CEREMONIA
DE DECLARACIÓN DEL PRESIDENTE
COMO HIJO ADOPTIVO DEL DISTRITO TURÍSTICO DE CARTAGENA
Junio 04 de 2004 (Cartagena de Indias – Bolívar)
Compatriotas:
Acudo a este recinto esta tarde con el solo ánimo de responder
a la generosidad del señor alcalde y a la generosidad de todos
ustedes.
Ser hijo ilustre de Cartagena, ser adoptado por la ciudad de los
héroes de la Patria, es un compromiso y un reto. Lo digo porque
hijo ilustre de Cartagena fue el Padre de las Casas: bondadoso, caritativo
y compasivo con las gentes humildes.
Ser hijo ilustre de Cartagena es aprender del amor y el patriotismo
de Antonio Nariño, quien dentro de estas murallas y en las
mazmorras del despotismo, dedicó su pensamiento a la Patria,
a forjar las instituciones republicanas y las ideas civilizadoras
que nos honran.
Ser hijo ilustre de Cartagena es aprender de Rafael Núñez,
a enfrentar con energía las circunstancias más adversas
de la economía, de la política, las mayores dificultades
del desorden.
En sus intervenciones en el Congreso, Nuñez, quien reivindicara
el concepto caribe del orden para bien de toda la Nación,
esbozó las ideas fundamentales de un proyecto político,
que se convirtieron en la fuerza de su liderazgo y en la esperanza
de la Nación de entonces.
"Hemos llegado –decía- a un punto en que estamos
confrontando este preciso dilema: regeneración administrativa
fundamental o catástrofe". "...nos encontramos en época
extraordinaria, que requiere condiciones excepcionales en el encargado
de dirigir el movimiento administrativo general. Hemos retrogradado
momentáneamente en nuestra carrera política, acaso
sin deliberada culpa de nadie y necesitamos, a la verdad, de una
acción gubernativa en esencia más eficaz de lo que
permiten o demandan las necesidades de los tiempos comunes..."
Ser hijo ilustre de Cartagena es asumir el reto de querer al pueblo
de Colombia, a todas sus etnias, a todas sus condiciones sociales,
es soñar con un gran consenso nacional alrededor del pluralismo
democrático, del debate fraterno y de la cohesión social.
Es, entender desde Cartagena que nuestro territorio puede ser el
paraíso que deslumbra al mundo, puesto que es patrimonio histórico,
artístico y cultural de la humanidad.
Ser hijo ilustre de Cartagena exige el compromiso para esforzarse
a aprender y a conocer aquellas virtudes como el heroísmo,
para defender las instituciones de la Patria, la libertad y el
goce de todos los derechos. Esforzarse por la constancia, para
trabajar día a día sin descanso, sin triunfalismo,
sin abatimiento. Encontrar en la solidaridad la cohesión
de Colombia, entendida como instrumento que permite que todos los
ciudadanos gocen de los bienes del país y merezcan participar
de la riqueza social.
Cartagena del Poniente, vio nacer la independencia, la libertad
y el republicanismo. Ésta es la ciudad donde Simón
Bolívar anunció su mejor proclama, llena de iluminación,
de fervor y de decisión de lucha. Desde Cartagena partieron
quienes liberaron a Venezuela en la más admirable de las campañas
de América.
Que toda la historia, que el esfuerzo de los millones de hombres
y mujeres que han visto brillar el sol de la libertad, del derecho
al trabajo y al progreso en el mar Caribe, se extienda a todos
los colombianos.
Desde Cartagena, los colombianos miramos el futuro con la satisfacción
de que tenemos que crear prosperidad a partir de una economía
sin fronteras y la imagen de una gran Nación, con tradición
de gloria y valores que se proyectan al mundo.
Como decía el Presidente Nuñez: "ningún
hombre cambia la faz de un pueblo, sino cuando la hora del cambio
ha sonado en el reloj de la providencia".
Todos los aquí presentes, tenemos la obligación de
provocar un nuevo cambio para Cartagena. Estamos profundamente compenetrados
con su pueblo, con sus concejales, con sus parlamentarios, con sus
diputados, con el gobernador y con usted, Alcalde, a contribuir en
la tarea de sacar adelante las obras que usted generosamente acaba
de enumerar.
Estamos comprometidos a buscar en las afujias de los presupuestos
de la Nación y de la cooperación internacional, la
posibilidad de que estas obras acompañen, dentro de algunos
meses de un proyecto importante de reivindicación de la vivienda
en Cartagena.
Receptora esta ciudad de miles de colombianos desplazados por los
diferentes grupos violentos, enfrenta hoy un gran reto, albergarlos
a todos ellos con calidad de vida y con la ayuda de Dios, iremos
mejorando las finanzas nacionales, para que la Patria entera pueda
contribuir a ese enorme reto de Cartagena.
Ser hijo ilustre de Cartagena, en mi caso, es un honor inmerecido.
Para responder a su generosidad, apreciado Alcalde, aspiro solamente
poder trabajar hombro a hombro con ustedes, para alcanzar el único
título que anhelo: ser soldado de Cartagena.
Muchas gracias.
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