INSTALACIÓN
DE LA XLI CUMBRE DE GOBERNADORES
Diciembre
10 de 2004 (Barranquilla – Atlántico)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy afectuosamente y ofrecer
excusas porque la agenda en el día de hoy se me vio alterada por una urgente
reunión con los organismos multilaterales que están
presentes en Bogotá terminando una misión, en la perspectiva
de dos años muy difíciles de financiación de
la deuda externa del país, que son los años 2005 y
2006, donde tendremos que financiar pagos de intereses y amortizaciones
de capital del orden de 7.000 millones de dólares, para no
hablar de los pagos en bonos nominados en moneda nacional.
La brillantísima intervención que acabamos de escuchar
del Gobernador del Atlántico daría tema no para una
sesión de instalación, sino para un amplio seminario
sobre el tema de la descentralización colombiana.
Déjenme abrir esta sesión con unas afirmaciones muy
puntuales inicialmente. Cuando estábamos en la etapa de transición,
los representantes de los bancos multilaterales y los diferentes
equipos económicos decían: Colombia es un país
con inviabilidad fiscal. Preguntaba: ¿Por qué? Porque
en los últimos 10 años pasó de un déficit
del 1.5 a un déficit del 4.2.
¿Por qué ese déficit
no es mayor? Porque se ha corregido en departamentos y municipios.
Pero eso no importa para la Nación, porque la Nación
no le puede decir al departamento que tenga un superávit:
présteme, yo corrijo mi déficit con su superávit.
Cuando el déficit consolidado era del 4.2, el déficit
de la Nación era del 6.3. Y lo más grave, el déficit
primario. Esto es aquella comparación entre ingresos y egresos
sin tener en cuenta servicio de deuda.
Cuando los ingresos no son capaces de atender
los egresos diferentes al servicio de deuda, la situación todavía es más
crítica.
¿Qué ha pasado en eso?
Hemos reducido el déficit general del 4.2. Aspiramos terminar
este con un 2.5 ó 2.7. Pero a eso ha contribuido enormemente
la gestión departamental, la gestión municipal. Un
esfuerzo titánico de departamentos y municipios en aplicación
de la Ley 617.
La Nación ha hecho un enorme esfuerzo
que tiene el siguiente marco:
Nuestros gastos en seguridad han aumentado. Han aumentado sustancialmente
los gastos relacionados con pensiones. Gasto no discrecional.
Este año solamente tenemos que trasladarle al Instituto de
los Seguros Sociales billón 700 mil millones. Durante muchos
años se dijo: se van acabar las reservas del Seguro. Y no
le dimos atención a eso. Se acabaron. Estábamos al
pie de un edificio y nos advertían: se va a caer. No hicimos
caso. Se nos vino encima.
El año entrante la Nación le
tiene que trasladar al Instituto de los Seguros Sociales cerca
de cuatro billones de pesos
para poder pagar las pensiones.
El giro de pensiones por parte de la Nación está superando
los compromisos de transferencias.
Y preguntaba yo: ¿Y por qué me dicen que la Nación
es inviable fiscalmente? Porque en 10 años pasó de
un endeudamiento del 23 por ciento del PIB a un endeudamiento del
54 por ciento del PIB.
Y ese endeudamiento hace dos años estaba exigiendo un 40
por ciento del presupuesto para el servicio anual. Todavía
exige hoy un 36 ó 37 por ciento.
Es muy difícil avanzar en un proceso de entregarles competencias
a los departamentos para que ellos derramen impuestos, cuando todavía
no se ha acabado de definir con claridad el horizonte de las transferencias.
Escucho al doctor Carlos Rodado y no puedo
estar más de acuerdo
con él. Mi carrera pública, mis convicciones se han
fraguado en las regiones. Pero hay que mirar dos cosas distinguidos
gobernadores y distinguido gobernador Rodado.
Cada momento exige unas prioridades. En el
momento creo que hay dos prioridades. Una prioridad es definir
claramente el horizonte
de las transferencias, la capacidad de la Nación de pagarlas.
Y una segunda prioridad rescatar la viabilidad fiscal de la Nación.
Sin esos dos presupuestos, entrar en el otro
punto que ustedes reclaman, con toda la razón conceptual, pero con enormes dificultades,
el punto de que la Nación acepte que los departamentos empiecen
a derramar y a recaudar tributos, es imposible, dados los dos condicionamientos
que nos están limitando el desarrollo fiscal.
Están mejor los departamentos que la Nación en términos
fiscales. No obstante que con los departamentos hay un problema de
rentas decadentes. Que justamente en la reunión que tuvimos
en Armenia y en otra posterior en la Casa de Nariño, buscamos
enfrentar con otros artículos de Reforma Tributaria, que como
lo acaba de decir el Gobernador Carlos Rodado, el Gobierno Nacional
avaló y tenía toda la disposición de impulsarlos.
Y los vamos a seguir examinando a ver en qué momento es posible
aprobar una Reforma Tributaria en esta dirección con el honorable
Congreso de la República.
Una de las propuestas que me permití formular a mis compatriotas
como candidato presidencial, fue la propuesta de las regiones. La
Constitución del 91 tiene muchas normas excelentes. Pero como
se concibió la región en la Constitución del
91, implica crear otro órgano burocrático, otra estructura
administrativa superpuesta a la ya existente, un nuevo centro de
costos, mayores presiones fiscales.
Por eso propusimos que la Constitución incluyera una norma
facilitando que los departamentos pudieran voluntariamente y desde
la base crear regiones. Pero esa propuesta no ha tenido eco y a mí me
parece muy preocupante pretender resolver en el largo plazo el tema
de ingreso de los departamentos, solamente con competencias para
derramar impuestos, cuando hay unas enormes dificultades en el marco
fiscal general, cuando no se ha agotado la posibilidad de la regionalización.
La presión tributaria hay que medirla de manera general.
En este Gobierno la presión tributaria ha subido en dos puntos.
Entonces para el inversionista lo que importa
es la presión
tributaria general, y él la desagrega de la siguiente manera: ¿Cuánto
me cobran por predial, por Industria y Comercio? ¿Cuánto
debo pagarle a los departamentos por tales impuestos? ¿Cuánto
a la Nación? ¿Cuánto a la seguridad social? ¿Cuánto
en parafiscalidad?
Y esa presión tributaria no la pueden fijar hoy los países
sin considerar lo que pasa externamente.
Para Colombia, por ejemplo, es muy difícil determinar con
autonomía la tributación, cuando Venezuela en toda
la zona de frontera está ofreciendo inmensos beneficios tributarios
para las empresas que allí se instalen.
Para Colombia es muy difícil ejercer esa autonomía
para definir la presión tributaria, cuando Centroamérica
se apresta a dar exenciones para nuevas industrias durante 10 años,
y a rebajar al 25 por ciento, al 20 por ciento, la tasa de renta.
Entonces la simple delegación de la capacidad de crear impuestos
también hay que pensarla en función de cuál
es la presión tributaria que resiste la competitividad del
país.
Quiero invitarlos a estas reflexiones.
Ustedes saben que este Gobierno lleva dos
reformas tributarias. La primera, de atrás se venía pidiendo una reforma
tributaria territorial, no se había aprobado. Nosotros incorporamos
los artículos que se venían discutiendo en la primera
reforma tributaria de este Gobierno, y eso aumentó en un 8
por ciento los ingresos de las entidades territoriales.
Para hacer el balance, tenemos que hacerlo
completo. Creo que es un momento muy difícil para consignar
en la ley la competencia de que los departamentos derramen y recauden
impuestos.
Creo que es un momento en el cual hay que
entrar a corregir algunos aspectos de los impuestos departamentales.
Estoy plenamente de acuerdo
con uno de los que mencionaba el doctor Rodado, el tema de la base
del impuesto al tabaco. Con el de la cerveza tenemos dificultades
que hay que medir también. Basta situarse en la frontera y
preguntar cuánto vale una cerveza en Venezuela, y cuánto
vale en Colombia.
Uno de los problemas que tiene la Gobernación de Norte de
Santander es que ha dejado de recaudar impuestos por esos conceptos,
porque dada la diferencia de precios, allí prácticamente
no se consume cerveza de Colombia. Allí toda la cerveza que
se consume es de Venezuela.
¿No está el Gobernador de Norte de Santander? Pero
aquí están los gobernadores de La Guajira y del Cesar,
y de Arauca.
Esa es una limitante que el Gobierno tiene
que considerar, que todos tenemos que considerar. Porque si fuera
tan simple como aumentar
la base de derrame de impuestos a la cerveza para incrementar el
recaudo en los departamentos, lo haríamos sin discusión.
El temor que tenemos que mirar, la duda que
tenemos que examinar con toda sinceridad es: ¿qué le
puede pasar al consumo de la cerveza nacional?
Es que esos diferenciales no solamente matan
el consumo de la producción
nacional, sino que marchitan, sensible y dañinamente, los
ingresos de los departamentos, como lo estamos viendo en departamentos
de frontera.
Pero en fin, quiero manifestarles, como lo
dije en las dos anteriores reuniones, toda la voluntad para seguir
examinando razonablemente
cómo podemos avanzar en el tema de tributaciones.
El tema de las transferencias. Gobernador
Rodado, creo que allí hubo
alguna equivocada información. El Gobierno Nacional no tiene
discrecionalidad para recortar transferencias, ni voluntad política
para hacerlo.
Quiero recordar lo siguiente: cuando se habla
en Colombia de reforma tributaria estructural, ese es un término
muy pomposo, para esconder algunas aspiraciones.
Muchos de los analistas han dicho, pero yo
pregunto: ¿qué es
una reforma tributaria estructural? Y la respuesta sobre el tema,
me han hecho pensar en el tema construyendo un paralelo con lo que
era el final de la Guerra de los Mil Días.
Toda la guerra de los mil días terminaba en Colombia con
una promesa de una nueva constitución. Y cada soldado que
terminaba de participar en la guerra, llevaba en la mochila un proyecto
de nueva Constitución. Eso es lo que pasa con el tema de las
reformas tributarias estructurales.
Hay muchísimos conceptos. Casi cada uno de los diferentes
opinadores tiene una concepción de lo que es reforma tributaria
estructural. Una de las que más me preocupa es que muchos
no hablan abiertamente de recorte de transferencias, sino de reforma
tributaria estructural para recortar transferencias.
He dicho claramente que me opongo a eso. Y no me opongo simplemente
por una solidaridad emotiva con las regiones, sino por muchas razones.
Miren: que son muy costosas las transferencias para el Gobierno Nacional
dado su nivel de recaudo, es cierto. Pero son insuficientes para
las entidades territoriales.
Veamos apenas dos puntos en educación, el per cápita.
Los gobernadores se quejan que ese per cápita se asigna por
demanda y no por necesidad insatisfecha. Así lo definió la
Ley 715, donde hay que hacer un gran esfuerzo para avanzar hacia
la población insatisfecha. Y se quejan de las diferencias
en la cuantía del per cápita, donde incide un tema
que es el tema de la tipología del maestro. Si hay un maestro,
un promedio de maestros, con un nivel superior en el escalafón
en una parte que en otro, por supuesto en la parte donde el escalafón
es mayor exige un mayor costo. Y eso lo tiene que reconocer el Gobierno
Nacional. Está obligado a ello por la tipología definía
en la Ley 715. Y eso implica transferirle a esa región un
per cápita más alto.
Pero miren, si este Gobierno logra la meta
de millón y medio
de cupos, vamos por la mitad, tarea fundamental para derrotar la
pobreza en Colombia, para construir una sociedad de igualdad de oportunidades,
todavía quedarán 500 mil niños colombianos por
fuera de los establecimientos educativos.
Eso sólo demuestra que es imposible pensar en disminuir las
transferencias. Entonces el Gobierno Nacional no puede discrecionalmente
disminuir las transferencias, no tiene voluntad política de
disminuirlas, no acepta la definición que muchos le dan a
reforma tributaria estructural como la reforma que disminuya las
transferencias.
Y se han planteado muchísimas opciones para disminuir transferencias
en las diferentes discusiones del Congreso de la República.
Por ejemplo, en algún momento la Contraloría General
de la Nación, el Contralor Hernández Gamarra, nos presentó una
fórmula para que las transferencias dependieran del mayor
o menor grado de endeudamiento de la Nación.
Yo dije que estaba en desacuerdo con ello
porque la irresponsabilidad de la Nación con un excesivo endeudamiento, no se le podía
trasladar a las regiones con recorte de sus transferencias.
Entonces a raíz de que el Gobernador Rodado ha tocado el
tema, quería hacer esa aclaración.
El Gobierno ha venido enfrentando esa situación dramática
por el lado de los ingresos y por el lado de los gastos.
¿Qué hemos hecho por el lado
de los ingresos? Dos reformas tributarias buscando los siguientes
elementos: estabilidad
fiscal, equidad y confianza inversionista.
Además hemos aumentado sustancialmente la base de contribuyentes.
Este Gobierno encontró 400 mil contribuyentes. Menos. Encontró 370
mil contribuyentes. Termina este año con 835 mil contribuyentes
y aspiramos que en el 2006 Colombia tenga dos millones de contribuyentes.
El Congreso de la República nos puso el año pasado
una meta sumamente ambiciosa, que parecía imposible de lograr,
en control de evasión. La logramos. Este año llevábamos
una ejecución del recaudo del 104 por ciento. Hemos superado
la meta que nos impuso el honorable Congreso de la República
el año pasado en un billón 100 mil millones. Eso nos
ha permitido la reciente adición presupuestal.
El año pasado el recaudo creció un 17 por ciento.
Y este año está creciendo un 21 por ciento. Fruto de
tres elementos. Primer elemento, recuperación de la confianza
y del crecimiento económico. Segundo elemento, aumento de
tributos. Y tercer elemento, eficiencia de la DIAN.
Sin embargo, el esfuerzo es insuficiente.
Seguimos con un déficit
muy alto. Decía a algunos de los honorables congresistas hace
dos días: miren, el Gobierno Nacional cree que hay un espacio
para ampliar base de IVA sin afectar la canasta familiar. Que eso
en lugar de crear pobreza nos da recursos para poder hacer inversión
social.
El mundo moderno está lleno de teoría económica.
La más reciente la del Profesor Kakwani, hindú, quien
reside en el Brasil y está al frente del Instituto contra
la Pobreza en el Brasil, que demuestra como el IVA no es un impuesto
regresivo, que lo que es regresivo es la manera como se aplica el
gasto público. Y es mucho mejor cobrar IVA que dejar de hacer
inversión social. Contribuye mucho más a erradicar
la pobreza ampliar la base del IVA y hacer buena inversión
social bien orientada, que no cobrar IVA y no hacer inversión
social.
Pero el Gobierno no tuvo el apoyo necesario
para ampliar la base del IVA y eso es respetable. ¿Qué le toca al Gobierno?
Buscar opciones a ver cómo resolvemos el problema.
El año pasado teníamos opciones. Creamos el impuesto
al patrimonio, aumentamos la tasa de renta. Recuerden los tres pilares
de la tributación: avanzar al equilibrio fiscal, justicia
social y confianza inversionista. Lo hicimos prudentemente. Para
contribuir a la justicia social derramándole patrimonio a
los sectores más pudientes de la Nación, sin espantar
la inversión. Este año no teníamos esa opción.
El Contralor dijo: suban el patrimonio al
1.2. Algunos sectores del Congreso presentaron propuestas parecidas.
Yo les dije: miren,
matamos la confianza inversionista. Si nosotros vamos a coger el
impuesto al patrimonio como se tomó en Colombia el impuesto
a las transacciones financieras: primero el dos, después el
tres, después el cuatro, matamos la confianza inversionista.
El año pasado cuando revivimos el impuesto al patrimonio,
nuestro compromiso con los sectores inversionistas fue: ahí lo
dejamos. Inclusive estábamos dispuestos este año no
a subir la tarifa, sino a bajar el piso a partir del cual se cobrara,
lo que daba muy poquito ingreso marginal, daba un ingreso adicional
de 57 mil millones. Pero subirlo es fomentar la inversión,
es fomentar el desahorro, es maltratar la confianza inversionista.
Y el capital se ha vuelto un capital mercuriano, que se va donde
haya condiciones.
Entonces uno con los atractivos tributarios
de la región,
de muchas partes del mundo, tiene que ser muy cuidadoso en Colombia
para no matar la confianza inversionista.
El Gobierno en la concepción estructural de la tributación
tomó la decisión en las dos anteriores reformas de
aumentar los impuestos y hacerlos costosos para quienes no crezcan,
pero de darles incentivos tributarios a quienes quieran crecer.
Del Aeropuerto Ernesto Cortizos a este lugar
nos demoramos ahora casi dos horas por decisiones de los generales
Montoya y Gómez.
Pero dio la oportunidad de conversar muchísimo con el Gobernador.
Me mostraba un Carrefour allá al frente. Me contaba del nuevo
Hotel Dann de Barranquilla. Me hablaba de la recuperación
del agro en el Atlántico. Y me hablaba de las inversiones
de la triple A en municipios del departamento del Atlántico.
Todo derivado de los estímulos de este Gobierno.
Nuevos hoteles no pagan impuesto. Se le dio
un descuento tributario a las empresas de servicios públicos para que inviertan en
las regiones. Donde mejor lo empiezan a utilizar es en el Atlántico.
Hablábamos de otros temas en los cuales se ha venido haciendo
un gran esfuerzo, como es la inversión en infraestructura.
En este momento en el Valle del Cauca, en
el departamento del Cauca, y en el departamento de Risaralda, se
están construyendo cinco
plantas de alcohol carburante, derivadas de los estímulos
tributarios que hace dos años nos aprobó el honorable
Congreso de la República. Fundamentales.
Ya se empieza en los Llanos Orientales un
cultivo de yuca y una planta para obtener alcohol carburante a
partir de la yuca. Hay un
gran proyecto en el Cesar. Eso va a ser revolucionario en el país.
Una de las propuestas que encontré en las ponencias de la
semana pasada era eliminar el estímulo al alcohol carburante.
Una reforma tributaria así no la podemos aprobar. Otra propuesta,
por ejemplo, era grabar las provisiones bancarias. Una reforma tributaria
que se apruebe así, mata la confianza.
El Congreso de la República ahora, le falta apenas la plenaria
del Senado, está aprobando un gran estímulo a la palma
africana. En general a los cultivos de tardío rendimiento
con los cuales podemos generar biodiesel. Ahí hay una gran
posibilidad, una necesidad. Tenemos que ir detrás de eso,
como hemos ido detrás del alcohol carburante. Ahí vamos
a tener una gran posibilidad de generación de empleo.
Cuando este Gobierno empezó, Colombia tenía 175 mil
hectáreas de palma africana. Termina este año con 230
mil. Tenemos una posibilidad de tres millones.
Malasia agotó ya toda el área
potencial para sembrar palma africana.
En este Gobierno ha crecido la agricultura
en 330 mil hectáreas.
Hoy hay en esta cosecha algodón alrededor de 53 mil hectáreas,
Hernando, que están sembradas en la Costa Caribe colombiana,
una gran recuperación. 19 mil de ellas con semilla transgénica,
que la logramos incorporar rápidamente en los primeros meses
de este Gobierno y ahora estamos haciendo los esfuerzos para otros
productos.
Entonces esa situación nos frenó, distinguidos gobernadores,
esta nueva reforma tributaria. Yo dije tranquilamente, optimistamente,
porque es que el país no lo vamos a dejar naufragar. Hay que
buscar siempre opciones.
Cada crisis tiene que mirarse como una alternativa,
no se puede perder el optimismo. El optimismo nace del afecto profundo
por Colombia.
Dije: mire, no tengo los votos en el Congreso para ampliar la base
de IVA. No puedo oponerme a desmontar estímulos tributarios
que apenas empiezan a producir sus resultados. Hay quedar tiempo
para que los proyectos maduren. No podemos aumentar patrimonio, no
podemos matar la confianza inversionista, mejor confiemos en el crecimiento
económico, que se viene dando en el país, que es lo
que finalmente va a generar empleo. Y sigamos estudiando con el Congreso,
con las diferentes fuerzas políticas a ver como avanzamos
en tributación. Y lo vamos a seguir haciendo tranquilamente.
Y ahí vamos, distinguidos Gobernadores, como lo hicimos en
la primera reforma tributaria, al incorporar las normas acordadas
con la Federación de Gobernadores de Colombia.
La situación fiscal es muy difícil. La situación
económica va mejorando. Ahora que me mostraba el Gobernador
Carlos Rodado el edificio aquí al frente que esta haciendo
Carrefour, le decía: mire, algo habla de que hay confianza
inversionista en Colombia.
En el primer semestre de este año,
en Colombia se empezaron a construir 500 mil metros cuadrados de
establecimientos de comercio.
No en vano es la reforma laboral, honorables
congresistas. Si no hubiéramos aprobado la reforma laboral y los inversionistas
en estos locales de comercio tuvieran que pensar en pagar recargos
entre las seis de la tarde y las diez de la noche, y en pagar recargos
entre las cinco y las seis de la mañana, seguramente muchos
no habrían tomado la decisión de construir estos locales
de comercio: 500 mil metros cuadrados de locales de comercio que
empezaron a construirse en Colombia en el primer semestre de este
año.
Sector agrícola de la Patria. ¿Ustedes saben qué paso
después del 90? Colombia perdió 800 mil hectáreas
de agricultura comercial. El primer Consejo Comunitario de este Gobierno
fue en Nariño. Y recuerdo a los nariñenses, aquí veo
a su gobernador, que me dijeron: mire, Presidente, la apertura nos
acabó con la cebada y nos acabó con el trigo. Finalmente
tuvimos que aceptar que no somos competitivos en esos productos.
Nos prometieron que venían unos nuevos productos, unas nuevas
semillas, unas nuevas líneas de crédito para ser competitivos,
no llegaron. En lo único que hemos prosperado es en algo de
palma africana en Tumaco, pero hoy eso se estancó por la guerrilla,
los paramilitares y la coca. A la población nariñense
de la Sierra la expulsaron a sembrar coca al Putumayo. Nos quedan
tres vacas y la leche está a 350 pesos el litro y no hay quien
la compre, porque dejaron en el año 2002 importar 24 mil toneladas
de leche.
Empezamos a tomar una serie de medidas de
protección del
sector agropecuario: prohibimos la importación de leche, creamos
un fondo en FINAGRO con una línea de crédito de ocho
años de plazo, tasa fija de interés del 9 por ciento,
avanzamos con el Fondo de Garantías. Muchos de ustedes se
han beneficiado de los bancos de maquinaría cofinanciados
por el Gobierno Nacional. Empezamos a trabajar los patrimonios autónomos,
muchos de ustedes los tienen en el departamento.
Mis visitas al Cesar como candidato presidencial,
las primeras visitas como Presidente. Primero, allá llegue a las cinco y media
de la mañana del ocho de agosto a empezar a trabajar con las
Fuerzas Militares el destaponamiento de la carretera. Porque era
un departamento preso, allá todo el mundo estaba secuestrado
como en casi toda Colombia. Y todos habían perdido la condición
de sujetos de crédito y los bancos se habían ido y
se había acabado la agricultura, y me decían: ‘bueno,
esperamos que no venga solamente a las parrandas vallenatas’.
Y me dijeron: ‘es que llevamos muchos años en que el
Estado central no nos voltea a ver sino en las parrandas vallenatas’.
A mí me golpeó mucho el patriotismo cuando me dijeron
eso en el Cesar. Y me dediqué a ir al Cesar cada lunes, a
primera hora de la mañana, a enfrentar el tema de orden público.
Y algo hemos mejorado, aquí está el Gobernador. Empezamos
a desarrollar con mucha dificultad pero finalmente con éxito
la figura de los patrimonios autónomos. Y hoy el Cesar, La
Guajira y el Magdalena tienen 19 mil hectáreas de algodón,
y le hemos devuelto lentamente la condición de sujetos de
crédito a nuestros compatriotas del Cesar. Y ahí vamos.
La ANDI reporta que este año la inversión en activos
productivos ha crecido en un 30 por ciento, Acoplásticos que
ha crecido en un 26 por ciento y ACOPI que ha crecido en un 17 por
ciento. Esas inversiones no se habían vuelto a dar en Colombia.
Se están instalando en estos momentos, tienen que producir
un efecto sobre el empleo, la tributación, la seguridad social,
positivo en los próximos años.
Tengo plena confianza en eso. A ver cómo vamos recuperando
la economía en todo el país, la situación fiscal
es difícil, la tenemos que sortear, la circunstancia de que
no se hubiera aprobado la reforma tributaria, nosotros la enfrentamos
tranquilamente, con inmenso amor en Colombia, buscando alternativas,
seguiremos estudiando el tema con el honorable Congreso de la República,
de la manera más constructiva, siempre teniendo en cuenta
que la tributación tiene que resolver el problema fiscal,
el problema social y no puede afectar la confianza inversionista.
Afectarla es de la mayor gravedad, y seguimos ahí mirando
el tema de los departamentos.
Con ustedes hemos hecho una gran inversión social, distinguidos
gobernadores. Ustedes han cofinanciado eso. Empecemos por salud.
El informe que tengo, Gobernador Rodado, es que este año se
ejecute el ciento por ciento de los recursos del FOSYGA. Seguramente
el saldo que encontró este Gobierno va a crecer por sus rendimientos
financieros, pero no va a crecer por nuevas acumulaciones.
Si nosotros no estuviéramos gastando la totalidad del recaudo
del FOSYGA este año no podríamos mostrar el resultado.
Viceministro, ¿cuál es el crecimiento este año
de afiliación al Régimen Subsidiado de Salud? Porque
hay un crecimiento récord en el cual ustedes han participado.
Eduardo José Alvarado, viceministro de Salud: Al finalizar
el año debemos tener por lo menos 3 millones 400 mil colombianos
incorporados en este año como nuevos afiliados al régimen
subsidiado.
Presidente de la República: El año pasado corregimos
690 mil multiafiliaciones. Si a María Teresa y a mí nos
dan cuatro cupos, nosotros no necesitamos sino dos. Los otros dos
se los deben entregar a otros dos colombianos.
Teníamos 690 mil casos de multiafiliaciones y los corregimos
y eso nos permitió crecer el año pasado en beneficiarios
en millón cien, más los tres millones y medio en que
crecemos este año. Yo creo que ahí ha habido una inversión
social muy importante y con la ayuda del parlamento estamos avanzando
en la reforma del Régimen Subsidiado de Salud. Lo primero
que hicimos fue rebajar del 15 al 8 por ciento de hoy el costo de
administración de las administradoras de Régimen Subsidiado.
Tenían un costo del 15, se lo rebajamos al 8.
Hemos estado en una lucha que el país conoce para desterrar
la corrupción en el Régimen Subsidiado de Salud y creo
que con buenos resultados. Confío que la Ley que está en
trámite en el Congreso, que ojalá en la semana que
viene sea aprobada por la Comisión Séptima del Senado
para que pase a la Plenaria, va a ser una Ley que nos va a permitir
avanzar mucho más en transparencia y en cobertura.
El Plan de Desarrollo propuso que creciéramos el Régimen
Subsidiado de Salud en tres millones de ciudadanos. Vamos a ajustar
este año mínimo cuatro millones 600. Y con esa ley
el país puede dar un gran salto a partir del 2006, dentro
de la idea de llegar a la plena cobertura. Creo que esa Ley nos traza
un objetivo bello, que es llegar a la plena cobertura y además
administrar estos recursos con transparencia.
Uno de los pasos que vamos a dar, que es
importante en descentralización,
es la regionalización del manejo del Régimen Subsidiado
de Salud. Creo mucho, Gobernadores, en la descentralización
por servicios. Avanzar en ese sistema de manejo regional del Régimen
Subsidiado de Salud es un paso bien importante.
Entramos en otro tema: el tema de los hospitales.
Mire, este Gobierno ha hecho una reforma administrativa, déjenme apartarme de
la modestia, sin antecedentes. Hemos eliminado 38 entidades del Estado
y reformado 150 entidades del Estado. La pregunta es: ¿qué le
hubiera pasado a este país si no reformamos Telecom? ¿Ustedes
se imaginan en el déficit de hoy, el gerente de Telecom reclamándole
medio billón de pesos al Ministro de Hacienda (Alberto Carrasquilla)
para pagar las pensiones de Telecom?
Ahora, este Gobierno cambió el horizonte. Yo no soy partidario
del Estado burocrático, clientelista, derrochón, ni
de la ola privatizadora del neoliberalismo. Nosotros creemos en un
Estado Social, pero sus entidades tienen que ser sostenibles, transparentes
y competitivas. Hay que escoger en que se deben gastar la plática
las entidades del Estado: en derroche, corrupción, en politiquería
o en inversión social efectiva.
La nueva Telecom este año produce 800 mil millones de utilidad,
le gira al patrimonio en liquidación de la vieja alrededor
de 500 mil para pagarle a los pensionados. Qué bueno que esa
reforma les hubiera garantizado a los pensionados su pago, e invierte
en las regiones colombianas alrededor de 280 mil millones.
Decían: ‘Uribe va a privatizar a Telecom, va a privatizar
al Seguro Social, va a privatizar Bienestar Familiar, va a privatizar
al SENA’. En estos 28 meses de gobierno creo que hemos demostrado
con todas esas entidades que tienen que cumplir una tarea social
y tienen que convertirse en expresiones de un Estado sostenible.
Y otros me decían: ‘privatice a Telecom’. ¿Qué dije
yo? ‘No, mire, ese es un caso a partir del cual debemos sacar
conclusiones generales’. Que hay operadores privados en el
mercado, sí, pero es que esto no se lo podemos entregar todo
al mercado ni al capital privado. Cuando se presentan esas fallas
de mercado, ¿quién le responde al pueblo? ¿Y
quién va a las regiones remotas?
Está bien que participe el sector privado pero es necesario
que el Estado mantenga allí una presencia para poder garantizar
la cláusula de equidad social. ‘Que privatice Ecopetrol’,
no. Nos dan un poco de plata en el momento, ¿y después?
Vamos a volverla sostenible. Y por eso se hizo lo que no se había
hecho en la historia de Ecopetrol: un conflicto laboral durante dos
años que terminó exitosamente en la Corte Suprema de
Justicia aprobando el laudo de los árbitros que garantiza
sostenibilidad de Ecopetrol, y así sucesivamente.
¿Qué nos queda faltando en esta reforma administrativa?
Por ejemplo, un caso muy discutido recientemente: INRAVISIÓN.
Yo soy amigo de la televisión pública y democrática,
sin censura del Estado, una de las cosas que caracteriza este Gobierno
es que aquí hay una política de seguridad pero democrática.
Creo que ninguno de mis contradictores se puede quejar de que le
hayamos afectado garantías, creo que ningún medio de
comunicación se puede quejar de que en nombre de la seguridad
hayamos afectado garantías. Quiero dejarle a las nuevas generaciones
la posibilidad de ver un Gobierno que se propuso, con toda la voluntad
y con toda la fiereza, derrotar el terrorismo, transparentemente,
con las garantías públicas profundizadas, enriquecidas,
más que incólumes, profundizadas.
Y creo que en la televisión pública, no controlada
por el Estado, la televisión pública no controlada
por el Gobierno. Creo en el esquema de la Constitución del
91, me parece costosa la Comisión de Televisión, se
debería reemplazar por un ente más austero, lo he venido
proponiendo desde el principio de Gobierno, pero se necesita de un
ente autónomo para manejar la televisión, por supuesto.
Acabar a INRAVISIÓN no es acabar la televisión pública,
es acabar el cáncer que iba a acabar con la televisión
pública. Vamos a preservar la televisión pública
pero liquidamos a INRAVISIÓN. Ya ayer se tomó una decisión
para garantizarle el pago a los pensionados de INRAVISIÓN.
Miren qué bonito tema, salvar la televisión pública
pero cambiar el ente administrativo que se había constituido
en un cáncer.
La reforma del SENA ha permitido, como ustedes
lo han notado en sus regiones, pasar de un SENA que le daba capacitación a
un millón cien mil estudiantes hace dos años, a un
SENA que ahora capacita dos millones 600 mil estudiantes. Nos propusimos
que estuviera este año en todos los municipios de Colombia,
creo que lo vamos a lograr.
Con el Gobernador de Bolívar, aquí vi al doctor Libardo,
hemos asistido al Sur de Bolívar y ve uno la cara distinta
de los muchachos bachilleres cuando entran al programa de Jóvenes
Rurales, que ustedes ya lo tienen en todos sus departamentos, hoy
hay 80 mil jóvenes rurales en el SENA.
Hemos continuado el programa de Jóvenes en Acción
de la administración Pastrana, un programa muy bueno. ¿Qué hicimos?
Lo sacamos de la Presidencia para ganarnos esos costos en la Presidencia,
porque a la Presidencia la sometimos a un recorte entre el 26 y 30
por ciento de gastos, y se lo asignamos al SENA, le dijimos al SENA:
con la misma estructura administrativa, usted nos maneja este programa,
ahora hay una nueva convocatoria de otros 25 mil muchachos, vamos
para un SENA de cuatro millones de estudiantes en el 2006, con presencia
en todos los municipios de Colombia, gracias a la reforma de la entidad.
Entonces ahí ven para donde va esta reforma administrativa,
porque ustedes habían hecho la Ley 617, la Nación la
expidió pero no se la aplicó a sí mismo. Este
Gobierno ha sido consciente que tiene que hacer un gran esfuerzo
para reformar la administración nacional.
Colombia se había preocupado mucho por la austeridad en los
municipios y en los departamentos y la había olvidado en el
nivel nacional, en esa tarea estamos.
Pero nos faltan los hospitales y yo preguntaba: ‘¿y
los hospitales públicos?’, y me decían compañeros
en el Gobierno Nacional: ‘si son de los departamentos, si son
de los municipios’. ¿Ustedes creen que podemos darle
la espalda a la crisis hospitalaria? Nos hemos metido en ella. Mire,
esos son recursos descentralizados finalmente, de rescate de entidades
descentralizadas. Entre octubre de este año y marzo del año
entrante el Gobierno Nacional aplica en esta crisis 400 mil millones
al rescate de hospitales públicos. Veo que aquí en
muchos de los departamentos representados por sus gobernadores, estamos
en esa tarea.
Cartagena, el Hospital Universitario. Acabamos
de firmar el acuerdo con el Gobernador de Boyacá para reestructurar toda la red
hospitalaria de Boyacá, creo que una revolución en
ese departamento, ayer me informaron que ya se estaba pagando en
Chiquinquirá. Con el Gobernador de Caldas ya firmamos para
uno de los hospitales y para la red también. No sé Caquetá,
en Popayán hay un problema mayor, lo del Chocó apenas
se está examinando, por aquí por este lado veo un gran
compromiso con San Andrés, avanzando con el departamento de
Santander, donde tenemos un problema inmenso con el González
Valencia y con la red en general. Allá veo al Gobernador del
Huila, donde confío que también avancemos en esto.
En el Atlántico, ¿qué nos falta, Eduardo, en
el Atlántico?
Bueno, pero el compromiso del Gobierno es
trabajar con ustedes para salvar la red hospitalaria pública y creo que hechos son amores
y no buenas razones. Creo que ustedes han visto los hechos y que,
a pesar de que angustia y desespera mucho el reclamo en todas partes,
ahí vamos llegando con los hechos para salvarlos.
Creo que se ha venido en un gran trabajo
a ver este país
cómo elimina pobreza. Miren, veamos el empleo. ¿Para
dónde iba el desempleo? Nadie sabe. Juan Luis Londoño,
que en paz descanse, me dijo a mí en las primeras semanas
de Gobierno: ‘Presidente, espere el desempleo en el 25 por
ciento’. Había pasado los últimos diez años
del siete y medio a casi el 20 por ciento, el desempleo de los jefes
de hogar había pasado entre 1994 y el 2000 del cuatro al diez
por ciento. Tenemos un desempleo ahora alrededor del 12.4, 12.8,
muy alto, y hemos empezado a ver un país que crea nuevamente
empleo con seguridad social.
Nosotros medimos permanentemente qué ha pasado en las cajas
de compensación familiar, han aumentado la afiliación
en un 16 por ciento, en el régimen contributivo de salud hoy
hay un millón 300 mil colombianos más de los qua había
hace dos años, y en lo que es riesgos profesionales y pensiones,
en el uno hay 600 mil colombianos más y en el otro hay millón
200 mil colombianos más.
Creo que con seguridad y con confianza inversionista
el país
va a seguir creando empleo de buena calidad y a mayor ritmo para
poder derrotar la pobreza. Pero con ustedes estamos cofinanciando
una acción muy importante para derrotar la pobreza, empiecen
por el Régimen Subsidiado de Salud, sigan con el rescate de
los hospitales, miren el tema de educación.
Miremos el tema Bienestar Familiar. Este
Gobierno se había
propuesto crear 500 mil cupos en el cuatrienio, de desayunos para
niñitos de menos de cinco años. A la fecha hemos creado
503 mil, vamos a procurar llegar a un millón, ustedes lo sienten
en todos los departamentos, con muchos de ustedes hemos hecho la
bolsa única de Bienestar Familiar que nos ha dado un gran
multiplicador.
Cuando el Gobierno empezó Colombia financiaba 60 mil ancianos,
de pronto les pagaba, de pronto no, hoy tenemos 170 mil, nos falta
pagarle a los ancianos en unos pocos municipios por problemas bancarios,
creo que no suben a una docena los municipios donde no se les ha
pagado, y vamos a dar un nuevo paso: el de entregarle alimentación
a 400 mil ancianos al día, una comida al día. En poco
tiempo el país tendrá, además de los 170 mil
que hoy tiene recibiendo un subsidio monetario, tendrá 400
mil ancianos, de acuerdo con el Plan de Desarrollo, recibiendo una
comida al día.
En casi todos los departamentos tenemos el
programa Familias en Acción. Son 340 mil familias, están recibiendo 37 mil
millones cada dos meses. Ahora, en un país que llegó a
esos niveles de pobreza, estas cifras son inmensas para el fisco,
muy poquitas para la población, pero son dineros que están
llegando a las regiones.
Creo que en medio de las limitaciones hay
un gran esfuerzo que se va a ver en infraestructura. Aquí está el Embajador
de México. Quizá uno de los problemas políticos
que tiene México derivado el Nafta es el crecimiento desbalanceado
de las regiones. Por eso creo que Colombia tiene que hacer un gran
esfuerzo para que no se le vaya a presentar eso con el TLC, ni con
los otros procesos de integración. Es que nosotros ya nos
integramos con MERCOSUR en estos 28 meses.
Entonces por eso el Gobierno tiene que mirar
la infraestructura con un criterio de crecimiento equilibrado y
la economía y
la agenda interna con un criterio de apoyar la productividad para
competir afuera y de apoyar el desarrollo homogéneo para las
regiones.
Por eso el Plan 2500 de carreteras. En un
país con 1.100
municipios, uno no puede pensar solamente en las troncales. El desplazamiento
no solamente lo genera la violencia, lo genera también la
falta de vías de comunicación, la falta de servicios
públicos, de oportunidades económicas. En medio de
inmensas dificultades ahí se está abriendo la licitación.
Creo que dimos un paso bien importante en
descentralización
con la Ley Portuaria, la lideró la bancada del departamento
del Atlántico, en ese momento estaba de Presidente de la Cámara
el Doctor Alonso Acosta y de Vicepresidente del Senado el Doctor
Efraín Cepeda, y la bancada del departamento del Atlántico
hizo voz al unísono para sacar adelante esa Ley. Eso nos permite
ya abrir esa licitación, la primera para empezar a mejorar
las condiciones del puerto de Barranquilla y habernos comprometido
con Buenaventura para abrir al final del año que viene la
licitación para empezar el dragado allí, no obstante
que se está haciendo una obra tan importante en Buenaventura
como es la vía alterna interna, que entre la edición
presupuestal y el presupuesto del año entrante tiene otros
17 mil millones.
Ya empezamos el Transmilenio en Cali con
un 70 por ciento de aporte de la Nación, se empezó en Pereira con un 70 por ciento
de aporte de la Nación, está que se empieza en Barranquilla,
en Cartagena, con un 70 por ciento de aporte de la Nación,
venía más retrazado en Bucaramanga, ya se están
poniendo al día, y en Medellín y el Valle de Aburrá hay
unas líneas de Transmilenio financiadas en un 70 por ciento
por la Nación para complementar el Metro. Se está haciendo
un enorme esfuerzo.
Mañana tendremos una teletón en Cartagena, una Colombiatón,
por el problema de vivienda. En la ciudad de Cartagena se está haciendo
una gran infraestructura para los Centroamericanos el 2006, también
el sistema de transporte masivo, ya se empezó la obra de la
Circunvalar de la Cienaga de la Virgen, y el Gobierno, en medio de
las dificultades fiscales enormes, va para adelante con la Ampliación
de la refinería de Cartagena.
Donde miremos el país, creo que se puede decir que hay una
vocación de ir adelantando una agenda interna, equilibrada,
en todas las regiones. Aspiramos en fines de enero, principios de
febrero, tener un Consejo Comunitario con el sector de infraestructura
y ver un horizonte de infraestructura a 20 años, la infraestructura
de la competitividad.
Se habla mucho del tema de concesiones. Estoy
de acuerdo con él,
pero lo primero que nos tocaba a nosotros era resolver los pleitos
de concesiones. Un país que encuentra todas las concesiones
en pleito, es un país que no tiene confianza inversionista
para que el capital privado se involucre en concesiones. Vea el Gobernador
de Antioquia, allá había tres concesiones en las cuales
participaba la Nación en pleito, se han superado en un 90
por ciento, todavía falta un porcentaje muy importante. Veo
los Gobernadores del Eje Cafetero, en pleito la concesión
de la doble calzada cafetera, ya lo superamos con un gran esfuerzo
de la Nación. En el Llano un reclamo permanente por la concesión
para la vía nueva al llano, ahí estamos bregando a
superar ese pleito.
Y no les voy a seguir hablando de los pleitos
de las concesiones viales, estaban casi todas en pleito. Con unas
concesiones en pleito,
una economía estancada, un tráfico que en lugar de
crecer había decrecido, es imposible avanzar en concesiones.
Hemos adjudicado una nuevas, no les voy a hablar sino la de Bogotá,
Girardot, que va a ir hasta Ibagué, pero lo primero que hay
que hacer es restablecer las condiciones para poder avanzar en concesiones.
¿Quién confía en un país donde todos
los contratos de asociados en Telecom estaban en pleito? ¿Qué hemos
hecho nosotros? Procurar superar esos pleitos con tres elementos:
primero, equidad en las prestaciones equitativas. Segundo, seguimiento
absoluto al ordenamiento jurídico, y tercero, informarle a
la opinión pública en aras de la transparencia, el
contenido de esos acuerdos antes de firmarlos.
Creo que ahí vamos despejando caminos para finalmente superar
ese pleito, todo en pleito, el tren metropolitano de Medellín
en pleito, confiamos que también se pueda finalmente superar
eso con un acuerdo entre la Gobernación, la Alcaldía,
el aval del Gobierno Nacional con los inversionistas internacionales
que lo financiaron, etcétera.
Confío, Gobernador Carlos Rodado, que en la medida que se
recupere la confianza y veamos las expresiones del vigor de la economía,
se nos facilitan nuevas concesiones, como la que usted me hablaba
esta mañana, que se está preparando, que es una concesión
de gran importancia que debe incluir ese anillo de gran importancia
que es Barranquilla, Calamar, Carreto, Cartagena, La Cordialidad,
Barranquilla.
Con el Gobernador del Magdalena hemos estado
viendo oras concesiones en su departamento. Una de ellas para hacer
la doble calzada del
Aeropuerto a Santa Marta, etcétera, y la vía alterna.
Lo de los ferrocarriles se ha venido recuperando.
En el Valle del cauca este Gobierno ha invertido 130 millones de
dólares para
la recuperación de ferrocarriles, ya viene el tren de Buenaventura
a Cartago, y ya inauguramos el trayecto, en compañía
de la Gobernadora, del Quindío a La Tebaida. En el ferrocarril
del Atlántico tenemos problemas, estamos procurando sortear
con los concesionarios.
En todas partes estamos avanzando con alguna
presencia. Creo que eso va a ser más importante en la medida
que se consolide la seguridad y en la medida que se consolide la
confianza inversionista.
Con todos ustedes hemos hecho un gran esfuerzo
en microcrédito,
allí ha habido una revolución silenciosa. Hace dos
años en este país había una cartera para los
microempresarios, honorables congresistas, de 707 mil millones, hoy
vale un billón 700 mil millones.
Este Gobierno con ayuda de Gobernadores y
Alcaldes que han contribuido al Fondo de Garantías, ha posibilitado que se le entregue
microcrédito a un millón y medio de compatriotas, y
desembolsos alrededor de los dos billones 600.
Falta mucho en descentralización, falta mucho en todo. El
país se dejo llevar a unos niveles de pobreza y de estancamiento
bárbaros, pero creo que trabajando todos de buena fe y con
patriotismo, encontramos todo el buen camino.
No nos podemos olvidar que la economía colombiana entre los
años 60 y 1980 creció al cuatro y medio, pero entre
el 80 y 2002 creció al dos, y lo que hizo el país fue
expulsar colombianos a la informalidad, a los cinturones de tugurios
y desplazar colombianos, desplazamos cuatro millones al extranjero
y desplazamos internamente a dos millones, es que es un desplazamiento
de seis millones de colombianos.
Aquí se había perdido la confianza en la inversión.
El año pasado creció un 16, este año debe crecer
alrededor del 20. Creo que salimos adelante, tengo plena fe, tenemos
un traspié ahora en reforma tributaria, vamos a buscar alternativas
y a ver cómo incorporamos lo de las Gobernaciones.
Ustedes deben estar satisfechos, Gobernadores,
porque si uno mira la situación de los departamentos hace seis años a
la de hoy, en muy buena parte por la Ley 617 que ustedes aplicaron,
es una situación totalmente distinta. En ese momento cuando
se expidió la Ley 617, hace cuatro o cinco años, los
departamentos parecían inviables, hoy han recuperado su viabilidad.
Entonces está muy bien pensar en todas las reformas, pero
creo que el tema hay que mirarlo con optimismo, porque no estamos
en el cielo pero nos salimos del camino que nos conducía hacia
el infierno. Entonces deberíamos estar más tranquilos.
Una expresión de tranquilidad, Gobernadores, porque si ustedes
y yo hiciéramos un cambio y ustedes me entregaran el manejo
de las finanzas departamentales y les entregara el manejo de las
finanzas nacionales, este pelo no se me pondría blanco tan
rápidamente como se ha venido poniendo.
Les ofrezco la palabra. Muchas gracias.
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