RUEDA DE PRENSA EN EL PARLAMENTO EUROPEO
Febrero 10 de 2004 (Estrasburgo – Francia)
La siguiente es la rueda de prensa concedida
por el presidente de la Republica, Álvaro Uribe Vélez, en el marco
de su visita y presentación ante el Pleno del Parlamento
Europeo:
Pregunta: En su discurso habló usted de distintas conversaciones
con las personalidades, sobre todo referentes a la liberación
de la señora Betancourt. Me ha parecido entender que usted
está esperando que otros países puedan aceptar a
algunos de los prisioneros que sí liberarían para
poder conceder la liberación de los rehenes que tienen ahora
mismo. No sé si se trata de dos elementos que están
relacionados o si pueden existir otras herramientas que podría
utilizar para conseguir la liberación de los rehenes.
Á
lvaro Uribe Vélez, presidente de la República: En el discurso que acabo de referir a la Plenaria aparece una
clara respuesta a su pregunta. Yo comprendo la angustia de los
familiares, su tristeza por el secuestro de la señora
Ingrid Betancourt y por el secuestro de más de mil colombianos
que se mantienen en cautiverio. ¿Secuestrados por quién?
Por el terrorismo guerrillero de las Farc. Ellos son los secuestradores.
Y, como lo expliqué claramente, una cosa son los secuestrados,
gente de bien, ciudadanos inocentes sometidos a ese terrorismo
y otra cosa son los terroristas que están en las cárceles.
Mi Gobierno no va a hacer acuerdos con terroristas que debilitan
nuestra política de seguridad. Por eso lo he explicado
ampliamente en esa intervención. Yo no voy a liberar terroristas
de las cárceles para que vuelvan a delinquir. Se necesita
garantías efectivas de que no lo harán. Y yo no
creo conveniente para la democracia, no creo conveniente para
Colombia, ni para el mundo, que el debate se centre alrededor
de un acuerdo humanitario. Hay que cambiar el debate. Hay que
preguntarse, por qué están secuestrados por el
terrorismo.
Los tienen en campos de concentración, sometidos a torturas.
Cuando visito Europa me pregunto: Si aquí, hoy, estuviera
Hitler, con campos de concentración y allí tuviera
secuestrados, como los que tuvo en aquella oscura época, ¿qué diría
la Comunidad Europea? Con campos de concentración, secuestrados
sometidos a tortura, el mundo no estaría pidiendo acuerdos
humanitarios con él, sino que lo derrotaran. Lo que tiene
que pedir el mundo democrático es que la guerrilla de
las Farc, la guerrilla terrorista de las Farc, libere todos los
secuestrados y que cumpla con la legislación internacional
y no secuestre personas.
Pregunta: Tres formaciones políticas del Parlamento Europeo
se opusieron a su visita y han boicoteado su discurso. ¿Cómo
interpreta usted este gesto? ¿Considera que es una sanción
política hacia su Gobierno?
Presidente de la República: Después de los problemas
que hemos vivido en Colombia, estos retiros de un grupo parcial
no tienen importancia. Yo los respeto. Prefiero esas protestas
que las bombas que arrojan permanentemente los terroristas en
Colombia.
El mundo tiene que reflexionar sobre Colombia. Los derechos humanos
no pueden servir de cobertura de las acciones de los terroristas.
Hay que conocer a fondo a Colombia y repito lo que dije al final
de mi intervención: "Los que reclaman democracia
deben ser demócratas." El demócrata es deliberante,
no abandona las curules. Confío que esta tarde acudan
a discutir conmigo al Comité de Relaciones Internacionales
del Parlamento, ya que se retiraron esta mañana de la
Plenaria. Y fueron muy pocos. Vi una gran concurrencia en la
Plenaria. El Presidente del Parlamento Europeo me dijo que era
una concurrencia muy elevada para este tipo de eventos, a pesar
de los retiros.
Entonces, confío que, ya que eludieron esta mañana
el debate constructivo, acudan esta tarde a demostrar su verdadera
entereza democrática. Porque Colombia tiene una amplísima
democracia. Yo veo que muchos de los que vienen aquí a
quejarse de mi Gobierno allá están rodeados de
garantías por mi Gobierno. Incluso discuten permanentemente
conmigo. No pueden decir que les haya inferido un solo maltrato,
que les haya referido un solo insulto. Ha sido un cruce permanente
de argumentos. El único instrumento, la única la
arma que he tenido para referirme a mis críticos es el
argumento, la razón.
Que estos parlamentarios europeos no den mal ejemplo, que acudan
al debate y no abandonen las curules. Los espero esta tarde.
Pregunta: Presidente, tres preguntas. Primeramente, usted
ha dicho que Colombia es una democracia social. En Colombia,
según
datos de organismos internacionales, el 0.2 por ciento de la
población posee cerca del 50 por ciento de las tierras
productivas. ¿Piensa usted que esto configura una democracia
social?
Por otra parte, usted habla del diálogo para todos y,
precisamente, ha propuesto un gran acuerdo nacional que defina
los temas centrales de la legislación durante este año.
Los congresistas, Alternativa Democrática, han decidido
no participar en este acuerdo nacional. Dice usted que estos
retiros en el Parlamento Europeo no tienen importancia y, en
sí, lo que se refieren las protestas, es que, a veces,
le reprochan a su Gobierno de aplicar un doble rasero en lo que
se refiere a las fuerzas paramilitares y a las Farc o ELN.
Presidente de la República: El primer punto. En Colombia,
se ha presentado un proceso importante de distribución
de tierras de propiedad lícita. Ha habido varias acciones
de Reforma Agraria y la subdivisión natural. Por ejemplo,
mientras en otros países del vecindario usted encuentra
empresas azucareras con promedio de 60 mil hectáreas,
la más grande de Colombia tiene 4.500 de propiedad y 4.500
de asociados.
El fenómeno de concentración de las últimas
décadas ha sido un fenómeno en cabeza del terrorismo
vinculado con el narcotráfico. Para combatirlo, se aprobó hace
unos años la Ley de Extinción de Dominio, de confiscación.
Mi Gobierno introdujo otro proyecto ya aprobado por el Parlamento
para agilizar esa ley. Y como acabo de leerlo ante la Plenaria,
el resultado del nuevo proyecto es muy bueno porque veníamos
con un ritmo muy lento de sentencias definitivas en el proceso
de extinción y el año pasado se aumentó considerablemente.
Las tierras productivas cuyo dominio se extinga, que están
en poder de personas que las han adquirido ilícitamente,
se están entregando a comunidades campesinas. Muchos que
han alegado el problema de la tierra en Colombia, han acabado
con la tierra. Simplemente se han dedicado a perseguir a la gente
trabajadora del país y a estimular la violencia y a arruinar
la agricultura.
El año pasado recuperamos más de 160 mil hectáreas
de cultivos ilícitos, más de 300 mil empleos en
el campo. La agricultura en Colombia, la agricultura lícita
creció por encima del 5 por ciento. Cuando se descuenta
el decrecimiento de la droga, aparece un crecimiento neto del
2, pero hubo una gran recuperación de la agricultura lícita.
¿
Usted sabe quién es el gran enemigo del tejido social
del campo en Colombia? El terrorismo, porque el terrorismo se
ha adueñado de las tierras. Hay que leer a las Farc. Las
Farc hablando del problema agrario en Colombia y es el gran latifundista
en el oriente del país.
Ustedes no pueden permitir que los sigan engañando, los
que destruyen allá las posibilidades sociales del campo,
son los que vienen a quejarse acá de concentración
de la propiedad.
El acuerdo nacional. Este Gobierno ha tenido un proceso permanente
de concertación con el Parlamento. Hemos tramitado reformas
pensionales, laborales, tributarias, el texto del referendo.
Por ejemplo, los parlamentarios de la oposición a los
cuales usted se refiere participaron ampliamente debatiendo conmigo
directamente el texto de la última reforma tributaria
y prácticamente hubo un acuerdo. En privado aceptaban
el acuerdo, en público lo negaban. Ellos propusieron unos
puntos en el referendo, se los aceptamos en el trámite
al Congreso y después los negaron ante la opinión
pública.
Sin embargo, mi paciencia frente a las expresiones de la democracia
es inagotable. Seguiré buscando acuerdos con ellos. Y
ahora el señor Ministro del Interior y de Justicia está buscando
un acuerdo puntual para reformas a la justicia que la desatrasen,
la aceleren, la hagan más transparente, para reformas
al Estado, porque hemos tenido un Estado con altos niveles de
costo burocrático y poca inversión social.
Nosotros queremos derrotar la corrupción, el costo ineficiente
y fortalecer la inversión social. Cuando uno está acostumbrado
a una democracia como la colombiana, de permanente agitación
ideológica, prefiere que quienes quieren expresar desacuerdos
den la cara, no que se ausenten. Es lo normal. Qué tal
que yo no les diera la cara a ustedes? ¿Y que por protestar
contra el desacuerdo que en su pregunta se infiere frente a mí,
yo abandonara este recinto?
Hay que dar la cara, hay que estar permanentemente con el argumento
sobre la mesa. Es lo que se necesita en la bella batalla de las
ideas.
Paramilitares. Veo que hoy aquí llegan personas, por ejemplo,
uno de los que va a asistir esta tarde, ejercía una alcaldía
en una de las municipalidades de mi departamento, cuando yo era
Gobernador, y manejaban una doble moral. En privado me decían:
Gobernador, venga defiéndame que me van a revocar el mandato,
Gobernador ayúdeme con inversión social. Y en público,
cuando estaba en frente de un micrófono decía:
Gobernador que favorece los paramilitares.
Mi carrera política ha sido sometida siempre a controversia,
seguramente llena de errores, como toda obra humana, pero limpia
y fundamentalmente con amor a Colombia. Firme, la garantía
que yo le doy a mis compatriotas es la garantía de la
firmeza.
Pueden decirme lo que quieran, paramilitar o lo que quieran.
Y en esta lucha contra el terrorismo, sólo terminaré esta
lucha cuando se de una de dos condiciones: o cuando hayamos derrotado
el terrorismo o cuando el Creador ponga fin a mi existencia.
Mientras tanto pueden decir lo que quieran, pero interpreto el
sentir de mi pueblo que exige determinación de hierro
para derrotar el terrorismo. Mire las cifras.
Usted dice que hay un tratamiento diferente a las guerrillas
y a los paramilitares. Se han desmovilizado más guerrilleros
en este Gobierno que paramilitares y eso no necesita comprobarlo
en mis cifras. Usted puede verificarlo en Colombia. Y mire la
otra cifra. Mi Gobierno empieza el 7 de agosto de 2002 y en el
2003 aumentó el número de paramilitares capturados
y el número de paramilitares dados de baja por las fuerzas
institucionales. Aumentos del orden del 85 y del 133 por ciento.
Ahí están las cifras.
Pregunta: Presidente, muchas organizaciones de derechos humanos
de alto perfil han publicado listas de defensores legítimos
de derechos humanos que podrían ser capturados debido
a la ley antiterrorista. ¿Qué planea hacer para
que esto no ocurra? Me refiero a garantías específicas.
Y en segundo lugar, ¿hasta qué punto cree usted
que el apetito por drogas de Europa y Norteamérica ha
contribuido al problema de Colombia?
Presidente de la República: La noche anterior en Bruselas
tuve la oportunidad de una reunión muy constructiva con
organizaciones no gubernamentales serias, preocupadas por el
tema de derechos humanos, y plantearon el tema de ley de alternatividad
penal, el tema del estatuto antiterrorista. Si usted examina
nuestro estatuto antiterrorista, llegará a la conclusión
que es menos estricto que el que encuentra en muchas legislaciones
europeas, que las normas de Los Estados Unidos.
Ese estatuto le da a la Fuerza Pública de arrestar, interceptar
y hacer allanamientos, solamente en casos de terrorismo, sin
previa autorización de la Fiscalía. Pero tienen
que comunicarse los casos de inmediato a la Fiscalía.
Ponerse a disposición de la Fiscalía en las siguientes
36 horas, con vigilancia permanente de la Procuraduría
y con control político periódico del Congreso.
En la extensión de Colombia, en la complejidad territorial
de Colombia, este tipo de disposiciones se requieren. Ahora,
el tema fue debatido ampliamente, el tema fue aprobado por el
Congreso en un intenso debate y el Estatuto no se podrá empezar
a aplicar hasta que no se haya aprobado una ley estatutaria,
como la denomina nuestra Constitución, donde sean repetidas
y desarrolladas las salvaguardas a las libertades básicas.
Yo quiero llamar la atención de ustedes, amigos periodistas,
sobre algo que dije en la plenaria. En el mundo contemporáneo,
la obligación de los derechos humanos, es igual para el
juez que para el policía, para el fiscal investigador
que para el Ejército, para la rama judicial que para el
Ejecutivo.
En Colombia todos tenemos que cumplir los derechos humanos por
igual, yo no entiendo por qué se presume que hay observancia
de los derechos humanos, cuando estas competencias las ejercen
los jueces. Y se presume lo contrario cuando las ejercen policías
y soldados. Una democracia abierta, vigilada nacional e internacionalmente,
en pleno debate, en permanente agitación ideológica,
con alternativas de Gobierno como la colombiana, es la mejor
garantía de que no habrá Ejecutivo, Policía
o Ejército que pueda violar impunemente los derechos humanos.
Claro que el consumo de droga ha estimulado mucho el terrorismo.
Déjeme hacer esta afirmación: si en Colombia no
hubiera droga, no tendríamos terrorismo. Guarde esto en
mente: la gran diferencia entre nuestros terroristas y las antiguas
guerrillas centroamericanas y suramericanas, todos de origen
marxista, es que aquellas guerrillas de Centroamérica
y de Suramérica fueron pobres, de limosna.
Un compañero mío de la Universidad en Oxford me
decía que ellos tomaron la decisión en la guerrilla
salvadoreña de empezar a negociar cuando se sintieron
pobres, porque dejaron de recibir las ayudas procedentes de ONG's
de Europa occidental. Pues eso no ocurre con los terroristas
de Colombia que son ricos, son inmensamente ricos por la droga
y también por el secuestro. Por eso hay que derrotar la
droga.
Pero no es la hora de hacer recriminaciones. Yo no puedo venir
a Europa a decir: la culpa es de ustedes porque ustedes consumen.
La culpa es de todos, el problema lo tenemos que resolver entre
todos.
En Colombia solíamos decir: aquí no hay problema
porque aquí solamente hay tráfico. Pues llegamos
a tener 170 mil hectáreas cultivadas. Y después
dijimos: aquí hay tráfico y cultivo, pero no hay
problema porque no hay consumo. Ya tenemos un millón de
consumidores. Entonces finalmente el problema de la droga va
afectando a los pueblos en sus diferentes fases y todas esas
fases, la producción, el tráfico o el consumo,
conducen al aniquilamiento de las familias, a la destrucción
de las sociedades.
Por favor, miren muy seriamente el daño ecológico
de la droga en Colombia. Colombia es la inserción a la
cuenca amazónica. La cuenca amazónica es un gran
pulmón de la humanidad. La droga en Colombia ha destruido
millón setecientas mil hectáreas de selva tropical.
Colombia es uno de los países con mayor riqueza en disponibilidad
de agua dulce, con mayor biodiversidad.
Esa selva y esos ríos son la alcancía de la biodiversidad,
son la fábrica de agua y están atacados permanentemente
por la droga. Para salvar ese centro ecológico tan importante
que es Colombia, hay que derrotar la droga. Y tenemos que trabajar
entre todos.
Yo tengo mucho entusiasmo en nuestro programa de Familias Guardabosques.
Ya tenemos 20 mil familias que están cuidando la recuperación
del bosque. Asumen dos compromisos, el compromiso de cuidar las
zonas libres de drogas donde el Gobierno destruyó la droga
y el compromiso de supervisar la recuperación del bosque.
A cada una de esas familias le estamos pagando una suma aproximada
a los dos mil dólares al año, pero necesitamos
llegar a 50 mil familias.
Es uno de los puntos de cooperación que he solicitado
a la Unión Europea, que se podría lograr a través
de los laboratorios de paz que, generosamente, está apoyando
la Unión Europea en Colombia.
Pregunta: ¿Va a asumir la propuesta de reelección
y cuándo se decidirá?
Presidente de la República: Esa es la pregunta que me
hacen todos los días en Colombia, pregúntame por
mi trabajo, yo no puedo desviar mis energías de esta lucha,
a ver si derrotamos el terrorismo y construimos justicia social
en Colombia.
Pregunta: Para tratar el tema de la droga, ¿qué opina
pasar de una política prohibicionista a una política
antiprohibicionista en Colombia?
Presidente de la República: Todo lo contrario, se lo digo
como padre de familia, se lo digo sin dogmatismos ideológicos,
se lo digo por la historia de mi país, en nombre de mi
generación que no ha vivido un día de paz. Mire,
cuando empezó el narcotráfico en Colombia muchos
sectores pensaron que no había problema. Dijeron: no,
esa droga no la compran en Colombia y no la venden en Colombia.
La compraban en Bolivia y en Perú. Decían: eso
trae plata a Colombia y no hay problema porque aquí no
se produce y aquí no se consume.
A los años, ya teníamos 5 mil hectáreas
de droga plantadas en Colombia. ¿Qué se dijo? Eso
no es problema. Cinco mil hectáreas no es problema, llegamos
a tener 170 mil. ¿Qué se decía? Colombia
no tiene problema porque no tiene consumidores, hoy ya tiene
un millón. La droga va absorbiendo todo, va produciendo
metástasis, va haciendo un daño letal en todos
los componentes del cuerpo social.
Y en Colombia sí que hemos sentido el efecto de la droga
por la destrucción de nuestras familias, por el asesinato
de nuestros líderes, por la financiación del terrorismo
y por la destrucción de la ecología.
Los científicos colombianos dedicados a la prevención,
en su mayoría, conceptúan que las políticas
de educación y de prevención son más eficaces
cuando están acompañadas de políticas estatales
de prohibición, de control y de sanción, que cuando
están acompañadas de políticas simplemente
permisivas.
¿ Es usted padre de familia?
Periodista: No soy padre de familia, pero tengo familia. No sería
una política permisiva, sino una política de legalización,
que al contrario del actual permisivismo, permite que la droga
sea libre, más no legal.
Presidente de la República: Se lo digo afectuosamente,
cuando se es padre de familia en Colombia, se tiene una aproximación
al problema de la droga muy particular, porque se rechaza la
droga con la aprehensión con que se quiere al hijo y,
la verdad, es que allá estamos muchos profundamente convencidos
que las políticas educativas y de prevención hay
que acompañarlas de políticas severas para destruir
la droga, para derrotarla en la producción, en el tráfico
y en el consumo.
Una de sus colegas me decía sobre la responsabilidad de
Europa por el consumo. Nos quejamos y nos quejamos, hay que trabajar
más, producir resultados más eficaces.
Mil gracias distinguidos amigos periodistas. |