FORO TLC:
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y POLÍTICAS
Junio 02 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Quiero darle las gracias a la fundación Buen Gobierno,
a su director, el ex ministro Juan Manuel Santos, por esta oportuna
convocatoria que nos permite avanzar en el proceso de construcción
de consenso sobre un tema tan importante como lo es este capítulo
de la inserción de la economía colombiana a la economía
mundial, la negociación del TLC entre la Comunidad Andina
y los Estado Unidos.
Y qué bueno contar en nuestro medio con personalidades
tan ilustres, tan legitimadas en el tema como el Presidente Salinas
de Gortari y el Ministro Kuczyinski.
A ver la pregunta de Mauricio Vargas (director de la Revista Cambio),
quisiera responderla de la siguiente manera: la integración
es una necesidad, pero tiene que tener legitimación, apoyo
popular. Por eso hay que llevarlo de la mano de unas definiciones,
la integración la vamos a buscar a través de un bilateralismo,
de unos bloques excluyentes o vamos hacia el multilateralismo.
Colombia lo tiene muy claro: son pasos hacia el multilateralismo,
no son esfuerzos aislados para eludir los compromisos del multilateralismo
para hacerlos a un lado.
Segundo, es bien importante también entender que la legitimación
de los procesos de integración depende de la cohesión
social, que esos procesos salven y ayuden a consolidar. De lo contrario,
podemos ver –especialmente en América Latina- unas
explosiones populares incontenibles para frenar los procesos de
integración. Tienen que tener la variable social.
Creo que son dos puntos esenciales: siempre tener la visión
del multilateralismo y tener la visión de la variable social.
En ese sentido, ¿cuáles son los puntos que ha venido
presentando Colombia en su estrategia?
Primero, no fue fácil para la administración presidencial
anterior obtener de los Estados Unidos la aprobación a la
extensión del ATPA, ahora conocido como ATPDEA.
Segundo, no fue fácil, para esta administración
presidencial que, una vez aprobado el ATPDEA el 6 de agosto del
año 2002 en los Estados Unidos, se proclamara. Encontramos
una serie de obstáculos como, los obstáculos de los
contenciosos y obstáculos que Colombia ha venido superando
y que nos van a ayudar a avanzar bastante y con menos dificultad
en este tramo del TLC, como son los derivados de las normas de
protección a la propiedad intelectual.
LOS CONTENCIOSOS
Los contenciosos paran la economía, los contenciosos paralizan
la inversión extranjera, los contenciosos crean una serie
de dificultades en la economía interna y en las relaciones
económicas internacionales. Es muy difícil, con 9
contenciosos en el sector de las comunicaciones, con las concesiones
viales en contenciosos, con litigios en las concesiones ferroviarias,
etcétera.
¿Qué ha hecho este Gobierno? Procurar superar contenciosos
con tres requisitos: primero, con ajuste total al ordenamiento
jurídico. Segundo, con equidad. Y tercer requisito, con
transparencia. Y una de las normas de transparencia para resolver
los contenciosos, es que la ciudadanía conozca plenamente
esos acuerdos. Por ejemplo, en el caso de los arreglos de Telecom,
en el caso de los arreglos de las concesiones viales, antes de
suscribir el acuerdo –de llegar a su perfeccionamiento-,
los hemos venido publicando ampliamente.
Los contenciosos se nos han convertido en un obstáculo
para los procesos de integración y de inversión extranjera
en Colombia.
Creo que los decretos que firmamos en el segundo semestre de 2002,
en un proceso de concertación entre los Ministerios de Comercio,
Agricultura y Protección Social, con la participación
muy activa del doctor Juan Luis Londoño que nos acompaña
desde el cielo, son decretos que nos ayudaron a avanzar bastante
en el tema de la propiedad intelectual –tema esencial en
este proceso-.
En la búsqueda del multilateralismo es importantísimo
el tema de nuestra América Latina y de nuestra América
del Sur. Nosotros nos dimos a la tarea de fortalecer la Comunidad
Andina. Hoy tenemos menos dificultades en el comercio con Ecuador,
con el Perú no las encontramos, hoy tenemos menos dificultades
comerciales con Bolivia, hemos venido resolviendo casos de azúcar,
casos de aceites, casos de arroz, etcétera, con ambos países.
Con Venezuela nos preocupa porque, si bien vemos que hay una recuperación
del flujo de comercio en estos primeros meses del año, todavía
no para los niveles de 2001, pero hay una recuperación importante,
no hay una recuperación sobre la base de solidez institucional
que requieren todos estos procesos. Es una recuperación
que se ha dado por oferta y demanda, pero no hay absoluta claridad
institucional como se requiere para garantizar que estos procesos
sean unos procesos sostenidos en el largo plazo.
Entonces, quiero reiterar hoy toda la voluntad del fortalecimiento
de la Comunidad Andina. Es decisión absoluta del Gobierno
nuestro.
Una de las preocupaciones que había para avanzar en este
TLC era que, le íbamos a dar la espalda a América
del Sur. Nosotros emprendimos tranquila, silenciosa, pero eficazmente,
el proceso de la negociación entre la CAN y MERCOSUR. Prácticamente,
resuelto. Falta por terminar unos detalles técnicos, que
confiamos culminen en el próximo mes.
Allí se construyó un alto grado de consenso. Encontré sectores
de la producción en Colombia, unos temerosos y otros indiferentes
para el tratado CAN – MERCOSUR y avanzamos construyendo un
alto grado de consenso y pudimos llegar a ese acuerdo. Eso tiene
dos lecciones: primero, que nuestro propósito es estar integrado
con todas las Américas y segundo, que en estos procesos
es posible conseguir altos niveles de consenso.
El tema Europa. Lo que acaba de expresarse, la semana pasada en
Guadalajara, es bien importante. Los mandatarios europeos y el
equipo técnico de la Comisión Europea expresaron
ya –primero en reuniones bilaterales con nosotros y ya públicamente-,
su decisión de extenderle a la Comunidad Andina, por 10
años, el Sistema General de Preferencias (SGP) menos regulado.
Fue el punto importante acordado con el comisionado Chris Patten
y con el Presidente de la Unión Europea, Romano Prodi. Eso
nos facilita muchísimo el acceso al mercado europeo y por
10 años.
Pero, así como a uno lo preocupa la precariedad de un ATPDEA,
también lo preocupa la precariedad de Europa, del Sistema
General de Preferencias. Renovaciones anuales nos mantienen en
permanente drama, nos mantienen en ascuas y una renovación
por 10 años tampoco es del todo tranquilizante. El paso
importante que se dio con ellos es que empezaríamos a examinar
el acuerdo de asociación y por supuesto el capítulo
de comercio.
El objetivo es, primero, que ser formalice en el mes de octubre
la decisión de la Unión Europea de darnos ese acceso
por 10 años al mercado y segundo, que se exprese su voluntad
de que empecemos rápidamente a negociar el capítulo
de comercio dentro del Acuerdo General de Asociación para
que al concluir esos 10 años inmediatamente ese proceso
de ingreso al mercado europeo se suceda con la fase del tratado
del libre comercio.
Porque, aquí hay un punto bien importante, muchos compatriotas
me han dicho: ‘bueno, pero para qué insisten en tratado
con los Estados Unidos, para qué insisten en tratado con
la Unión Europea, si el mejor mundo es aquel en el cual
nos dan preferencias unilaterales’. Son precarias, de periodos
relativamente cortos y entonces eso da una señal de mucha
incertidumbre a los inversionistas, entonces los inversionistas
dicen: ‘si, pero ¿cómo voy a invertir, si apenas
voy a tener la seguridad de tranquilidad, la seguridad, de entrar
a ese mercado por dos o tres años o lo sumo por 10?’.
De ahí la importancia para dar esa señal a los inversionistas,
de que nosotros hagamos todo el esfuerzo para reemplazar las concesiones
unilaterales de uno y otro, con estos acuerdos de comercio.
Y, hay que entrar allí a mirar dos puntos: Centroamérica
y el ALCA.
Centroamérica: su principal interés es culminar
el acuerdo con los Estados Unidos. Hay mucha preocupación
de sectores empresariales nuestros porque han visto en el mercado
centroamericano un buen mercado, un mercado creciendo vigorosamente,
pero por supuesto, con restricciones arancelarias para nuestros
productos.
Creo que tenemos que avanzar en un proceso de conversaciones con
todos los países centroamericanos para que, de no llegar
el ALCA dentro de un tiempo oportuno, entonces también la
Comunidad Andina haga el acuerdo con los países centroamericanos.
Acabamos de dar un paso importante: ayer los presidentes centroamericanos,
todos y el domingo el señor Presidente Fox, dieron el visto
bueno para que Colombia haga parte de ese proceso de integración
que es el Plan Panamá – Puebla. Definimos entrar en
el capítulo de infraestructura, especialmente con tres proyectos:
el proyecto de la construcción de la línea de transmisión
de energía entre Colombia y Panamá. (Lo que puede
afectar profundamente el desempeño de la economía
mundial en la próxima década, es la crisis energética.
De ahí que nosotros necesitamos una política energética
muy, muy atrevida no solo en el país, sino en el Continente).
El segundo proyecto, el gasoducto que está pendiente de
que nos dé un visto bueno el Ministerio de Minas de Venezuela,
para poder construir el gasoducto Venezuela – Colombia – Panamá.
Y el tercer proyecto, la carretera. Para no hablar más
de romper el Tapón del Darién, a fin de no despertar
toda la oposición ambientalista, la primera decisión
es construirla por la línea costanera.
Atravesaríamos nosotros el Atrato, por el trazado original
y de ahí tomaríamos hacia Unguía, Acandí,
Capurganá, Zapzurro, todos municipios chocoanos y buscaríamos
un acuerdo con el gobierno de Panamá para conectar las dos
carreteras. Entonces, uniríamos las Américas por
la línea costanera entre Panamá y Colombia sin tener
que volver a plantear el tema, que encuentra tan serias objeciones
ambientalistas como es el Tapón del Darién. Me parece
que ese primer paso nos aproxima mucho a Centroamérica y
que tenemos que buscar el tratado de libre comercio con ellos.
Todo esto es confluyente con el ALCA. Todos estos son pasos importantes
al ALCA y eso nos va mostrando que queremos avanzar por todos estos
caminos para la consolidación del multilateralismo.
El bien importante que seamos capaces, en este TLC con los Estados
Unidos, de resolver temas como el de los subsidios a la producción
y a la exportación de productos. Por ejemplo, en el caso
agrícola, que afectan sensiblemente los precios, que crean
distorsiones, que crean ventajas artificiales en favor de un país,
resolverlo en nuestro tratado bilateral. Yo soy partidario de que
no sigamos difiriendo eso a la Ronda de Doha, que en lo posible
lo resolvamos nosotros ahora y que, esto, lo que definamos aquí,
le pueda dar luces a la Ronda de Doha.
Y por supuesto viene unas preguntas que quisiera dejar a los distinguidos
expositores: en el supuesto de que este tratado se apruebe, para
aprobar este tratado ¿cómo defendemos la pequeña
empresa? Eso es de gran importancia. En mi época universitaria ¿el
atentado del capitalismo venía de dónde?: de Stalin,
de Lenin, de Mao Tse Tung, de Marx, etcétera. Hoy, esas
no son las tesis que atacan el capitalismo, creo que lo que ataca
el capitalismo en nuestro medio son dos circunstancias: la falta
de construcción de equidad y la falta de posibilidades para
que genere nuevas empresas y nuevos empresarios.
Un capitalismo con equidad y con dinamismo para generar nuevas
empresas y nuevos empresarios es inderrotable, de lo contrario
pierde muchísima legitimidad y nos conduce al caos. Es bien
importante cómo vamos a defender la pequeña empresa.
Segundo, el tema agrícola. Cuando comparo Colombia con
Irlanda del Norte, por ejemplo, allá hicieron un gran esfuerzo
y nosotros tenemos que tomar muchas de sus ideas en el campo de
la preparación, en el campo de los incentivos fiscales,
etcétera, pero también hay unas diferencias muy marcadas.
Son 70 mil kilómetros contra 1’200.000, son 4 millones
de habitantes contra 44. Allá tienen desempleo a pesar de
ese gran desarrollo de una industria de alta tecnología.
Nosotros aquí, con la ilusión de la industria de
alta tecnología, no podemos olvidar el sector agropecuario,
hay que agregarle valor, irlo llevando hacia la alta tecnología,
tener una gran visión de la agroindustria. Pero, por ejemplo, ¿cómo
lo vamos a abandonar cuando una de las grandes posibilidades de
Colombia es sembrar 4 millones de hectáreas de la Orinoquía,
donde hay agua, suelos planos –no fértiles pero mejorables-,
no hay piedra y no hay que destruir selva? Porque ustedes saben
que esos 600 mil kilómetros del Oriente del país
están casi que divididos en dos partecitas iguales: la selva,
que hay que preservarla como selva y sacarle lo que le han metido
de droga y la parte de la llanura de la Orinoquía.
Al sector agropecuario hay que cuidarlo muy bien en este proceso.
Y viene el tema de la sensibilización del país para
que nos preparemos para la competitividad. Entonces, una pregunta
para el doctor Salinas de Gortari, una de las quejas que uno les
escucha a los políticos mexicanos es que el NAFTA ha producido
efectos muy diferentes de una región a otra, ¿cómo
logramos que para estos países Andinos y para Colombia,
el tratado traiga efectos que se sientan positivamente en todas
la regiones?
En México se quejan de que se perdió buena parte
del periodo de transición hacia la desgravación porque
no se avanzó en infraestructura, por ejemplo, para darle
mayor competitividad al sector agropecuario. Eso es una lección
para que nosotros nos preparemos a trabajar en los distritos de
riego, en las vías, etcétera. Esto sí que
nos obliga a la revolución educativa.
En fin, son temas, todos, que tiene que ver con la competitividad
sobre los cuales hay que crear una gran sensibilización
en el país.
Felicitaciones por esta oportuna convocatoria, muchísimas
gracias y es muy importante lo que ustedes nos digna para el buen
suceso de estas negociaciones en Colombia.
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