PREMIO DE LIDERAZGO OTORGADO
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR LA FUNDACIÓN PANAMERICANA PARA EL DESARROLLO
Marzo 22 de 2004 (Washington – Estados
Unidos)
Compatriotas:
Quiero expresarles mi gratitud por sus esfuerzos para Colombia.
Yo no me merezco esta medalla, sino la gente valiente de Colombia,
que ha sufrido mucho durante muchos años y que ha tomado
la decisión de derrotar el terrorismo, como una condición
de la prosperidad, de la igualdad y la democracia.
En un país como Colombia, es imposible solucionar los problemas
con líderes individuales. Necesitamos acciones colectivas,
el liderazgo de todos los colombianos y la esperanza que tenemos
es que vemos que los colombianos apoyan ese liderazgo con el que
el país cuenta ahora, cuyo propósito es restablecer
la ley y el orden. Pero es imposible resolver nuestros problemas
sólo con el liderazgo colectivo de nuestra gente. Necesitamos
un liderazgo internacional.
Esta fundación está otorgando este premio en nombre
de la comunidad internacional, que tiene un excelente liderazgo
para apoyar a Colombia. Por favor, cada vez que ustedes piensen
en Colombia deben considerarse líderes de Colombia. Necesitamos
que sientan y asuman la responsabilidad y las tareas como líderes
de Colombia.
Esta noche, quiero convencerlos a cada uno de ustedes que Colombia
es cada uno de ustedes, para que procedan como líderes de
Colombia. Esa es la única forma con la que podemos combatir
el reto que aflige a nuestra Nación.
Hay una palabra por la que estamos trabajando muy duro en Colombia.
Esa palabra es confianza.
Durante mi campaña como candidato presidencial, le preguntaba
a los estudiantes universitarios si ellos habían pensaba
irse del país para siempre, y la gran mayoría de
ellos alzaba las manos. También le preguntaba a los inversionistas
si se sentían seguros para invertir en Colombia y la gran
minoría alzaba las manos. Le preguntaba a los trabajadores
si consideraban que podrían encontrar buenos oportunidades
de trabajo en Colombia y muy pocos decían que sí.
Por lo tanto, me di cuenta que debemos trabajar por una palabra:
confianza. La confianza es la palabra clave que buscamos en Colombia:
confianza de los inversores para invertir en Colombia, para poder
expandir nuestra economía. Confianza de los trabajadores
para encontrar oportunidades laborales, confianza de los estudiantes
para que sepan que en Colombia podrán desarrollar sus vidas;
confianza para que todos los habitantes vean al país como
el mejor lugar del mundo para vivir.
Y para restaurar la confianza, hemos establecido estas medidas:
la política de Seguridad Democrática y la reactivación
económica y social. La primera es muy simple: es nuestra
propuesta para restablecer la ley y el orden, para restaurar el
imperio de las instituciones democráticas. La he llamado
política de seguridad democrática porque no ha sido
creada para reprimir la libertad sino, por el contrario, para fomentarla.
Fue creada para promover la diversidad, para fertilizar la expresión
de ideas políticas, para generar más posibilidades
políticas.
Nuestro país fue conocido en el continente por su política
de Seguridad Nacional. Esta política hace énfasis
en la seguridad del Estado y minimizaba el espectro de pensamientos
políticos. Nosotros nos dispusimos a establecer un contraste.
Nuestra política promueve la libertad, una libertad que
ha sido limitada, no por el Estado, sino por el poder de los delincuentes.
La libertad fue limitada por la debilidad del Estado, por la falta
de determinación en los altos niveles del liderazgo.
La Seguridad Democrática ha necesitado un gran esfuerzo
de todos los ciudadanos, hemos tenido que aumentar algunos impuestos,
reducir el gasto público. Hemos tenido que hacer muchos
sacrificios para financiar la Seguridad Democrática. Pero
esto paga.
El año pasado, el índice de homicidios se redujo
en un 22 por ciento. En lo corrido de este año, llevamos
un acumulado de 31 por ciento en la reducción, si hacemos
una comparación con el mismo período en 2002. En
secuestros, en 2003 hubo una reducción del 27 por ciento.
Recuerdo que un día, aquí en Washington, me preguntaron:
'Presidente, ¿cuándo será el día en
que podamos ir a Colombia sin correr el riesgo de ser secuestrados?'
Yo les dijo: no les puedo prometer milagros, la solución
completa va a llevar tiempo, pero pueden contar con nuestra determinación.
Y esta noche les repito eso mismo: aún tenemos problemas
y no los resolveremos en corto tiempo, pero hay una razón
para que ustedes crean, vayan e inviertan en Colombia. Y esa razón
es nuestra determinación, no sólo adoptada por mi
Gobierno, sino también por el pueblo. Lo que vale en nuestro
país es que hay una coincidencia entre la determinación
del Gobierno y la determinación de la gente. Ese es el mejor
balance que puede tener la comunidad internacional para invertir
y tener confianza en Colombia.
Estamos trabajando en la reactivación económica
y social. Para la reactivación social, tenemos lo que llamamos
las Siete Herramientas de Equidad: revolución educativa,
protección social, impulso a la economía solidaria,
manejo social del campo, manejo social de los servicios públicos,
país de propietarios y calidad de vida urbana.
En este sentido y con la ayuda de muchos de ustedes, hemos avanzado.
Por ejemplo, el año pasado, el PIB creció en un 3.6
por ciento. Pero déjenme enfocarme en la política
que estamos llevando a cabo en Colombia, destinada a favorecer
a nuestros ciudadanos. Quiero expresar mi gratitud personal a cada
uno de ustedes, pero también le expreso mi gratitud a la
fundación y los invito a que continúen involucrándose,
cada vez más, en Colombia.
La determinación de mi Gobierno es destruir el terrorismo
y las drogas ilícitas. No hay vacilación para eso.
Colombia necesita determinación para destruir el terrorismo
y para destruir las drogas para siempre.
Muchas gracias.
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