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CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 39
Septiembre 06 de 2003 (Chía – Cundinamarca)


Querida comunidad:

Este es un Consejo Comunitario de gran responsabilidad con el presente y el futuro del país. La creación de las Corporaciones a principios de la década de los 90, fue tema de mucho debate que creó mucha ilusión y ayudó a estimular un nuevo y constructivo interés ambientalista en la Patria. Han pasado ya varios años y hay aspectos positivos pero también hay aspectos negativos.

Déjenme, de la manera más constructiva, recoger la crítica que le escucho a muchos de nuestros compatriotas –ustedes presentan la parte buena, déjenme a mí presentar algunos elementos críticos– porque nos toca estar ajustando y mejorando.

Algunos compatriotas se han quejado de exceso de burocracia en las corporaciones, algunas corporaciones han tenido eso, hemos visto –y lo reconozco- en los dos últimos años esfuerzos para hacer ahorros burocráticos.

El Congreso nos dio una facultad extraordinaria en diciembre, la utilizamos en un decreto para rebajar los porcentajes permitidos de gastos de funcionamiento a las Corporaciones. Es importante que todo el país sepa qué esfuerzos están haciendo ustedes, qué esfuerzos se han hecho en los últimos años y qué esfuerzos pueden hacer por rebajar los costos burocráticos.

El PIB del medio ambiente hay que medirlo, pero con ojo crítico. El asunto no es del monto, el asunto es de la eficiencia en la aplicación de los recursos. Entonces, por eso muy importante entrar a desagregar esos recursos: qué se está gastando en burocracia, qué está yendo a inversión, cuál es la bondad de esa inversión y cómo se están definiendo las prioridades.

También, muchos colombianos se quejan de que en algunas corporaciones ha habido clientelismo. Eso hay que aclararlo y donde subsista, superarlo plenamente, es la única manera de tener la posibilidad de recuperar la credibilidad del pueblo en todas nuestras instituciones democráticas.

También muchos colombianos se quejan de que hay una nueva modalidad de clientelismo que es la consultoría. La consultoría es necesaria, un país que quiera tener un programa ambiental estratégico, de largo plazo, con etapas intermedias y necesidades inmediatas, necesita la consultoría. Pero, esa consultoría también hay que mirarla con ojo crítico, saber cuál es la necesaria y cuál es la innecesaria.

Hemos encontrado en el Estado colombiano casos aberrantes, como este: una entidad contrata un estudio, lo guarda en un archivo, no lo aplica, después cambian de directivos y vuelve a aparecer la necesidad de hacer el estudio. No lo encuentran en los archivos sino que vuelven y los contratan. Y esos casos, que no son pocos en el país, han producido mucha desconfianza y mucha crítica contra la consultoría.

También hay la queja de que en algunos se ha utilizado la consultoría con criterio clientelista. ‘No se le puede dar un puesto a fulano, déle un estudio’.

Todo eso hay que corregirlo. La consultoría es necesaria para la estrategia, para lo intermedio, para lo de largo plazo, para lo inmediato, pero no puede haber consultoría para derrochar recursos, no puede haber consultoría para pagar favores, no puede haber consultoría clientelista.

Otro tema del cual se quejan los colombianos es que, en algunas corporaciones, no ha habido coherencia entre la prédica y la acción. Los colombianos dicen: en muchas corporaciones hemos tenido mucho discurso y muy poca realidad, mucha carreta ambientalista y muy poco trabajo práctico.

Yo pienso que una Patria como la nuestra, con todos estos recursos, uno de los países con más riqueza en biodiversidad –Colombia tienen regiones con la mayor disponibilidad que la sitúa (esas regiones) entre regiones del mundo con la mayor disponibilidad de agua dulce por unidad de territorio-, hay que ser muy práctico, muy cuidadoso, muy ágil para proteger esos recursos. No nos podemos quedar simplemente en la proposición teórica.

Otra queja de muchos compatriotas es que se ha vivido en algunas corporaciones en acuerdos clientelistas, donde los alcaldes –que acuden a esas corporaciones- piden cargos y los directores le dan esos cargos y ellos votan de acuerdo con los requerimientos de los directores. Eso hay que aclararlo y dónde se dé, eliminarlo.

Otra queja de muchos compatriotas es que, justamente para mantener contentas a muchas autoridades, no hay rigor en la selección de prioridades. Entonces, muchas veces los poquitos recursos se dispersan, se adjudican más por atender presiones políticas que por responder a prioridades. Eso también tenemos que aclararlo y dónde se este dando, corregir.

Hay unos temas puntuales de mucha preocupación. Déjenme de hablar de uno aquí cercano: Fúquene.

El espejo de agua se ha perdido, tuve oportunidad de sobrevolarla en dos ocasiones para tener una idea clara antes de llegar a este Consejo y realmente se ha perdido el espejo de agua. Necesitamos que allí se vea la acción, hay una alarma tremenda. Los ambientalistas son ustedes, uno no es científico del tema, pero preocupa observar el espejo de agua perdido, en cambio el caudal del río que nace de allí, el día que lo vi estaba bastante apreciable. Entonces uno se pregunta ¿y por qué no han hecho unas obras para regular el caudal el río y garantizar el espejo de agua?

Hay mucha preocupación también sobre los planes de reforestación protectora.

En alguna corporación vi unos informes que al leerlos me daban la sensación de que una cuenca muy importante de esa jurisdicción estaba totalmente protegida y después la sobrevolamos y la encontramos en un desierto. Hay que poner todo el cuidado para que avancemos en reforestación protectora y en el país hay facilidad para eso. En casi todo el territorio de la Patria se presenta una posibilidad de recuperación espontánea de la vegetación.

Algunos campesinos me han dicho en muchas regiones: ‘deje de echar rula, deje de echar machete, simplemente dejemos que crezca el rastrojo y a los dos años tenemos rastrojo de media hacha y a los 12 años volvemos a tener bosque’. Allí hay una gran posibilidad.

Nos faltan decisiones más ágiles y prácticas, en algunas partes hay que comprar terrenos, en muchas hay que exigir que se cumpla la ley. Si a mí me dicen: ‘contra esta quebrada hay este microfundio de este campesino y él come de sacarle unas maticas de maíz y eso necesitamos reentregárselo a la reforestación protectora o a la recuperación de la vegetación’, cómprele a ese campesino. Pero en otras partes basta obligar a que se cumpla con los retiros y a que se permita la espontánea recuperación de la vegetación.

Da mucha tristeza ver las quebradas y los ríos de Colombia sin pestañas protectoras. A uno le provoca allí bajarse del avión y sentarse a sembrar arbolitos a la orilla del río, a la orilla de la quebrada para recuperar la reforestación protectora. Me parece que ahí debemos poner más pilas y comprometer alcaldes, gobernadores y sector privado a sembrar de árboles las orillas de los ríos y las orillas de las quebradas de Colombia.

Ahí hay un tema importante: el experimento que estamos haciendo con las Familias Guardabosques. Tenemos ya 3 mil en el Putumayo y 2.400 en el Tolima, la idea es terminar este año con unas 12 mil.

El acuerdo que se ha hecho con estas familias es: ustedes cuidan el área libre de droga y se dedican a cuidar la recuperación de la vegetación. Eso se puede enriquecer entregándoles plántulas de maderas finas y por supuesto, ellos pueden tener unas actividades de segundo orden de importancia –porque la primera en orden de importancia tiene que ser la recuperación de la vegetación-, que les ayuden en el pancoger o tener unos proyectos debidamente localizados de producciones alternativas.

Esto es bien importante, ojalá podamos llegar rápidamente al macizo colombiano, a la Sierra Nevada y a otras partes, con plan de rastrojos en todas partes.

Y hay que convencer al mundo. Le he dicho a los europeos y los americanos: ¿ustedes por qué preguntan por la sostenibilidad de eso, miren el Putumayo, el daño que se hizo con la droga? Hace algunos años uno sobrevolaba el Putumayo y era una selva tupida, ahora es el ojito de bosque, el rastrojo con una tierra todavía en formación donde se destruyó el bosque para sembrar droga. Si eso siguiera, va a destruir la selva amazónica. Allí es la inserción, el principio de la Amazonía.

Informes que tengo es que la droga nos ha destruido un millón 700 mil hectáreas de bosque. ¡Una tragedia! Este país es una alcancía ambiental para el mundo, por eso el esfuerzo que nosotros hagamos y que el mundo nos ayude a hacer con Familias Guardabosques para derrotar la droga y cuidar nuestros bosques y recuperar aquellos que se han destruido, es una inversión muy importante para el mundo.

Un día me preguntó el Primer Ministro de Canadá: ‘Presidente, ¿con cuántas Familias Guardabosques se podría resolver el problema de la droga en Colombia? Le dije: con 100 mil. ¿Cuánto les están pagando?’ Le dije: el compromiso es cinco millones de pesos familia al año –dos mil dólares, hoy es menos-. Entonces hizo la cuenta y dijo: ‘eso es muy poquita plata ara resolver el problema’.

Esto –y ustedes que mantienen mucho contacto con la comunidad internacional- hay que decirlo. Ahora acabamos de tener la visita de la Ministra de Cooperación de Holanda, ese país ha ayudado mucho y les dijimos: el paso que tenemos que dar es adopción de Familias Guardabosques. Este grupito está listo, adóptelo un país y el Estado Colombiano va y coloniza otro grupito. Propongámonos terminar este año con 12 mil Familias Guardabosques, arranquen proyectos. Algunas de las corporaciones tienen experiencia en planes rastrojo, eso hay que hacerlo en todo el país y busquemos cooperación internacional.

Por iniciativa del Congreso, el Gobierno aprobó unas tarifas de sobrepeaje para atender programas ambientales en algunas regiones de Colombia. Ya se está cobrando entre Ciénaga y Barranquilla para atender las obras más urgentes de la Ciénaga grande. Allí donde haya la relación inmediata carretera – sistema ambiental, hay que ir generalizando esto porque eso nos da una fuente de recursos. Pero miren, hay que buscar que esa platica llegue a la obra, porque cuando hay mucha consultoría y mucho trámite, la mayor parte del dinero se queda allí y lo que llega a la obra es muy poquito.

El esfuerzo que hicieron los anteriores gobiernos en la ciénaga de la Virgen, en Cartagena es muy importante y los resultados se están viendo. Nosotros vamos a hacer otro, vamos a construir la vía perimetral, pero antes que la vía automotor, contra la ciénaga va un gran paseo ambientalista, peatonal y cicloruta. Trabájenle ustedes a eso en todo el país. Promuévanos las exenciones que se han aprobado.

Hoy la reforestación en Colombia esta exenta por la reforma tributaria de diciembre. A ustedes, los presionan mucho por el CIF, nosotros hemos tenido muy serias dificultades presupuéstales, apenas vamos a tener una platica poquita para CIF, pero entonces hagan ver lo siguiente –y yo creo que esto debe ser una definición de política, esta tomada con el Ministerio de Agricultura-: a los reforestadores medianos y grandes, se les dieron dos beneficios tributarios, la exención y el descuento tributario a los contribuyentes que inviertan en reforestación.

El pequeño dice: “como yo no pago impuestos, no me benefician esas exenciones”. Focalicemos los pocos recursos del CIF al pequeño, para hacer en eso política social. Al mediano y al grande que se defiendan con los estímulos tributarios y la platica al pequeño, porque también he visto problemas. He visto mucho CIF que llegó a manos de gente rica, que podían hacer el esfuerzo con recursos propios y ahora tienen mayor facilidad de hacerlo, por estos estímulos tributarios, entonces les ruego canalizar los pocos recursos del CIF a los pobres.

Quiero pedirles muy encarecidamente su participación en el ecoturismo. En la reforma tributaria se introdujo la exención a las empresas de turismo ecológico, hay que avanzar en eso. Ustedes pueden promover en cada una de sus corporaciones ejemplos de turismo ecológico.

El Ministerio esta haciendo ahora una ampliación de los camping en el Parque Tayrona, el Ministerio no puede seguir indefinidamente haciendo eso, eso es un ejemplo a ver si estimula la inversión del sector privado.

Anoche –en la reunión de Cotelco en Cartagena- me pedían instalaciones de turismo ecológico en muchas partes del país. Que recuerde: en Caldas el Parque de los Nevados. Le pedimos a Cotelco que estableciera contacto con las corporaciones que allí concurren a ver si las corporaciones pueden ayudar en eso. El país tiene que empezar a estimular muchísimo el turismo ecológico porque además educa.

Los colombianos visitando parques, con comodidades allí ambientalistas, bien construidas, que estén en armonía con el parque, los colombianos nos sensibilizamos que tenemos que cuidar el medio ambiente y recuperar el medio ambiente allí en donde se ha perdido.

Es muy importante que ustedes le vayan dando cuentas al país –ojalá empecemos desde hoy- del ahorro burocrático que se va a trasladar a saneamiento básico. Porque las cifras de saneamiento básico son desastrosas. Por ejemplo en tratamiento de aguas residuales, desastrosas, ahí las tiene la Ministra (de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Cecilia Rodríguez).

Y otro punto que quería decirles: hay que tomar el liderazgo para recuperar áreas degradadas. Por ejemplo con minería, y ya se conoce mucho ejemplo de que se puede. Ayer les decía en el Cesar, viendo la Drummond que está explotando 10 mil hectáreas y que va a explotar otras 40 mil hectáreas, y que a eso hay que ponerle inmenso cuidado ambiental. Les dije: ¡por Dios! ahí esta la acacia mangle, un arbolito milagroso que nos encontramos en Colombia hace poco.

Recuerdo que por allá el día del medio ambiente, el 5 de junio del 96, sembramos los primeros en un erial de minería de oro y a los 2 ó 3 años me mandaron unas fotos y había arbolitos de más de 14 metros.

Y los científicos le dicen a uno que además de que crecen en esa tierra degradada, fijan nitrógeno, son pródigos en entregarle hojitas grandes a la naturaleza, en construir suelo y además a los 12 años son maderables. Yo le dije ayer a la Ministra: vea, consígase mil arbolitos de acacia mangle y hagan un experimento aquí en la Drummond para poder ver la recuperación vegetal de la zona.

En fin, hay tantas cosas para hacer queridos amigos que a esto hay que ponerle mucho entusiasmo.

No hay mejor política, que un buen resultado, la lucha clientelista satisface unos amigos, maltrata la comunidad, deslegitima las instituciones y para nada sirve. Cuando uno atiende dos presiones clientelistas, no se las agradecen, se acredita para atender otras mil y si no las atiende, no es importante los dos que quedaron contentos sino los 998 que quedaron bravos.

No hay peor vicio que el clientelismo. A mi me pidieron –a lo largo de la campaña- muchos alcaldes y muchos gobernadores que elimináramos las corporaciones, que se les entregara ese dinero en fiducias directamente a departamentos y municipios y cuando uno le proponía el tema a los ambientalistas no había rechazo total, se dividían las opiniones.

Yo se lo difícil que es aventurar propuestas, porque si hay un tema que polariza bastante, que desata muchas pasiones, es el tema ambiental. Pero lo que sí tenemos que hacer es recuperar la legitimidad de las corporaciones y no se recuperan sino con muy buenos resultados en todas partes.

Excúsenme pues que haya traído estos comentarios críticos, pero ustedes ahora nos van a presentar ahora lo bueno, lo malo, lo que van a hacer y a mi me tocaba traerles esta colección de reclamos, que lo hago de la manera más constructiva a ver cómo, entre todos, vamos sacando adelante esta Patria.

Muchas gracias.

 
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