PREMIOS EL COLOMBIANO EJEMPLAR
Septiembre 17 de 2003 (Medellín – Antioquia)
Compatriotas:
Es grato acudir esta noche a El Colombiano
para presenciar un acto como este, en el que se premia al ejemplo
transformador, al
ejemplo con identidad y solidaridad, al que actúa con liderazgo.
El Colombiano define su periodismo como “constructor de
democracia”. ¡Es verdad! Desde esta tribuna de pensamiento
se ha predicado por muchos años el pluralismo ideológico,
el respeto por las ideas diferentes, por el disenso. El Colombiano
ha sido un periódico para predicar y practicar.
Una de las características del ejercicio democrático,
es el sentido de pertenencia a la comunidad en la que cada uno
vive. El Colombiano ha contribuido enormemente a que los antioqueños
desarrollemos una visión de región. Región
sin fanatismo, es decir, sin ponerle acento a peligrosos conceptos
de superioridad en cualquier campo, pero destacando las virtudes
de las gentes y la originalidad en sus costumbres y en sus avances.
El Colombiano es, igualmente, constructor de ciudadanía.
Proclama en cada una de sus líneas el respeto igualitario
de la ley, el desarrollo del Estado con la participación
ciudadana y el compromiso con establecer y respetar reglas de
juego civilizadas, principal instrumento para la convivencia.
Por El Colombiano, varias generaciones
han conocido el valor de la libertad y del orden. En los más angustiados momentos
de la luchas de la Patria, El Colombiano ha sabido realzar las
tareas por la libertad, como una conquista de nuestros forjadores
históricos. Pero también ha predicado que de nada
valdría la libertad, si no la ponemos a cubierto, con la
Constitución y con las leyes, de los huracanes de la violencia.
El Colombiano tiene unidos así, nombres de patricios del
pensamiento. Fernando Gómez Martínez y Juan Zuleta,
gastaron buena parte de sus vidas y sus plumas en combatir las
tendencias violentas, sectarias e intransigentes, para ayudar
a gobernar con sentido de integración y para hacer respetar
los acuerdos que fueron construyendo superaciones a cada uno
de los difíciles momentos de la vida nacional en que les
tocó actuar.
¡Y lo hicieron bien y cómo
produjeron buenos resultados desde la trinchera de El Colombiano!
Corren tiempos de brújulas perdidas, en un mundo internacionalizado
donde las agujas de la Rosa de los Vientos tiemblan por las explosiones
físicas que han intentado suplantar a las explosiones
de las ideas. Nosotros no podemos perder el norte, tenemos una
brújula que nos señala un presente de esfuerzos
unitarios y un futuro de paz que hará que se consolide
la Nación. Un futuro de paz que tenemos que construir
con autoridad cimentada sobre el orden y la libertad.
Es muy importante rescatar y resaltar el papel laborioso de organizaciones
sociales y de personas naturales, nuestros compatriotas. Este
premio de El Colombiano califica como ejemplares a quienes desde
el municipio, la provincia, la ciudad o el campo, cumplen con
el mandato natural de servir a sus semejantes, de abrir caminos
de fraternidad, de demostrar que en esta Patria no hay una sociedad
colapsada, sino que esta es una Nación llena de ejemplos
iluminantes.
Acudimos esta noche a este acto solemne para acompañar
a las directivas de El Colombiano, presididas por su directora,
Ana Mercedes Gómez, a los periodistas y a cada uno de
los trabajadores de esta empresa símbolo de la tierra,
en un momento cuando ella premia a colombianos ejemplares.
Venimos a estar con ciudadanos y ciudadanas
a quienes El Colombiano reconoce méritos excepcionales y los colombianos todos acompañamos
esa acertada decisión. Venimos a aprender de las tareas
que realizan, venimos a decirles que siempre nos mantenemos gratamente
asombrados con sus esfuerzos, que admiramos su sentido de solidaridad
que nos llena de entusiasmo por Colombia.
Esta tierra antioqueña ha sido fecunda en la promoción
de la solidaridad y el Colombiano nos invita hoy a pensar en
la promoción de la solidaridad al destacar este conjunto
de conciudadanos ejemplares.
¡Qué bueno, Ana Mercedes, coterráneos todos,
aplaudir a los buenos, para poder ocultar a los que hacen daño!
Muchas gracias.
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