CLAUSURA
DEL 50º CONGRESO NACIONAL
DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA
Septiembre 19 de 2003 (Bogotá, Cundinamarca)
Compatriotas:
La salvación del sistema de empresa
privada la da un buen grado de democracia en la empresa privada
y justamente eso es ACOPI.
Es fundamental para esta Patria nuestra,
a fin de que supere todos los problemas que nos están afectando, que crezca la mediana
y la pequeña empresa, que muchos colombianos más
puedan ser pequeños y medianos empresarios, pero exitosos.
El problema del empleo, el problema de
la necesidad, de la ampliación
de la base tributaria, el problema de la equidad distributiva,
el problema de la conciencia creativa, el problema del país
de propietarios, depende mucho del éxito que pueda tener
el segmento empresarial que ustedes representan.
Quiero, pues, expresarles toda mi devoción por la estructura
de mediana y pequeña empresa, todo el interés del
Gobierno para contribuir a sacarla adelante.
Esto necesita más que un diálogo, una acción
permanente. Yo no creo en milagros, pero tampoco creo en morideras.
Las cosas no salen de un momento a otro ni uno puede llegar al
extremo de dejar luchar por ellas. Hay que estar luchando a cada
nueva hora. Es el único camino.
Y tengo fe que si procedemos así, podemos ir entregando
un resultado hoy, otro más tarde y ese conjunto de resultados
si puede ayudar enormemente a que salga adelante, como tiene que
salir, este sector de ustedes.
Colombia tiene, distinguidos delegados
internacionales, una gran estructura, una gran semilla de pequeña y mediana empresa.
Y agregaría que este país tiene una vocación
empresarial singular. Es muy superior la vocación empresarial
de los colombianos, a su sentido de subalternidad laboral. Y eso,
de suyo, aporta un capital social de unas posibilidades inmensas
para sacar adelante los programas de pequeña y mediana empresa.
Muchas gracias a todos ustedes y les cedo la palabra.
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