CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS
DE DELIMA MARSH
Abril 30 de 2004 (Cali – Valle del
Cauca)
Compatriotas:
Vengo a esta gran ciudad, por la que siento afecto entrañable,
en representación de todos los compatriotas, a expresar un
testimonio de admiración a DeLima Marsh, a sus trabajadores,
directivos y socios. A esos dos señores de la rectitud, el
amor a Colombia y de entrega al trabajo creador: Ernesto De Lima
y Jorge Alberto Uribe Echavarría.
El Estado colombiano ha instituido la Orden Nacional al Mérito,
para enaltecer a personas e instituciones que se hayan distinguido
por sus connotados servicios al país. DeLima Marsh sí que
merece ese homenaje. Estábamos en mora.
Una compañía cuyo principal contrato ha girado alrededor
de la palabra clave de la Colombia de hoy: confianza.
DeLima Marsh representa 50 años esparciendo seguridad y confianza
en Colombia. Cada paso de construcción de Patria, de país,
requiere empresas como DeLima: para ayudar a tomar decisiones a los
inversionistas, mantener el clima de tranquilidad entre todos los
agentes de las cadenas productivas, decir a propios y extraños
que Colombia es tierra fértil para la creación de empresas.
Confianza, con la que asociamos el nombre de DeLima Marsh, es la
clave para recuperar nuestra economía. Confianza para que
los inversionistas instalen sus proyectos productivos y se expanda
el empleo, para que los trabajadores no estén asustados porque
los van a despedir la semana entrante.
Confianza que se obtiene cuando hay hombres como los socios, directivos
y trabajadores de DeLima, que van por el mundo hablando bien de Colombia,
invitando al capital y a los trabajadores del mundo a venir a emprender
nuevas empresas.
Confianza es eje fundamental para la Patria. Obtener confianza en
Colombia es tener Seguridad Democrática, administración
transparente en lo público y en lo privado, esfuerzos sin
claudicaciones, sin pausas, por la reactivación económica
y social para que este gran pueblo, el colombiano, disfrute de los
bienes y servicios de las sociedades modernas. Confianza y cariño
con la Patria.
Confianza para invertir, hay que ganarla con la acción del
Estado, hay que ganarla con el trabajo tesonero del sector privado,
con el ejemplo de DeLima. Cariño de la comunidad para con
la inversión privada. Cariño de la comunidad con la
acción de la empresa privada. El cariño que DeLima
Marsh, ha sabido ganar, proveniente de todos sus compatriotas.
El equipo, Ernesto De Lima – Jorge Alberto Uribe, fue afectado
por decisión que reivindico, porque nos movieron a ella los
más altos intereses de la Patria, a fin de que Jorge Alberto
Uribe asumiera la noble y difícil tarea de conducir el Ministerio
de la Defensa.
Lo hicimos por las virtudes que él personifica, por aquello
que he venido predicando, debe caracterizar a cada compatriota integrante
de la Fuerza Pública: limpieza, capacidad gerencial y de liderazgo,
austeridad, disposición a trabajar en equipo, buena comunicación,
vocación de victoria, combatividad y volcamiento a las calles
y campos. Hemos identificado esas virtudes en el Ministro, en quienes
fueron durante tantos años sus compañeros en esa bella
gesta de DeLima Marsh.
Ernesto, ha servido durante tantos años al pueblo de Colombia,
está presente en toda actividad cívica, aporta con
sus luces, en cada empeño de interés patriótico,
está presente en cada evento de construcción de ciudadanía,
ha sido un ejemplo de aportar a lo público desde lo privado.
Su trabajo ilumina la vida colombiana con ejemplo de inteligencia,
solidaridad, laboriosidad, rectitud, transparencia y empuje emprendedor.
Aprovechemos este cumpleaños de DeLima Marsh para seguir
predicando a los jóvenes el empresarismo, el que han practicado
con sabiduría todos quienes han estado vinculados a esta gran
tarea.
¡Hay que desatar un proceso de empresarismo entre los egresados
de las universidades, politécnicos y tecnológicos!
Esa es la consigna.
Colombia necesita impulsar plenamente la empresa privada, no podemos
tener gobiernos vergonzantes frente a la empresa privada. Necesitamos
gobiernos y funcionarios definidos a favor de la empresa privada,
que entiendan y hagan entender que la gran posibilidad de empleo,
de expansión económica, de recursos para la inversión
social deriva del fortalecimiento de nuestra empresa privada.
Acudo a este cumpleaños de DeLima Marsh, a convocar a mis
compatriotas, desde Cali, para rodear plenamente los esfuerzos de
la empresa privada.
Esta condecoración de hoy es una comprobación de que
Colombia tiene la fortuna de contar con una clase empresarial fundida
y templada en el crisol de las dificultades cotidianas. Una clase
empresarial que ha tenido que luchar, en buenos tramos de la vida
nacional, en medio de un contexto adverso.
A los riesgos propios de toda inversión y a las desventajosas
condiciones de economías débiles, se suma el tener
que afrontar graves peligros en la seguridad, personal, familiar
y patrimonial, en un escenario de violencia que ha sido asolado por
todo género de organizaciones delictivas.
Pero en Colombia hay una gran vocación empresarial, por eso
queremos luchar por un país de propietarios, un país
donde todos tengamos esfuerzos que aportar para el crecimiento de
la empresa privada. Una empresa privada que en esta Patria ha sabido
ser solidaria.
El relato de Ernesto esta noche, nos ha mostrado un brillantísimo
caso de tenacidad, de perseverancia, un brillantísimo caso
de reconocimiento y conocimiento de todas las regiones de la Patria.
Un brillantísimo caso de descentralización en el manejo
empresarial, de saber compartir, de agregar socios. ¡Qué bueno
que las universidades, a partir del relato de Ernesto esta noche,
hicieran el caso de DeLima Marsh, que tanto necesita que el país
lo conozca para reproducirlo!
Nos honra mucho a los colombianos encontrar empresas como DeLima
que han convocado la confianza internacional. Sus socios internacionales
son orgullo para Colombia. Quiero destacar en estos 50 años
de DeLima, su capacidad de infundir confianza en Colombia allende
las fronteras.
Esta Nación tiene una empresa privada que concita la confianza
internacional. Los inversionistas internacionales tienen un motivo
para confiar en Colombia: aquí encuentran excelentes socios.
El caso de DeLima Marsh lo hace patente.
Colombia cuenta con cada uno de los miembros de la gran familia
DeLima Marsh para que sigan en ese apostolado de construcción
de Patria. De Patria sin odios y sin exclusiones. De Patria con empresa
social, con empresa pujante, con empresa ética, con empresa
generadora de riqueza, de bienestar para toda la comunidad.
Qué bueno Ernesto, que dentro de 50 años, quienes
habrán de sucedernos puedan reunirse en este mismo salón
para celebrar ese nuevo cumpleaños y que puedan estar disfrutando
una Patria en mejores condiciones de seguridad, una Patria más
justa, más solidaria, más próspera.
Estos 50 años y las ilusiones que usted hoy siembra, nos
invitan a trabajar para derrotar sin vacilación el crimen,
para derrotar sin vacilación la corrupción, para construir
una Nación en la cual las nuevas generaciones puedan vivir
plenas de felicidad.
¡Muchas felicitaciones, gracias por lo que han hecho por Colombia!
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