LANZAMIENTO
DE LA NUEVA EDICIÓN DE EL QUIJOTE
Diciembre
10 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Hace dos semanas el presidente Belisario
Betancur me visitó para
invitarme a este acto tan importante, le dije que acudiría
con todo el entusiasmo, pero que por razón de celebrarse ese
mismo día, hoy en Barranquilla, la Cumbre de Gobernadores
de fin de año, me era imposible llegar a las seis de la tarde.
Las tarjetas estaban timbradas, habían señalado esa
hora. Él me prometió que avisaría que era imposible
llegar antes de las siete.
Quiero ofrecerles mis excusas a ustedes,
pero decirles muy egoístamente,
que siquiera me hice esperar un poquito para haber podido deleitarme
como ustedes escuchando la pieza magistral que acabamos de escucharle
al Presidente Betancur.
Una curiosa reunión de circunstancias hizo que hijos de Antioquia
a quienes el pueblo colombiano ha encomendado regir sus destinos,
tuvieran estrecha y directa relación con la obra de don Miguel
de Cervantes.
Carlos E. Restrepo, presidente de Colombia,
fue quien indujo o más
bien, retó a don Tomás Carrasquilla con una apuesta,
para que escribiera la primera novela urbana de Medellín,
publicada en los albores del siglo XX con prólogo de Pedro
Nel Ospina, también presidente de Colombia.
A Carlos E., Pedro Nel y Marco Fidel Suárez, les unió su
membresía en la gran fraternidad mundial de admiradores de
Cervantes, estudiosos de su obra y discípulos de sus enseñanzas.
Cuando el presidente Betancur trajo personalmente
la invitación
para asistir a este acto de presentación de la nueva edición
del Quijote, con motivo de la conmemoración de los 400 años
de publicación de la obra, volvió a mi mente esta asociación
de ilustres coterráneos y compatriotas con Cervantes, que
ahora reedita el Presidente Betancur. Prepara el presidente Betancur
un estudio con el glosario de los dichos, palabras y frases que inundan
el lenguaje de nuestros paisanos.
Como mandatario de los colombianos, participaré con todo
entusiasmo en esta conmemoración, participaré con el
entusiasmo de un prosélito, porque suscribo la apología
que pronunció Marco Fidel, con ocasión de los actos
conmemorativos de los trescientos años del Manco de Lepanto: “los
letrados la estudian, los eruditos la escudriñan y comentan,
las lenguas la adoptan, el teatro le abre sus puertas, las bellas
artes la ilustran, los filósofos rastrean su significado,
todos saborean sus donaires, y todos admiran sus pinturas y enseñanzas”.
Creo, como dijo Suárez, que sus figuras, así como
sus principales dichos y sucesos, se han apoderado de la imaginación
del hombre civilizado y que hasta los niños aplican la imagen
del caballero de la triste figura y del gobernador de la Barataria
a la vida real y cotidiana, y que todos sabemos de Rocinante, de
la sin par Dulcinea, de los molinos de viento, de la cueva de Montesinos,
del manteamiento de Panza, de las bodas de Camacho y del viaje de
Clavileño.
En el Quijote hemos aprendido el castellano,
como dice la presentación
de la edición que hoy nos entrega la Asociación de
Academias de la Lengua. Pero, además del idioma, el libro
también enseña la verdad, a la que Cervantes consideró hija
de la historia “émula del tiempo, depósito de
las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente,
advertencia de lo porvenir”.
Hay que leer y releer el Quijote a diario, como aconsejó García
Márquez. Entre sus renglones siempre habrá un descubrimiento
nuevo. Por ejemplo, a cada rato pienso en que nos viene como anillo
al dedo aquella reflexión del Hidalgo luego de que se enfrentó -con
graves pérdidas, principalmente de muelas y costillas-, a
un ejército de ovejas y carneros. Díjole así a
Sancho, y por su intermedio a la humanidad:
“
Sábete que no es un hombre más que otro, si no hace
más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales
de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las
cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables,
y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien
está ya cerca”.
Presidente Betancur:
Para orgullo de Colombia, usted dirigió la masiva conmemoración
de un discípulo de la celebración de hoy, el centenario
de Neruda, con realización de eventos que recorrieron las
ciudades y merecieron la atención de millones de ciudadanos,
a quienes llegó el verso inspirado del poeta. Sólo
la patria del bardo nos superó en solemnidad, aunque nosotros
la igualamos en sentimiento de amor por la obra magnífica
y en participación masiva de los colombianos.
El 2005, presidente Betancur, va a demandar
otros esfuerzos, que contarán con nuestro entusiasmo: conmemorar los 400 años
de la publicación del Quijote y preparar la efeméride
150 del nacimiento de Marco Fidel Suárez.
Colombia sabe que contará con sus luces como Presidente de
las Comisiones Conmemorativas. Apenas acaba de terminar usted la
tarea de presidirnos la comisión conmemorativa del primer
centenario de Neruda y ahora le corresponde empezar esta nueva. Reúna
usted a quienes tengan para aportar al lucimiento de la Patria, y
cuente con que el Gobierno, la Ministra (de Cultura, María
Consuelo Araujo), la Viceministra, todo el Gobierno, la señora,
nuestra muy distinguida embajadora en España, estarán
todos en la primera línea de los frentes de trabajo.
Queremos acelerar y profundizar mucho nuestro
trabajo para construir un país de lectores. Nos propusimos entregar bibliotecas en
su módulo inicial en los 338 municipios que no la tenían.
Con la dirección del Ministerio de Cultura, el apoyo del banco
de la república, en el año 2003 pudimos entregar 198,
este año estamos entregando 150 y previstas 150 para el año
entrante. Empezamos ya el proceso de formación y fomento de
lectura para las 198 bibliotecas que se dotaron en el 2003.
La colección consta de 2.300 títulos, seleccionados
cuidadosamente para atender los intereses y necesidades de los diferentes
grupos de ciudadanos. Se han recibido donaciones importantes de la
empresa privada, de la Cámara Colombiana del Libro, del Círculo
de Lectores, Seguros Bolívar, Benjamín Villegas.
Se profundizará en la campaña de promoción
de lectura ”Leer Libera”, “Colombia país
de lectores” para mejorar el índice de lectura, actualmente
en un promedio muy bajo, inferior a dos libros por año.
Se han invertido hasta la fecha 24 mil millones
y estimamos poder invertir lo mismo con la máxima eficiencia en el año
2005. El gobierno de Japón ha cooperado con la construcción
de infraestructura para bibliotecas en 20 municipios. ¡Qué bueno!
que cuando las pruebas educativas nos han demostrado problemas muy
graves en la escritura, problemas muy graves en la comprensión
de lectura, todos aumentemos los esfuerzos con motivo de los 400
años de El Quijote para poder mejorar estas expresiones de
nuestro pueblo, fundamentales en el mundo contemporáneo.
Vamos a conmemorar con entusiasmo la publicación del Quijote,
para renovar nuestro amor por la obra magna del idioma, para exaltar
el gusto por su estudio, para inducir al buen hablar y al buen pensar,
y para que los niños y jóvenes introduzcan en su formación
el más bello y útil de los hábitos: el de la
lectura.
Presidente Betancur, emprende esta tarea
y todos lo vamos a acompañar.
Muchas gracias!
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