INICIO
DE OBRAS EN LA PLANTA DE ALCOHOLES
DE LA HOYA DEL RÍO SUÁREZ
Diciembre
22 de 2004 (Güepsa – Santander)
Compatriotas:
Cómo me gusta asistir este 22 de diciembre, en la víspera
alegre de la Navidad de la Patria, a un acto que se constituye en
un paso hacia delante, para sacar adelante una industria del futuro,
llamada a reivindicar el empleo y a contribuir al ingreso de los
colombianos: el alcohol carburante.
Quiero felicitar a todos quienes han intervenido
en esta tarea. A ustedes, señores gobernadores, por su empeño,
por su pujanza.
Ayer estaba en La Guajira en un acto bien
bello del Estado Comunitario, entregando la escritura de las Salinas
de Manaure, empresa que este
Gobierno ha saneado, a las comunidades indígenas. Y recibí una
llamada al celular. Era el Gobernador de Santander, para comprometerme
nuevamente a asistir a este acto. Hablamos que es un esfuerzo muy
grande, este esfuerzo que ha tenido el liderazgo entusiasta de Ricardo
Roa y que todos tenemos que ayudar a que salga adelante.
Tenía una agenda bastante complicada, llamé a Alicia
Arango a la Presidencia de la República y le dije: cómo
sea hay que estar mañana en Güepsa, hay que animar a
los compatriotas y hay que estimular ese ánimo de mis compatriotas
santandereanos, de su Gobernador, de mis compatriotas boyacenses
y de su Gobernador.
Lo felicito, Alcalde de Güepsa, a usted, a toda su comunidad.
Los felicito, queridos paneleros, aquí hay una posibilidad.
Esta industria la miro con mucho cariño y con mucha preocupación.
Cuando crecía yo tenía que salir los viernes del colegio
a ayudarle a mi padre en unos trapiches en Antioquia. Y he conocido
todas las angustias de este sector, afectado seriamente por el consumo,
por la pobre producción de azúcares en el mundo, y
aquí en el alcohol encuentra una gran posibilidad.
Quiero dar dos agradecimientos muy especiales:
al Congreso de la República y a los ministros de Minas (Luis Ernesto Mejía)
y de Agricultura (Carlos Gustavo Cano).
El Ministro de Agricultura no nos acompaña, porque a esta
hora esta reunido en Conpes, donde yo deberé llegar más
tarde, examinando cómo vamos a contemplar a los sectores exportadores
más afectados por esta revaluación.
El Congreso de la República ha cumplido varias tareas en
este proceso. La primera en este Gobierno, nos aprobó los
estímulos tributarios. Y la segunda, un control político
permanente para que el Gobierno apoye estos proyectos.
¿Cómo son los estímulos tributarios? Es muy
bueno explicarlos al país. Este Gobierno ha eliminado exenciones
tributarias que no contribuían al empleo, que simplemente
estaban contenidas en la legislación por razones de capricho
o por presiones indebidas. Pero ha incorporado estímulos tributarios
que tienen relación con el empleo.
Por ejemplo, esta empresa, Alcoholes del
Suárez, una vez
entre en operación pagará impuesto de renta, pero el
alcohol que produzca no pagará IVA ni impuesto global al combustible.
Esa fue la decisión que tomó el Congreso en diciembre
de 2002, para posibilitar esta industria. Es lo que la hace factible.
Entonces no es una exención del impuesto de renta para el
dueño, es una exención del IVA y del impuesto global
al combustible, al producto, para poder producir, para generar empleo,
para que sea competitivo con la gasolina.
El Ministro ha estado permanentemente en
la tarea. Se dio un repaso, que fue el reglamento de esta producción, que no tuvo objeciones
de la Organización Mundial de Comercio. Las reglas sobre el
precio, que a diferencia de la panela dan certeza a toda la cadena,
dan certeza a los distribuidores de combustible, a la planta de destilación
de alcohol y a los proveedores de caña. Eso ha sido un gran
paso.
Yo diría, Ricardo, que hay otros motivos
para estimular a los inversionistas. Usted se ha referido a unos
muy buenos.
Estos suelos son unos suelos buenos. Basta
mirar esa tierra que esta allí, volteada por el arado. Unos suelos sumamente buenos,
a la vista, con unas condiciones excelentes de cambio de temperatura
para los azúcares. Esto tiene una temperatura caliente a las
12 del día y una diferencia muy grande con el enfriamiento
que se produce entre las 12 de la noche y el amanecer. Eso ayuda
muchísimo en el proceso del azúcar.
Esto está sumamente bien localizado. Esta planta de alcohol
aquí es para alimentar a Bucaramanga, para alimentar a Tunja,
para alimentar a Boyacá. Esto está situado en el corazón
del país. Y tiene una cosa fundamental: aquí hay una
condición humana de trabajo y de patriotismo probada desde
la revolución comunera. No creo que necesite más período
de prueba. Ustedes saben, ustedes han pasado un largo período
de prueba y siempre lo han aprobado con excelente. Están dadas
todas las condiciones.
Además de esa exención tributaria a la que ya me referí,
hay otros distintos. Por ejemplo, el IVA para adquirir estos bienes
de capital, el Gobierno se los devuelve. Ahí hay otro aporte
del Gobierno.
Hace un año el Congreso de la República me aprobó una
cosa muy importante. El contribuyente que invierta en un proyecto
productivo, tiene una deducción del 30 por ciento del valor
de esa inversión.
Entonces pensemos en un industrial del pollo,
simplemente para el ejemplo, de Bucaramanga o de la Mesa de los
Santos, que quiere invertir
aquí. Supongamos que él, como contribuyente, en su
empresa, tiene una utilidad de 100 pesos. Pero hace aquí una
inversión de 60. Entonces le vamos a deducir de los 100 pesos
que se ganó allá, el 30 por ciento de los 60 que invirtió aquí,
deducir los 18.
Entonces viene el aliciente de que la platica
que se traiga de las utilidades de allá, para invertirla aquí, cuenta con
un estímulo tributario. Al pagar los impuestos por lo que
produjo allá, ya no los va a pagar sobre 100, que fue la utilidad
inicial, sino sobre 100 menos 18. Los va a pagar sobre 82. Eso tiene
unos estímulos muy, muy importantes.
He tenido mucha fe en que esto sea un paso
para salvar a los colombianos que trabajan en la industria de la
panela. La industria de la panela
ha vivido muchos años de dificultad. Cuando este Gobierno
empezó, se había aprobado un ingenio entre el departamento
del Valle y el departamento del Cauca. Nosotros revocamos la licencia
de aprobación, por el temor de que un ingenio de ese tamaño
y produciendo panela, deprimiera más esta producción
artesanal y campesina.
Hemos tratado de combatir los derretideros.
Es una campaña
en todo el país para combatir los derretideros. Pero no ha
sido posible. Ahora me decían los productores de acá de
la Hoya del Río Suárez, al saludarlos, que estuvieron
tres semanitas con un asomo de mejoramiento de precio y que se volvió a
deprimir.
Vengo a entusiasmarlos con este proyecto,
a ofrecerles todo el apoyo del Gobierno, con realismo, con optimismo,
con entrega, con devoción,
con compromiso, pero con realismo. Pero a decirles también
que tenemos que ser cuidadosos. Creo que no podemos sembrar una hectárea
de caña más.
Estos proyectos son para salvar esta industria
cañicultora
de panela, pero creo que con la saturación que tenemos sería
imprudente pensar en sembrar una hectárea de caña más.
El año entrante entran en operación en el país,
entre septiembre y diciembre, las primeras cinco destilerías
de alcohol carburante: tres en el Valle del Cauca, una en el Cauca
y otra en Risaralda. Esto nos tiene ayudar para empezar a descongestionar
el mercado de azúcar.
Cuando entre ésta y otros proyectos que hay en la Hoya del
Río Suárez, eso nos tiene que ayudar a descongestionar
ese mercado y el de panela. Creo que con este proyecto y los otros
dos, que están en ciernes en la Hoya del Río Suárez,
es posible convertir todo esta cañicultura de panela a alcohol
en esta área. Garantizarle al país ese suministro de
un combustible verde, de un combustible ecológico, y garantizarles
a los productores un ingreso equitativo y garantizar trabajo para
nuestras comunidades campesinas.
Tengo confianza en eso, en que se pueda ir
descongestionando el mercado de la panela y el mercado del azúcar.
Nadie discute la viabilidad, la factibilidad
de los proyectos de alcohol carburante en la zona plana del Cauca,
en el Valle del Cauca
y en el ingenio de Risaralda. Pero necesitamos ejemplos que le demuestren
al país que zonas con esta topografía de pequeño
punto de caña, también son viables. El éxito
de este proyecto lo necesitamos, no sólo para la Hoya del
Río Suárez sino para que le dé ejemplo a otras
regiones de Colombia, a la ladera cundinamarquesa, a Vegachí en
Antioquia, para no citar sino esos dos sitios.
Tenemos mucha esperanza en la producción de alcohol carburante
a partir de otros cultivos. Me gustaría brindarle todo el
apoyo al Gobernador de Boyacá, para que se produzca a partir
de remolacha. Y no hay que temerle.
El Ministro de Minas lo tiene muy claro y
se lo ha repetido al país:
el día que se cope el primer porcentaje para revolverle a
la gasolina un 10 por ciento de alcohol carburante, lo subimos. Y
si hay más alcohol lo podemos subir, sin transformar los vehículos,
hasta en un 25 por ciento de mezcla.
O sea que como hay que decirle al país que no sembremos una
hectárea más de caña, hay que decirle al país
que hay que animarse a producir alcohol carburante, porque allí hay
un espacio muy grande en el mercado nacional. Y lo va a haber en
el internacional.
A cada momento se desvirtúan equívocos. Existía
el equívoco de que este producto no era internacionalmente
transable por el transporte. El Brasil se prepara para ser un gran
exportador mundial de alcohol carburante. Ese problema del transporte
está resuelto.
Vamos a producirlo, pues, de caña, de remolacha. Vamos a
apoyarlo, Gobernador, en esto, a ver cómo sale adelante. Los
créditos de FINAGRO, del Fondo de Garantías agropecuarias,
están listos para estos proyectos, para el de Boyacá.
En el Llano está empezando ya un proyecto experimental con
base en yuca, para producir también alcohol carburante.
Y el informe que tuve ayer en el Cesar, es
que allí don Arturo
Sarmiento va a producir a partir de caña y a partir de yuca.
Eso es de una gran importancia.
Pero también quiero darle al país otro motivo de satisfacción:
la semana pasada el Honorable Congreso de la República nos
aprobó un proyecto del biodiesel. Esa es otra revolución
para Colombia. Este país podría tener más de
3 millones de hectáreas de palma africana. Termina este año
con 232 mil. Cuando empezó el Gobierno, había 170 mil.
Ahí hay la posibilidad de una gran revolución. Hay
que producir biodiesel a partir de aceite de palma. El Brasil está haciendo
un gran esfuerzo para masificar el cultivo de higuerilla. La higuerilla
en nuestro medio ha sido rastrojo. La hemos mirado como un rastrojo
noble, como una matica simpática. Y esa es una fuente de este
tipo de aceites de gran importancia.
Yo cierro los ojos y pienso en un país que le pueda mezclar
a la gasolina un 25 por ciento de alcohol carburante, un país
que pueda sustituir buena parte del diesel fósil, por biodiesel,
y veo ahí la reivindicación del campo colombiano, veo
ahí la solución del problema del empleo.
El Ministro de Minas, en los próximos días, ya aprobada
la ley por el Congreso, como quedó aprobada, la reglamentará.
Y dirá en qué momento es necesario ya empezar a mezclarle
al diesel un porcentaje. Eso va a ayudar muchísimo. Tengo
mucha fe en que eso nos ayude a salir adelante.
Ricardo, lo único que me preocupa aquí es la demora.
Porque el 2006 está muy cerquita para unas cosas y muy lejos
para otras. Se nos arruinan los paneleros de aquí allá. ¿Qué hicieran
ustedes para tener esto más rápido, la primera etapa,
para por tarde empezar a funcionar en el primer trimestre del 2006?
Ahora, hay que ser concientes que estos señores tienen que
financiar 34 millones de dólares en la primera etapa. Tenemos
que estar preparados para ver obstáculos, dificultades. Estos
proyectos no son un camino de rosas. Muchas veces se atraviesan espinas,
pero si todos estamos empujando, ahí vamos encontrando soluciones.
Quiero invitar también a lo siguiente: me parece que el proyecto
arranca con dos seguridades, que empezamos a advertir cuando hicimos
el Consejo Comunitario de Vélez. Tiene que tener la seguridad
de la producción de caña y la seguridad de la distribución
del alcohol. Hoy se han firmado los contratos que ofrecen esas dos
seguridades.
Pero quería invitarlos a otra cosa: que en los estatutos
consagren la posibilidad de que los proveedores de caña dejen
un poquito del precio en acciones de la destilería. Y así van
siendo todos socios y van ayudando a la capitalización de
la empresa.
Déjenme hablar de un ejemplo regional: así se hizo
COLANTA en Antioquia, que hoy procesa dos millones y medio litros
de leche al día. Había un Gobernador como usted, Diego
Calle, quien promovió eso en esa época. Nombraron a
Jenaro Pérez, que ahí sigue, lleva 30 años allá exitosos.
Y a cada productor de leche, del paguito semanal le iba reteniendo
un poquito y se lo entregaban en cuotas de afiliación a la
cooperativa. Que aquí se los vayan entregando en bonos o en
acciones de la empresa. Creo que eso sería muy útil.
Bueno, esto necesita una combinación bien importante. La
combinación de la Iglesia, el Obispo le dio la bendición.
La combinación de las gentes emprendedoras, todos ustedes,
y un Gobierno promotor. De la fuerza pública, generales Saavedra
y Herrera.
El país necesita llevar de la mano tres cositas: la derrota
del terrorismo, con toda la voluntad, con toda la dedicación;
la derrota de la corrupción y la reivindicación del
empleo y la reivindicación de los pobres. Y eso lo tenemos
que lograr.
Vamos a asistir enseguida en San Gil a la
inauguración de
jóvenes rurales. En el consejo de Vélez nos comprometimos
que este año que este año el SENA terminaría
haciendo presencia en todos los municipios de la Patria y se ha cumplido.
Tenemos en este momento 80 mil jóvenes rurales en la Patria.
Hoy vamos a graduar a la primera promoción allí en
San Gil.
Hemos crecido este año, con la ayuda del Congreso, de las
gobernaciones y de las alcaldías, en tres millones y medio
el cupo de colombianos en el régimen subsidiado de salud.
¿Está llegando a Güepsa la platica para los ancianos?
Estamos en este momento subsidiándoles a todos los municipios
de Colombia un poquito de ancianos. Son 170 mil.
Pero no nos vamos a quedar ahí. Ya estamos empezando un programa
para que dentro de unos pocos meses se les esté dando en toda
la Patria, además del subsidio en platica a esos 170 mil,
se les esté dando una comida diaria a otros 400 mil ancianos
de la Patria.
Me confirmaba el Gobernador de Boyacá que está listo
el acuerdo con el Gobierno Nacional para salvar la red hospitalaria
de Boyacá. ¿Cuánto le aporta el Gobierno Nacional
a eso? Le aporta 80 mil millones el Gobierno Nacional. Está en
déficit, en una situación difícil, muchas gracias
por el esmero permanente de los distinguidos congresistas de Boyacá.
Eso va a salvar la red hospitalaria de Boyacá. Y le vamos
a aportar lo mismo o un poco más a Santander. Ahora en San
Gil el Gobernador lo va a anunciar. Por supuesto hay que hacer esfuerzos.
Yo le decía la semana pasada a mis amigos de Santander: este
Gobierno quiere salvar la red hospitalaria pública, pero hay
que esfuercitos. Porque si les mandamos una plata y no reestructuran
costos, si no se cambian esas instituciones, perdemos esa platica
y reaparece la enfermedad.
Entonces la decisión de Santander es una decisión
drástica, pero será muy conveniente. Será muy
conveniente porque salvará Santander el Hospital González
Valencia, tendrá un hospital ya no en saldo rojo sino un hospital
austero, estatal, popular, universitario.
Y a eso le vamos a aportar. Ayer le dije
al Contralor General de la Nación: nos estamos gastando una plata muy grande, que
no teníamos por el déficit de la Nación, en
la salvación de los hospitales. Pero cuánto mejor el
tejido social de la Nación, si estos hospitales dejan de estar
en crisis.
Eso sí, lo que requerimos es hospitales estatales sostenibles,
transparentes. Porque lo estatal no puede ser sinónimo de
derroche. Lo estatal tiene que ser sinónimo de transparencia,
tiene que ser sinónimo de austeridad, para que le sirva a
la comunidad. Pero ahora en San Gil hablaremos de eso.
Quiero agradecerle al Congreso de la República la legislatura
que ha terminado. Vamos a empezar rápidamente con el proyecto
de ley para el marco legal para las desmovilizaciones.
La Patria termina este año con alrededor de 10 mil desmovilizados.
Son alrededor de 4 mil de las Farc, 4 mil de las Autodefensas y 2
mil del ELN. Eso nunca se había visto.
Cuando se desmovilizó el M – 19, se desmovilizaron
180 guerrilleros y unos 700 adherentes. Esta desmovilización
de 10 mil supera todos los antecedentes históricos. Es un
caminito. Los violentos escogen: o se desmovilizan y los tratamos
con toda generosidad o ahí verán. Para qué les
voy a decir el resto.
Ustedes aquí llevan 200 años de período de
prueba y yo en la Presidencia no llevo sino 28 meses, pero ya nos
conocemos. Si se desmovilizan, ¡magnífico!, con toda
generosidad. O ahí verán. Porque el designio de la
patria es uno: nosotros necesitamos una Colombia sin guerrilla, una
Colombia sin paramilitares y una Colombia sin narcotráfico.
Cuando estrecho la mano de mis compatriotas
del Río Suárez,
aquí hay unas manos encallecidas de trabajo y con muchas dificultades.
Producir panela para venderla a esos precios implica un trabajo muy
esforzado. No es justo que eso esté amenazado por narcotráfico
o amenazado por guerrilla o amenazado por paramilitares.
Quiero desearles a todos una Feliz Navidad,
con todo afecto. A ustedes, a sus familias. Que el año 2005 sea un año
en el cual Colombia, nuestra Patria, avance en seguridad, avance
en empleo,
avance en justicia social.
A mi generación no le ha tocado un día sin violencia.
Nosotros tenemos que hacer todo el esfuerzo para que los jóvenes
y los niñitos de Colombia y los que habrán de venir,
puedan vivir felices en esta Patria.
Emparrándense el 31, pero empaten trabajando tempranito el
primero de enero, porque esta Patria no la sacamos adelante sino
trabajando con honradez, con devoción.
Póngale amor a este proyecto. Este es un proyecto difícil,
pero como todas las cosas difíciles de la vida, cuando las
intenciones son nobles vale la pena. ¿Y saben cómo
sale? Con amor. Amor que le tenemos que dar a Colombia para la felicidad
de nuestros compatriotas.
A todos muchas felicitaciones y muchas gracias.
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