CELEBRACIÓN DE LOS 60 AÑOS DE
GOOD YEAR
Junio 24 de 2004 (Cali – Valle del Cauca)
Compatriotas:
La historia de Good Year de Colombia es la exacta expresión
de las bondades de la inversión extranjera con inmersión
democrática, con integración social y tecnológica,
con confianza en las gentes del país y decisión irrevocable
de que el capital siga la suerte de la sociedad que lo acoge y adopta.
Corría el año 1944, la guerra convulsionó el
comercio mundial y obligó a los países a autoabastecerse,
a aprender a hacer lo que antes se importaba desde las potencias
industriales.
Colombia no había soñado que podía producir
sus propias llantas, pero la guerra nos puso en el dilema de fabricarlas
o ver paralizado el transporte automotor.
Fue entonces cuando llegaron a Cali los representantes de la empresa
fundada por el pionero procesamiento del caucho, el señor
Charles Good Year, aquel quien con su inventiva descubrió la
posibilidad de utilizar el azufre para que el caucho, hijo de una
de las plantas sagradas del Amazonas, resistiera el calor y el frío
porque se volvía insensible a las variaciones de la temperatura.
Cincuenta mil pesos de capital, la apropiación tecnológica
del proceso de vulcanización y una profunda confianza en Colombia
de los empresarios norteamericanos Sullivan Cafer, Alberto Bartolini
y de los colombianos Luis Córdoba Mariño y Mario Escarpeta,
hicieron nacer el taller del barrio San Nicolás, que produjo
5 llantas diarias, menguado promedio que se mantuvo por varios meses,
pero que en las circunstancias de la época representaba toda
una proeza.
A los socios fundadores, a los 11 trabajadores que vieron nacer
la empresa, a sus empleados, directivos y socios de hoy, el Gobierno
de Colombia rinde un homenaje imponiendo a Good Year la Orden Nacional
al Mérito en el grado de Cruz de Plata.
La historia de Good Year en este bendito suelo de Colombia, en esta
tierra vallecaucana, siempre esperanza de la Patria, hay que convertirla
en una experiencia conocida por el mundo para que todos los ojos
se pongan en Colombia, en su extraordinario capital humano, en sus
infinitas posibilidades comérciales porque está en
el centro de la tierra y es una de las más promisorias reservas
ambientales.
Acudo a esta celebración a invitar a mis compatriotas a seguir
recuperando la confianza en esta gran Nación, a trabajar,
a invertir, a generar empleo, a construir una sociedad con equidad,
un modelo político pluralista con debate fraterno, sin acidez,
siempre con capacidad de sintetizar los desacuerdos.
Quiero destacar también en esta ocasión el espíritu
de civismo de Good Year, vinculada a tantas obras de beneficio colectivo
de Cali, vinculada a la construcción de ciudadanía,
a aportar a lo público desde lo privado.
Su trabajo en barrios populares de Cali y Yumbo, gestionado por
intermedio de la meritoria Fundación, lleva atención
medica y odontológica a través del centro de salud
Las Américas, impulsa actividades recreativas y culturales
y programas hogares de bienestar que atienden a la totalidad de la
población infantil en estos barrios.
Impulsa la educación con la construcción de escuelas
que reciben a más de mil niños y jóvenes y ayuda
al Instituto Politécnico Mixto Universidad del Valle Yumbo
para impartir capacitación técnica y profesional.
La Fundación patrocina cursos de gerencia y mercadeo para
microempresarios, convenios de capacitación para el reciclaje,
donaciones de apoyo didáctico y becas estudiantiles, eso sí que
es importante. Todos tenemos que predicarle a los jóvenes
el empresarismo, el futuro de Cali y del Valle del Cauca está en
ese proceso, entre los egresados de las universidades, politécnicos
y tecnológicos.
Que esa sea la consigna. Esta gran Patria en su ciudadanía,
tiene mucha mayor vocación de creación de empresa que
de simple subalternidad laboral. Es la hora de crecer la actitud
empresarial en cada uno de los jóvenes de la Patria.
Poder entregar esta condecoración a Good Year da la oportunidad
de registrar que Colombia tiene la fortuna de contar con una clase
empresarial fundida y templada en el crisol de las dificultades cotidianas,
capaz de enfrentar y superar un contexto adverso a los riesgos naturales
de toda inversión y a las desventajosas condiciones de economías
débiles, se sumaron graves peligros de seguridad personal,
familiar y patrimonial, que con el sacrificio de la Fuerza Pública
y con la tenacidad de los colombianos tenemos que superar.
Esta oportunidad, señores directivos y trabajadores de Good
Year, mis compatriotas del Valle del Cauca, es para invitar a persistir
en Colombia, a sacar adelante esta gran Patria, para que los jóvenes
confíen en su Patria, los empresarios inviertan con mucha
fuerza en Colombia, los trabajadores confíen que aquí pueden
encontrar las mejores oportunidades, para que construyamos una sociedad
fraterna, un modelo económico caracterizado por la solidaridad.
Las dificultades las tenemos que superar. La verdad es que en nombre
de los ideales más nobles de la sociedad y el Estado, siempre
en la historia de la humanidad ha sido posible superar las dificultades
que parecían insuperables.
En nombre de las instituciones de Colombia, con nuestra fe democrática,
el noble propósito de brindar oportunidades a todos los colombianos,
tenemos que superar las dificultades que nos han afectado. Y le tenemos
que sumar a la confianza empresarial la construcción de equidad
social, la construcción de competitividad.
En medio de enormes dificultades ya podemos adjudicar el primer
tramo del túnel de la Línea, en firme la adjudicación
en los próximos días firmaremos el contrato para que
se inicie la ejecución de la obra. El próximo lunes,
pensando en el trayecto Bogotá – Ibagué – Armenia – Cali – Buenaventura,
con transparencia para que haya confianza en estas instituciones,
a través de una audiencia pública televisada, el Ministro
de Obras Públicas (Andrés Uriel Gallego) convocará a
los compatriotas y los componentes para analizar las propuestas de
la doble calzada Bogotá – Girardot, para expresar en
esa audiencia el análisis de cada uno de los documentos, anexos
a las propuestas y para definir el mismo día o en los siguientes
a quién adjudicar.
Confiamos que si recorremos bien ese paso, en los próximos
meses con algunos de los concesionarios incorporaremos también
la doble calzada en el tramo Girardot – Ibagué y si
a eso se le suma la ya adjudicada primera parte del túnel
de la Línea, el avance extraordinario de las concesiones del
Valle del cauca, la necesidad de que avancemos en las diferentes
opciones de Cali y del Valle del Cauca de esta parte del departamento
a Buenaventura, la vía interna al puerto de Buenaventura,
creo que le estaremos sumando a Colombia posibilidades para que se
cumpla el título de este libro: “A la rueda, rueda”.
Todo eso es muy importante, pero lo fundamental es que no abandonemos
el tema de la seguridad. El Alcalde, lanzó esta tarde el programa “una
Cali Segura”. Nuestro compromiso es total.
No queremos esta Nación dominada por el narcotráfico,
las guerrillas, los paramilitares y todas las delincuencias de todas
las pelambres. Queremos que esta Nación recupere el dominio
institucional. Lo único que conduce a la reconciliación,
al abandono de las acciones terroristas, al debate fraterno es una
política de Seguridad Democrática, severa e imparcial.
No se construye de la noche a la mañana, pero con constancia
lo lograremos.
Muchas felicitaciones familia Good Year, muchas felicitaciones comunidad
de Yumbo, de Cali, del Valle del Cauca. Esta tierra promisoria en
captación de inversión, tiene que recuperar ese ritmo
para bien del empleo, el ingreso, la erradicación de la pobreza.
Y para honrar el título de este libro “A la rueda rueda”,
no podemos abandonar ni en un solo segundo la rueda de la seguridad.
Muchas gracias.
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