VISITA A
LOS MIEMBROS DE LA POLICÍA
NACIONAL
EN SAN JOSÉ DEL GUAVIARE
Marzo 21 de 2004 (San José del Guaviare – Guaviare)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy respetuosamente y con afecto, agradecer
la abnegada tarea que ustedes están cumpliendo acá en
el Gaviaré, para que ésta zona que se había
convertido en imperio del terrorismo, en paraíso de la droga,
en desprecio por la ley, se transforme en una tierra promisoria
para la paz, en una tierra promisoria para el progreso.
El Guaviare divive la extensión de los 600 mil kilómetros
del oriente de la Patria en dos: de la cordillera oriental al río
Orinoco, cruzando por aquí hay una línea al sur de
la cual está nuestra Amazonía y al norte la Orinoquía.
Esa Orinoquía tiene millones de hectáreas para hacer
la gran revolución agrícola de Colombia. Allí no
hay que destruir selva, allí hay agua que viene de la cordillera,
nacimientos bien preservados por los morichales, terrenos planos
sin piedra, con un régimen de lluvias excelente y bien repartido
todo el año. Allí hay una gran fuente para la seguridad
alimentaría de la Nación, para la generación
de empleo, para la exportación.
Pero ese desarrollo se ha frustrado por el narcotráfico
y la violencia, por eso la labor de ustedes, policías de
mi Patria, es fundamental para que esta Orinoquía de Colombia
pueda aportar todo lo que la Nación viene esperando desde
hace centurias. Y de éste Gaviaré hacia el sur, tenemos
la despensa ambiental más importante del planeta, aquí empieza
la amazonía y empieza la porción colombiana de esa
reserva de biodiversidad.
La Patria nuestra es uno de los países más ricos
en biodiversidad y con mayor disponibilidad de agua dulce por unidad
de superficie, pero la droga está acabando con las fábricas
de agua, la droga y los terroristas están matando las alcancías
de la biodiversidad. Millón 700 mil hectáreas de
selva destruidas por el terrorismo para sembrar droga, lo que antes
era la selva tupida del Putumayo se ve hoy a pedazos y todo lo
que han destruido ha tenido una razón: la siembra de la
droga, la financiación del terrorismo.
La tarea de ustedes es heroica, absolutamente necesaria para la
Nación. Ahora no puede darse la tarea de mantenimiento,
mientras los terroristas han condenado a Colombia a sufrir lo que
ellos llaman una guerra prolongada, el Estado no ha tomado la determinación
de derrotarlos y ahora la hemos tomado.
Cuando ellos mantienen una acción de guerra prolongada
y el Estado no los confronta con toda decisión, ellos van
destruyendo la Nación más velozmente, más
lentamente, siempre destruyéndola. Por eso a ese propósito
de terrorismo prolongado solamente cabe una respuesta: propinarles
la derrota por parte de las fuerzas institucionales del Estado.
La tarea de ustedes es muy abnegada, Policías de mi Patria.
Han hecho un gran esfuerzo en el último año y medio,
174 municipios que no tenían policía hoy la tienen,
pero nos siguen reclamando. Colombianos en muchísimos cascos
urbanos, veredales y corregímentales, me llaman y me dicen: ‘Presidente
aquí no queremos guerrilla, aquí no queremos paramilitares,
aquí no queremos delincuentes de pelambra alguna, aquí queremos
la Policía y el Ejército’. Habrá que
seguir en ese esfuerzo.
Los logros de ustedes son muchos, con los escuadrones de movilidad,
con los Gaulas, con las fuerzas para derrotar el narcotráfico
y los sacrificios de ustedes son infinitos.
Al saludarlos, quiero dejar en su mente la necesidad de un compromiso
derrotar, de una vez por todas, el terrorismo. Miro las caras de
ustedes y veo en todos una Colombia joven, inteligente, dispuesta
en conseguir un futuro mejor. La generación de ustedes no
puede tornarse vieja entre los sufrimientos y las amarguras del
terrorismo. La generación de ustedes tienen que ayudarnos
a derrotar ya el terrorismo, para que cuando ustedes avancen en
edad en conocimientos, lleguen a ser padres de familia –quienes
todavía no lo son- y vean crecer sus hijitos –quienes
ya los tienen-, también adviertan una Colombia más
segura, una Colombia más tranquila, una Colombia más
promisoria, una Colombia con un horizonte de prosperidad.
Visionar una Colombia así nos indica que el sacrificio
vale la pena. Millones de compatriotas están hoy con los
oídos atentos y los ojos dirigidos acá a exigir soluciones,
esperando siempre éxitos de su tarea.
Policías de mi Patria: muchas gracias por este esfuerzo,
que a cada minuto haya buenas noticias, que la arrogancia de esos
terroristas –surgida de la mezcla de su criminalidad y de
su riqueza mal habida- se vaya destruyendo con la fuerza de los
Policías de mi Patria.
A todos, mi gratitud. Cuando le escriban a su familia o se comuniquen
por teléfono, transmitan la expresión de nuestra
gratitud, de nuestro cariño por el sacrificio de sus familias,
la abnegación de sus familias, que acompaña solidariamente,
estimula y fertiliza el esfuerzo de ustedes.
Muchas gracias mis compatriotas Policías.
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