25 AÑOS
DEL DIARIO EL MUNDO
Abril 22 de 2004 (Medellín – Antioquia)
Compatriotas:
La existencia de los periódicos es un canto a la libertad.
Por ello y para ella existen.
Colombia que es tierra fértil para ejercer un periodismo
con verdad, aprendió del Apóstol de la Independencia,
Nariño, que en la lucha de los hombres por las grandes causas
la palabra escrita es la proclama que eleva los corazones y garantiza
la voluntad de lucha de los pueblos.
Señor Director, escritores, periodistas y trabajadores de
El Mundo: los primeros 25 años del periódico han dejado
una huella profunda en Antioquia y han llevado en cada hora un mensaje
importante a la Nación, que ha trascendido las fronteras.
Hay que seguir adelante en ese esfuerzo con la agudeza de su pensamiento,
la belleza en la forma, la independencia en el tratamiento de la
noticia y el valor a toda prueba para enfrentar la amenaza criminal
del terrorismo.
Ustedes son demostración que desde lo local, se puede ejercer
influencia profunda sobre la vida de toda la Nación. Cómo
no aplaudir y agradecer la línea y estilo editorial de El
Mundo, que defiende sin desguince la dignidad de la Patria.
Con su pluma, de avanzado discípulo de los clásicos
de la lengua, el director, Guillermo Gaviria Echeverri, llena con
argumentos nuestro debate político, desentraña la esencia
de los problemas nacionales, desenmascara la mentira, aclara el error,
denuncia el delito, estimula los esfuerzos y exalta la cultura popular.
Usted, doctor Guillermo, ha servido bien a Antioquia y a Colombia,
como batuta del periódico ha hecho que se consolide una escuela
que esparce sus frutos en todo el periodismo nacional. El Mundo,
es hijo de su amor al conocimiento, de su reciedumbre y originalidad.
Exalto ante mis compatriotas la personalidad y el carácter
de Guillermo Gaviria Echeverri. Ningún frente del conocimiento,
de las ciencias, las artes, la técnica y los oficios, le es
indiferente para poder ejercer esa magistratura de la dirección
del periódico con plena responsabilidad.
Creador de empresas, militante insomne, de la causa de sus ideas
políticas. Soldado del constitucionalismo y de la democracia,
durante más de 60 años, está presente en todos
los frentes del progreso de Antioquia. A este terruño ha dedicado
sus desvelos y para su servicio, y en compañía de esa
mujer extraordinaria, Doña Adela, formó una virtuosa
familia que sigue su ejemplo de preocupación por el interés
general.
Sería imposible recordarle a Colombia nombre por nombre quienes
son los valores humanos que conforman la gran familia de El Mundo.
Los valores humanos que le dieron origen. Los valores humanos que
entregan cotidianamente a los lectores antioqueños, el producto
esplendoroso que se materializa en el papel y la tinta.
Además de sus páginas editoriales, que coordina el
profesor Arturo Giraldo, cuyo trabajo propongo como ejemplo de patriotismo
y dignidad, quiero hacerle el modesto homenaje de la mención
y el reconocimiento a otras páginas y a sus artífices,
cuya vida son parte de la vida de El Mundo.
A las páginas económicas de Humberto López,
sus especialistas. En ellas, este Gobierno aspira, a que para bien
del pueblo, en los próximos meses y años, aparezcan
muchas cifras de crecimiento y desarrollo.
A ‘Vida Social’, que orienta Carmen Vásquez.
A la columna política de Nacho, con su estilo propio e inconfundible.
A ‘La Metro’, idea estupenda de Luz María Tobón,
para tratar los asuntos de la ciudad – región del Valle
de Aburrá.
La coherencia y unidad de esas páginas y otras, como Antioquia,
Internacionales, Cultura y Arte y los Dominicales, tienen la coordinación
eficaz y consagrada de su jefe de redacción, Jairo León
García.
A ellos y a todo el gran equipo de El Mundo, la felicitación
de todos los compatriotas.
Sea ésta feliz efeméride la ocasión propicia
para que reiteremos nuestro respeto por la expresión libre,
sin límites y sin amenazas.
El Gobierno tiene el indeclinable propósito de proteger de
manera eficaz la libertad y la vida de los periodistas. La Seguridad
Democrática, plena, la consolidación del pluralismo,
que es esencia de la democracia.
Una de las principales preocupaciones de la Seguridad Democrática
es la protección de la vida, de la libertad de los periodistas.
Amenazada, no por acción del Estado sino por omisión,
por la debilidad en el ejercicio de la autoridad que ha permitido
que Colombia, después de haber ganado la batalla por la libertad
formal de prensa, pareciera en algún momento, estar perdiendo
la libertad de prensa a causa de la acción de los criminales,
para detener la libertad del periodismo y a causa de la omisión
de los gobiernos, para frenar a los criminales.
¡El asesinato, las amenazas contra los periodistas y la impunidad
son motivos de vergüenza para nuestra democracia!
Si bien hemos logrado reducir sustancialmente el asesinato de periodistas,
no estaremos conformes hasta que Colombia pueda decir que no hay
un solo periodista amenazado, que no se ha asesinado a un solo periodista.
La protección de los periodistas, como la protección
de los sindicalistas, como la protección de los maestros,
como la protección de las autoridades locales, para que puedan
ejercer libremente sus responsabilidades constitucionales y legales,
son objetivos esenciales de nuestra política de Seguridad
Democrática.
Alrededor de 300 alcaldes, el 7 de agosto de 2002, no podían
despachar en sus oficinas a pesar del origen popular de su elección,
porque el Gobierno no se imponía sobre las amenazas de los
terroristas. Para bien de Colombia, hoy, casi la totalidad de los
alcaldes ejercen sus responsabilidades en la respectiva cabecera
municipal, con la voluntad de protección plena, de parte de
las autoridades constitucionales.
¡Que este periódico y todos los medios de Colombia
tengan larga vida! ¡Sigan siendo, como aconsejó el Presidente
Núñez, ‘antorcha y no tea, cordial y no tósigo,
mensajera de verdad y no de error ni calumnia, porque la herida que
se hace a la honra y al sosiego, es con frecuencia, la más
grave de todas’!
Compatriotas: difícil pasar por alto una ocasión tan
importante para la libertad de la Patria, sin que el Gobierno que
presido empiece a hacer rendición de cuentas y también
a hablar del futuro de la Nación. Voy a referirme a algunos
de los temas planteados por el Director del periódico, no
a todos.
CONFIANZA
Nosotros propusimos que Colombia rescatara la confianza, la confianza
de los empresarios para invertir en la Patria, de los trabajadores
para encontrar oportunidades en la Patria, la confianza de los estudiantes
para buscar sus ilusiones en la Patria. Y propusimos ese rescate
de confianza sobre tres pilares: la Seguridad Democrática,
la Transparencia y la Reactivación Económica y Social.
Hay hechos dolorosos en materia de seguridad. Hoy, cuando pensamos
en todos los ausentes, la lista la encabezan dos. Vinculado, el uno
por razones de la sangre y las ideas al periódico y el otro
por razones de la amistad y de coincidencia en la visión de
su patria chica y de su patria grande: Guillermo Gaviria Correa y
Gilberto Echeverri Mejía. Pero en medio de tantas dificultades,
persistiendo, vamos a lograr el rescate de la seguridad.
El año anterior, el homicidio en Colombia descendió en
un 22 por ciento, este año está descendiendo en otro
17 por ciento. Por ejemplo, Medellín en el año 2002
presentó 4.706 asesinatos. En el año 2003 abríamos
querido cero, se redujo de 4.706 a 2.677. En el año 2003,
por esta época, llevábamos 983 asesinatos, ahora quisiéramos
cero, llevamos 484.
El año pasado el secuestro en nuestra Patria, descendió en
un 27 por ciento, en lo acumulado de este año ha descendido
en más del 50 por ciento. Algo se ha logrado, pero lo que
falta es la indicación de que no podemos desfallecer, de que
no podemos dar el brazo a torcer, de que tenemos que seguir con toda
la firmeza hasta derrotar la delincuencia y recuperar el imperio
de la ley.
Cuando asistimos esta mañana a la entrega de los ‘Mundos
de Oro’, a la memoria de compatriotas como Carlos Manuel Echavarría,
Julio Ernesto Urrea y Santiago Mejía, pensaba qué bueno
que recuperando la confianza surjan muchos, muchos empresarios que
emulen con ellos, en su confianza en Antioquia, en su dedicación,
en su ética. Y eso necesita que creemos condiciones para que
haya confianza.
A quienes tienen que seguir el ejemplo de Carlos Manuel Echavarría,
de Julio Ernesto Urrea y de Santiago Mejía, el saludo afectuoso
de compatriota, para que sigan ayudando a esta tierra.
Y por supuesto, nuestras felicitaciones, nuestra ilusión
en la tarea del Colegio La Enseñanza, de Metrocable, de los
deportistas liderados por Santiago Botero, en la tarea de la escuela
de música de Medellín. Recuerdo que con emoción
trabajamos aquel lema: cuando un niñito abraza un instrumento
musical, jamás empuñara un fusil en contra del prójimo.
REACTIVACIÓN ECONÓMICA
¡Y tenemos que recuperar esta economía!
El año pasado empezaron a aparecer lucecitas de esperanza.
El crecimiento en el reequipamiento de la industria colombiana, sin
contar el sector transporte, fue del 30 por ciento. Este año,
la industria colombiana ha crecido, de acuerdo con informes de los
propios industriales, en un 6.8 por ciento.
Ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó los estimativos
de crecimiento de la economía colombiana. Pasó el estimativo
para este año del 3.3 por ciento al 4 por ciento, lo cual
nos estimula a trabajar para lograr mínimo el 5 por ciento
y para proyectar tendencias de crecimiento elevadas, sin complejos
y sin temores que nos permitan irrigar ingresos, generar empleo,
construir una sociedad con equidad.
Estamos estrenando dos instituciones tributarias que nos llenan
de ilusión: la una, que permite que los empresarios deduzcan
de su renta líquida gravable el 30 por ciento del valor de
las inversiones que realicen en activos generadores de expansión.
Miramos con mucha ilusión el resultado de esa institución
porque nos va a ayudar a que esta economía crezca más
velozmente, que genere más empleo.
Y estamos, por primera vez, devolviendo a los contribuyentes colombianos
2 puntos de sus pagos de IVA –de acuerdo con la reforma tributaria
del año anterior- para estimular la lucha contra la evasión,
la lucha por la formalización de la economía.
Casi 8 millones de colombianos, entre el 15 y el 30 de abril, reciben
en sus cuentas, abonos por más de 27 mil millones de pesos,
correspondiente a la devolución de dos puntos de IVA, cancelado
con dinero plástico en el primer trimestre del año
en curso.
REACTIVACIÓN SOCIAL
¡Y tenemos que trabajar la reactivación social!
Hemos venido comprometidos en las Siete Herramientas de Equidad.
Por ejemplo, si logramos el millón y medio de cupos escolares,
los 400 mil cupos universitarios –metas bastante exigentes-,
todavía hará falta mucho esfuerzo para lograr la plena
cobertura en educación básica y niveles aceptables
de cobertura en educación universitaria.
Hemos librado una gran batalla contra el burocratismo y contra el
clientelismo: suprimidas 19 embajadas, hemos reformado 37 entidades
del Estado, eliminado el clientelismo del SENA. Por primera vez nos
hemos negado a un pliego de peticiones en Ecopetrol, denunciamos
la convención, no al amparo de las tesis de privatizar lo
estatal, sino movidos por la necesidad de garantizar que lo estatal
sea sostenible. Esa nueva visión de Ecopetrol nos permitirá una
empresa estatal sostenible para administrar un recurso estratégico
no renovable.
El SENA educaba un millón de colombianos por año,
el año pasado formó 2.200.000 colombianos, esperamos
que en el 2006 esté formando 4 millones de colombianos. Hemos
logrado mejorar la empleabilidad en 10 puntos pero todavía
falta mucho. Esta semana está empezando una nueva acción
para mejorar la empleabilidad en el SENA.
Derivada de la reforma laboral, que se inspiró con el ministro
Juan Luis Londoño, quien nos acompaña hoy desde el
cielo, estamos impulsando el seguro al empleo. 100 mil colombianos
serán en esta ocasión beneficiarios, egresados del
SENA y madres cabeza de familia. Cada uno de ellos recibirá un
bono estatal por el valor de las contribuciones al SENA, a Bienestar
Familiar y a las Cajas de Compensación durante un año,
con lo cual aspiramos estimular el crecimiento del empleo en nuestra
Patria.
El año pasado, en medio de una tremenda escasez fiscal, logramos
vincular al régimen subsidiado de salud a 1.100.000 colombianos,
este año estamos vinculando 1.500.000.
Hemos logrado financiar 340 mil familias de la Patria en el programa
Familias en Acción. Las nueves leyes sociales nos permiten
garantizar la financiación de 142 mil ancianos pobres. Y estamos
trabajando para que más de 70 mil jóvenes bachilleres
sin universidad, a riesgo de entrar a la delincuencia, se formen
en el programa Jóvenes en Acción.
Pero falta mucho. Por ejemplo, hace poco asistía con el Ministro
de Comercio (Jorge Humberto Botero) a una reunión de microempresarios,
donde se reclamaba airadamente porque faltaban oportunidades de crédito,
y me dijo el Ministro: ‘pero Presidente, en este Gobierno el
microcrédito, en nombre de la estrategia del país de
propietarios, ha crecido en un 57 por ciento, hemos llegado con microcrédito
a 922 mil familias colombianas, ¿por qué este reclamo?’.
Y le dije: porque la Patria está muy pobre, porque en la Patria
hay mucha exclusión, porque nosotros no nos podemos conformar
con las cifras oficiales, 922 mil familias colombianas denotan un
crecimiento importante, pero hay que pensar no en lo que se ha logrado,
sino en todo lo que falta.
Ahí le dejo esa reflexión, doctor Guillermo. Pensemos
en todo lo que falta, queridos coterráneos.
Y, ha mencionado esta mañana el doctor Guillermo el tema
del tratado de libre comercio (TLC) con los Estados Unidos. Si hay
un escenario propicio para hacer algunas referencias, es este de
la efeméride de El Mundo.
Colombia sabe qué pasa cuando hay acceso al mercado de Estados
Unidos y cuando no hay acceso. Porque aquí hemos vivido por
igual épocas de ATPA y épocas sin ATPA. Cuando hay
acceso, nuestras textileras, nuestros confeccionistas, nuestras empresas
exportadoras se tonifican y generan empleo. Cuando no hay ese acceso,
se frenan oportunidades.
Logramos que a finales de 2002 se promulgara en los Estados Unidos
una nueva etapa del ATPA, en esta ocasión conocida con el
nombre de ATPDEA. Pero vence en el 2006. Mi preocupación es ésta: ¿qué puede
pasarle a nuestras exportaciones si concluido el año 2006
se ha vencido el ATPDEA y todavía no tenemos un ALCA? La velocidad
de la negociación en el ALCA es lenta. Lo que hemos observado,
en lo que llevamos de período de Gobierno, nos lleva a la
conclusión de que será muy difícil que en el
2006 cuando venza el ATPDEA, tengamos el ALCA.
Entonces, me pregunto: ¿cómo garantizaremos el acceso
a ese mercado? Algunos compatriotas dicen: ‘busquemos una nueva
renovación unilateral del ATPDEA’, es bien difícil.
Ya hemos experimentado lo difícil que fue pasar del anterior
ATPA al nuevo ATPDEA. Y son concesiones unilaterales del Gobierno
y del Congreso de los Estados Unidos, de corta duración, bastante
restringidas, precarias, lo que hace que los inversionistas no sientan
plena confianza para hacer sus inversiones con miras a esos mercados.
Para esa confianza, necesitamos un mecanismo perdurable, por eso,
confiamos en el Tratado.
Pero hay que hacer dos preguntas: la primera, ¿qué pasa
con ese Tratado y nuestras relaciones con el resto de las Américas
y especialmente con América del Sur? Y la segunda ¿cuáles
serán las condiciones de ese Tratado frente a sectores accesibles
como el agrícola?
Frente a la primera. Nosotros tenemos una visión democrática
de la sociedad, una visión democrática de las relaciones
internacionales. Que no quepa la menor duda, nuestra intención
de la negociación con los Estados Unidos, que empezará a
darse el 18 de mayo, no se excluye con nuestro propósito de
fortalecer la integración de las Américas.
Cuando este Gobierno empezó, se veía imposible una
negociación entre la Comunidad Andina y MERCOSUR. La hemos
logrado y la logramos de la siguiente manera: a ese proceso concurrieron
todos los sectores gremiales, fueron consultados los sectores sociales
y logramos unanimidad. Se disiparon los temores.
Que sirva eso de antecedente para que todos los colombianos confíen,
que prudente, tranquilamente, vamos a buscar el mayor nivel de consenso
posible en el acuerdo con los Estados Unidos, de la manera como lo
logramos en el acuerdo entre la Comunidad Andina y MERCOSUR. ¡Y
ese acuerdo con los Estados Unidos será equitativo!
Por ejemplo, aspiramos que consagre cláusulas mediante las
cuales los gobiernos signatarios se comprometan a aplicar salvaguardias
con la condición de que sean pedidas por sectores productivos
de ambas naciones, porque los tenemos que hacer coincidir. En lugar
de tener una permanente contradicción entre nuestros productores
de maíz y los productores de maíz de los Estados Unidos,
hay que estimular acuerdos entre productores que faciliten las decisiones
de Gobierno y el buen éxito de estos tratados.
Vamos a lograr que ese Tratado defina unas materias que no se tienen
que seguir aplazando hasta que la nueva negociación de la
Organización Mundial de Comercio (OMC) las defina. Confío
en que logremos un Tratado equitativo que incorpore cláusulas
que den amplia confianza a todos los sectores económicos y
sociales.
Coterráneos: hemos sufrido mucho, hacer periodismo en medio
de las dificultades de la violencia es muy difícil, pero vamos
a salir adelante.
El año pasado, en la celebración de los 200 años
de la Universidad de Antioquia, nuestro Nobel Gabriel García
Márquez, envió una bellísima nota. Citó un
pasaje de don Miguel de Cervantes que quiero recordar al oído
de todos: “todas las borrascas que nos suceden, son señales
de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las
cosas. Ya que no es posible que el bien y el mal sean durables y
aquí se sigue que habiendo durado tanto el mal, el bien está ya
cerca”.
Vamos a buscar el bien, porque deseamos para El Mundo, para Antioquia,
para Colombia. ¡El bien para nuestra democracia!
Hay dos caminos: el de la permanente claudicación de los
líderes, de los gobiernos y de los ciudadanos ante los delincuentes;
o de la firme decisión de los pueblos, de los líderes
y de los gobiernos para rescatar el imperio de la Ley, como presupuesto
del orden, como garantía de las libertades y como camino expedito
para que llegue el bien. Invito a que persistamos en este último.
Muchas gracias.
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