X ANIVERSARIO DEL DIARIO “LA NACIÓN”
Junio 15 de 2004 (Neiva – Huila)
Compatriotas:
Cuando veo en este recinto al ex gobernador Jaime Losada Perdomo
y recibo una comunicación generosa de la esposa y de los
hijos de Marco Fidel Gaita, recientemente asesinado en un intento
de secuestro que él valerosamente resistió, siento
que tengo inmensa, inmensa deuda con el Huila.
Ésta condecoración generosa, don Jesús Oviedo,
la recibo como una expresión de la grandeza del alma de
mis compatriotas y un acicate para no desmayar en hora ninguna,
en minuto ninguno, hasta devolverle a esta gran tierra la paz.
La existencia de los periódicos es un canto a la libertad,
por ello y para ello existen.
Colombia, que es tierra fértil para ejercer un periodismo
con verdad, aprendió del Apóstol de la independencia,
Nariño, que en la lucha de los hombres por las grandes causas,
la palabra escrita es la proclama que eleva los corazones y garantiza
la voluntad de lucha de los pueblos.
Señor Director, escritores, periodistas y trabajadores
de La Nación: los primeros 10 años del periódico
han dejado una huella profunda en Neiva, en el Huila, en la Patria.
Hay que seguir adelante en ese esfuerzo con la agudeza de su pensamiento,
la belleza en la forma, la independencia en el tratamiento de la
noticia y el valor a toda prueba para enfrentar la amenaza criminal
del terrorismo.
La Nación demuestra que, desde lo local, se puede ejercer
influencia profunda sobre la vida de toda la Patria. Cómo
no aplaudir y agradecer la línea y el estilo editorial de
La Nación que defiende sin esguinces la dignidad de la Patria.
Hace algunos años, cuando el internet comenzó a
irrumpir en el mundo, se dijo que los periódicos y los libros
desaparecerían y que su espacio lo llenarían los
medios electrónicos. Un periódico como La Nación
es la respuesta, al contrario, los libros y los periódicos
crecen y se multiplican y la red se encarga de hacerlos más
importantes e influyentes.
La razón es sencilla: en todas las regiones hay gentes
brillantes que aman a su terruño, saben que le deben lo
que son a sus progenitores, a sus maestros de escuela, a sus parientes,
a sus vecinos. Jesús Oviedo Pérez: empresario exitoso
de la Patria, en lo interno, en lo internacional, innovador, permanente
defensor de los intereses del Huila, labriego en todas las horas
por el bien de las gentes del Huila, pionero mundial en la masificación
del estudio de los idiomas y en la calificación de los métodos
de aprendizaje.
Olga Duque de Ospina, heredera de una tradición de trabajo,
de pensamiento independiente, de doctrina democrática. Aquí llegó ese
paisano mío, Max Duque, con los ímpetus de Marinilla,
recibido con los brazos abiertos por esta tierra generosa, aquí hizo
empresa, aquí hizo doctrina política. Aquí fundó el
Diario del Huila, hizo del Huila una antorcha de luz para la Patria.
¡Qué bueno ver a los suyos, como la ex ministra Olga
Duque de Ospina, en la tarea importante de contribuir al éxito
de este nuevo esfuerzo periodístico: La Nación!
¡Qué bueno ver que este grupo de compatriotas, que
surgieron del Huila, han llegado a las mayores oportunidades, a
los más altos espacios de la democracia nacional y permanecen
en el Huila!
¡Qué bueno esa resuelta combinación del esfuerzo
por lo nacional y desde lo nacional y del esfuerzo por el Huila
y desde el Huila!
Pero para que un esfuerzo como el de los empresarios emprendedores
fructifique, debe haber un conjunto de hombres y mujeres que vibren
con la cultura y las letras, ese conjunto es el equipo que integra
La Nación, que hace grande al periódico.
Ustedes, en La Nación pueden estar orgullosos de esa plantilla,
de Hernando Ruiz López, su director ejecutivo; de su primer
director, Fermín Segura Trujillo, quien desde el cielo sigue
enviando sus luces a todos; de Jorge Parga Vanegas, su actual director.
Sería imposible recordarle a Colombia nombre por nombre
quienes son los valores humanos que conforman la gran familia
de La Nación. Los valores humanos que le dieron origen
y que entregan cotidianamente a los lectores el producto que
se materializa en el papel, en la tinta, en el esfuerzo cotidiano.
Además de sus páginas editoriales con algunas de
las mejores plumas de Colombia y de la región, coordinadas
por el director y el jefe de redacción Ever Zabaleta –a
quienes propongo como ejemplo de patriotismo y unidadd-, quiero
hacerle un modesto homenaje de la mención, el reconocimiento
a otras páginas y a sus artífices, cuya vida son
parte de la vida de La Nación: a las judiciales que coordina
Carlos Mora y Fabián Ramírez, las sociales de José Edgar Álvarez,
la Comunidad orientada por Adriana Renza y variedades dirigidas
por Jennifer Polanía.
Hoy, en la patria chica del gran José Eustasio Rivera, ‘La
Vorágine’, conocida en el mundo por ese legado inmenso
que su autor le hizo a la humanidad. Hoy, una palabra del idioma,
vorágine, además de su acepción, es la representación
de nuestra Patria.
Su significado original es lo que vamos a superar entre todos
los colombianos. No queremos sentirnos como un remolino impetuoso
en las aguas del mar, de los ríos o de los lagos ni queremos
que haya pasión desenfrenada o mezcla de sentimientos
muy intensos ni aglomeración confusa de sucesos, de gentes
o de cosas en movimiento.
Queremos una Patria tranquila, en la que reine la Seguridad Democrática,
que es protección de la vida y de la libertad de los periodistas.
Vida y libertad amenazada no por acción del Estado sino
por omisión, por la debilidad en el ejercicio de la autoridad
que ha permitido que Colombia, después de haber ganado la
batalla por la libertad formal de prensa, pareciera, en algún
momento, estar perdiendo la libertad de prensa a causa de la acción
de los criminales para detener a los periodistas y a causa de la
omisión de los gobiernos para frenar a los criminales.
Reitero en el Huila todo mi compromiso por devolverle la paz a
esta tierra. El Ejército de la Patria ya está en
Balsillas, desafiando kilómetros que hemos encontrado de
campos minados, pero allí la heroicidad de los soldados
y de los policías, va a desactivar las minas, va a derrotar
a estos grupos criminales que tanto han azotado al Huila.
Se está trabajando intensamente en Neiva para que en esta
ciudad no quede un solo miliciano, para que dentro de poco, todos
estén presos. Hemos escogido a Neiva como una ciudad donde
se va hacer el caso ejemplo de integración entre las empresas
privadas de vigilancia y la Fuerza Pública.
Ya la semana pasada, estuvieron aquí el Viceministro de
la Defensa (Andrés Peñate) y el Superintendente de
las Compañías de Seguridad (Hernán Sanín
Posada) para hacer esa integración. Esperamos con seguimiento
permanente poder mostrar los buenos resultados, ajustar la experiencia,
hacerla sentir desde Neiva para la Nación entera.
Reitero hoy, mi compromiso con el empresariado horrado de la Patria,
el que usted representa Don Jesús Oviedo. Ese empresariado
que con tantas dificultades ha hecho empresa en esta tierra colombiana,
ese empresariado lleno de solidaridad, ese empresariado que –como
en su caso- genera empelo para más de 8 mil colombianos,
sin exclusiones y sin odios. Una Nación de permanente relación
cristiana, solidaria, fraterna, entre empresarios y trabajadores.
Reitero hoy en el Huila mi compromiso con el agro. Qué bueno
que después del último Consejo Comunitario tomamos
dos decisiones: la primera, elevar el precio de sustentación
cafetera, que afortunadamente ha tenido una recuperación
importante en los mercados internacionales y que premia la calidad
del café del Huila, donde ustedes se anticiparon con cafés
especiales.
Y tomamos una segunda decisión: entrar a financiar, con
unos intereses relativamente bajos y con unos períodos relativamente
extensos, los distritos de riego. Además de los esfuerzos
que estamos haciendo en contratación de créditos
para poder avanzar en algo tan importante para la competitividad
en nuestra agricultura.
Sé que en la mente de ustedes se cruza la preocupación
del Tratado de Libre Comercio (TLC), por su impacto en la agricultura.
Hemos dicho muy claramente que estos tratados son necesarios para
acceder a mercados, que se requieren para que nuestros productos
puedan expandirse y generar empleo en Colombia.
Pero estos tratados, para el bien de la democracia universal,
para el entendimiento entre los pueblos, para la confianza de todos
los ciudadanos, deben ser equitativos y la equidad exige un gran
reconocimiento a los esfuerzos del campo y al papel de la pequeña
empresa.
Todas las veces que nos sentemos a avanzar en una negociación,
tendremos presente el clamor de los huilenses para que la agricultura
pueda seguir en Colombia en su proceso de recuperación y
salga bien librada con este tratado.
Seguiremos trabajando para que, en no mucho tiempo, empiece el
Plan 2.500 kilómetros de pavimentos en toda la Patria, que
se sumen algunos pavimentos que se han venido adelantando y algunas
obras de gran importancia como el avance del puente del Juncal
en Neiva.
El Gobernador me ha pedido que para el centenario del departamento,
la Nación pueda entregar un lote de CAJANAL, acá contiguo,
a fin de que, en coordinación con la Alcaldesa se instale,
aprovechando esta ancla tan importante que es el Centro de Convenciones
José Eustasio Rivera, el Gran Centro Cultural de Neiva.
FONADE no tiene los recursos, pero buscaremos otros recursos del
presupuesto nacional para vincularnos con ese lote de CAJANAL a
ese gran centenario que esperamos con alborozo y que tendrá lugar
en abril del año entrante.
Nos ha tocado un período particularmente difícil
por la violencia, que nos comprometimos a enfrentar y que vamos
a enfrentar hasta el último día de la vida. Por la
crisis fiscal, por el endeudamiento, no es fácil disponer
de los recursos para decirle ‘si, si’ a tan nobles
peticiones regionales. Pero Gobernador y Alcaldesa, en alguna parte,
en medio de la escasez, tendrán que aparecer los pesitos
para entregarle al Huila ese lote, a fin de que se instale aquí el
Gran Centro Cultural.
Sé que los comandantes, el General Ortíz, el Coronel
Rodríguez, el Comandante de la Policía (Jorge Daniel
Castro), nos van a ayudar para devolverle plenamente a esta tierra
la paz.
Que no sea el ‘Paisa’ de la ‘Teófilo
Forero’ el que tenga corriendo a los huilenses, que sean
el Ejército y la Policía de Colombia los que tengan
corriendo al ‘Paisa’ y a todos los integrantes de la ‘Teófilo
Forero’.
Qué parecida esta tierra a la mía, qué gentes
tan laboriosas, qué sentido del capital social, qué apego
a la agricultura, qué resistencia ante la adversidad, qué gran
pueblo este pueblo del Huila.
Don Jesús Oviedo, Olga Duque de Ospina: recibo ‘La
Vorágine’ por la generosidad de ustedes, simplemente
expreso que es un vínculo que me ata más y más
entrañablemente a ésta, la querida tierra de ustedes,
de la cual o aspiro ser un buen soldado.
Yo no aspiro a recompensa distinta que ver que mis compatriotas
puedan vivir tranquilos, que ver que las nuevas generaciones de
colombianos puedan trabajar, estudiar, disfrutar este país
tranquilamente.
Mi generación no ha tenido un día de paz, mi generación
ha vivido permanentemente entre la refriega de los violentos y
lo que queremos es entregar todas las energías que el Creador
nos dio, para animar a los compatriotas a derrotar este largo período
de violencia. Con los huilenses lo vamos a lograr, para que las
nuevas generaciones de huilenses y de colombianos vivan felices
en esta tierra.
Cuando era un niño y un adolescente, a mi ciudad llegaban
las noticias de una caravana de turistas en fila ininterrumpida
entre el Espinal, Pitalito y San Agustín. El tiempo nos
mostró todo lo contrario: la desolación, la desconfianza,
el temor.
Los colombianos que venían a esta tierra con tanta fe,
a gozar de sus hospitalidades y de sus bellezas, a acariciar con
su mirada el río de la Patria en este kilometraje, a sentir
el clima de la Tatacoa, a descubrir el legado de los antepasados
en San Agustín, no pudieron volver, pero estamos haciendo
todos los esfuerzos y los haremos todos, para que regresen.
En esta tierra el trabajo honrado fue golpeado por el secuestro,
sigue siendo golpeado por los violentos, pero los vamos a derrotar.
Que el Huila pueda tener muchas centurias de felicidad, es la apuesta
de nuestro afecto por esta gran tierra.
Muchas gracias.
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