ALMUERZO OFRECIDO EN HONOR
AL PRESIDENTE DE COSTA RICA, ABEL PACHECO
Febrero 23 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)
Excelentísimo señor Presidente:
Costa Rica, ejemplo democrático del Continente y del mundo,
sede permanente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
ha sido un aliado incondicional de Colombia en la lucha contra
el terrorismo y sus fuentes de financiación: el narcotráfico,
el secuestro, el comercio de armas y el lavado de activos.
Usted, Presidente, ha estado a la cabeza del movimiento internacional
de solidaridad con Colombia, primera víctima en el hemisferio
del terrorismo internacional. Lo hace usted, Presidente, por
sus convicciones, por el amor que le tiene a esta tierra, que
es la de sus mayores.
Ayer, cuando reunió a su alrededor a los miembros de la
ilustre estirpe cartagenera de los De la Espriella, demostró con
hechos cómo Costa Rica y Colombia son dos países,
pero parecen una sola nación. Nuestros pueblos tienen
las mismas virtudes y valores y una idiosincrasia parecida, resultante
de vivir en medio de la naturaleza exuberante de los dos Jardines
del Edén de América.
Muy pronto, cuando avancemos en la lucha frontal contra el terrorismo
-propósito indeclinable en el que nos acompaña
su gobierno y otros pueblos fraternos-, vamos a poder crear entre
los dos países la mayor red de paisajes y parques naturales
del mundo, que permita a la humanidad contemplar en su cuna la
más prodigiosa flora del universo, la fauna más
rica y esos paisajes de ensueño que bordean los dos grandes
mares de la tierra.
Costa Rica y Colombia tienen todas las
razones para profundizar sus relaciones culturales, el intercambio
comercial, turístico
y de inversiones recíprocas.
Actuar para profundizar la integración, es el mecanismo
para que nuestros pueblos se enrumben por el camino del progreso
y el bienestar.
Ambos países trabajan en la complementación de
sus economías, particularmente en la resolución
definitiva de problemas como el de la caficultura –producto
del que dependen miles de familias campesinas de ambos pueblos
y actividad que ha causado en buena parte la circunstancia de
ser homogéneos culturalmente-.
El comercio entre Colombia y Costa Rica ha tenido un crecimiento
dinámico y favorable para ambas economías, pero
es, todavía mucho más lo que hay por hacer.
Presidente, tuve la oportunidad de visitarlo al día siguiente
de su elección, cuando todavía no se habían
surtido las elecciones presidenciales de 2002 en Colombia. Nosotros
estábamos empeñados en dar pasos definitivos para
que nuestros países no fueran víctimas del discurso
populista del tercermundismo, que tanto daño hace. Nos
habíamos propuesto dar pasos importantes en la economía
y acelerar su crecimiento y poder financiar su bienestar.
Creemos en el capitalismo social, en la
irrigación social
del avance del capitalismo como única razón para
su sostenibilidad. Y también creemos en el ejemplo de Costa
Rica, de haber creado, con el esfuerzo de décadas, bases
educativas y tecnológicas adecuadas para ese avance hacia
solidez del capitalismo.
Estamos enfrentados a retos de tanta importancia
como el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos,
el tratado de algunos miembros de la Comunidad Andina y los Estados
Unidos, y nuestra comparecencia común al ALCA. Retos en
los cuales tenemos que salir adelante.
Propuso usted, señor Presidente, la hora del abrazo, para
derrotar el crimen organizado y la corrupción, y para ocuparse
de los más pobres, con los que siempre ha tenido usted un
compromiso absoluto.
Aquí avanzamos en la Seguridad Democrática, para
que se genere un escenario adecuado de aplicación de las
Siete Herramientas de Equidad con las que estamos abriendo avenidas
de posibilidades a las gentes de menores recursos.
Usted lo ha dicho, Presidente, tenemos que gobernar con humanismo
y trabajar con honradez. Recortar el burocratismo del Estado,
los privilegios de sectores que se apoderaron del Estado, para
disponer de los recursos para invertir en la gente. Pasar del
gobierno burocrático insensible con las necesidades del
pueblo, a una administración que enfrente los privilegios
que en nombre de la demagogia populista se han apoderado del
Estado, sea capaz de promover el crecimiento y dé garantías
a la inversión.
Presidente, hemos podido identificar coincidencias de propósitos.
El empeño de no crecer por debajo del 5 por ciento, de
superar el déficit fiscal, rescatar para el ingreso y
el bienestar a las miles de familias que hoy soportan la pobreza
absoluta, construir una sociedad sin excluidos y un modelo sin
odios, un norte democrático y solidario.
No deberían existir altibajos en nuestra integración
comercial, en el ánimo recíproco de inversión,
en el aprovechamiento de la amplia complementariedad de nuestras
economías, en la interconexión eléctrica y
de gas.
Muchos, centenares de empresarios y de
trabajadores de Colombia han encontrado en su nación un generoso albergue cuando
de aquí la absurda violencia los expulsó.
Hoy, el ánimo inversionista en el otro país tiene
ya menor determinación de la violencia, por la seguridad
de que aquí hay toda la voluntad de derrotarla; pero, creemos
profundamente en la necesidad de esa inversión recíproca.
Déjeme saludar a los empresarios costarricenses que han
confiado en Colombia. Decir a ellos que aquí tienen todas
las posibilidades, una Nación que los recibe con los brazos
abiertos, unas instituciones que todos los días quieren
ser más sólidas, dar mayor seguridad jurídica.
Y déjeme expresar toda la gratitud por el albergue costarricense
a tantas de nuestras empresas. Por supuesto, Presidente, nos esperan
luchas comunes. Por ejemplo, nuestra industria bananera tiene que
afrontar ahora el nuevo reto de Europa. Alí hay dos realidades:
la realidad de las cuotas en la Unión Europea y la del mercado
libre en los países que ingresarán pronto a la Unión
Europea.
Al ingresar estos países a la Unión, quedará eliminado
el mercado libre para nuestro banano y ellos pasarán al
régimen libre de cuotas y la Unión Europea se propone
hacer el tránsito al régimen de tarifa diferencial
para proteger sus antiguas colonias. Nos espera esa tarea para
que esa tarifa diferencial no excluya un producto tan sensible
a nuestras economías del mercado europeo.
Y nos espera otro gran reto: conseguir
el apoyo mayoritario –ojalá unánime
de Europa- en lo político y en lo técnico, para que
nuestras economías tengan por lo menos 10 años más
de Sistema General de Preferencias. Y buscar superar obstáculos
de terceros países como la India, para que desistan de oposiciones
en la Organización Mundial de Comercio (OMC) a esta aspiración.
Tenemos que integrarnos entre nosotros,
más y más.
Integrarnos en las Américas, de integrarnos con el resto
del mundo. Y esa tarea es conjunta. Celebro, Presidente, los acuerdos
que se han venido concretando con su gobierno. Esa decisión
de su gobierno, expresada por la firmeza, la serenidad, de las
cuales usted hace gala, para apoyarnos en la derrota del terrorismo.
Cuando siento el apoyo de Costa Rica, el
suyo personal, Presidente y se de la trayectoria de Costa Rica
de adhesión a la democracia
de los Derechos Humanos –que allí tiene la sede de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos-, soy conciente que
estamos obligados a que esta tarea sea tan firme para derrotar
el terrorismo, como transparente para honrar los valores básicos
de la democracia.
Reitero hoy ante usted y ante su pueblo,
ese compromiso. En usted hemos tenido un gran amigo, presto en
todos los momentos difíciles
a acompañar a Colombia, con esa confianza y con esa verticalidad
que son atributos que la naturaleza le dio a usted, señor
Presidente.
Entre nuestros pueblos crece el afecto,
porque nos conocemos más.
Crecen las relaciones porque hay afecto, conocimiento, confianza.
Y tenemos, Presidente, un gran futuro, que es seguir laborando
para estas dos naciones.
Muchas gracias por esta visita a Colombia.
Centenares de cartageneros, monterianos y sincelejanos quedaron
felices al ver al nieto del
inmigrante, convertido hoy en un gran conductor de Centroamérica,
en un gran Presidente de Costa Rica y en un gran amigo de la tierra
de sus abuelos.
Gracias, Presidente.
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