MENSAJE
AL BATALLÓN CAZADORES, LA FUERZA
DE TAREA
CONJUNTA OMEGA Y LA VI DIVISIÓN DEL EJÉRCITO
NACIONAL
Marzo 20 de 2004 (San Vicente del Caguán – Caquetá)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy, muy afectuosamente,
agradecer la inmensa tarea que ustedes están realizando
para devolver a la Patria la tranquilidad.
Esta tierra fue santuario del terrorismo
que todavía hace
daños, que todavía tiene capacidad de causarle sufrimiento
a la Nación, que todavía se siente inderrotable.
La historia del mundo es clara: la ilicitud nunca ha sido campeona.
Los Estados que respetan la ley, los Estados
que producen resultados con ética y con moral, son Estados
que, finalmente, derrotan el terrorismo.
Vengo a agradecer todos los sacrificios
de ustedes, a decirles que hay 44 millones de compatriotas de
ustedes mirando con esperanza
su tarea. 44 millones de colombianos que ven en ustedes un camino
de construcción de paz.
Cuando hay un terrorismo rico, un terrorismo
crecido como el nuestro, por su desdén frente a la sangre y su arrogancia alimentada
por el dinero mal habido, hay que enfrentarlo con toda decisión.
En esta situación, la paz sólo es posible a partir
del triunfo de la autoridad.
El triunfo de ustedes, soldados de mi Patria, es la fuente de
la paz de Colombia.
Quiero destacar la heroicidad de quienes
han recibido esta tarde, por segunda y por primera vez, el distintivo
Herido en Acción.
Quiero destacar a los compatriotas oficiales y soldado profesional,
César Augusto Bermeo, Henry Palacios Mosquera, Anderson
Cañón Sabogal, su sacrifico, su capacidad de superación,
nos enorgullece a los colombianos, nos compromete. Debemos a ellos
inmensa gratitud y a sus familias.
Soldados de mi Patria: por aquí se desplazó desafiante
el terrorismo. ¡Que jamás vuelva! Que, por aquí sólo
ondee, tranquila, la bandera de Colombia. Que por aquí sólo
caminen tranquilos, los ciudadanos de bien que trabajan honradamente
en esta bella región. Esa es la misión de ustedes,
mis compatriotas, que portan las armas de la República.
El Batallón Cazadores ha tenido crisis, la crisis de su
suspensión, la crisis de su reactivación, crisis
de resultados, pero confiamos plenamente que empieza una nueva
etapa para el Batallón Cazadores. Espero que dentro de poco
los habitantes del Caguán puedan llamar desde las escasas
cabinas telefónicas que hay en la región a la Presidencia
de la República, no a decirme, como me han dicho en este
año y medio, que siguen maltratados por el terrorismo, sino
a decirme que aquí es campeón el Ejército
de la Patria, el Batallón Cazadores y que está regresando
plenamente la paz a la región.
Los colombianos han hecho inmensos esfuerzos.
Uno de ellos se traduce en la Brigada Móvil # 9. Qué misión
tan delicada, tan definitiva la de esa Brigada. Requiere resultados
a cada segundo, apelo al patriotismo y a la eficiencia de su comandante,
el Coronel Luis Alfonso Zapata y al patriotismo y a la eficiencia
de todos los oficiales, suboficiales, los soldados, los componentes
de apoyo que la integran y digo a ellos: la Nación espera
informes positivos en cada momento.
En la energía de ustedes, reposa la esperanza de Colombia.
Recuerden aquella frase del Libertador, escrita en Bucaramanga
y enviada al Congreso de Ocaña: ‘La energía
de la Fuerza Pública es la salvaguardia del débil,
es lo único que frena al delincuente, es la esperanza de
la sociedad’.
Que por aquí no se pavonee más el terrorismo. Que
por aquí marchen sobriamente los soldados de la Patria,
protegiendo a los ciudadanos de bien, que trabajan en esta región,
para que devuelva esta región a Colombia plenamente la confianza
en el imperio de nuestras instituciones.
Un saludo afectuoso, soldados de mi Patria,
un saludo con esperanza. Nos falta mucho para el triunfo, la
culebra está viva, sabe
engañar. El terrorismo se sabe replegar, como la culebra,
sabe fingir la muerte para después morder con más
veneno.
Nos quedan unos meses estrictos para derrotarlo
plenamente. En nosotros no hay duda, no hay vacilación. Aquí hay
toda la fuerza de voluntad para derrotarlo. Casi todos los sábados
de este Gobierno han sido dedicados a conversar con los colombianos
de bien, a construir Patria con ellos en una u otra región, ¡qué bueno!
hoy venir a saludar un estamento de la Patria tan importante como
el que ustedes integran.
Las audiencias, ahora, son con las gentes de trabajo, no con los
delincuentes.
Mucha dirigencia de Colombia dedicó sus energías
a tramitar intereses de delincuentes, nosotros queremos, a los
delincuentes, derrotarlos y al pueblo, integrarlo. Por eso, este
Gobierno no ha cesado un minuto en el diálogo franco, solidario,
constructivo y permanente con el pueblo. Y eso lo ha posibilitado
la acción abnegada de la Fuerza Pública.
Que nunca vuelva a haber vacilación, que los terroristas
replegados en la montaña y el Ejército de Colombia,
entusiasmado, persiguiéndolos hasta derrotar al último
de ellos.
Y saludo, compatriotas, las armas que ustedes
portan están
llamadas a convertir la debilidad del pueblo herido, en la fortaleza
de una Nación que será más grande, más
libre, más equitativa, más próspera en la
medida en que ustedes triunfen con las armas de la República.
Muchas gracias. ¡Qué viva
Colombia!
Cuando hablen con sus familiares o les
escriben, a todos ellos, de parte nuestra, del Ministro (de Defensa,
Jorge Alberto Uribe)
y sus comandantes, de parte mía, un saludo lleno de afecto,
una expresión de gratitud.
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