aprobar el presupuesto pero esa tarea puede cumplirse de diversas
maneras, cuando hay la posibilidad de auxilios, se corrompe.
Entonces un congresista dice: ‘yo no voto el presupuesto
si no me dan este auxilio’. Y también lo puede decir
el diputado, lo puede decir el concejal. Condicionan la aprobación
del presupuesto a la entrega de auxilios y eso ha causado mucho
problema. Hay casos en que se han robado esos auxilios, hay casos
en que no, en que han llegado bien al destino final. Pero aun en
este segundo caso, se presenta un problema: hay un pacto secreto
y las partidas del presupuesto que son públicas no se puede
disponer de ellas de manera secreta.
Y en este segundo caso, en el evento en
que se maneje sin corrupción
el auxilio, se presenta otro problema: no se tiene la certeza de
que la obra a la cual se destine la partida, sea una obra prioritaria.
Se viola la planeación.
Por eso se prohíben los auxilios, se sustituyen por la
participación democrática. Entonces, al no haber
auxilio, lo que va a condicionar la aprobación del presupuesto
es una previa asamblea de la comunidad, consultiva.
Y otros dicen: ‘pero si a mí me eligen alcalde ¿por
qué tengo que consultar con la comunidad?’
La respuesta a ello es el bello discurso
de la democracia. El elegido en la democracia no es todopoderoso,
el triunfador en los
certámenes de la democracia tiene la obligación de
someterse a las leyes que regulan sus relaciones con la comunidad,
sus relaciones con quienes con él compitieron. La democracia
es un conjunto normativo que define el origen del poder en el pueblo
y que también define las relaciones entre triunfadores y
no triunfadores, que fomenten el pluralismo y que defiendan los
derechos de las minorías. Por eso hay que estar en concertación
popular permanente.
Además, el triunfador solo triunfa el día de las
elecciones. En la democracia contemporánea hay que reverdecer
el triunfo todos los días, en el trabajo popular, en la
consulta popular. Mi experiencia es que los únicos gobiernos
que medio sirven, son aquellos que viven en intenso contacto con
el pueblo. Si los gobiernos se quedan entre cuatro oficinas, sin
contacto con el pueblo, los gobiernos se embelesan en sus cifras,
al desconocer la realidad popular.
Hace pocos días me decía un Ministro: ‘Presidente ¿pero
por qué en esta audiencia hay tanta inconformidad con el
microcrédito, si en este Gobierno el microcrédito
ha crecido en un 50 por ciento, en un año hemos entregado
un billón 300 mil millones en microcrédito a 600
mil microempresarios?’ Y yo le contestaba: porque a esta
reunión vinieron los que no han recibido microcrédito.
Porque han recibido microcrédito 600 mil colombianos, pero
hay millones de colombianos que necesitan microcrédito y
no han podido acceder al microcrédito.
¿Qué tal que el Gobierno se quedará simplemente
en la vanidosa lectura de la cifra de que ha favorecido a 600 mil
y no estuviera en audiencia popular permanente para darse cuenta
que hay 600 mil multiplicados a la ene que no han recibido microcrédito?
Las audiencias son muy importantes para
que el pueblo puye al Gobierno. Las audiencias son muy importantes
para que el pueblo
se informe. A mayor información popular, menos propensión
del pueblo al engaño. Y la información también
permitir conocer posibilidades y limitaciones. Y cuando se conocen
las limitaciones, se hace un estudio más juicioso de las
prioridades.
Bienvenida la participación popular por la cual esta Nación
derramó tanta sangre en tantas guerras civiles.
ARTÍCULO 5. Independencia administrativa
del Congreso
Crea un órgano independiente de administración del
Congreso, para que los congresistas se dediquen a lo suyo y para
que la administración del Congreso no sea una de sus tareas.
Le veo un efecto práctico importante. Imagínense
ustedes un congresista entrando al Capitolio y que vea que están
pintando las paredes, que pregunte: ‘¿Cuánto
vale ese trabajo?’, ‘20 millones’. ‘¿Por
cuánto lo contrataron?’, ‘por 30’. Si
lo contrató la Mesa Directiva, ese congresista dirá: ‘bueno,
pero es que son mis compañeros, siento solidaridad con ellos,
para qué les voy a hacer un debate’. Si los contrató un
administrador independiente, ese congresista tiene menor inhibición
para adelantar el debate.
ARTÍCULO 6. Reducción del
Congreso
Hace más exigente su elección, trabaja por un Congreso
más visible, más de opinión, menos de clientelismo.
En esta universidad, en la histórica ciudad Amurallada,
como candidato propuse una reducción más severa.
Propuse un sistema unicameral de 160 congresistas, en el sueño
de que hubiera un mayor equilibrio entre la democracia representativa
y la participativa. Eso no fue posible porque a uno lo eligen no
para ser todopoderoso sino para someterse a los dictados de la
democracia.
Aquí aparece un punto esencial del
referendo, no es un capricho personal del Presidente, no es un
proceso unipersonal
de Presidente, es un proceso institucional.
Lo agitamos en la campaña, lo presentamos a consideración
del Congreso el 7 de agosto a las 5 de la tarde. El Congreso lo
debatió durante 6 meses, pasó a consideración
de la Corte Constitucional –después de que el Congreso
le había hecho modificaciones, una de ellas sobre la integración
del mismo Congreso-, la Corte Constitucional, después de
6 meses de debate, eliminó artículos tan importantes
como el de la sanción a la dosis personal de droga.
Y ahora falta el veredicto final del pueblo.
Este referendo lo veo llevado en toda Colombia, en los hombros
fervorosos de los
estudiantes y de los jóvenes.
Por eso quiero decirle a los jóvenes de Cartagena, que
han asumido la mayor responsabilidad para sacar avante este referendo,
que el referendo recorrió todas las instancias de la democracia,
que es un proceso institucional que honra la democracia colombiana.
Cómo se sorprenderá el mundo si este referendo se
aprueba, cuando las noticias digan que este pueblo con pobreza,
con sufrimiento, con violencia, es un pueblo de superior dignidad
democrática y que se atrevió a estudiar, a interiorizar
y a aprobar un texto constitucional, que es un paso adelante pero,
como todo texto constitucional, complejo. Esa es una honra al mundo,
porque en otras partes los referendos son sencillitos. Aquí es
un tratado constitucional, el tema sobre el cual va a decidir el
pueblo colombiano.
En este proceso institucional el Congreso
me dijo, los congresistas que apoyaron mi elección: ‘Presidente, estamos de
acuerdo con todas las reformas al Congreso, pero tiene que haber
un Congreso de dos cámaras’. Y en un país con
43 millones de habitantes, 32 departamentos, 1.100 municipios,
es imposible definir el tamaño de un Congreso de dos cámaras
con menos de 218 congresistas. Hoy hay 268, pero debería
haber 320 porque los 268 obedecen al censo poblacional de 1985,
atrasado ya. Para la población colombiana del presente,
43 millones, aproximadamente requerimos 320 congresistas.
El Congreso se reduce a 218 y se congela,
no puede seguir elevándose
el número de congresistas en función del crecimiento
poblacional. Se preservan cuatro curules para compatriotas negros,
para compatriotas indígenas y para compatriotas residentes
en el extranjero.
Se exige un umbral, para que se seleccione
mejor el Congreso y una cifra repartidora que es un residuo más exigente. Se
discutió mucho sobre el umbral: si por el Senado de la República
votan 10 millones de compatriotas, una lista para competir necesitará 200
mil votos. Está bien. Algunos querían 600 mil, la
tesis que defendió el Gobierno y obtuvo el respaldo mayoritario
del Congreso fue la siguiente: que haya umbral pero no excesivo,
que haya umbral para que se evite la anarquía que se da
en la dispersión electoral, esa infinidad de listas, pero
que no sea excesivo para no afectar los derechos de las minorías.
Pienso que ajustamos bien, que nos pusimos en el justo punto de
equilibrio.
Y entonces la necesidad de obtener 200
mil votos va a evitar que alguien llegue al Senado por votos
comprados o por el respaldo
de un pueblo clientelista y va a exigir que sólo lleguen
al Congreso ciudadanos con alta consideración y alto respeto
de la opinión. Eso va a demandar un Congreso más
comprometido con la opinión y menos apoyado en las chequeras
y en los aparatos clientelistas.
ARTÍCULO 7. Aumento de las causales de pérdida
de investidura
Me refería a él cuando les hablaba de que se eleva
a causal de perdida de investidura el trámite de auxilios
en el Congreso, en las asambleas y en el concejo, pero también
se agregan otras causales de pérdida de investidura. Hoy
se pierde la investidura por ausentismo en la plenaria en el Congreso,
pero no se pierde por ausentismo en las comisiones.
El referendo propone extender la pérdida de investidura
al ausentismo en las comisiones de Congreso, asamblea y de concejos.
Y propone que se pierda la investidura por compra de votos, por
trashumancia electoral. Y propone que se pierda la investidura
por violación del régimen legal de financiación
de las campañas.
ARTÍCULO 8. Eliminación de regímenes
privilegiados de pensiones
Guarden estas cifras en su mente: Colombia
tiene aproximadamente un millón de pensionados, cada año esa cifra crece
en un 7 por ciento, el año entrante tendremos 70 mil nuevos
pensionados.
Segundo: el presupuesto nacional tiene
que girar el año
entrante para pensiones 9.8 billones de pesos, para educación
y salud 14 billones. El giro de pensiones del presupuesto no incluye
departamentos, distritos, municipios, no incluye empresas autónomas
nacionales, no incluye el sector privado, solamente lo que corresponde
al ente central de la Nación.
En poco tiempo, como vamos, valdrá más la cuenta
de pensiones que la cuenta de educación y de salud. Preocupante.
Guarden esta preocupación en su mente. Se han acabado las
reservas del Seguro Social, pero yo me he comprometido ante mis
compatriotas, que en las manos de este Gobierno no se dejará de
pagar a los jubilados del Seguro Social, en su inmensa mayoría
pobres. Haremos lo que tengamos que hacer para pagarles.
Entonces, un país que tiene estos desafíos pensionales
tan grandes, no puede, por un lado poner en riego de no pagarle
la pensión a los pobres y por otro lado mantenerles privilegios
a los pensionados ricos.
Por eso el artículo octavo propone eliminar los artículos
pensionales: primero, eliminarlos en la Presidencia. Yo seré el
primer ex Presidente de Colombia sin privilegios pensionales, sometido
al régimen ordinario de pensiones.
Eliminar esos privilegios en el Congreso,
eliminar esos privilegios en el sindicato de Ecopetrol, ¿inversiones como la refinería
de Cartagena o privilegios pensionales? Eliminar esos privilegios
en todos los sectores privilegiados.
Ahí ha aparecido problema con los maestros: hay maestros
que tienen dos pensiones y salario. Los que ya han ganado eso,
no se les quita, el referendo en todos sus artículos respeta
los derechos adquiridos.
Los que puedan ganar esos derechos hasta
el año 2007, el
referendo no se los prohíbe, pero para aquellos más
jóvenes que se jubilen después del año 2007,
ya no tendrán el privilegio de las dos pensiones.
He encontrado mucha oposición de los maestros, pero miren
qué es lógico. Lógico que para poder pagar
los beneficios pensionales de los pobres, no haya beneficios pensionales
privilegiados. Lógico respetar las dos pensiones a los maestros
que ya las hayan adquirido. Lógico darles plazo hasta el
2007, 31 de diciembre, a quienes estén próximos a
jubilarse. Y lógico que quienes se jubilen después
del 2007, se jubilen sin dos pensiones pero con una pensión
equitativa.
ARTÍCULO 9. Eliminación de las contralorías
departamentales y municipales
Que ese dinero lo conserve, por ejemplo,
el departamento de Bolívar
para educación y el distrito de Cartagena para educación.
En el año 2006 Bolívar se puede estar ahorrando 1.902
millones de pesos y Cartagena 5.189 millones de pesos. No es todo
lo que necesitamos para educación, pero es un buen paso
y un buen precedente, es una lección a Colombia de que aquí se
necesita menos burocracia y más educación, menos
clientelismo y menos politiquería y más educación.
Objeciones a este artículo: ‘marcha atrás
en descentralización’. No. La descentralización
necesita el elemento político: que el pueblo elija directamente
a sus mandatarios. La descentralización necesita un elemento
administrativo: que los mandatarios locales tengan autonomía
para administrar asuntos sensibles al pueblo, como educación
y salud. Las contralorías no son elemento esencial para
la descentralización, para la descentralización es
mejor que ese dinero vaya a educación a que ese dinero se
gaste en burocracia.
Las contralorías departamentales y municipales tienen 4.600
empleados. A todos se les indemnizará equitativamente, como
lo prevé el referendo, con el dinero del ahorro, antes de
poder llevarlo a educación, hay que llevarlo a indemnizar
a quienes salgan de esas contralorías.
‘Que la Contraloría Nacional no puede’. Tiene
que poder. Hace un año me reuní con el Contralor
Hernández Gamarra y me dijo: ‘la Contraloría
Nacional tiene 4 mil funcionarios, se van a jubilar 1.500, quedarán
2.500 y con estos 2.500 tendremos que atender todo el país’. ¡Cómo
no va a poder!, si en España el Tribunal Nacional de Cuentas
ha podido hacerlo con 600 funcionarios. ¡Cómo no va
a poder, si ahora hay la posibilidad de apoyarse en internet, de
apoyarse en cámaras de comercio, en universidades y en facultades
de contaduría, en grupos comunitarios!
¡Cómo no va a poder, si la Contraloría nacional
hoy está en toda Colombia! En Cartagena hay tres contralorías:
la distrital, la departamental y la nacional. En el más
humilde municipio del sur de Bolívar, en la más remota
localidad de Antioquia, en el municipio más pequeño
municipio de Nariño está la Contraloría nacional,
porque desde hace algunos años la Corte Constitucional ordenó que
la Contraloría nacional vigile todas las transferencias.
Y en esos pequeños municipios, la mayor parte de su presupuesto
la constituye el dinero que reciben de la Nación, porque
no producen por catastro y lo que producen por industria y comercio
es mínimo.
Si la Contraloría ya está en todas partes, cómo
no va a poder asumir esta tarea, tiene que hacer un esfuerzo grande.
Y que lo haga sin politiquería, por eso estamos aprobando
la norma de que los funcionarios que entren a todas estas entidades
entren por concurso de méritos, no por recomendación
política.
Yo creo más en la vigilancia de opinión para erradicar
la corrupción, que en la vigilancia de las organizaciones
institucionales. Por eso en el decreto 2170 se dispuso que antes
de vender los pliegos de una licitación, haya una etapa
de prepliego para que el pueblo opine, que al adjudicar un contrato
haya audiencia pública.
Cuando en Cartagena se vaya a adjudicar
el sistema de transporte masivo, cuando en Cartagena se vaya
a adjudicar la obra perimetral
de la Ciénaga de la Virgen o los escenarios deportivos para
los Centroamericanos del 2006, esas adjudicaciones deberán
hacerse en audiencia pública, para que la comunidad pueda
vigilar la transparencia del proceso.
Yo creo más en las veedurías comunitarias. Pregunto:
hoy hay 68 contralorías, ¿cómo es más
fácil para el pueblo, vigilar 68 o vigilar una?, ¿formularle
cuentas de responsabilidad política a 68 o hacerle el reclamo
a una? Para la vigilancia comunitaria va a ser mejor contar con
una contraloría, que con las 68 de hoy.
El artículo décimo lo eliminó la Corte Constitucional,
se lo debemos al pueblo: que se pueda sancionar la dosis personal
de droga. Colombia no es solamente un país con problemas
de siembra y de tráfico sino con enormes problemas de consumo,
tenemos más de un millón de consumidores.
Aquí hay que eliminar la droga en todas las fases. Ese
artículo lo sustrajo la Corte Constitucional y lo debemos
al pueblo.
ARTÍCULO 11. Prohibición
de auxilios
El artículo que prohíben
los auxilios parlamentarios de concejos y de asambleas.
ARTÍCULO 12. Destinación
del ahorro
Dice que el dinero del ahorro de las contralorías, después
de indemnizar a sus funcionarios, va a educación y saneamiento
básico.
ARTÍCULO 13. Redistribución de las regalías
Bueno pero incompleto. Bueno porque le
pone orden al Fondo Nacional de Regalías.
El Fondo Nacional de Regalías se ha manejado muchas veces
como una caja menor para pagar auxilios parlamentarios. He visitado
algunos municipios y me dice el alcalde: ‘Presidente, vea
hice esa fuente, con el Fondo Nacional de Regalías’.
Alcalde: ¿cuántos niños en estudio? ‘2
mil’. Alcalde, ¿qué es primero?
A mí me da tristeza que Alemania hubiera sustentado su
desarrollo y su crecimiento en la buena aplicación de las
regalías y que mi Patria haya desaprovechado las regalías.
Por eso se dispone en el artículo 13 que el Fondo Nacional
de Regalías en un 56 por ciento se dedique a educación
y en un 36 por ciento a saneamiento básico. ¡Cuánto
lo necesita Bolívar!, ¡cuánto sufren los municipios
de Bolívar por acueductos y alcantarillados!
En la reforma tributaria del año pasado se aprobó una
norma, para que las empresas de acueducto como la de Cartagena,
dediquen parte de los impuestos que deben pagar a la Nación
a invertir por cuenta de la Nación en los acueductos regionales.
Pero no es suficiente, hace poco visité El Carmen, visité San
Juan Nepomuceno y allí se han hecho inversiones importantes
de acueducto, pero no suficiente.
En El Carmen el agua está llegando a la periferia, pero
aún no ha habido recursos para poder reconstruir toda la
red de acueducto del centro. ¡Qué problema tan grave
tenemos con la contaminación del río Magdalena, con
la situación del Canal del Dique, con la sedimentación
en la vía de Cartagena y el riesgo para el canal navegable
que conduce al puerto! ¡Cómo va a ayudar este artículo
a desatrasar esas obras!
ARTÍCULO 14. Congelación
de gastos del Estado
Es de mucha controversia porque congela
gastos de funcionamiento del Estado. ¿Por qué lo hice?, ¿por qué lo
proponemos? Porque encontramos un Estado quebrado y un pueblo lleno
de necesidades. Porque encontramos un Estado con un déficit
del 6 por ciento y abrumado de deudas y me decían: ‘Presidente,
no se preocupe que ahí le llegan las utilidades del Seguro
Social’. ¿Cuáles? El Seguro quebrado, nuestra
primera decisión presupuestal fue trasladarle 500 mil millones
de pesos al Seguro Social.
‘Presidente, no se preocupe, están las utilidades
de Telecom’. Si no hubiéramos introducido la reforma,
Telecom estaría perdiendo 480 mil millones (de pesos).
‘Presidente, no se preocupe, póngale un IVA del 16
por ciento a la educación, a la salud, a los servicios públicos’. ¿Qué harían
los papás de ustedes si al llegar a matricularlos en esta
universidad les facturaran un IVA del 16 por ciento por el costo
de la matrícula? Solución descartada por inhumana.
‘Presidente, no se preocupe, póngales impuestos a
los trabajadores, que ellos están exentos’. Bien pobres
los trabajadores colombianos para que les pongamos impuestos. Solución
descartada por inhumana.
¿Qué hemos hecho?: una reforma tributaria moderada,
los sectores más pudientes con patrimonios superiores a
154 millones (de pesos), pagaron por una vez el impuesto al patrimonio
para seguridad. Alcanzó para el año pasado, para
este y algo para el entrante. ¡Cuánto nos falta en
seguridad! Hay que financiar lo avanzado y financiar el faltante.
Hemos hecho una reforma administrativa que empieza por la Presidencia,
comprometida a reducir sus gastos en un 30 por ciento en el cuatrienio
y es una reforma transversal que vincula a todos los sectores del
Estado, pero insuficiente, por eso el referendo congela gastos
de funcionamiento.
Su impacto: salarios, hay sacrificios y
no hay sacrificios. Yo tengo la obligación de mostrarles
a ustedes las dos caras de la moneda.
Primero, no se congelan los salarios del
sector privado, ¿por
qué? Porque las crisis y quiebras de empresas del sector
privado, la reducción de la planta de personal en el sector
privado, el congelamiento en salarios del sector privado impuesto
no por el Gobierno sino por las adversas condiciones que vivió nuestra
economía, ha descargado un inmenso sacrificio sobre los
actuales trabajadores del sector privado.
Por lo menos a los trabajadores de la Nación cada año
se les ha hecho el reajuste y se les ha pagado.
Segundo, no se congela el salario mínimo. En diciembre,
con la ayuda de Dios, elevaremos el salario mínimo para
el sector privado y para el público.
Tercero, no se congelan los salarios y
pensiones de los trabajadores del Estado hasta dos salarios mínimos.
Cuarto, sí se congelan los salarios y pensiones de trabajadores
del Estado por encima de dos salarios mínimos, dos años.
Y para aquellos privilegiados en el Estado,
como el Presidente, los congresistas, los magistrados de las
altas cortes, la congelación
es de cuatro años para que haya justicia redistributiva.
Y entonces han protestado los maestros,
por ejemplo, los maestros del sector privado no tienen problema,
a ellos no se les congela.
Los maestros del sector público, ya les conté que
les dimos la posibilidad de que jubilaran hasta el 2007 con los
privilegios. Me dicen: ‘bueno, pero es que hay unos maestros
del sector público, muchos, que ganan más de dos
salarios mínimos y se les va a congelar dos años’.
Es verdad, se les pide ese sacrificio.
Se les pide ese sacrificio porque la Nación lo necesita.
Pero miren: no se les congela el escalafón, pueden seguir
ascendiendo en las categorías del escalafón y a mayor
categoría, mejor salario. Se les salva el Fondo Prestacional
que estaba quebrado. El año entrante la Nación le
tiene que trasladar al Fondo Prestacional del Magisterio, óigase
bien, 654 mil millones (de pesos) para pagar las prestaciones a
los maestros, mucho más de lo que los maestros ahorran.
Además, el Gobernador de Bolívar,
el Alcalde de Cartagena van a recibir todo el dinero de las transferencias.
Entonces
lo que ahorre un maestro, inmediatamente va al Fondo de Pensiones
del magisterio. Ahorran en su propio beneficio, ahorran para pagar
las pensiones de los maestros. Lo mismo en el sector salud.
Yo he querido contar esto con los pros
y los contras, diciendo a quién le pide sacrificio y a quién no, pero espero
que los maestros lo cuenten así. Y espero que en el SENA
lo cuenten así.
Ahora, ¿qué queremos que no ocurra?: departamentos
con 33 meses de atraso a los pensionados. ¿Qué tal
que le ocurra eso a la Nación? Una capital del Caribe colombiano,
su Alcalde me decía: ‘Presidente, he pagado los últimos
tres meses de pensiones, pero debo 13 anteriores’. ¿Qué tal
que eso le ocurra a la Nación? ¿Qué tal que
la Nación llegue a la crisis argentina?
Ayer me llamaba un tendero de Bogotá y me decía: ‘Presidente,
si le congelan a los funcionarios públicos yo voy a vender
menos’. Dije: no, porque si el Estado invierte más
hay más empleo y hay más poder de compra y en relación
con los empleados públicos, piensa cómo te perjudicas
más, ¿si se les deja de pagar o si simplemente se
les pide una contribución de dos años de congelación?
Y me llamaba anoche una señora de la Mesa, Cundinamarca,
a decirme: ‘Presidente ¿y los servicios públicos?’ Este
Gobierno encontró unas decisiones de alzas muy elevadas.
Hemos venido en una pelea con las empresas de servicios públicos,
para postergar esas alzas. Hemos encontrado una tragedia en la
relación entre los usuarios y las empresas de energía
de la Costa y estamos haciendo un gran esfuerzo a ver cómo
se va superando esa dificultad.
¿Ustedes saben qué es lo que más ha incidido
en las alzas de los servicios públicos?: el manejo politiquero
de las empresas de servicios públicos. Hay políticos
que han controlado empresas de servicios públicos, abusan
de ellas y cuando esas empresas se van a quebrar, aumentan las
tarifas para no quebrarse. Le trasladan los malos manejos al pueblo,
convertidos en aumentos de tarifas y después van a las elecciones
a decir ‘qué Gobierno tan injusto, qué tarifas
tan altas’.
Por eso, para acabar esa doble moral, creo
que congelarle los gastos de funcionamiento a las empresas de
servicios públicos
dos años, a las empresas estatales de servicios públicos
dos años, va a ser un gran alivio para los usuarios porque
eso tiene que restarles presión a las alzas tarifarias.
En fin, creo que es un buen paso. En el
Congreso, por ejemplo, se les exige a los congresistas eliminar
los suplentes de inmediato.
Si se aprueba el referendo el sábado 25, ya no podrán
seguir asistiendo los suplentes al Congreso ni a las asambleas
ni a los concejos.
Se les exige el voto público de inmediato. En la sesión
de ese martes siguiente solamente podrán ‘pupitriar’ asuntos
de trámite como el llamado a lista, pero el pueblo colombiano
conocerá cómo vota cada congresista a cada proyecto
de ley.
Si se aprueba el referendo, se les congela
el salario por cuatro años de inmediato. Si aprueba el referendo, se les elimina
el régimen privilegiado de pensiones. Si se aprueba el referendo,
en el año 2006 no elegiremos un Congreso de 320 o de 350,
sino un Congreso de 218.
El referendo es un paso correcto pero no
es milagrero. Los invito esta semana a estudiarlo muy bien, a
compartirlo en familia, en
los salones de clase, a tomar una decisión en conciencia,
a acudir a las urnas con vocación patriótica para
votar en conciencia. A eso los invito.
Alguien me dice: ‘Presidente ¿y si no se aprueba
el referendo?’ Grave para Colombia, a mí me preocupa,
se nos dificulta mucho el manejo de Colombia, se nos dificulta
la financiación de la seguridad, de la obras, de la educación,
de la salud. Grave para Colombia. Pero el Gobierno siempre cumplirá de
buena gana, con amor patriótico, cualquiera que sea el resultado,
su deber de servir al propósito de recuperar a Colombia.
Para nosotros sería menos difícil la tarea con el
referendo aprobado, pero si se niega el referendo, no obstante
la gravedad que eso entraña para Colombia, a la Patria no
la dejaremos sucumbir, estaremos en cualquier caso al frente de
la Patria, procurando que la Patria salga adelante.
Muchas gracias.
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