CLAUSURA DE LA ASAMBLEA GENERAL DE ANIF
Marzo 31 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Siempre ANIF convoca un espacio de reflexión de gran importancia.
Justamente el discurso que acabados de escuchar de Luis Carlos
Sarmiento, es un repaso completo, afortunado, real de la problemática
nacional, que nos invita a mirarla muy cuidadosamente, a reiterar
los compromisos de avanzar para resolver problemas, sin perder
un minuto y de buscar las mejores opciones.
Acudo de nuevo a la Asamblea con profunda fe en Colombia y confianza
enorme en su sector financiero.
En el mundo actual hay fundamentalismos
que ignoran cómo
superar contradicciones y generan violencia. Hay odios irreconciliables
que impiden el normal funcionamiento de la democracia, y hay proyectos
populistas que no logran los resultados sociales ofrecidos pero
sí frenan el crecimiento económico.
Reitero mi convicción en una sociedad sin exclusión
y sin odios, con alternativas democráticas pero sin contradicciones
antagónicas, con ideas diferentes sobre la solución
a un mismo problema, pero sin posturas dogmáticas, con actitud
de debate creativo y fraterno y buscador de opciones para arribar
finalmente a acuerdos. Debemos reconocer solamente dos enemigos:
el terrorismo y la corrupción.
En esa visión elemental de sociedad,
el sector privado juega un papel trascendental: es el camino
para lograr la comunidad
sin exclusiones y sin odios.
A mi generación le ha correspondido asistir al triunfo
de Ho Chi Min en Vietnam y, décadas después, al clamor
vietnamita por atraer sector privado. Sin las leyes norteamericanas,
Cuba tendría hoy la inexplicable dualidad de su discurso
de socialismo ortodoxo y un flujo enorme de inversión privada.
Las corrientes ideológicas que hemos visto lavar y depurar
nos llevan a imaginar que si Stalin y Mao Tse Tung vivieran,
el primero necesitaría el éxito del sector privado
para lograr la aceptación popular al esquema de la dictadura
del Estado y el segundo, ya no trataría el capital privado
como su enemigo antagónico, sino que lo tendría
invitado a su coalición “en el seno del pueblo”.
Hoy, pues, se acepta universalmente que
la iniciativa privada es fuente de desarrollo y crecimiento.
La seguridad que ofrecen
los países atrae y genera inversión; la inversión
produce crecimiento, que, a su vez, es lo único que garantiza
el desarrollo social.
Hace pocos días expresé ante los europeos que el
problema social de Colombia no es imputable al sector privado
sino a la falta de sector privado. No es imputable al capitalismo
sino a la falta de universalización del capitalismo entre
todos los sectores de la sociedad.
Nuestro sector privado tiene unas cargas
impositivas, parafiscales y laborales altamente solidarias. Un
trabajador de salario mínimo
en Bogotá percibe un ingreso superior en 2.5 veces al trabajador
informal del vecindario. El crecimiento del sector privado se ha
visto frenado por múltiples razones. La primera: la violencia
y la falta de una continuada decisión del Estado para combatirla.
También el burocratismo. Hay un desequilibrio, que debemos
corregir, entre el tamaño todavía pequeño
del sector privado y el salto, inmensamente grande, que de él
demanda la sociedad colombiana.
No puede dudarse que una sociedad sin exclusiones
y con equidad necesita, como presupuesto esencial, el crecimiento
vigoroso y
sostenido del sector privado. Un sector cuyo signo sea la solidaridad
y la democratización del acceso a sus recursos y beneficios.
Hace 4 años expresé, ante este mismo auditorio,
que la palabra clave es confianza. Sigo aferrado a ella y al propósito
de buscarla. La Seguridad Democrática, la estabilidad macroeconómica
y la claridad y estabilidad de las reglas de juego, son pilares
básicos para el rescate de la confianza. De manera generosa,
Luis Carlos Sarmiento ha reconocido esta mañana los esfuerzos
y logros en seguridad.
Compatriotas, se ha avanzado pero no lo
suficiente, la culebra está viva. El terrorismo sabe de repliegues estratégicos,
el terrorismo tiene donde esconderse, sabe como hacerlo y también
sabe en qué momento, cuando se afloja la batalla contra él,
reaparece y golpea con mayor severidad la sociedad.
Por eso tenemos que dormir con los ojos
abiertos y tenemos que luchar a cada minuto para poder derrotar
el terrorismo. En eso
no puede haber tregua. No puede haber la creencia de que ya va
a negociar, a la vuelta de la esquina y tampoco podemos asumir
posiciones triunfalistas. El único camino es: persistir
a toda hora, a todo minuto y a todo segundo, hasta exterminarlo
del suelo de la Patria.
Para lograr la estabilidad macroeconómica los temas fiscales
y de endeudamiento son críticos: se ha hecho un gran esfuerzo
para aumentar los ingresos del Estado, para disminuir el gasto
público. Déjeme referir allí a tres grandes
capítulos.
Hemos aumentado el gasto en seguridad y
ha dicho Luis Carlos Sarmiento que es necesario sostenerlo y
aún incrementarlo. Sobre eso
tiene que haber plena conciencia en cada uno de nuestros compatriotas.
El tema de las entidades independientes.
Se ha manejado con menor crecimiento de lo usual, pero todavía cabe una reducción
mayor en sus gastos como lo propuso la norma del referendo que
no se aprobó.
El tema de las pensiones y de las transferencias
forman capítulo
aparte al cual me referiré más adelante.
Reforma Administrativa del Estado
Y el tema de las diferentes entidades,
sobre las cuales tiene discrecionalidad del Gobierno, se viene
manejando de tal manera
en la reforma administrativa. ¿Qué nos proponemos?
Que el ahorro allí sea de medio punto del PIB y lo vamos
a lograr.
Hasta el momento hemos logrado intervenir
37 entidades del Estado, se han tomado decisiones para eliminar
26 mil cargos públicos.
Ya se han ejecutado decisiones por 16 mil cargos públicos.
En el frente de los gastos de funcionamiento,
en la misma Presidencia de la República, a pesar de su poco impacto sobre el conjunto
general de las finanzas, hemos tratado de dar ejemplo con una reducción
entre el 26 y el 30 por ciento de los gastos.
Por supuesto, toda reforma, en una sociedad
con profundos desequilibrios, amenazada por el terrorismo, tiene
que ponerle buen cuidado de
ser una reforma profunda más no polarizante.
Haber propuesto y ejecutar una reforma
administrativa de estas condiciones, tiene que adelantarse con
determinación pero
también con cuidados.
Por eso pusimos en marcha las normas de
protección: el
retén social. Y eso cuesta, pero sin ello no saldría
adelante la reforma. Cuesta porque se ha evitado la desvinculación
de la madre cabeza de familia sin alternativa económica.
Cuesta porque se ha evitado la desvinculación del discapacitado
y la desvinculación de quien está próximo
a jubilarse. Pienso que de otra manera no sería posible
esa reforma.
Y por supuesto que hemos avanzado mucho en el sector nacional
descentralizado.
De manera silenciosa, el Ministerio de
Minas y Ecopetrol, su presidencia durante el periodo del actual
Gobierno, tomaron la decisión
de denunciar la convención colectiva de trabajo. Se denunció.
Hoy tenemos un pronunciamiento de un tribunal, ese fallo está acusado,
pero hemos transitado la parte más difícil de la
reforma. El Gobierno ha respondido con tranquilidad las amenazas
y con firmeza, nada ha hecho quebrar su voluntad de reformar ésta,
como todas las agencias del Estado.
He dicho que el dilema hoy no es entre eliminar el Estado y darle
rienda suelta a las privatizaciones, sino el de permitir que se
quiebre el Estado y quiebre a la sociedad o tener un Estado que
sea sostenible en sus costos y que no sea obstructivo al sector
privado.
Con ese criterio hemos adelantado estas
reformas. Bastante difíciles.
Por ejemplo, cada vez que se ha amenazado con tomarse una instalación
de Ecopetrol por la insistencia del Gobierno en la reforma, al
ser consultado, por el Presidente de Ecopetrol (Isaac Yanovich)
y por el Ministro de Minas (Luis Ernesto Mejía), la única
respuesta que he dado y que he repetido: que se la tomen primero
la Fuerza Pública y si la Fuerza Pública tiene que
tener tomadas esas instalaciones durante los 4 años de mi
Gobierno, para poder adelantar estas reformas, esa es la decisión,
pero estas reformas no pueden tener marcha atrás.
En el SENA. El SENA en el año 2002 capacitó un millón
de colombianos, en el año 2003 capacitó dos millones
200 mil colombianos. La meta es que en el año 2006, esa
entidad esté capacitando 4 millones de colombianos, un gran
salto pero que también mejore la empleabilidad. La empleabildad
de los egresados del SENA continúa bajo, pero en este Gobierno
ha mejorar en 10 puntos.
Y todo ese crecimiento se ha logrado sobre
dos bases: la reforma laboral, aprobada por el Congreso en diciembre
de 2002 y la reforma
administrativa que se orienta en el SENA, que es como caso ilustra
la tendencia general de este Gobierno: ahorrar en funcionamiento,
desmontar prebendas sindicales, eliminar politiquería y
poder llevar mayores beneficios a la comunidad colombiana.
Qué tal que no se hubiera hecho la reforma de Telecom.
Telecom estaba causando pérdidas del orden de 480 mil millones
de pesos al año, ya iría a demandar el año
pasado una transferencia de medio billón de parte del presupuesto
nacional para cumplir con sus pensionados.
Esa reforma puso punto final a esas pérdidas y tenemos
este año una Telecom que va a producir utilidades bien importantes,
que rebasan las necesidades para atender los jubilados y los gastos
de la Telecom en liquidación.
El Seguro Social. La primera parte de la reforma, ya ejecutada,
nos ha dado inmensos ahorros.
La primera adición presupuestal que correspondió a
mi Gobierno, en diciembre de 2002, obligó a transferirle
al sector salud del Seguro Social, medio billón de pesos,
afortunadamente hemos logrado frenar esas transferencias del presupuesto
por la reforma del Seguro.
Al haber creado una independencia entre
el sistema de las clínicas –organizadas
en EPS- y el sistema asegurador, nos ha logrado una enorme reducción
de prebendas de convenciones colectivas de trabajo.
Y viene el segundo paso: el proceso de
tercerización de
las clínicas, en el cual ya avanzamos en la fase de estudio.
Ojalá ese proceso encuentre, en los mismos sindicatos, en
las mismas cajas de compensación y en las cooperativas,
sujetos que se hagan cargo de administración delegada de
clínicas, de tercerización de clínicas. Eso
sería de la mayor conveniencia dentro de la idea de construir
reformas profundas sin polarizar la sociedad.
He invitado al sindicalismo a que piense
claramente en hacer el tránsito en el estado del viejo sindicalismo reivindicacionista,
costoso, finalmente destructor del Estado, en nombre de las viejas
teorías socialdemócratas y que se convierta en un
sindicalismo de participación, en un sindicalismo de construcción
de valor. Así sucesivamente, hemos intervenido en 37 instituciones
del Estado.
Quiero reiterar hoy ante mis compatriotas,
aprovechando este gran foro de ANIF, el propósito del Gobierno Nacional de que
estos ahorros, al final de la administración, produzcan
medio del punto del PIB de alivio para nuestras finanzas.
Reforma pensional
El tema de las pensiones. El proceso de pensiones no se resuelve
de un momento a otro, lo grave es interrumpir la tarea continuada
a introducir reformas pensionales.
Me preocupa que después de que introdujimos la Ley 100
en el 93, la siguiente reforma –que no fue suficiente- hubiera
necesitado 10 años. Y me preocuparía que no entráramos
en las nuevas reformas.
El año pasado propusimos una gran reforma en el referendo
que abría traído un enorme alivio y que no se aprobó.
El acuerdo político, con una muy importante contribución
del Congreso de la República y con una muy acertada coordinación
y dirección del Ministro del Interior y de Justicia, con
el aporte de todos sus colegas del Gabinete, está produciendo
buenas posibilidades.
Ese acuerdo político, ya ha logrado un consenso, una gran
mayoría, para que tramitemos una reforma constitucional
en pensiones que tendrá, entre muchos elementos, los siguientes:
- Nuevas pensiones, con un reconocimiento
máximo de 25
salarios mínimos en el Estado.
- Eliminación hacia delante de la mesada 14.
- Además la posibilidad de que se garanticen regímenes
pensionales solamente en la medida en que tengan suficiencia financiera.
- Y eliminación de regímenes privilegiados.
En cuanto al tema de la suficiencia financiera,
de aprobarse en la Carta constitucional, nos dará luz verde, para una revisión
más severa del sistema de prima media.
Miren, compatriotas, Chile introdujo los
fondos de pensiones porque los introdujo la dictadura. Aquí los introdujimos en el
Congreso pos constituyente, cuando llegaron al Congreso una serie
de grupos que habían estado, por ejemplo en la guerrilla.
Todavía recuerdo aquellos debates, en muchos momentos el
Presidente Gaviria y yo, como ponente en el Congreso, pensábamos
que iba a ser imposible aprobar esa reforma. Hubo que aceptar la
coexistencia del régimen de los fondos con el régimen
de prima media del Seguro Social para lograr la viabilidad política
de la reforma.
Qué pienso hoy. Si aprobamos, dentro
de esta idea, de no perder un momento hasta resolver el problema
pensional, el proyecto
constitucional del consenso, podemos entrar a revisar la suficiencia
financiera del sistema de prima media, a introducirle nuevos correctivos
o en su defecto a eliminarlo.
Y el doctor Luis Carlos Sarmiento da una
muy buena idea política
y social: una eventual eliminación del sistema de prima
media, no implicaría que el Seguro Social desapareciera
del universo de pensiones, porque el Seguro Social pasaría
a administrar los afiliados que alcanzaron a llegar a la entidad
hasta el momento de eliminación del sistema de prima media,
y en adelante, a administrar como cualquier otra administradora
el régimen de capitalización individual.
Pienso que hay que dar entonces tres pasos:
primer paso, aprobar la reforma constitucional que incluya el
punto de la suficiencia
financiera de los regímenes de pensiones.
Segundo paso, modificar más a fondo el sistema de prima
media que bastante lo modificamos –con aprobación
del Congreso en 2003 pero de manera insuficiente-, o en su defecto
entrar a eliminar el sistema de prima media y hacer que el Seguro
Social sea competente para administrar el sistema de ahorro individual.
Allí aparece un punto: el agravamiento el agravamiento
de la situación fiscal en el corto plazo.
Porque si bien la corrección del sistema de prima media
o su eliminación alivia las finanzas pública en el
mediano y largo plazo, de todas maneras hay una fase de tránsito
inmensamente para el Estado, que se deriva de la circunstancia
de que no entren nuevos aportantes al sistema de prima media, vacío
que tiene que llenarse con transferencias del presupuesto nacional.
En ese momento, tendremos que hacer un
acuerdo con los fondos privados de pensiones para una financiación en términos
blandos para el Estado, durante ese período de transición.
Los invito a estas reflexiones que venimos considerando en el seno
del Gobierno y que son producto de escuchar permanentemente a nuestros
compatriotas.
Transferencias
Las transferencias regionales. Qué tema tan difícil.
Porque yo escucho las muy fundadas preocupaciones del doctor Luis
Carlos Sarmiento, como de tantos compatriotas. Y otra cosa es mirar
el tema desde la condición de gobernador o alcalde.
Por ejemplo en educación. Escasamente alcanzan para la
nómina actual de maestros. Uno ve, cuando se enfrenta el
tema, muy poco espacio para el recorte, otra cosa es, el esfuerzo
que hay que hacer para su aplicación más eficiente.
Este Gobierno logró el año pasado, en coordinación
con alcaldes y gobernadores, aumentar en 483 mil el número
de cupos en primaria y secundaria, sin nombrar un maestro más,
administrando transferencias, mejorando eficiencia. Yo no veo mucho
espacio para el recorte de transferencias.
Y, el año pasado se demostró. En la reforma tributaria
propusimos dedicar parte de las transferencias al pago de pensiones,
como también exigimos parte de las regalías al pago
de pensiones.
El Congreso lo aprobó pero en montos modestos. Y eso fue
una señal muy clara de que si, fue tan difícil obtener
algún monto para pagar las pensiones de las mismas regiones
beneficiarias de transferencias, cuánto más difícil
una reforma que implique disminución de transferencias.
Porque algunos han propuesto que haya una elasticidad, que lo que
vaya ocurriendo en las finanzas nacionales se refleje en las transferencias,
y los gobernadores y los alcaldes contestan: ‘¿y nosotros
podemos decirles a los maestros que no le vamos a pagar porque
ocurrió esto en las finanzas nacionales?’. El tema
es bastante difícil.
Yo creo que hay que insistir en cómo mejoramos la eficiencia
en la aplicación de las transferencias. Creo que hay que
insistir en algunos puntos de la reforma que propusieron los gobernadores
hace dos semanas, en la ciudad de Armenia. Pero, yo no me haría
ilusiones en que podamos contribuir a resolver el problema fiscal
de la Nación disminuyendo transferencias.
Regalías
El tema de las regalías. Las nacionales, la mitad por decisión
del Congreso del año pasado, tienen que llevarse a pensiones.
La decisión del Gobierno es llevar la otra mitad a educación
salvo con algunas excepciones como la atención al departamento
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Pero lo que está gastando el Gobierno Nacional es mínimo,
80 a 100 mil millones de pesos, de un recaudo de 600 mil millones
de pesos y esos 500 mil de la diferencia están respaldados,
simplemente, en papeles de la Tesorería.
Las regalías territoriales son bastante irregulares. Una
cosa es Arauca y Casanare en petróleo, otra cosa es Cesar
y La Guajira en carbón, y otra cosa es el resto del país.
Ahí tenemos enormes dificultades.
Lo que hemos hecho es, intervenir allí, donde haya señales
de corrupción para garantizar transparencia.
Por ejemplo, hoy se esta pavimentando la
carretera Tame – Arauca
con un costo de 80 mil millones de pesos, el responsable es el
Grupo de Ingenieros del Ejército, la entidad nacional Fonade
y, los recursos provienen de la intervención nacional de
regalías de Arauca, que, después de haberlas intervenido,
se posibilitó el acuerdo para que en lugar de estarlas diluyendo
en politiquería, corrupción y grupos violentos se
aplicaran a una obra tan importante para el país como la
carretera Tame - Arauca que hace parte de la vía Venezuela – Bogotá – Bahía
Solano.
Vamos a ver que más podemos hacer para llevar un mayor
porcentaje de regalías al pago de las pensiones.
El problema es este. Las regiones beneficiarias
de esas regalías
dicen: ‘magnífico, yo aporto, pero para mis propias
pensiones’. Y el problema entonces es, cómo atender
las demandas pensionales de las regiones que no son beneficiarias
de regalías.
Entiendo la preocupación del sector
privado colombiano por la sobretasa a la renta, por el impuesto
al patrimonio y por
el cuatro por mil.
La situación de la Nación se ha visto bastante comprometida,
porque hubo momentos en que teníamos alto déficit
pero bajo endeudamiento y la situación se torna muy difícil
cuando se encuentra un déficit del 4.2 (por ciento), un
endeudamiento público del 54 por ciento del PIB y un comprometimiento
del 40 por ciento de los recursos del presupuesto nacional para
servir deuda.
Ese, es un panorama bastante crítico,
en una sociedad bastante desequilibrada. Por eso nos ha tocado
abusar del sector privado
colombiano con la sobretasa a la renta, con el patrimonio y con
el 4 por mil.
Aspiramos que una reforma más estructural, que se está examinando
con el Congreso de la República, nos permita darle unas
señales más tranquilizantes al sector privado.
Yo no le temo al impuesto del patrimonio,
en una sociedad tan desequilibrada como la de Colombia, en la
cuantía que se
definió el año pasado. Le temo es, a que se convierta
en precedente para que se siga aumentando la cuantía, y
en eso comparto la preocupación del sector privado y tenemos
que hacer valer esa preocupación en todo el Congreso de
Colombia. Pero yo creo que en la medida que avancemos hacia esa
reforma tributaria más estructural, se irán despejando
estos temores.
Iva generalizado
El IVA. Uno se sorprende, que un país dirigido por gobiernos
de filiación socialdemócrata como Chile, tenga un
IVA universal del 19 por ciento, y que aquí se hubiera declarado
inexequible una tarifa del dos por ciento para el 47 por ciento
de los bienes y servicios que están exentos de IVA. Creo
que tenemos que avanzar hacia una universalización del IVA.
Colombia aparece como uno de los países en su nivel de desarrollo
con mayor porcentaje de bienes y servicios exentos de IVA.
Yo no creo que haya que tenerle temor al
debate político
por la circunstancia de ampliar la base del IVA. Creo que lo importante
es saber hacia donde se orientan los recursos.
Reclamo hoy, de mis compatriotas e invito
al Congreso a esta reflexión:
en nuestros tiempos lo importante no es tanto el origen de los
impuestos como el destino del gasto público. Universalizar
el IVA, así sea con tarifas diferenciales, poder extender
una tarifa baja al conjunto de bienes y servicios, que no paga
IVA, podría matizarse con la debida destinación de
ese recaudo al gasto social, a la protección de los colombianos
del Sisbén.
El tema de la base en renta. Pasamos de
500 mil contribuyentes en el año pasado a 600 mil. Aspiramos incorporar este año
otros 100 mil contribuyentes. El Congreso nos aprobó una
disminución de los topes, pero solamente se aplica en el
año gravable 2004 y producirá efectos en el recaudo
de 2005. Tenemos esperanza en que eso va a ayudar enormemente en
la ampliación de la base. Y tenemos mucha fe en la ampliación
de la base de retenedores y en la ampliación de la base
de contribuyentes de IVA.
Ahora en abril, los colombianos recibirán la primera devolución
por pagar sus bienes y servicios con dinero plástico, devolución
de dos puntos de IVA. Ha calculado la DIAN que esa primera devolución
valdrá entre 25 y 30 mil millones de pesos.
El esfuerzo del Gobierno es que se pague,
que los compatriotas sientan ese alivio en los saldos de sus
tarjetas, de su dinero
plástico y que eso contribuya al propósito, por el
cual se introdujo, de aumentar la base de contribuyentes de IVA
y de frenar la evasión.
Beneficios tributarios
Pero también tenemos que tener en cuenta el otro lado de
lo que ha pasado en tributaciones. Colombia tenía una serie
de estímulos obtenidos por la presión de grupos de
interés, hemos venido eliminando esas exenciones y las hemos
estado sustituyendo por aquellas que tengan relación directa
con el crecimiento, con reequipamiento empresarial.
Quiero recordar que en octubre de 2002
eliminamos el arancel a los bienes de capital. Eso ha contribuido
bastante a su crecimiento.
El año pasado el sector industrial, sin contar transporte,
creció en bienes de capital en un 30 por ciento. Eso va
ayudar enormemente al proceso de recuperación de la economía.
Los diferentes estímulos aprobados por el Congreso tienen
relación directa con lo que requiere Colombia para convertir
en beneficios reales muchas ventajas potenciales.
El Congreso nos aprobó en diciembre un incentivo importantísimo:
la deducción del 30 por ciento a las inversiones en activos
generadores de renta.
Pensé que un artículo tan claro como el que esta
incorporado en la reforma tributaria era de aplicación inmediata,
que no necesitaba reglamento, pero algunos voceros del sector privado
me expresaron que se requería el reglamento y nos propusimos
que ese decreto estuviera listo ayer, para publicarlo ante los
colombianos aquí en la Asamblea de ANIF.
Les traigo el decreto, tiene fecha de ayer,
es retroactivo al primero de enero y quiero que este decreto
se publicite ampliamente
para que sea un nuevo factor de estímulo, a fin de que los
colombianos inviertan en actividades productivas.
Si se miran estos estímulos, doctor Luis Carlos, creo que
lo que ha pasado en materia contributiva, no debe preocuparnos
tanto, porque haría este resumen: para quien no crezca,
las tasas hoy en Colombia son muy elevadas, para quien crezca las
tasas en Colombia se moderan con este tipo de estímulos
y lo que necesitamos es estimular el crecimiento.
Crecimiento económico
Hemos logrado dos cosas: el déficit fiscal ha pasado 4.2
por ciento, agosto de 2002; 3.6 por ciento, diciembre de 2002;
2.8 por ciento, diciembre de 2003. Vamos a cumplir este año,
Dios mediante, la meta del 2.5 por ciento. Si, muy superior a las
metas que para esa fecha se habían pactado en el pasado
con el Fondo Monetario, pero creo que es sana para poder conciliar
el tema del déficit con un propósito de crecimiento
del cinco.
Y ustedes nos van a ayudar al propósito del crecimiento
del cinco. Aquí no puede haber moridera, tenemos que creer
en esta economía y echarla para adelante.
El DANE acaba de revisar las cifras de
crecimiento del año
pasado. Hoy las va a hacer públicas. Con la disminución
de los cultivos ilícitos, la economía creció en
3.74 por ciento y cuando no se tienen en cuenta los cultivos ilícitos,
la economía creció en el 4.06 por ciento. Esto nos
demuestra que, si nos aplicamos, lograremos este año el
crecimiento del cinco por ciento.
El desempleo sigue muy alto. No obstante
que el sector privado colombiano ha creado un millón de nuevos empleos en este
Gobierno, el desempleo sigue muy alto. Venía de un registro
muy alto y además sigue creciendo bastante el número
de colombianos que entran a la población económicamente
activa. Pero yo confío que si nosotros consolidamos tasas
de crecimiento del cinco por ciento, vamos a ver una reducción
sustancial del desempleo y del subempleo.
Lo más importante en esa materia es, que podamos mostrar
una tendencia sostenida de creación de empleo para que de
confianza sobre la posibilidad de quebrar las altas cifras de desempleo.
Quiero referirme a las relaciones entre
el Gobierno y el Banco Central, porque presupuesto fundamental
de la estabilidad macroeconómica,
es la independencia del Banco Central.
De manera sabia, la Constitución expresa que el Banco Central
ejercerá sus funciones en coordinación con la política
económica general, así tiene que ser. Porque finalmente
la responsabilidad política recae en el Gobierno, especialmente
en temas tan sensibles como el empleo.
Creo que ha mejorado la coordinación en medio de la difícil
coyuntura de revaluación que tanto preocupa al Gobierno.
La revaluación y los altos devaluacionistas se oponen a
las pretensiones del Gobierno que aboga por una tasa de cambio
estable, pero a partir de que sea competitiva.
Están probados dos daños profundos de la revaluación:
uno inmediato a las exportaciones y a unos sectores menos transables
internacionalmente como el agro. Y otro, que toma más tiempo
en manifestarse: a los actores del sector financiero. Poseer un
endeudamiento marcadamente barato en el extranjero por revaluación
y menor tasa externa de interés, desemboca tarde que temprano
cuando la tasa de cambios se ajusta, en un crecimiento traumático
de deuda para lo cual todos los deudores se preparan haciendo las
provisiones necesarias.
Pienso que ahora se ha presentado una buena
coordinación
entre un Banco Central independiente, el Congreso y el Gobierno.
Se pensó y lo solicite oficialmente a instancias del Congreso,
que el Banco Central suministrará una suma de divisas para
reducir el monto de la deuda externa del Gobierno. Sobrevino la
revaluación y desistimos de la petición porque congestionaría
más la oferta de dólares, con el consecuente estímulo
a la revaluación.
Dimos espacio al Banco para que definiera,
como en efecto lo ha hecho, rebaja del interés de intervención y para
entrar a colocar opciones de compra de divisas en cuantía
importante que hoy empiezan a practicarse.
Confiamos que eso ayude a que Colombia consolide una tendencia
de tasa de cambio estable y competitiva.
Hemos adoptado mecanismos con productores
y compradores de algodón
-lo cito a título de ejemplo-, para compensar en los compradores
el esfuerzo de sostener un precio interno con una referencia equitativa
de tasa de cambio. La compensación se da con una reducción
proporcional de los aranceles de los saldos a importar. De este
modo, combinamos un precio interno equitativo con competitividad
internacional de textileros y confeccionistas.
Necesitamos que el sector privado tenga
confianza en Colombia y que los colombianos quieran a su sector
privado. La clave es
confianza para invertir y legitimación de los inversionistas.
Diría, compatriotas, que hay que pensar en esas dos palabras:
que con la acción del Estado se cree confianza para invertir
en Colombia, y con la acción del sector privado, el sector
privado se legitime más y más y se haga querer del
pueblo colombiano.
Y entonces, quiero agradecer los esfuerzos que en buena hora ha
adelantado el sector financiero para ganar confianza popular.
En septiembre de 2002, cuando empezaba
este Gobierno, en el marco de la Asociación Bancaria realizamos un acuerdo con el sector
financiero para su participación en microcrédito.
Ha sido exitoso.
Hoy podemos registrar, de acuerdo con cifras
del Banco de la República,
que en este Gobierno el microcrédito ha crecido en un 57
por ciento y que en este Gobierno 900 mil familias colombianas
microempresarias se han favorecido de los recursos del crédito.
Pero apenas estamos empezando.
No se que van a hacer distinguidos amigos
del sector financiero pero se acreditaron, y a las reuniones
ya no van los que han recibido
crédito sino los que piden crédito. Entonces, han
beneficiado a 900 mil familias pero hay que beneficiar otras 900
mil en el curso de pocos meses.
Cuando uno hace alguna cosita buena, en
un país con tantas
dificultades, doctor Luis Carlos, no se le agradece sino que queda
acreditado para que le pidan más.
Construcción de un país
de propietarios
Y quiero agradecerles el esfuerzo reciente
para dedicar una suma bien importante a la financiación
de vivienda social.
Allí, tenemos un escollo. Creo que estamos encontrando
las primeras lucecitas para resolverlo. Este Gobierno esta haciendo
esfuerzos: Primero, pagamos una serie de vigencias futuras de gobiernos
anteriores con las cuales habían adelantado programas de
vivienda de interés social.
Segundo, hemos cambiado el sistema, porque
por ejemplo, hoy tenemos 138 mil millones de pesos en subsidios
sin reclamar, porque los
beneficiarios no reúnen los requisitos. Entonces vamos a
adjudicar subsidios solamente a quien garantice la efectividad
de la demanda.
Tercero, este año, no solamente vamos a asignar lo que
corresponde al presupuesto de este año sino que vamos a
empezar los procedimientos para que la asignación de los
recursos del año entrante no tenga demora.
Aspiramos que en vivienda rural el Banco
Agrario ejecute 30 mil millones en el primer semestre y que haya
una adición presupuestal
para ejecutar otros 30 mil millones de mejoramiento en el segundo
semestre.
Pero lo que más me ilusiona, es el acuerdo con el sector
financiero, que nos va a permitir un mínimo de 500 mil millones
en créditos de vivienda social en los próximos meses,
con la participación de las cajas de compensación,
de las fundaciones de microcrédito, siempre con la participación
del Fondo de Garantías y con la participación de
FINDETER.
Hay muchos colombianos que me han dicho: ‘no podemos seguir
esperando unos subsidios que no llegan para construir nuestra vivienda’.
Con un crédito razonable podemos hacerlo sin subsidio. Ahí tenemos
lo que los economistas llaman un nicho de mercado de vivienda social
bien importante.
Creo, que con crédito de largo plazo, en condiciones de
accesos razonables, con una tasa de interés razonable y
con buenas garantías, va a ser más importante en
el futuro, para la vivienda social este mecanismo de financiamiento
que, el siempre insuficiente mecanismo de subsidios del Estado.
Veo con optimismo que en el país hay una buena oportunidad
para endeudarse, pero para que la universalización del crédito
no revierta en otra crisis, se necesita continuar en la lucha antinflacionaria,
en la solución del alto déficit fiscal y pensional
y también lanzar y sostener, una campaña pedagógica
para que los colombianos inviertan en actividades productivas en
su vivienda, y no en especulación.
Hoy hay mucho temor de los economistas
internacionales por la suerte que puedan tener economías como la China y la Norteamericana,
por el excesivo endeudamiento para negocios de propiedad raíz.
Nosotros tenemos una muy buena coyuntura
para endeudarnos pero hay que orientar ese crédito hacia
la casita y hacia actividades productivas.
Pienso, y le quiero pedir al sector financiero,
que hay que realizar una gran actividad pedagógica. En toda casilla bancaria,
en todo anuncio de prensa de televisión del sector financiero,
les propongo, deberían poner este letrerito: ‘Compatriota,
endéudese para la casita, endéudese para el negocio,
pero no se endeude para especular’.
Endeudarse para especular ha hecho mucho
daño aquí y
en todas partes, y hay que evitar que esta buena coyuntura para
endeudarse no degenere en otra crisis a partir de que llegare a
crecer la deuda para actividades especulativas.
Invito al sector financiero a orientar
pedagógicamente
al pueblo en esta dirección, para garantizar un crecimiento
de la economía y del bienestar compatible con un nivel prudente
de endeudamiento.
Los problemas son muchos, pero si no perdemos un minuto, les vamos
a encontrar soluciones.
Tengan la certeza que el Gobierno y el
Congreso no van a descansar en la solución del tema fiscal.
Tengan la certeza que las Fuerzas Armadas y el Gobierno no van
a descansar en la lucha de la derrota del terrorismo.
Entre todos tenemos que derrotar la corrupción. Por eso
el Ministro del Interior ayer manifestó su preocupación
por recientes decisiones judiciales en esa materia.
Y tengan la certeza que con el apoyo del
sector privado, con un país de propietarios, vamos a crear
condiciones para tener una Colombia sin exclusiones, sin odios,
con permanente debate,
pero debate fraterno.
Manos a la obra, a crecer al cinco por ciento.
Muchas gracias.
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