Actualizada 10:00

AÑO 2004

Enero

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

 

RUEDA DE PRENSA EN EL PARLAMENTO EUROPEO
Febrero 10 de 2004 (Estrasburgo – Francia)

La siguiente es la rueda de prensa concedida por el presidente de la Republica, Álvaro Uribe Vélez, en el marco de su visita y presentación ante el Pleno del Parlamento Europeo:

Pregunta: En su discurso habló usted de distintas conversaciones con las personalidades, sobre todo referentes a la liberación de la señora Betancourt. Me ha parecido entender que usted está esperando que otros países puedan aceptar a algunos de los prisioneros que sí liberarían para poder conceder la liberación de los rehenes que tienen ahora mismo. No sé si se trata de dos elementos que están relacionados o si pueden existir otras herramientas que podría utilizar para conseguir la liberación de los rehenes.

Á lvaro Uribe Vélez, presidente de la República: En el discurso que acabo de referir a la Plenaria aparece una clara respuesta a su pregunta. Yo comprendo la angustia de los familiares, su tristeza por el secuestro de la señora Ingrid Betancourt y por el secuestro de más de mil colombianos que se mantienen en cautiverio. ¿Secuestrados por quién? Por el terrorismo guerrillero de las Farc. Ellos son los secuestradores. Y, como lo expliqué claramente, una cosa son los secuestrados, gente de bien, ciudadanos inocentes sometidos a ese terrorismo y otra cosa son los terroristas que están en las cárceles.

Mi Gobierno no va a hacer acuerdos con terroristas que debilitan nuestra política de seguridad. Por eso lo he explicado ampliamente en esa intervención. Yo no voy a liberar terroristas de las cárceles para que vuelvan a delinquir. Se necesita garantías efectivas de que no lo harán. Y yo no creo conveniente para la democracia, no creo conveniente para Colombia, ni para el mundo, que el debate se centre alrededor de un acuerdo humanitario. Hay que cambiar el debate. Hay que preguntarse, por qué están secuestrados por el terrorismo.

Los tienen en campos de concentración, sometidos a torturas. Cuando visito Europa me pregunto: Si aquí, hoy, estuviera Hitler, con campos de concentración y allí tuviera secuestrados, como los que tuvo en aquella oscura época, ¿qué diría la Comunidad Europea? Con campos de concentración, secuestrados sometidos a tortura, el mundo no estaría pidiendo acuerdos humanitarios con él, sino que lo derrotaran. Lo que tiene que pedir el mundo democrático es que la guerrilla de las Farc, la guerrilla terrorista de las Farc, libere todos los secuestrados y que cumpla con la legislación internacional y no secuestre personas.

Pregunta: Tres formaciones políticas del Parlamento Europeo se opusieron a su visita y han boicoteado su discurso. ¿Cómo interpreta usted este gesto? ¿Considera que es una sanción política hacia su Gobierno?


Presidente de la República: Después de los problemas que hemos vivido en Colombia, estos retiros de un grupo parcial no tienen importancia. Yo los respeto. Prefiero esas protestas que las bombas que arrojan permanentemente los terroristas en Colombia.

El mundo tiene que reflexionar sobre Colombia. Los derechos humanos no pueden servir de cobertura de las acciones de los terroristas. Hay que conocer a fondo a Colombia y repito lo que dije al final de mi intervención: "Los que reclaman democracia deben ser demócratas." El demócrata es deliberante, no abandona las curules. Confío que esta tarde acudan a discutir conmigo al Comité de Relaciones Internacionales del Parlamento, ya que se retiraron esta mañana de la Plenaria. Y fueron muy pocos. Vi una gran concurrencia en la Plenaria. El Presidente del Parlamento Europeo me dijo que era una concurrencia muy elevada para este tipo de eventos, a pesar de los retiros.

Entonces, confío que, ya que eludieron esta mañana el debate constructivo, acudan esta tarde a demostrar su verdadera entereza democrática. Porque Colombia tiene una amplísima democracia. Yo veo que muchos de los que vienen aquí a quejarse de mi Gobierno allá están rodeados de garantías por mi Gobierno. Incluso discuten permanentemente conmigo. No pueden decir que les haya inferido un solo maltrato, que les haya referido un solo insulto. Ha sido un cruce permanente de argumentos. El único instrumento, la única la arma que he tenido para referirme a mis críticos es el argumento, la razón.

Que estos parlamentarios europeos no den mal ejemplo, que acudan al debate y no abandonen las curules. Los espero esta tarde.

Pregunta: Presidente, tres preguntas. Primeramente, usted ha dicho que Colombia es una democracia social. En Colombia, según datos de organismos internacionales, el 0.2 por ciento de la población posee cerca del 50 por ciento de las tierras productivas. ¿Piensa usted que esto configura una democracia social?

Por otra parte, usted habla del diálogo para todos y, precisamente, ha propuesto un gran acuerdo nacional que defina los temas centrales de la legislación durante este año. Los congresistas, Alternativa Democrática, han decidido no participar en este acuerdo nacional. Dice usted que estos retiros en el Parlamento Europeo no tienen importancia y, en sí, lo que se refieren las protestas, es que, a veces, le reprochan a su Gobierno de aplicar un doble rasero en lo que se refiere a las fuerzas paramilitares y a las Farc o ELN.


Presidente de la República: El primer punto. En Colombia, se ha presentado un proceso importante de distribución de tierras de propiedad lícita. Ha habido varias acciones de Reforma Agraria y la subdivisión natural. Por ejemplo, mientras en otros países del vecindario usted encuentra empresas azucareras con promedio de 60 mil hectáreas, la más grande de Colombia tiene 4.500 de propiedad y 4.500 de asociados.

El fenómeno de concentración de las últimas décadas ha sido un fenómeno en cabeza del terrorismo vinculado con el narcotráfico. Para combatirlo, se aprobó hace unos años la Ley de Extinción de Dominio, de confiscación.

Mi Gobierno introdujo otro proyecto ya aprobado por el Parlamento para agilizar esa ley. Y como acabo de leerlo ante la Plenaria, el resultado del nuevo proyecto es muy bueno porque veníamos con un ritmo muy lento de sentencias definitivas en el proceso de extinción y el año pasado se aumentó considerablemente.

Las tierras productivas cuyo dominio se extinga, que están en poder de personas que las han adquirido ilícitamente, se están entregando a comunidades campesinas. Muchos que han alegado el problema de la tierra en Colombia, han acabado con la tierra. Simplemente se han dedicado a perseguir a la gente trabajadora del país y a estimular la violencia y a arruinar la agricultura.

El año pasado recuperamos más de 160 mil hectáreas de cultivos ilícitos, más de 300 mil empleos en el campo. La agricultura en Colombia, la agricultura lícita creció por encima del 5 por ciento. Cuando se descuenta el decrecimiento de la droga, aparece un crecimiento neto del 2, pero hubo una gran recuperación de la agricultura lícita.

¿ Usted sabe quién es el gran enemigo del tejido social del campo en Colombia? El terrorismo, porque el terrorismo se ha adueñado de las tierras. Hay que leer a las Farc. Las Farc hablando del problema agrario en Colombia y es el gran latifundista en el oriente del país.

Ustedes no pueden permitir que los sigan engañando, los que destruyen allá las posibilidades sociales del campo, son los que vienen a quejarse acá de concentración de la propiedad.

El acuerdo nacional. Este Gobierno ha tenido un proceso permanente de concertación con el Parlamento. Hemos tramitado reformas pensionales, laborales, tributarias, el texto del referendo. Por ejemplo, los parlamentarios de la oposición a los cuales usted se refiere participaron ampliamente debatiendo conmigo directamente el texto de la última reforma tributaria y prácticamente hubo un acuerdo. En privado aceptaban el acuerdo, en público lo negaban. Ellos propusieron unos puntos en el referendo, se los aceptamos en el trámite al Congreso y después los negaron ante la opinión pública.

Sin embargo, mi paciencia frente a las expresiones de la democracia es inagotable. Seguiré buscando acuerdos con ellos. Y ahora el señor Ministro del Interior y de Justicia está buscando un acuerdo puntual para reformas a la justicia que la desatrasen, la aceleren, la hagan más transparente, para reformas al Estado, porque hemos tenido un Estado con altos niveles de costo burocrático y poca inversión social.

Nosotros queremos derrotar la corrupción, el costo ineficiente y fortalecer la inversión social. Cuando uno está acostumbrado a una democracia como la colombiana, de permanente agitación ideológica, prefiere que quienes quieren expresar desacuerdos den la cara, no que se ausenten. Es lo normal. Qué tal que yo no les diera la cara a ustedes? ¿Y que por protestar contra el desacuerdo que en su pregunta se infiere frente a mí, yo abandonara este recinto?

Hay que dar la cara, hay que estar permanentemente con el argumento sobre la mesa. Es lo que se necesita en la bella batalla de las ideas.

Paramilitares. Veo que hoy aquí llegan personas, por ejemplo, uno de los que va a asistir esta tarde, ejercía una alcaldía en una de las municipalidades de mi departamento, cuando yo era Gobernador, y manejaban una doble moral. En privado me decían: Gobernador, venga defiéndame que me van a revocar el mandato, Gobernador ayúdeme con inversión social. Y en público, cuando estaba en frente de un micrófono decía: Gobernador que favorece los paramilitares.

Mi carrera política ha sido sometida siempre a controversia, seguramente llena de errores, como toda obra humana, pero limpia y fundamentalmente con amor a Colombia. Firme, la garantía que yo le doy a mis compatriotas es la garantía de la firmeza.

Pueden decirme lo que quieran, paramilitar o lo que quieran. Y en esta lucha contra el terrorismo, sólo terminaré esta lucha cuando se de una de dos condiciones: o cuando hayamos derrotado el terrorismo o cuando el Creador ponga fin a mi existencia.

Mientras tanto pueden decir lo que quieran, pero interpreto el sentir de mi pueblo que exige determinación de hierro para derrotar el terrorismo. Mire las cifras.

Usted dice que hay un tratamiento diferente a las guerrillas y a los paramilitares. Se han desmovilizado más guerrilleros en este Gobierno que paramilitares y eso no necesita comprobarlo en mis cifras. Usted puede verificarlo en Colombia. Y mire la otra cifra. Mi Gobierno empieza el 7 de agosto de 2002 y en el 2003 aumentó el número de paramilitares capturados y el número de paramilitares dados de baja por las fuerzas institucionales. Aumentos del orden del 85 y del 133 por ciento. Ahí están las cifras.

Pregunta: Presidente, muchas organizaciones de derechos humanos de alto perfil han publicado listas de defensores legítimos de derechos humanos que podrían ser capturados debido a la ley antiterrorista. ¿Qué planea hacer para que esto no ocurra? Me refiero a garantías específicas. Y en segundo lugar, ¿hasta qué punto cree usted que el apetito por drogas de Europa y Norteamérica ha contribuido al problema de Colombia?

Presidente de la República: La noche anterior en Bruselas tuve la oportunidad de una reunión muy constructiva con organizaciones no gubernamentales serias, preocupadas por el tema de derechos humanos, y plantearon el tema de ley de alternatividad penal, el tema del estatuto antiterrorista. Si usted examina nuestro estatuto antiterrorista, llegará a la conclusión que es menos estricto que el que encuentra en muchas legislaciones europeas, que las normas de Los Estados Unidos.

Ese estatuto le da a la Fuerza Pública de arrestar, interceptar y hacer allanamientos, solamente en casos de terrorismo, sin previa autorización de la Fiscalía. Pero tienen que comunicarse los casos de inmediato a la Fiscalía. Ponerse a disposición de la Fiscalía en las siguientes 36 horas, con vigilancia permanente de la Procuraduría y con control político periódico del Congreso.

En la extensión de Colombia, en la complejidad territorial de Colombia, este tipo de disposiciones se requieren. Ahora, el tema fue debatido ampliamente, el tema fue aprobado por el Congreso en un intenso debate y el Estatuto no se podrá empezar a aplicar hasta que no se haya aprobado una ley estatutaria, como la denomina nuestra Constitución, donde sean repetidas y desarrolladas las salvaguardas a las libertades básicas.

Yo quiero llamar la atención de ustedes, amigos periodistas, sobre algo que dije en la plenaria. En el mundo contemporáneo, la obligación de los derechos humanos, es igual para el juez que para el policía, para el fiscal investigador que para el Ejército, para la rama judicial que para el Ejecutivo.

En Colombia todos tenemos que cumplir los derechos humanos por igual, yo no entiendo por qué se presume que hay observancia de los derechos humanos, cuando estas competencias las ejercen los jueces. Y se presume lo contrario cuando las ejercen policías y soldados. Una democracia abierta, vigilada nacional e internacionalmente, en pleno debate, en permanente agitación ideológica, con alternativas de Gobierno como la colombiana, es la mejor garantía de que no habrá Ejecutivo, Policía o Ejército que pueda violar impunemente los derechos humanos.

Claro que el consumo de droga ha estimulado mucho el terrorismo. Déjeme hacer esta afirmación: si en Colombia no hubiera droga, no tendríamos terrorismo. Guarde esto en mente: la gran diferencia entre nuestros terroristas y las antiguas guerrillas centroamericanas y suramericanas, todos de origen marxista, es que aquellas guerrillas de Centroamérica y de Suramérica fueron pobres, de limosna.

Un compañero mío de la Universidad en Oxford me decía que ellos tomaron la decisión en la guerrilla salvadoreña de empezar a negociar cuando se sintieron pobres, porque dejaron de recibir las ayudas procedentes de ONG's de Europa occidental. Pues eso no ocurre con los terroristas de Colombia que son ricos, son inmensamente ricos por la droga y también por el secuestro. Por eso hay que derrotar la droga.

Pero no es la hora de hacer recriminaciones. Yo no puedo venir a Europa a decir: la culpa es de ustedes porque ustedes consumen. La culpa es de todos, el problema lo tenemos que resolver entre todos.

En Colombia solíamos decir: aquí no hay problema porque aquí solamente hay tráfico. Pues llegamos a tener 170 mil hectáreas cultivadas. Y después dijimos: aquí hay tráfico y cultivo, pero no hay problema porque no hay consumo. Ya tenemos un millón de consumidores. Entonces finalmente el problema de la droga va afectando a los pueblos en sus diferentes fases y todas esas fases, la producción, el tráfico o el consumo, conducen al aniquilamiento de las familias, a la destrucción de las sociedades.

Por favor, miren muy seriamente el daño ecológico de la droga en Colombia. Colombia es la inserción a la cuenca amazónica. La cuenca amazónica es un gran pulmón de la humanidad. La droga en Colombia ha destruido millón setecientas mil hectáreas de selva tropical. Colombia es uno de los países con mayor riqueza en disponibilidad de agua dulce, con mayor biodiversidad.

Esa selva y esos ríos son la alcancía de la biodiversidad, son la fábrica de agua y están atacados permanentemente por la droga. Para salvar ese centro ecológico tan importante que es Colombia, hay que derrotar la droga. Y tenemos que trabajar entre todos.

Yo tengo mucho entusiasmo en nuestro programa de Familias Guardabosques. Ya tenemos 20 mil familias que están cuidando la recuperación del bosque. Asumen dos compromisos, el compromiso de cuidar las zonas libres de drogas donde el Gobierno destruyó la droga y el compromiso de supervisar la recuperación del bosque. A cada una de esas familias le estamos pagando una suma aproximada a los dos mil dólares al año, pero necesitamos llegar a 50 mil familias.

Es uno de los puntos de cooperación que he solicitado a la Unión Europea, que se podría lograr a través de los laboratorios de paz que, generosamente, está apoyando la Unión Europea en Colombia.

Pregunta: ¿Va a asumir la propuesta de reelección y cuándo se decidirá?


Presidente de la República: Esa es la pregunta que me hacen todos los días en Colombia, pregúntame por mi trabajo, yo no puedo desviar mis energías de esta lucha, a ver si derrotamos el terrorismo y construimos justicia social en Colombia.

Pregunta: Para tratar el tema de la droga, ¿qué opina pasar de una política prohibicionista a una política antiprohibicionista en Colombia?

Presidente de la República: Todo lo contrario, se lo digo como padre de familia, se lo digo sin dogmatismos ideológicos, se lo digo por la historia de mi país, en nombre de mi generación que no ha vivido un día de paz. Mire, cuando empezó el narcotráfico en Colombia muchos sectores pensaron que no había problema. Dijeron: no, esa droga no la compran en Colombia y no la venden en Colombia. La compraban en Bolivia y en Perú. Decían: eso trae plata a Colombia y no hay problema porque aquí no se produce y aquí no se consume.

A los años, ya teníamos 5 mil hectáreas de droga plantadas en Colombia. ¿Qué se dijo? Eso no es problema. Cinco mil hectáreas no es problema, llegamos a tener 170 mil. ¿Qué se decía? Colombia no tiene problema porque no tiene consumidores, hoy ya tiene un millón. La droga va absorbiendo todo, va produciendo metástasis, va haciendo un daño letal en todos los componentes del cuerpo social.

Y en Colombia sí que hemos sentido el efecto de la droga por la destrucción de nuestras familias, por el asesinato de nuestros líderes, por la financiación del terrorismo y por la destrucción de la ecología.

Los científicos colombianos dedicados a la prevención, en su mayoría, conceptúan que las políticas de educación y de prevención son más eficaces cuando están acompañadas de políticas estatales de prohibición, de control y de sanción, que cuando están acompañadas de políticas simplemente permisivas.

¿ Es usted padre de familia?

Periodista: No soy padre de familia, pero tengo familia. No sería una política permisiva, sino una política de legalización, que al contrario del actual permisivismo, permite que la droga sea libre, más no legal.

Presidente de la República: Se lo digo afectuosamente, cuando se es padre de familia en Colombia, se tiene una aproximación al problema de la droga muy particular, porque se rechaza la droga con la aprehensión con que se quiere al hijo y, la verdad, es que allá estamos muchos profundamente convencidos que las políticas educativas y de prevención hay que acompañarlas de políticas severas para destruir la droga, para derrotarla en la producción, en el tráfico y en el consumo.

Una de sus colegas me decía sobre la responsabilidad de Europa por el consumo. Nos quejamos y nos quejamos, hay que trabajar más, producir resultados más eficaces.

Mil gracias distinguidos amigos periodistas.

 
CONTÁCTENOS
MAPA DEL SITIO
| Quejas y Reclamos | Web Master |
Linea de Quejas y Reclamos 018000-913666

COPYRIGHT © 2006 PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA