FORO ECONÓMICO DE LA ASOCIACIÓN
FEDERAL DE EMPRESARIOS,
INDUSTRIALES Y COMERCIANTES DE ALEMANIA
Febrero 12 de 2004 (Berlín – Alemania)
Señoras y señores:
Me complace mucho que, justamente en el
momento de llegar a Alemania, podamos tener esta reunión con ustedes. La juzgamos de gran
importancia para el propósito de que la economía
colombiana crezca velozmente, genere empleo vigorosamente y ese
crecimiento y esa generación de empleo nos ayuden a construir
equidad rápidamente.
Mis distinguidos antecesores en el uso
de la palabra, han expuesto de manera clara lo que significa
Alemania para Colombia y las tendencias
que se dan en la vida económica, social y política
de Colombia.
Déjenme decir a ustedes que el principal objetivo del Gobierno
que presido es construir confianza. Confianza de los inversionistas
para invertir en Colombia. Confianza de los trabajadores para trabajar
en Colombia. Confianza de los jóvenes para realizar todas
sus ilusiones materiales, espirituales, intelectuales en Colombia.
A propósito de construir confianza, estamos orientados
en tres ejes: el eje de la seguridad, el eje de la transparencia
y el eje de la reactivación económica y social.
Permítanme hacer algunos comentarios sobre la seguridad
y otros comentarios sobre la construcción de justicia social.
En primer lugar, quiero decir, desde Alemania
a la Comunidad Internacional, que, en Colombia no hay un conflicto.
En Colombia no hay una guerra.
En Colombia tenemos un desafío del terrorismo a una comunidad
democrática, a un Estado de leyes, a un sistema pluralista.
Cuando el Estado es de Leyes, la democracia
es abierta, impera el respeto a la libre expresión de las ideas, el ataque
demencial de la violencia financiada por la droga, a esa comunidad
y a ese Estado, no merece el calificativo de guerra. No se puede
tratar como conflicto. Allí lo que tenemos es un desafío
terrorista y lo vamos a superar. Lo vamos a derrotar.
Me conmovió mucho llegar a Berlín. Visité Alemania
cuando todavía esta Nación estaba dividida, conocí unas
ciudades, pero no había conocido Berlín. Mientras
me trasladaba del aeropuerto a este lugar donde nos acoge el Deutsche
Bank esta tarde, nuestra Embajadora traía a mis recuerdos
la historia de Alemania, la historia de Berlín, la lucha
de ustedes por la democracia, la lucha contra la tiranía.
Y pensaba que hoy nosotros estamos viviendo la bella epopeya de
tener que derrotar la tiranía del terrorismo, que tanto
daño le ha hecho a Colombia.
Esta ciudad me inspira a tomar con más fuerza, con más
entereza, con mayor determinación, el empeño, la
tarea, de derrotar la tiranía del terrorismo.
No hemos obtenido todavía plenos resultados, los obtendremos,
con persistencia. Pero la primera garantía que quiero dar
a ustedes, ciudadanos de Alemania y de Europa, es que el sentimiento
del pueblo colombiano es un sentimiento férreo, firme, inquebrantable,
para derrotar el terrorismo, para construir una Nación solidaria,
una Nación con oportunidades para todos.
Cuando ustedes escuchen o vean alguna mala
noticia sobre Colombia en materia terrorista, tengan siempre
un motivo de tranquilidad.
Así en Colombia continuemos durante algún tiempo
enfrentando dificultades, nuestra determinación es total
para derrotar ese terrorismo.
Y en la historia de la Humanidad, el terrorismo
nunca ha triunfado. La tiranía nunca ha triunfado. El Estado democrático,
pluralista, sometido a la Constitución, de instituciones
sólidas, que procede con firmeza como con transparencia,
siempre ha sido, finalmente, campeón y eso no será la
excepción en Colombia.
En Colombia, el terrorismo no triunfará. Lo estamos derrotando,
lo vamos a derrotar y siempre triunfará la democracia.
Nuestra política de seguridad es democrática. Nosotros
buscamos seguridad para todos. Buscamos seguridad para el empresario
y para el trabajador, para los dirigentes gremiales y para los
dirigentes sindicales, para los políticos de ideas afines
al Gobierno y para los políticos de oposición.
En las elecciones de octubre del año pasado, nuestra teoría
de seguridad se puso a prueba. El fortalecimiento del Estado en
el cual hemos avanzado pudo darle a los políticos garantías
efectivas de seguridad.
Pasamos de las garantías formales, de las garantías
declarativas y retóricas, a las garantías efectivas.
Aquellos candidatos de los partidos de oposición, de grupos
alternativos a los partidos tradicionales, aquellos candidatos,
llámense de izquierda o de partidos derivados de antiguas
guerrillas, sintieron el año pasado, en el ejercicio de
sus derechos políticos, que el Gobierno está cumpliendo
con una promesa hecha al pueblo colombiano: la de proteger por
igual a todos los ciudadanos, independientemente de su credo político,
de su credo religioso, con una condición: que se respete
la convivencia, que se respeten las normas fundamentales.
Quiero que cada uno de ustedes nos ayude
en Europa a defender este concepto. Que cada uno de ustedes le
diga a Europa que en
Colombia no podemos apaciguar el terrorismo, que lo tenemos que
derrotar. Que cada uno de ustedes le diga a Europa que en Colombia
no podemos negociar con el terrorismo, que lo tenemos que derrotar.
Que en lugar de que avancen las voces, que asustadas porque vamos
a derrotar el terrorismo se han defendido y que piden hoy clemencia
para los terroristas, acusando nuestra política de seguridad,
avancen las voces solidarias con esa política de seguridad.
Las voces firmes para que Colombia, de una vez por todas, supere
esta pesadilla.
Hemos procurado desabastecer a los terroristas,
aislarlos, mejorar el control territorial y construir confianza
ciudadana. Nuestra
gran tarea para desabastecerlos es derrotar la droga. En eso no
puede haber vacilación.
Es tan sencillo como esto: si Colombia
no tuviera droga, no tendría
terrorismo.
Nuestras guerrillas nacieron como las guerrillas
centroamericanas y suramericanas, con ideas marxistas. Veían en la Revolución
Cubana un modelo a replicar en toda América Latina. Eso
era a principios de los años 60. Las otras guerrillas de
Centroamérica y Suramérica fueron pobres, el día
que la guerrilla salvadoreña dejó de recibir aportes
económicos de Ong’s de Europa tuvo que negociar. La
nuestra es millonaria.
Los grupos violentos de Colombia se financian
en la droga. No dependen hoy de contribuciones internacionales.
Tienen su propia
financiación y, entonces, tienen esa arrogancia criminal
que surge de la mezcla del instinto criminal y de la riqueza mal
habida.
Por eso hay que derrotar la droga. Y entonces
allá pasaron
de una guerrilla de los años 70, ideológica, a un
terrorismo guerrillero y paramilitar de hoy, sustentado ese terrorismo
en droga.
Una guerrilla que fue ideológica, hoy es mercenaria. Una
guerrilla que luchó contra la concentración de la
tierra, hoy es latifundista. Una guerrilla que quiso liberar a
los campesinos, hoy es la guerrilla que los somete, que los sepulta,
los somete a la indignidad de la droga. Una guerrilla que hablaba
de la elección popular de alcaldes, que Colombia aprobó desde
los años 80, es hoy la guerrilla terrorista que asesina
a los alcaldes.
Por eso confío que todos los días haya menos voces
en Europa que defiendan esa guerrilla terrorista. Y por eso confío
que la voz de ustedes, los que acuden esta noche, sea la voz que
finalmente se imponga en todas las instituciones y en todos los
foros de Europa para apoyarnos en la tarea de derrotar al terrorismo.
Para desabastecer esos grupos, hay que derrotar la droga.
Transmitan a los jóvenes alemanes esta reflexión:
Colombia es uno de los países más ricos del mundo
en biodiversidad y uno de los países más ricos del
mundo en disponibilidad de agua dulce por unidad de superficie.
La droga es la gran en enemiga de nuestra ecología.
La droga ha destruido en Colombia 1.700.000
hectáreas de
selva tropical. Colombia tiene una extensión total de 1.174.000
kilómetros, hay 500 mil kilómetros aproximadamente
de selva, somos puerta de entrada a la cuenca amazónica,
y la droga amenaza destruir el sistema ecológico más
rico del mundo: el sistema amazónico. Por eso, hay que derrotar
la droga.
Estamos haciendo un gran esfuerzo en nuestra
política social.
Allí en aquellas zonas donde derrotamos la droga, estamos
invitando a familias campesinas a que cuiden el área libre
de droga, a que supervisen la recuperación de la selva,
el tejido ambiental. Y esas familias están recibiendo una
subvención del Estado dos mil dólares al año.
Ya tenemos en ese programa 20 mil familias, pero necesitamos llegar
a 50 mil.
Qué bueno que la empresa privada alemana nos pueda ayudar.
La Embajada alemana en Bogotá empezó a ayudarnos
en esa tarea y confiamos en que se pueda dar el paso de que Alemania
patrocine permanentemente un grupo de Familias Guardabosques en
alguno de los lugares de Colombia, donde se imponía la droga
y hoy se impone la recuperación de la dignidad de los campesinos
y la recuperación de la ecología.
Para desabastecer a los terroristas, hay que derrotar el secuestro.
El año pasado, el secuestro se redujo en un 27 por ciento
con relación a 2002. Pero todavía hay muchos secuestros.
No nos podemos resignar. Hay tendencias favorables pero nosotros
no podemos estar tranquilos. La lucha tiene que continuar.
Y ha habido otro avance que quiero registrar.
En enero de 2003, después de una reducción del 27 por ciento, se presentaron
188 secuestros. En enero de 2004, 38 secuestros extorsivos. En
total, 51 secuestros. Primero, entre 2002 y 2003, se redujo en
un 27 por ciento y entre enero de 2003 y enero de 2004, se reduce
de 188 secuestros a 51, pero aún tenemos muchos secuestros.
Nos tienen que ayudar a derrotar el lavado
de activos, a decomisar las cuentas de los terroristas que aún
subsisten en los bancos internacionales. Hay que quitarles todos
los bienes.
Para nosotros poder pedir ayuda internacional,
tenemos que dar ejemplo en lo local. Una de las primeras decisiones
de mi Gobierno
fue tramitar un proyecto de ley aprobado por el Congreso para agilizar
los procesos de Extinción de Dominio sobre enriquecimiento
ilícito. Gracias a esa ley, pasamos en un año, de
dos sentencias en firme de confiscación de bienes adquiridos
ilícitamente, a más de 60.
Los agricultores de Colombia han venido
en un proceso de mejoramiento de la productividad, la tierra
se venía desconcentrando
en un proceso natural de subdivisión, de generación
a generación, y en varios esfuerzos de Reforma Agraria.
La concentración de los últimos años no es
imputable a la gente honesta de Colombia. La concentración
de los últimos años se ha dado por los grupos terroristas,
que son hoy quienes han causado este problema en la tierra.
Qué bueno contarles a quienes han justificado en su discurso
del terrorismo, con el pretexto de que hay concentración
de la riqueza.
Nosotros nos hemos propuesto, para desabastecer a los terroristas,
recuperar el control de las carreteras de Colombia.
Las carreteras de Colombia se habían convertido en la gran
fuente de secuestro, en el gran obstáculo al desenvolvimiento
de la economía. Se habían convertido, las carreteras
de Colombia, en los corredores de movilidad de los terroristas.
Nos hemos dado a la tarea de recuperar la seguridad en las carreteras
y, fue bello el espectáculo entre diciembre y enero de 20
millones de colombianos movilizándose por las carreteras,
estimulando el turismo, generando empleo. Eso nos permitió presenciar
otro espectáculo patriótico, emocionante profundamente:
los niños, en las carreteras de Colombia, saludando a los
soldados y a los policías, dispuestos al sacrificio por
devolver la seguridad.
Hay que aislar a los terroristas. Quitarles
las carreteras es un gran paso para aislarlos. Destruirles todas
las células
urbanas, es un gran paso para aislarlas. Por ahí veo a mis
críticos que dicen que mi Gobierno ha hecho capturas masivas.
Si. Porque, les tengo que confesar este sentimiento, yo no puedo
aceptar que 43 millones de colombianos estén presos y 30
mil terroristas estén libres.
Colombia se había convertido en un país
de libertades para los terroristas y de esclavitud para la gente
de bien.
Entonces en mi Gobierno hemos aumentado
la población carcelaria
en 15 mil personas. Eso preocupa mucho a mis críticos. Que
no se preocupen por los que hemos metido a la cárcel, que
se preocupen por los que faltan por llevar a la cárcel,
porque nuestra decisión es total: nosotros vamos a llevar
a la cárcel a quienes venían esclavizando con su
manera de delinquir al pueblo colombiano. A la cárcel los
delincuentes para que se recupere la libertad para el pueblo colombiano.
Pero ustedes pueden tener la certeza de
que eso lo estamos haciendo, con tanta firmeza como con tanta
determinación de respetar
los derechos humanos.
Derrotar 30 mil terroristas no es tarea
fácil. Necesita
un proceso sostenido de años. Y ese proceso, en un Estado
de opinión, no se mantiene sino en la medida que tenga respaldo
el sentimiento popular. Y el sentimiento popular del pueblo colombiano
es democrático. Es un sentimiento cristiano y solidario,
que nos exige acatar los derechos humanos. Por eso hay un compromiso:
firmeza para la eficacia y firmeza para el respeto a los derechos
humanos.
Todos los días hay menos quejas contra la Fuerza Pública.
La Fuerza Pública de Colombia le va a dar un ejemplo al
mundo, el ejemplo de derrotar al terrorismo cumpliendo rigurosamente
con los derechos humanos.
Yo no conozco en América Latina gobiernos que hayan triunfado
militarmente contra la guerrilla, sin haber violado los derechos
humanos. Repasemos la historia, Colombia será el primero.
Colombia será el primero que va a triunfar observando los
derechos humanos. Colombia será el primero que le dirá al
mundo: ‘hemos derrotado militarmente el terrorismo y lo hemos
hecho limpiamente, transparentemente, con riguroso cumplimiento
de los derechos humanos’. Y en esa tarea estamos empeñados,
muy apreciados asistentes esta noche.
Pueden decirle eso al mundo, que la seguridad
de que, mientras yo hablo acá de derechos humanos, los soldados y policías
de mi Patria en la selva, en las calles de las ciudades, están
hoy persiguiendo a los terroristas pero comprometidos con los derechos
humanos. Esta es una política consistente en la manera de
pensar y congruente en la acción.
Y para aislar a los terroristas necesitamos
que Europa los acabe de declarar a todos terroristas, falta por
declarar terroristas
a los del Eln. Hay que declararlos terroristas. Nosotros vamos
a insistirle a la Unión Europea que los declare terroristas.
Necesitamos que cada uno de ustedes nos ayuden para que los declaren
terroristas.
Y alguien me pregunta: bueno, si los declaran
terroristas ¿cómo
negociar con ellos?, el día que quieran negociar, que frenen
sus acciones terroristas. Si frenan la violencia, el Estado tiene
toda la disponibilidad y toda la disponibilidad de negociar con
ellos.
Miren queridos amigos, en este Gobierno
se han reinsertado más
de 4.500 integrantes de grupos violentos. El sábado cuando
salí del país, además de esos 4.500 estaban
llegando otros 900. El 60 por ciento de ellos de las FARC, el otro
porcentaje entre Eln y grupos paramilitares. Y así como
el Gobierno ha sido de riguroso para perseguirlos militarmente,
también ha sido de generoso para acoger a quienes se reinserten.
Los estamos acogiendo con toda generosidad.
Y esa cifra es importante, porque Colombia
tuvo procesos de paz muy difundidos internacionalmente con el
M-19, con el Epl y esos
procesos de paz reintegraron a la vida constitucional un número
de ex guerrilleros muy inferior a los 4.500 integrantes de grupos
violentos que se han reinsertado en el período de este Gobierno.
Hemos hecho un gran esfuerzo para que haya
policía en todos
los municipios de Colombia, control institucional. Todavía
nos falta mucho, ya hay Policía en todas las cabeceras municipales
principales, pero hay una serie de pequeños poblados, corregimientos,
veredas, que todavía no tienen policía.
Hemos hecho un gran esfuerzo para tener
en 429 municipios Soldados de Mi Pueblo. Son soldados que prestan
el servicio militar en el
municipio donde residen, entonces se crea allí una gran
solidaridad entre los soldados, la sociedad civil integrada por
sus amigos, sus familiares y todos se proponen un objetivo, ese
objetivo es la seguridad de su pueblo. Y todos tienen un motivo:
la defensa solidaria que a cada uno se le encarga de toda la población,
de toda la comunidad local.
Hemos hecho un gran esfuerzo para adoptar con escuadrones especiales
de carabineros, para mejorar la inteligencia. Ese esfuerzo hay
que sostenerlo y se ha hecho con impuestos derramados por mi Gobierno
sobre los hombros de los sectores empresariales.
Los empresarios después de todos los esfuerzos que han
tenido que pagar en mi Gobierno, deberían negarse a acompañarme
a Europa. Yo me pongo a oírlos a hablar bien de Colombia
y digo ‘por Dios, con todo lo que les ha costado este Gobierno,
han sido muy generosos’.
Algunos sociólogos, economistas y politólogos expresan
en cátedras universitarias conceptos de calificativos de
nuestra clase empresarial. La clase empresarial es muy importante,
hacer empresa en Colombia en un período de tantas dificultades
ha sido muy difícil, y nuestra clase empresarial ha hecho
enormes esfuerzos de generosidad.
Nosotros derramamos un impuesto al patrimonio,
cuando empezó el
Gobierno para financiar la seguridad. El año pasado la reforma
tributaria derramó nuevas cargas, especialmente sobre nuestros
empresarios. La inequidad social de Colombia no se debe a la empresa
privada, se debe a la falta de empresa privada.
Cuando crece la empresa privada mejora
el empleo formal, se elimina pobreza, se elimina miseria. Lo
que pasa es que, el terrorismo
no ha dejado tener una empresa privada del tamaño que se
necesita en Colombia.
Entonces, ha habido desproporción dentro del crecimiento
de la población acelerado y el crecimiento lento de la empresa
privada. En la medida que crezca la empresa privada se abre un
marco laboral de Colombia que es absolutamente equitativo.
Hay países de la Socialdemocracia, donde los trabajadores
pagan todas las contribuciones a la seguridad social. En Colombia,
el gran peso de contribuciones es pagado por los empresarios. El
marco laboral, el marco de contribución de los empresarios
al fisco y a la seguridad social en Colombia, indica que con crecimiento
de la empresa el país puede derrotar la pobreza. Y además
en Colombia no hay prejuicios para que participen los trabajadores.
Estamos impulsando empresas de trabajadores
como ‘Acerías
Paz del Río’. Hemos hecho un gran esfuerzo, como lo
acaba de demostrar la presentación del codirector del Banco
de la República, en la financiación de la pequeña
empresa.
En Colombia hay más vocación de pequeña empresa
que vocación de subalternidad laboral. Estamos con un gran
sistema social de capitalismo en los servicios públicos.
La recuperación de Emcali, la empresa de servicios públicos
de una de nuestras más importantes capitales, tendrá un
fondo de capitalización social del cual serán socios
todos los usuarios. Capitalismo social de gran importancia.
Nosotros queremos construir una sociedad
más cristiana
en su estructura que en sus declaraciones aparentes y por eso queremos
asignarle toda la importancia al capitalismo social.
Y estamos trabajando en lo que llamamos
Siete Herramientas de Equidad: Revolución Educativa, Protección Social,
Impulso a la Economía Solidaria, Manejo Social de los Servicios
Públicos, Manejo Social del Campo, País de Propietarios
y Calidad de Vida Urbana.
En todo nos falta mucho, en todo nos falta mucho, pero estamos
avanzando.
Este Gobierno se propuso crear un millón 500 mil de cupos
escolares en educación básica. Estamos llegando a
500 mil, falta mucho. Y quiero contarles todo con la menor susceptibilidad.
La meta es difícil, pero hay que seguir trabajando porque
aun en el evento en que la podamos alcanzar, todavía quedarán
500 mil niños sin cupo. Aun, si podemos alcanzar nuestra
meta de crear 400 mil cupos universitarios, seguiremos teniendo
una cobertura universitaria baja.
Hemos avanzado mucho con el Servicio Nacional
de Aprendizaje, con el instituto estatal de capacitación
para el trabajo, que se llama Servicio Nacional de Aprendizaje
(SENA).
Este Gobierno se propuso que en su cuatrienio,
que este instituto pasará de un millón de estudiantes a 4 millones.
En el año 2003 ya formó dos millones 200 mil estudiantes,
eso va a servir muchísimo para mejorar la productividad
y la competitividad de la economía colombiana.
En el tema agropecuario, el año pasado recuperamos 160
mil hectáreas de agricultura lícita. Hemos ofrecido
estímulos tributarios muy importantes a los cultivos permanentes
de tardío rendimiento como el caucho, la palma africana,
los frutales tropicales y la madera.
Colombia es un país de grandes posibilidades para madera
comercial. Yo veo que algunos países altamente exportadores,
producen por hectárea 12 metros cúbicos al año
de especies maderables altamente demandadas en los mercados externos.
En Colombia esas mismas especies produce el doble, 25 metros cúbicos
de hectáreas al año, con una situación privilegiada
como lo vimos en la presentación del doctor Luis Carlos
Villegas.
Pero miren las paradojas, cuando la agricultura
el año
pasado creció un 5 por ciento, las cifras apenas muestran
un 2 (por ciento), porque hemos incluido en nuestras estadísticas,
históricamente la droga. Entonces al descender la droga,
no deja ver en su real dimensión el crecimiento de la agricultura
lícita.
Estamos trabajando con todo entusiasmo
el tema del País
de Propietarios con el microcrédito, con la participación
de los usuarios en los fondos de capitalización, con la
participación de los trabajadores más activamente
como trabajadores en organizaciones participativas, que como trabajadores
meramente en organizaciones reivindicatorias.
No hemos tenido los suficientes recursos
presupuestales para financiar debidamente los subsidios de la
vivienda popular, pero estamos
haciendo un tránsito bien importante y esperamos contar
con la colaboración de Deutsche Bank.
Estamos realizando acuerdos con los bancos
para que entren a financiar la vivienda popular y el aporte del
Gobierno es la garantía,
a través de un fondo que ha venido funcionando muy bien.
Si logramos la meta de colocar 50 mil créditos este año,
estaremos dando un paso de revolución social extraordinariamente útil,
de aquellas revoluciones constructivas, silenciosas.
Bogotá ha dado un ejemplo muy importante de buena administración,
de transformación revolucionaria de esa ciudad en los últimos
10, 12 años está construyendo un sistema de transporte
masivo rápido para construirlo, menos traumático
que los sistemas tradicionales de transporte masivo –durante
el proceso de construcción-, menos costoso y más
eficiente.
Ese sistema de buses articulados de Bogotá lo estamos trasladando
a otras 6 ciudades colombianas, es el programa líder de
calidad de vida urbana de este gobierno. Yo creo que el año
entrante ustedes van a ver en plena construcción el sistema
en Cali, en Medellín, en Bucaramanga, en Pereira –la
tierra de nuestra Embajadora- en Cartagena y en Barranquilla.
Tenemos muchos problemas, por ejemplo los pasos dados en materia
de pensiones no son suficientes. Para resolver el horizonte fiscal
tenemos que tomar otras decisiones muy importantes en materia pensional.
Pero también hay muchas oportunidades, y les quiero complementar
la cifra que les dio el Doctor Villegas sobre la recuperación
de la participación del sector privado en la composición
del PIB. Hay otra bien importante.
El año pasado la adquisición de bienes de capital,
diferentes al sector transporte, por parte del sector privado creció en
un 17 por ciento. Eso nos ha ayudado ver si es posible, anticipar
si es posible, la tarea política de luchar entre todos para
que el crecimiento sea del 5 por ciento. Eso nos ha ayudado.
Este Gobierno ha tomado, si bien le ha
impuesto carga a los empresarios más pesados en capital, también hemos incluido estímulos.
Un estímulo: eliminamos las tarifas a la importación
de bienes de capital. Yo diría que nuestra balanza con Alemania
sigue siendo muy negativa para Colombia y seguramente lo seguirá siendo
porque la tendencia del equipamiento de nuestra economía,
estimulada también por la eliminación de esos aranceles,
lleva a adquirir mucha maquinaria en un país como Alemania.
Hemos eliminado el impuesto al valor agregado
para los bienes de capital de las empresas altamente exportadoras
y simultáneamente
se han reducido del 50 al 30 por ciento la exigencia del total
de exportaciones frente al total de producido de las empresas,
para calificarlas como altamente exportadoras.
Y además estamos registrando una devolución del
impuesto al valor agregado que se paga por la adquisición
de bienes de capital. Y en la última Reforma Tributaria
se aprobó la deducción del 30 por ciento a las inversiones
generadoras de renta.
Quiero agradecer inmensamente la asistencia
de ustedes esta noche, su interés en Colombia, e invitarlos
a formular sus preguntas, sus comentarios, sus interrogantes,
y quiero cerrar diciendo pueden
tener fe en Colombia. Colombia sale adelante. A Colombia no la
dejamos perecer.
Muchas gracias.
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