PRIMER CONGRESO LATINOAMERICANO DE SEGURIDAD
Septiembre 24 de 2003 (Bogotá – Cundinamarca)
Señoras y señores:
Agradecemos de corazón que ustedes hayan seleccionado esta
capital colombiana para realizar un congreso tan importante en
el Continente, les damos la bienvenida en nombre de una Nación
que sufre un permanente atentado terrorista, que tiene toda la
decisión de derrotar el terrorismo y de recuperar la seguridad
y que vive una permanente fiesta democrática, lo cual parecería
un contrasentido.
Colombia ha tomado la decisión de
recuperar confianza para que miles de ciudadanos del mundo puedan
venir a esta tierra como
ustedes lo hacen en esta oportunidad, para que se invierta con
entusiasmo en esta tierra, como con entusiasmo trabajan las empresas
privadas de seguridad, para que los trabajadores encuentren oportunidades
laborales, como las han encontrado en las empresas privadas de
seguridad 160 mil colombianos, aproximadamente.
Para recuperar esa confianza nosotros estamos
trabajando tres ejes: el de la Seguridad Democrática, el de la derrota de
la corrupción y de la politiquería –tarea en
la cual tiene que seguir desempeñando un gran papel transformador
la superintendencia de empresas de vigilancia- y la reactivación
económica y social.
SEGURIDAD
Colombia tiene que derrotar el terrorismo
y estabilizar la seguridad. Para derrotar el terrorismo, estamos
dispuestos a agotar todas
las vías necesarias: la vía de la derrota militar,
la vía de la negociación. Aquí, a lo único
que no estamos dispuestos es a permitir que el terrorismo siga
haciendo de las suyas en nuestro país.
Tengan la seguridad ustedes, lleven la
convicción cuando
regresen a las hermanas naciones, a las hermanas patrias en las
cuales nacieron y viven, lleven la convicción de que aquí hay
una determinación total de derrotar el terrorismo.
Les voy a hacer este regalito, pequeño, fácil de
llevar en el bolsillo. Es una tarjeta que estamos entregando a
cada uno de los soldados y de los policías de Colombia y
que queremos que la guarden también los 160 mil trabajadores
de trabajadores de las empresas privadas de vigilancia. Es el resumen
de nuestra política de seguridad.
¿Por qué es democrática? Porque es para todos.
Es para establecer un contraste con aquellas teorías de
seguridad que se lanzaron en el Continente, simplemente para perseguir
disidentes, simplemente para cimentar gobiernos autocráticos,
regímenes de partido único.
El esquema de seguridad que nosotros proponemos
a los colombianos –que
está en plena implementación, es el de seguridad
para todos. Para el empresario, para el trabajador, para el líder
industrial, para el líder sindical, para quienes estén
de acuerdo con el Gobierno y para quienes estén en desacuerdo
con el Gobierno.
Esta etapa de la derrota del terrorismo tiene varios puntos: hay
que desabastecer a los terroristas, por eso nos dimos a la tarea
de recuperar la seguridad en las carreteras de Colombia. Falta
mucho, pero los avances son apreciables.
Colombia tiene que eliminar la droga, hemos
avanzado, así lo
certifica un reporte reciente de Naciones Unidas, pero el trabajo
que queda por hacer es intenso. El Continente tiene que eliminar
esa amenaza, la droga que aquí financia el terrorismo, mañana
lo puede financiar en cualquiera de los países vecinos.
La droga que ha destruido un millón 700 mil hectáreas
de bosque tropical en Colombia, puede destruir toda la cuenca amazónica.
Los movimientos guerrilleros nuestros, que ejercen acciones terroristas
constantemente, a diferencia de otros movimientos guerrilleros
que tuvo el Continente, los nuestros son poderosamente ricos y
su riqueza se funda en la droga.
El año pasado, el Congreso de la República aprobó una
ley para agilizar los procedimientos judiciales de extinción
del dominio sobre los bienes obtenidos ilícitamente. Tema
fundamental para desabastecer el terrorismo.
Es también necesario, acabar otra fuente de financiación
del terrorismo: el secuestro.
El segundo punto es el de aislar a los
terroristas. Allí tenemos
varias acciones, una de ellas: la captura masiva. Con transparencia,
con todas las formalidades y con la aplicación plena de
las instituciones del Estado de Derecho, con información,
con la tarea de convertir esa información en inteligencia,
con la tarea de proponerla a los fiscales para la judicialización,
en el último año nuestra población carcelaria
ha crecido en 10 mil ciudadanos, tenemos la decisión de
llevar a la cárcel a todos los terroristas que persistan
en sus actividades y a todos los corruptos.
Nos parece fundamental tener éxito en esa misión,
para poder ir asilando los cabecillas del terrorismo y hacer menos
difícil su abatimiento.
Hemos hecho un gran esfuerzo por desmontarles
sus redes urbanas, pero desde que ellos mantengan poder desde
la selva, reproducen
esas redes urbanas, por eso nos tenemos que preparar para asumir
el control en todo el territorio y por supuesto, también
en la selva.
A fin de aislarlos y a fin de abrir caminos
de reconciliación
con aquellos que quieran hacerlo, tenemos una política profundamente
generosa de reinserción y de desmovilización.
Del 7 de agosto del año pasado a la fecha, se han desmovilizado
ya más de 2.200 integrantes de grupos violentos, la inmensa
mayoría provienen de las Farc. Están recibiendo un
tratamiento totalmente respetuoso del Gobierno.
Les he dicho que tenemos la misma determinación para derrotarlos
militarmente, que para acogerlos generosamente. El interés
nuestro no es el interés vanidoso de mostrarlos en pijamas
de rayas, en cárceles subterráneas, enjaulados, el
interés nuestro es el interés democrático
de quitarle al pueblo colombiano la pesadilla del terrorismo y
de la violencia.
El tercer punto es el del control territorial.
El pueblo colombiano ha hecho un gran esfuerzo, el Congreso de
la República y
eso nos ha permitido que tengamos Policía hoy, en 170 municipios,
donde no la teníamos hace un año.
Pero el esfuerzo está a mitad de camino, tenemos centenares
de cascos urbanos, de tamaño significativo que no son cabeceras
municipales y que todavía carecen de presencia policiva.
1.100 municipios tiene Colombia, en 439 hemos instalado –en
el último año- soldados e infantes de marina campesinos,
lo cual ha mejorado el control territorial para rescatar este país
de las manos del terrorismo y la percepción ciudadana de
seguridad.
Hemos avanzado en la instalación de batallones de alta
montaña, de batallones de contraguerrilla, de brigadas móviles,
de fuerzas especiales antiterroristas, de escuadrones móviles
de carabineros, de grupos especiales contra el secuestro, pero
falta mucho.
Otro punto bien importante es el de la
confianza ciudadana. Depende de la eficacia, depende de los resultados,
depende de que haya
una gran integración entre la Fuerza Pública y la
ciudadanía, depende de que la Fuerza Pública reaccione
con diligencia al pedido ciudadano, de que la Fuerza Pública
reciba con interés la información ciudadana, de que
la ciudadanía observe constantemente en la Fuerza Pública
disposición hacia la eficacia, compromiso con la transparencia.
Solo, el Estado no puede. La tarea de derrotar
el terrorismo y de aclimatar permanentemente la seguridad, necesita
de la cooperación
de la ciudadanía y de las empresas privadas de vigilancia,
por eso quiero agradecer las generosas palabras del Presidente
de la Federación Panamericana de Seguridad Privada, cuando
expresa con algún positivo asombro, que esta reunión
sea acompañada esta noche por cabezas de las instituciones,
por el presidente del Congreso, por el Presidente de la República.
Es que, tenemos que hacerlo. Es que aquí, en esta reunión,
todos estos empresarios colombianos de la seguridad privada son
aliados necesarios del Estado para poder derrotar el terrorismo
y enseñorear la seguridad en esta Patria colombiana.
No acudimos esta noche aquí por una regla de cortesía,
acudimos a decirles: ‘presentes’, a quienes son nuestros
aliados.
Esa seguridad privada tiene que ser institucional,
transparente, pero tiene que generalizarse. Todo colombiano tiene
que sentirse
responsable en materia de seguridad, no solamente usuario del servicio
de seguridad, sino también proveedor del servicio de seguridad
y las empresas de seguridad privada son un canal para jalonar esa
tendencia.
Vengo también a expresarles la gratitud por todo el esfuerzo.
Queda mucho por hacer, quizás yo no pueda atender todas
las peticiones que ha hecho esta noche el doctor Molinares, hicimos
un avance importante en IVA, no creo que las circunstancias fiscales
del país nos faciliten ahora quitarle el arancel a lo que
ustedes deben importar. Vamos a ver cómo resolvemos lo del
SENA.
Debemos hablar y ustedes tienen la gran
posibilidad de hacerlo, con quienes resulten alcaldes y gobernadores
elegidos –especialmente
alcaldes- para el tema del impuesto de industria y comercio. Es
un tema en el cual el margen de imposición desde lo central
esta bastante reducido.
Creo que en lo laboral se dio otro avance
muy importante al definir unos horarios de trabajo más razonables. Antes la jornada
ordinaria empezaba a las 6 de la mañana, trabajo realizado
antes de esa hora era trabajo con recargo y terminaba a las 6 de
la tarde, a partir de allí empezaba el recargo laboral.
Ahora la jornada ordinaria, sin recargo empieza a las 5 de la mañana
y termina las 10 de la noche. Pienso que hay otro avance positivo.
Yo vengo esta noche más a pedirles
que a ofrecerles, porque los necesitamos a ustedes para ganarles
esta batalla al terrorismo
y para recuperar la seguridad.
El Superintendente (Hernán Sanín Posada), con la
diligencia, con la transparencia que lo caracteriza, es el amigo
de ustedes para que esa Superintendencia sea motivo de confianza
para ustedes y para toda la ciudadanía.
Tiene toda la disposición de concertar a fin de que las
empresas de seguridad se mantengan en mejoramiento continuo. Como
lo decía el Presidente del Senado (Germán Vargas
Lleras), requerimos creciente coordinación entre ustedes
y la Fuerza Pública, para que ustedes nos ayuden a vigilar
lo público, no solamente el compartimiento de lo privado.
Apelo al gran patriotismo de ustedes para
que le puedan dar más
a Colombia, de aquello de lo que el Gobierno les pueda dar a ustedes.
Y les agradezco inmensamente su compromiso
con el referendo. Ayúdennos
a sacar el referendo adelante. El referendo no va a hacer milagros
pero es un paso en la dirección correcta. Estas cifras que
les acabo de dar, en crecimiento de la Fuerza Pública, hay
que adicionarlas con lo que aún falta y a esto hay que darle
sostenibilidad en cada presupuesto anual.
El referendo no es suficiente, pero sin
el referendo, todo esto naufraga. Aprobado el referendo, tenemos
que tomar muchas más
decisiones porque ustedes saben la profundidad de la crisis de
endeudamiento y de la crisis fiscal de Colombia.
En frente de ustedes quiero decirles esto,
el referendo es una oportunidad para pensar en qué nos vamos a gastar la platica:
en corrupción y politiquería o la vamos a gastar
en seguridad y en inversión social. Y ayúdenme a
decirle a los colombianos que los que más necesitan seguridad
son los pobres porque los más ricos se van a vivir al extranjero
o pueden tener servicios de seguridad privada que prácticamente
los vuelven invulnerables. Los más pobres permanecen aquí,
esperando la esperanza. Los más pobres necesitan que este
país les de empleo, educación, posibilidades de desarrollo
empresarial y todo eso tiene un gran fundamento que es la seguridad.
A todos, quienes nos honran con su visita,
muchas gracias, que disfruten esta Colombia y digan en el extranjero
que encontraron
una Colombia todavía amenazada por el terrorismo, pero con
una disposición total y sin reversa de derrotar el terrorismo.
Visítennos con frecuencia y ayúdennos.
Mil gracias.
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